Libros recomendados por Librotea
En las Navidades de 1999 llegaba a las librerías No Logo, el ensayo de una desconocida activista y periodista que se convertiría en una de las voces inesperadas de comienzos del siglo XXI. Se llamaba Naomi Klein, era canadiense, y con este libro lideró lo que después se llamaría Movimiento antiglobalización en las grandes (y algunas trágicas) manifestaciones contra las grandes instituciones económicas mundiales. A España no llegaría hasta 2002, pero también atravesaría el corazón de la juventud que despertaba contra los oscurecidos poderes públicos y privados. Desde entonces, Klein, ya hable de política o del cambio climático, es una de las voces más escuchadas en todo el planeta. Paradójicamente, ella misma se ha hecho global.No Logo es uno de esos ensayos que han influido en muchas personas y que han marcado un antes y después. Y que ha pasado a la historia. Como otros que rescatamos en este listado.En el ámbito económico, Piketty descifró la crisis económica del siglo XXI en El Capital, con nombre de eco marxista y que prácticamente tuvo la misma (si no más) repercusión que su homenajeado del siglo XIX. También John Lanchester se marcó un texto sobre la Depresión reciente apto para lectores que no fueran avezados economistas pero que quisieran entender qué narices había pasado.Dentro del feminismo, a los clásicos de mediados del siglo XX (como los de Simone de Beauvier) se unieron en los noventa el texto trans y queer de Judith Butler, El género en disputa, que hablaba ya de que eso de dos géneros estaba pasado de moda; en 2004, Calibán y la bruja, de Silvia Federici, con una visión marxista del asunto hablando de la explotación, en todos los niveles, de las mujeres; y finalmente, en 2014, el texto de Chimamanda Ndichie Agozie, Todos deberíamos ser feministas, recogido a partir de su charla TED sobre el tema y que actualiza el feminismo en este siglo XXI: quedan muchos derechos que igualar todavía.Otros tres ensayistas que han asaltado las librerías recientemente con una buena recepción son el surcoreano, pero naturalizado alemán, Byung-Chul Han, con libros como La sociedad del cansancio, que habla de una sociedad hipernarcisista, autorreferencial y demasiado positiva lo que impide dedicarnos a los otros; y el israelí Yuval Noah Harari con Sapiens y Homo Deus, en los que desentraña cómo hemos llegado hasta aquí (en qué tuvimos éxito y en qué fracasamos) y cómo será nuestro futuro con las máquinas digitales.No obstante, no podemos hablar de este presente sin acudir a textos de hace cincuenta años. En los años sesenta, el posmodernismo sucumbió a los cambios que se producían en la sociedad con libros como los de Foucault sobre la sexualidad (y el poder, y el deseo), Bordieu sobre la televisión (esa nueva tecnología que estaba cambiando a la velocidad del rayo nuestro ocio y forma de mirar) y Debord sobre el espectáculo, que entronca tanto con el tubo catódico como con el sexo y las alianzas de poder. Era una nueva manera de entender el mundo y posiblemente para explicarnos el nuestro todavía tenemos que acudir a estos textos. Como le ocurre a Roland Barthes cuyo discurso amoroso, desfragmentado y deconstruido, explique mejor que ningún otro a la Generación Tinder.
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