El escritor húngaro, dueño de una mirada que se aproxima al terror apocalíptico y la sordidez de lo cotidiano, nos ofrece con su literatura un panorámica que sublima lo grotesco.
magen de archivo del escritor húngaro Laszlo Krasznahorkai, en Madrid.AFP
Bella y grotesca. Así ha quedado –grosso modo– enmarcada la literatura del húngaro László Krasznahorkai, flamante ganador del Nobel de Literatura 2025, por los voceros y adalides –algunos improvisados– de la cultura. Bello y grotesco ha sido verles pronunciar –no sin ciertas dificultades– un apellido de cierta exigencia fonológica que ha provocado leves atragantamientos e incluso episodios de atoramiento labiodental.