Jeffrey Sachs: ¡Rusia y Venezuela Enfrentan a EE. UU.! Misiles en el Car...




Jeffrey Sachs (DetroitMíchigan, 5 de noviembre de 1954) es un economista y profesor estadounidense, destacado por su trabajo en el campo del desarrollo sostenible, la macroeconomía global y la lucha contra la pobreza.​ Fue director (2002-2016) del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia y asesor especial de las Naciones Unidas en relación con los Objetivos del Milenio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.​

En 2015 recibió el Premio Planeta Azul. Dos veces ha sido incluido en la lista de las personas más influyentes del mundo, elaborada por Time Magazine.

Sachs estudió en la Universidad de Harvard, donde obtuvo su licenciatura (1976), maestría (1978) y doctorado (1980). En Harvard fue profesor Asistente de 1980 a 1982, Profesor Asociado de 1982 a 1983 y profesor de 1983 a 2002. Forma parte del consejo asesor de The Global Analysis and Trends in Emerging Regions.

Obras

  • Sachs, Jeffrey (2014).The Age of Sustainable Development. Versión en español: «La Era del Desarrollo Sostenible», Ed. Debate. ISBN 978-023-1173-15-5.
  • Sachs, Jeffrey (2008). Common Wealth: Economics for a Crowded Planet. Versión en español: «Economía para un Planeta Abarrotado», Ed. Debate.
  • Sachs, Jeffrey (2005). The End of Poverty: Economic Possibilities for Our Time. Penguin Press Hc. Versión en español: «El Fin de la Pobreza Cómo conseguirlo en nuestro tiempo», Ed. Debate. ISBN 968-5962-35-9.
  • Sachs, Jeffrey (2003). Macroeconomics in the Global Economy. Westview Press ISBN 0-631-22004-6.
  • Sachs, Jeffrey (2002). A New Global Effort to Control Malaria. Science, Vol. 298, 4 de octubre de 2002.
  • Sachs, Jeffrey (2002). Resolving the Debt Crisis of Low-Income Countries. Brookings Papers on Economic Activity, 2002:1.
  • Sachs, Jeffrey (2001). The Strategic Significance of Global Inequality. The Washington Quarterly, Vol. 24, No. 3, Summer 2001
  • Sachs, Jeffrey (1997). Development Economics. Blackwell Publishers ISBN 0-8133-3314-8
  • Sachs, Jeffrey and Pistor, Katharina. (1997). The Rule of Law and Economic Reform in Russia. John M. Olin Critical Issues Series Paper; Westview Press ISBN 0-8133-3314-8.
  • Sachs, Jeffrey (1994). Poland's Jump to the Market Economy. Lionel Robbins Lectures; The MIT Press ISBN 0-262-69174-4.
  • Sachs, Jeffrey (1993). Macroeconomics in the Global Economy. Prentice Hall ISBN 0-13-102252-0.
  • Sachs, Jeffrey (ed) (1991). Developing Country Debt and Economic PerformanceVolume 1: The International Financial System. National Bureau of Economic Research Project Report; University of Chicago Press ISBN 0-226-73332-7.
  • Sachs, Jeffrey and Warwick McKibbin. Global Linkages: Macroeconomic Interdependence and Co-operation in the World Economy. Brookings Institution, June, 277 pages. (ISBN 0-8157-5600-3).
  • Sachs, Jeffrey (ed) (1989). Developing Country Debt and the World Economy. National Bureau of Economic Research Project Report; University of Chicago Press ISBN 0-226-73338-6.
  • Bruno, Michael and Sachs, Jeffrey (1984), Stagflation in the World Economy.


La retórica voluntarista es inútil

 Por| 

Una respuesta amistosa a Pablo Abufom Silva, a partir de su artículo en la revista Jacobin dedicado a la edición argentina del libro "Pensar después de Gaza".



La revista Jacobin publica un artículo de Pablo Abufom Silva dedicado a la edición argentina del libro Pensar después de Gaza.

“Pensar desde Gaza, el último libro de Franco Berardi, no es un libro sobre Palestina. Es un libro que habla sobre cosas que han pasado o están pasando en Palestina y que está escrito a propósito del genocidio contra el pueblo palestino. Pero, sobre todo, es un libro sobre el modo en que el autor percibe el colapso de Occidente, tal como se expresa en las lógicas genocidas del militarismo actual, en las nuevas formas de organización del trabajo, en la bancarrota de las instituciones democráticas y en el modo en que la tecnología atraviesa la experiencia cotidiana de la clase trabajadora del mundo. Es un libro con una pretensión clara: mirar a los ojos el colapso actual, mostrar que no hay más salida que la deserción a todo lo que nos ofrece la política actual y, junto con ello, exponer una crítica total al tipo de capitalismo que hace posible un genocidio como el de Gaza.” (en Italics las citas del articulo de Pablo Abufom Silva)

La pregunta Por Franco "Bifo"

 

Istubalz, Inferni (2021) - dettaglio

La pregunta

Por

¿Hay alguna manera de escapar de la espiral de demencia suicida que emana de la senescencia de Occidente?.

Hace unos días recibí la invitación de una asociación estadounidense para participar en una convención que se celebrará en Chicago los días 5, 6 y 7 de abril. El tema de la convención es “¿Existe una izquierda en el siglo XXI?”. Respondí rápidamente:

“Por desgracia, mi salud es tan precaria que no puedo abordar el viaje a Chicago. Así que no podré estar con ustedes en persona. Sin embargo, escribiré un texto y lo publicaré antes de abril para que puedan leer mis reflexiones si les interesa conocer mi opinión. Gracias por la invitación”.

Francamente (más allá de mi fragilidad física), no tengo ningún deseo de ir a Estados Unidos, a ese país aterrador donde una mafia de racistas agresivos gobierna a una población de individuos infelices que viven en una frenética competencia por la supervivencia. 

Sin embargo, la cuestión que se debatirá en dicha convención es un buen punto de partida para una reflexión muy necesaria sobre el futuro (o el no futuro) de la subjetividad social en este siglo. Aquí esta mi respuesta.

Una pregunta equivocada

¿Existirá la izquierda en el siglo XXI? Mi respuesta es: esta pregunta no me parece interesante. El significado mismo de la palabra izquierda se ha perdido porque, con la excepción quizás de algunos países como España, la mayoría de quienes han formado parte de gobiernos de centroizquierda en los últimos treinta años han traicionado completamente a la clase trabajadora y a la sociedad en general. Además, el mundo en el que la palabra izquierda significaba algo ha desaparecido.

En Estados Unidos, en el Reino Unido y en la mayoría de los países europeos, la izquierda ha sido la punta de lanza de la devastación neoliberal de la vida social. La función de Blair, Schröder, Hollande y los demás socialdemócratas que gobernaron en los años noventa y en la primera década del nuevo siglo fue devastar las condiciones de vida de la sociedad en favor del lucro y la competitividad, privatizar los servicios públicos y favorecer la transferencia de dinero de los trabajadores a los ricos. También la política racista de rechazo a los inmigrantes ha sido concebida y diseñada por políticos como el italiano Marco Minniti (excomunista, entonces ministro del Interior en un gobierno de centroizquierda, arquitecto de la política de deportación de los migrantes que inspira a Meloni y a Trump).

El mundo en el que la palabra izquierda significaba algo ha desaparecido.

En Estados Unidos, los gobiernos de Clinton, Obama y Biden se han alineado perfectamente con la política conservadora de agresión imperialista. Como resultado, se puede decir que en todo Occidente el centroizquierda ha sido responsable de la desilusión generalizada que llevó a muchos votantes a abandonar la izquierda y a volcarse al nacional-liberalismo emergente que finalmente culminó en la furia trumpista.

Los nazi-libertarios están restaurando un régimen esclavista y empujando a Occidente hacia la agresividad nacional y la guerra. Pero la razón del ascenso de esta ola ultrarreaccionaria reside en la traición de la autodenominada izquierda. Por lo tanto, ¿por qué debería preocuparme por el destino de una clase política que, autodenominándose de izquierda, ha seguido las mismas políticas de la derecha?

La pregunta interesante es si nuestra existencia social encontrará o no una manera de escapar de la agresión en curso y del retorno de la esclavitud.

La pregunta interesante hoy no es: ¿existe una izquierda en nuestro futuro? La pregunta interesante es si nuestra existencia social encontrará o no una manera de escapar de la agresión en curso y del retorno de la esclavitud, del terror social, de la militarización y de la guerra. ¿Encontrará la vida social una vía para la subjetivación social? ¿Surgirá un movimiento (consciente, colectivo y solidario) en el contexto actual de competencia, depresión, pánico y deserotización de la vida social? Esta es la interesante pregunta que intento contestar.

Pánico

Una ola psicótica recorre la sociedad occidental: la causa de la psicosis de pánico masiva es una especie de colapso senil de la mente occidental.

¿Qué es el pánico? En el último capítulo de ¿Qué es la filosofía? Deleuze y Guattari reflexionan sobre el envejecimiento y hablan de la senescencia en términos de la relación entre el orden y el caos: “ (…) Un poco de orden para protegernos del caos. Nada es más angustioso que un pensamiento que se escapa a sí mismo, que las ideas que se escapan, que desaparecen apenas formadas, ya erosionadas por el olvido o precipitadas en otras que ya no dominamos (…) infinitas variabilidades, cuya aparición y desaparición coinciden (…)”.

“Caos” se define aquí en términos de velocidad, de aceleración de la infoesfera en contraposición a los ritmos lentos de la razón y de la mente emocional. Cuando las cosas empiezan a fluir tan rápido que el cerebro humano se vuelve incapaz de elaborar el significado de la información, debido al caos, entramos en el estado de pánico. Pánico es la incapacidad de tomar decisiones porque lo que sucede a nuestro alrededor es demasiado rápido, demasiado complejo, y por lo tanto indecidible.

El pánico explica el comportamiento actual de la Unión Europea inconsistente hasta el punto de la demencia. Para complacer al amo estadounidense (Biden), hace tres años los líderes europeos decidieron empujar al pueblo ucraniano a la guerra contra Rusia. Rompieron el vínculo económico con Rusia y se pusieron en modo belicista, apoyando y armando el nacionalismo ucraniano. Fue una decisión suicida porque el propósito de Biden era romper la relación económica entre Europa y Rusia, y derrotar a Alemania. Alemania ha sido derrotada, Ucrania ha sido destrozada. Europa ha sido empujada al borde del abismo.

Luego, el amo estadounidense (Trump) traicionó la causa ucraniana y abandonó a los europeos a su suerte. Millones de personas han abandonado Ucrania, innumerables jóvenes han muerto en las trincheras del Donbás. Los ucranianos están derrotados, empobrecidos y humillados. Los europeos se encuentran en una trampa. Tras caer en una crisis de pánico, Macron, Starmer, Merz y Ursula von der Leyen decidieron hacer algo inútil, peligroso, destructivo y autolesivo: una enorme inversión de dinero para el rearme del continente.

¿Qué hacer en una situación de pánico? Mi sugerencia es que no se tomen decisiones, que no hay que centrarse en el torrente de información, sino que hay que respirar hondo y renunciar a la acción. Los líderes europeos, por el contrario, decidieron lanzar un plan masivo de rearme y reconversión militar de la industria automotriz.

¿Se quedarán los rusos de brazos cruzados mientras los europeos se arman hasta los dientes, o decidirá Putin atacar a Europa antes de que esté lista para la guerra?

¿Qué hacer en una situación de pánico? Mi sugerencia es que no se tomen decisiones, que no hay que centrarse en el torrente de información, sino que hay que respirar hondo y renunciar a la acción.

La rusofobia generalizada de los líderes europeos corre el riesgo de convertirse en una profecía autocumplida. Mientras los europeos se apresuran a tomar las armas por temor a la agresividad rusa, tengo miedo de que los rusos no se queden esperando perezosamente el rearme completo de los europeos.

Depresión

Según los psiquiatras, la depresión es la patología predominante de la generación que aprendió más palabras de una máquina que de la voz de su madre. La depresión es desagradable, es dolorosa; bueno, la depresión es depresiva. Así que harías casi cualquier cosa para liberarte de sus garras. Resulta que la movilización agresiva de energías mentales puede ser una terapia para la depresión.

Hitler lo sabía. A los alemanes deprimidos, humillados tras la Primera Guerra Mundial, les dijo: “No se consideren trabajadores derrotados, considérense guerreros. No se consideren humillados. Considérense humilladores”. Él ganó las elecciones, y los alemanes arrastraron a Europa a la pesadilla de la Segunda Guerra Mundial.

Resulta que la movilización agresiva de energías mentales puede ser una terapia para la depresión. Hitler lo sabía.

La autoidentificación agresiva, la movilización nacionalista y el patriotismo actúan como una terapia de anfetaminas para la mente deprimida. Esta terapia funciona por un tiempo. Luego, se cae en tragedias abismales. Por eso la ola psicótica de la senescente cultura occidental converge con las decisiones políticas de una parte importante de la nueva generación.

Como pueden ver, la pregunta interesante no es si existirá la izquierda en el siglo XXI, sino cómo escapar de la reacción del ciclo pánico-depresivo que estalló abruptamente en 2025.

¿Es posible iniciar un proceso de subjetivación consciente y autonomía social?

Deserción masiva

Mis viejos amigos pacifistas expresan su consternación porque no hay movilización política contra el rearme de la Unión Europea ni manifestaciones masivas contra la creciente militarización de la economía y del discurso público.

Entiendo su consternación, pero sé que desde el 15 de febrero de 2003, tras la enorme movilización mundial contra la guerra de Irak, el movimiento pacifista se ha disuelto. En aquella ocasión, el pacifismo no pudo detener la guerra, y hoy cuesta creer que las manifestaciones y las protestas sean útiles para frenar el frenesí.

La locura de los belicistas europeos no tiene su raíz en una estrategia política, sino en el colapso mental de la cultura occidental, incapaz de afrontar su propio declive irreversible. Y (obviamente) tiene su raíz en los intereses del complejo militar industrial.

Lo que necesitamos es mucho más que manifestaciones y protestas. Lo que la vida social necesita es una forma de escapar de la militarización de la sociedad europea. Lo que se necesita es una ola masiva de deserciones. Deserción de la guerra, pero también deserción de la economía de guerra y de la obsesión nacionalista.

Obsesión

El año 2025 marca un antes y un después. En el siglo pasado, el marco de la subjetivación social era la lucha de clases: el internacionalismo y la solidaridad obrera contra la explotación.

Ya no. El marco ha cambiado porque la conciencia social se ha hiperfragmentado, el tiempo social se ha celularizado y el semiocapital ha transformado el proceso de producción en una recombinación de fractales vivos. La solidaridad se ha borrado de la vida social debido a la precarización del trabajo.

La precariedad, el aislamiento y la soledad han desatado una ola de angustia mental y de disforia. La subjetivación social ha pasado del ámbito del conflicto social al de la psicobiopolítica. A nivel global, la identificación biológica (racial, étnica, nacional) ha sustituido a la solidaridad social. La pertenencia ha sustituido a la conciencia. La ferocidad y la lucha por la vida han sustituido al conflicto para la redistribución de la riqueza social. En consecuencia, la supervivencia y el genocidio son los puntos cardinales del nuevo mapa biopolítico.

La supervivencia y el genocidio son los puntos cardinales del nuevo mapa biopolítico.

Consciencia y psicosis

La conciencia (conciencia de sí mismo y del otro) está criminalizada: woke es la palabra clave de esta criminalización. Estar despierto (consciente) significa ser débil: la generación que algunos sociólogos llaman “generación del copo de nieve” [en España es más usual el término “generación de cristal”] es tan frágil porque los jóvenes asumen la responsabilidad de la colonización blanca y piensan en la sexualidad en términos de elección y no en términos de la supremacía natural del hombre.

Si quieres ser fuerte, olvídate de la conciencia, confía en Trump y en el dinero. Si quieres ser fuerte, olvídate del pensamiento y cree (en Dios, en la nación, en la supremacía blanca, en la civilización superior de Occidente).

¿Puede surgir una subjetividad colectiva y solidaria desde las ruinas de la civilización?

En 1919, Sandor Ferenczy dijo que el psicoanálisis era incapaz de tratar la psicosis de masas. La política también. Todo el mundo sabe lo que sucedió en Europa después de 1919. Un siglo después, estamos en el mismo punto. Ahora surge una pregunta: ¿es invencible el Reino de Trump? No lo creo. Creo que los monstruos no van a triunfar para siempre porque en todo el mundo han puesto en marcha un proceso de desintegración general: la desintegración del Estado, la desintegración de la civilización social, la desintegración del medio ambiente.

El orden occidental se está desmoronando y se derrumbará. La cuestión que tenemos que investigar es la siguiente: ¿puede surgir una subjetividad colectiva y solidaria desde las ruinas de la civilización?

Desintegración

Desintegración del mapa geopolítico, del sistema social y del cerebro senil de Occidente. La integración económica del Sur (BRICS) es un peligro para el senil mundo occidental. La inminente crisis del dólar como centro del sistema financiero global y el declive demográfico del hemisferio norte han empujado a Estados Unidos a abandonar el proyecto de globalización que fue el eje estratégico de los últimos treinta años (el llamado Imperio). Ahora apuestan todo a la alianza con Rusia por la supremacía blanca.

El trump-putinismo es el proyecto de restauración del suprematismo blanco, la división del mundo en zonas de influencia hipercolonialista, la liquidación de la democracia liberal y el inicio de un proceso de devastación extractiva de los recursos del planeta.

Genocidio, deportación y detención de la población migrante, esclavitud masiva, destrucción definitiva del medioambiente: todo esto ocurrirá bajo la hegemonía de Trump-Putin.

¿Funcionará este proyecto? ¿Controlará la mafia depredadora los flujos caóticos de terror, sufrimiento y guerra que implica la desintegración en curso?

Desmoronamiento del orden, colapso inminente del medioambiente y de la economía. Trauma: este es el panorama del siglo.

Trauma

En la densa red de la obsesión, es posible percibir las señales de un colapso inminente, un trauma del futuro. El trauma suele estar vinculado a una experiencia pasada de pérdida o violencia. Ahora, por primera vez, nos enfrentamos a un trauma inverso: el trauma del colapso inminente e inevitable que atormenta la mente y el cuerpo de los jóvenes de todo el mundo.

La generación disfórica, que ha crecido en un estado de aislamiento físico y parálisis emocional, está traumatizada por la indescriptible percepción de una catástrofe inminente. Saben que el planeta es cada vez más incompatible con la vida humana. Sienten que los adultos se han vuelto incapaces de evitar el catastrófico cambio climático. Sufren su condición de soledad y son cada vez más incapaces de gestionar su propio cuerpo sexual. Finalmente, se ven abrumados por la intensificación de la estimulación infoneural.

La generación del copo de nieve está traumatizada por algo que aún no ha sucedido, pero que se percibe como inminente, y un proceso de subjetivación solo puede basarse en esta experiencia común del trauma futuro. El desenlace de todo ha provocado un trauma que es el punto de partida del siguiente proceso de subjetivación.

¿Cómo construir un sujeto activo y consciente a partir de un trauma?

¿Hay alguna manera de escapar de la espiral de demencia suicida que emana de la senescencia de Occidente?

Esta es la pregunta que necesita respuesta.

Publicado originalmente en CTXT


https://tintalimon.com.ar/post/la-pregunta

Entrevistas Ilan Pappé. Del silencio cómplice al pánico moral Tres libros

 Por| 

En esta entrevista realizada por una de las editoras del libro "Palestina. Anatomía de un genocidio", el historiador israelí aborda el “pánico moral” de Occidente frente a Gaza, la manipulación del antisemitismo y el genocidio como parte de un proyecto colonial. El autor de "La limpieza étnica de Palestina" y "El lobby sionista" reivindica el coraje de hablar, pese a las amenazas y presiones que ha sufrido a lo largo de su trayectoria.

Omar Al-Qattaa/AFP
Omar Al-Qattaa/AFP

Cuando le pregunto qué está escribiendo, se ríe y dice que tiene 27 libros escritos y que ahora está descansando. Ilan Pappé se ve distendido en ese gran salón/biblioteca de la Posada Literaria ubicada en el centro colonial de Paraty, donde se hospeda junto a otros invitados estelares de la versión 23 de FLIP, la Fiesta Literaria Internacional de esa ciudad, uno de los más importantes encuentros literarios de Brasil, realizado a fines de julio e inicios de agosto en la pequeña ciudad costera ubicada entre Río de Janeiro y Sao Paulo.

Estados Unidos y el “capitalismo fascista”

 Por| 

El autor italiano analiza el "ciclo estratégico" del capitalismo, donde la guerra y la violencia reemplazan al mercado. Desde 2008, Estados Unidos impone un "estado de excepción global" para extraer tributos de aliados y enemigos, revelando una esencia fascista: la fuerza política decide, no la economía. El capitalismo liberal organiza genocidios y guerras civiles por sí mismo, sin necesidad de fascistas externos, naturalizando la barbarie como su normalidad.

“La acumulación originaria, el estado de naturaleza del capital, es el prototipo de la crisis capitalista”

Hans Junger Krahl

El capitalismo no se reduce a un ciclo de acumulación, ya que siempre es precedido, acompañado y seguido por un ciclo estratégico definido por el conflicto, la guerra, la guerra civil y, eventualmente, la revolución. El ciclo estratégico comprende la acumulación originaria de Marx, pero solo como su primera fase, seguida por el ejercicio de la violencia incorporada en la “producción” y su despliegue en forma de guerra y guerra civil cuando el ciclo económico se agota.

Para tener una descripción completa del ciclo estratégico, hay que esperar al siglo XX, con su transformación en el ciclo de la revolución soviética y china, que corrige y completa a Marx desde varios puntos de vista.

Los dos ciclos funcionan juntos, encadenan sus dinámicas, pero también pueden separarse: desde 2008, el ciclo del conflicto, de la guerra y de la guerra civil (y de la eventual, aunque improbable, revolución) se ha separado progresivamente del ciclo de la acumulación en sentido estricto. El bloqueo, los impasses de la acumulación de capital requieren la intervención del ciclo estratégico, que funciona a partir de las relaciones de fuerza y de la relación no económica amigo-enemigo.

Desde que se impuso el imperialismo, la importancia del ciclo estratégico no ha hecho más que aumentar. Los ciclos de la guerra, de la gran violencia, del uso arbitrario de la fuerza se suceden rápidamente. Estados Unidos impuso tres veces (1945 - 1971 - 1991) las reglas económicas y jurídicas del mercado mundial y del Orden mundial, y tres veces las canceló, porque ya no le eran funcionales, sustituyéndolas por normas inéditas: el fordismo de 1945 fue desmantelado en los años 70; el llamado “neoliberalismo”, elegido en su lugar y extendido a todo el mundo en 1991 tras el colapso de la URSS, se derrumbó en 2008. La actual acumulación originaria cambia una vez más las reglas del juego para un más que improbable “Make America Great Again”.

El análisis del ciclo estratégico en el capitalismo contemporáneo debe partir de Estados Unidos, porque allí se concentran sus dispositivos de poder, las instituciones militares, financieras y monetarias que las que detentan el monopolio, prohibido para los “aliados” europeos o de Asia oriental, es decir, para los países sometidos ya sea por la guerra (Alemania, Japón, Italia), o por el poder económico y financiero (Francia, Inglaterra), y sobre todo negado para el Sur del mundo.

A partir de la crisis de 2008, el ciclo estratégico ha pasado a primer plano hasta desbancar al “mercado”, las reglas económicas, el derecho internacional, las relaciones diplomáticas entre Estados, etc., con el objetivo de impedir la implosión del ciclo de la acumulación y relanzar la economía estadounidense, en graves dificultades.

La guerra civil mundial se refleja en la intensificación del racismo y el sexismo, la militarización del territorio, la deportación de migrantes, atacando universidades, museos, demonizando palabras y conceptos.

Entrevista Loretta Napoleoni «Al Qaeda ya ha pasado su cénit» y resumen de Economia canalla

 


¿Quiénes son y qué quieren las milicias islámicas que amenazan al mundo?

   


Se lo pregunta Loretta Napoleoni, economista autora de bestseller “Capitalismo canalla” y experta internacional en tema de terrorismo, que ha vendido su propia empresa para financiar la investigación sobre “ISIS, el estado del terror”, publicada en Estados Unidos y en Italia.

El Medio Oriente está experimentando un momento dramático, observa Napoleoni: las primaveras árabes han sido derrotadas, excepto en Túnez: el régimen de Assad en Siria, (con el apoyo de Rusia), en vez de realizar las prometidas reformas democráticas, ha utilizado gas contra la ciudadania, y un millar de milicias, luchan, incluso entre ellas mismas, tratando de derrocarlo; en Irak (apoyado por Occidente), el gobierno de Al Maliki, que debía garantizar la democracia, ha perseguido sunitas; Libia después de la caída de Gadafi en 2011 se encuentra en un estado de caos; Egipto está inquieto y dominado por el ejército; Israel está en guerra con los palestinos de Gaza; Turquía se enfrenta con los kurdos, (un 20% de la población que aspira a la independencia), mientras que cerca de dos millones de refugiados iraquíes en Siria o Turquía y Jordania viven en la miseria.

Louis-Ferdinand Céline fue el más áspero y el más imperdonable autor del siglo corto

 

Lo que sucede en el fondo de la vida. En el sulfuroso Londres de Céline

“El lado oscuro de la economía” de Loretta Napoleoni: un extracto

 


Publicamos, agradeciendo al autor y al editor, un extracto de Rogue Economy. El lado oscuro del nuevo orden mundial, publicado por Solferino Libri y en librerías a partir del 26 de septiembre. Loretta Napoleoni, economista, ha participado en el estudio de la economía ilegal y, en particular, de las formas de financiación del terrorismo. Su último libro es Tecnocapitalismo (Meltemi 2025). Ha publicado numerosos bestsellers sobre economía y política internacionales en Italia, incluido Maonomics (Rizzoli 2010), ISIS. El estado del terrorismo (Feltrinelli 2014), Kim Jong-un. El enemigo necesario (Rizzoli 2018).


Década de 1990: Hay un asesino suelto en Estados Unidos. Se llama obesidad. Cuatrocientas mil muertes al año, el 16 por ciento de todas las muertes en Estados Unidos. Y por una especie de ironía del destino, esta epidemia, que tiene sus raíces en los años setenta, estalló en los años ochenta, cuando la gente empezó a pensar en la cuestión del sobrepeso. Así como los estadounidenses deciden adelgazar, aumentan de peso. La batalla contra la grasa produce la ola de dietas hipolipemiantes. La grasa se elimina sistemáticamente de los alimentos y se sustituye por carbohidratos, que sin embargo tienen un alto contenido calórico y nos hacen ganar peso. Incluso la tradición campesina enseña que el trigo engorda a los bueyes y, a pesar de ello, los estantes de los supermercados están llenos de alimentos bajos en grasas, pero llenos de carbohidratos, con el resultado de que el contenido calórico muchas veces no cambia y en realidad aumenta. Pruébalo y lo verás. 

El sincericidio de Donald Trump sobre Venezuela: “Estaba a punto de colapsar, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo”

 12 de junio de 2023


El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó las políticas de la administración de Joe Biden por la relación comercial que mantiene con Venezuela. Confirmó que su gobierno intentó hacer colapsar la economía venezolana y aseguró que "estamos haciendo rico a un dictador" -en referencia a Nicolás Maduro-, al comprarle el petróleo que necesita la nación estadounidense.

"Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo", confesó el exmandatario durante su primer discurso público tras su imputación por cargos federales.

Y agregó: "Hubiera sido justo. Pero ahora compramos petróleo a Venezuela. Estamos haciendo a un dictador muy rico. Pueden creerlo, nadie puede creerlo". 

Si bien no lo mencionó directamente, el líder republicano hizo una obvia referencia al presidente venezolano, Nicolás Maduro, sancionado en julio de 2017 por el Departamento de Estado de EE.UU. 

Además, Trump instó a sus seguidores sobre la necesidad de un cambio político en Estados Unidos, y consideró que, de lo contrario, "no nos va a quedar un país".

"Recuerden que yo hacía campaña y decía que vamos a terminar siendo Venezuela con esteroides. Y eso es exactamente lo que le está pasando a nuestro país, se está yendo al infierno", lanzó.

El gobierno de Donald Trump mantuvo una política severa contra los principales líderes chavistas, a quienes sancionó mediante el Departamento del Tesoro. Además de Maduro, Diosdado Cabello y Tareck El Aissami, dos de las figuras claves del gobierno venezolano, también fueron relacionados con el narcotráfico y el Departamento de Justicia ofreció una millonaria recompensa por información que lleve a su detención. Además, intensificó el bloqueo comercial para asfixiar la economía venezolana.

Asimismo, en enero de 2019, su administración fue de las primeras en reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, luego de que la Asamblea Nacional 2015 desconociera las elecciones de mayo de 2018, en las que Maduro resultó reelecto.

Repercusiones

Tras las declaraciones de Trump, el Canciller de la República, Yván Gil, le respondió a través de Twitter y advirtió que su intención siempre fue apoderarse del petróleo venezolano.

En ese sentido, recordó todo el daño que Estados Unidos le ha hecho al pueblo de Venezuela, “con el apoyo de sus lacayos".

https://www.pagina12.com.ar/557326-el-sincericidio-de-donald-trump-sobre-venezuela-estaba-a-pun



Johann Hari «Una población que no puede prestar atención no puede ser a largo plazo una democracia»

 Mariana Toro Nader



Vivimos en un mundo de distracciones. La velocidad excesiva, el estrés, las tecnologías intrusivas, el agotamiento, entre otros factores, han desatado una crisis atencional que se expande alrededor del mundo. Pero, como afirma el reconocido divulgador Johann Hari en su libro El valor de la atención’ (Península, 2023), la buena noticia es que podemos darle la vuelta a esta situación.

El subtítulo del libro en inglés es evocador: «Why you can’t pay attention». En español decimos «prestar atención», pero en inglés se paga por ella, la atención cuesta algo. ¿Por qué es tan importante tener cuidado con las cosas en las que invertimos nuestra atención?

Andrea Colamedici «Hoy la IA se emplea de la manera más estúpida posible porque nos embrutece»

 Benjamín G. Rosado



Cuando ‘Hipnocracia’ llegó a las librerías a principios de año nadie sospechó que su autor, el hongkonés Jianwei Xun, no era real, sino un simple avatar. Antes de que el hasta entonces traductor del ensayo, Andrea Colamedici (Roma, 1987), reconociera públicamente que su ‘bestseller’ había surgido de un largo diálogo con dos IA generativas, el concepto de hipnocracia había dado ya la vuelta al mundo y aparecía citado en varios trabajos académicos. La edición en español, a cargo de Rosamerón, incluye un epílogo en el que Colamedici aclara que el objetivo de esta «performance filosófica» no es otro que el de servir al mismo tiempo de «análisis teórico y demostración práctica» de los mecanismos de construcción y manipulación de la realidad en la era digital.