Entre la utopía y el mesianismo ha habido siempre una tensión sin resolver. Creo que muchos de los problemas de los últimos dos mil años fueron debidos al mesianismo. Un mesías tiene una gran visión, normalmente de redención. El mesianismo requiere un líder a quien seguir. Requiere que todo el mundo siga el esquema del líder. Los movimientos utópicos, por su parte, consisten en consensos populares para construir juntos nuevas cosas.
La dificultad histórica del movimiento utópico es precisamente que no tiene un mesías o un similar liderazgo, emocionalmente imperativo. En la confrontación, habitualmente triunfa el mesianismo pero creo que son mejores para todos los movimientos utópicos.
La gente quiere ideales. El problema con la utopía es que, históricamente, tiene una vertiente que mira hacia atrás, en busca de una arcadia. El mejor utópico, en mi opinión, fue Saint-Simon.
Daniel Bell , filósofo. Última entrevista antes de su muerte. Utopías 10.02.11
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