Febrero 9, 2018
El pasado 26 de mayo se cumplían 35 años desde que Martin Heidegger, para muchos el filósofo más notable del siglo XX, falleciera en Friburgo de Brisgovia (Alemania). Nacido el 26 de septiembre de 1889, estudió con Husserl y fue profesor de Filosofía en las universidades de Marburgo y Friburgo.
En una célebre entrevista que Rudolf Augstein y Georg Wolff hicieron al filósofo para la revista Der Spiegel, este explicaba que la filosofía había llegado a su fin, aunque no por ello había desaparecido, pues su presencia se hace permanente en el diálogo. Para saber cuál es el auténtico propósito de Heidegger hemos de remontarnos a las primeras páginas de su obra más celebrada, Ser y tiempo (Sein und Zeit), donde se pregunta: “¿Tenemos hoy una respuesta a la pregunta que interroga por lo que queremos decir propiamente con la palabra ‘ente’? En manera alguna». A su juicio, era momento de volver a despertar la comprensión para desentrañar el sentido de tal interrogante
Esta comprensión de la que nos habla ha de llevarse a cabo desde un “donde”, un locus. Heidegger establecerá como punto de partida lo que denominó Dasein o ser-ahí, nuestra propia existencia. En la Introducción a su escrito ¿Qué es metafísica?, el alemán afirmaba que el único ente que es, desde el punto de vista de la existencia, es el hombre: solo este existe, y no la roca, ni el árbol, ni el caballo, que son, pero no existen. «La frase: “El hombre existe” significa que el hombre es aquel ente cuyo ser está definido desde el ser y en el ser». Como rasgo fundamental del ser existencial que somos Heidegger señala el poder-ser, lo que desembocará en la idea de proyecto. El mundo no es una mera superficie donde ocurren cosas, sino la plataforma en la que realizamos nuestro poder ser.
Ejercicios y cartas
La editorial Herder recupera ahora gran parte de su legado, y conmemora el aniversario, con la publicación de tres obras que nos acercan a la producción heideggeriana. La primera, Ejercitación en el pensamiento filosófico, plantea la filosofía no como una ociosa disciplina que se aprende estudiando, sino pensando. En esta obra se presentan por primera vez en nuestro idioma las lecciones que el maestro impartió a los alumnos que comenzaban los estudios en el invierno de 1941 y 1942.
El filósofo del que nos ocupamos suele pasar por un autor oscuro y difícil, y no solo para los legos en filosofía, sino también para los especialistas y estudiosos de esta disciplina. Sin embargo, en este libro nos encontramos con un Heidegger mucho más claro y, sobre todo, más cercano, que intenta mediante la palabra explicar a sus pupilos cómo han de esforzarse libremente (sin dejarse influir por prejuicios y sin distraerse por el huero propósito de conseguir resultados) en la ejercitación del pensamiento filosófico. Al margen de planteamientos teóricos elaborados y complejos, en esta obra encontramos una puerta directa al corazón mismo de la doctrina heideggeriana, donde surgirá irremediablemente la pregunta por el ser, en un viaje que acometerá de la mano de otros grandes nombres de la filosofía como Nietzsche y Heráclito. Al final “todos los pensadores piensan lo mismo”, afirmará. Todos los pensadores piensan sobre el ser.
En el segundo volumen, Correspondencia 1925-1975. Martin Heidegger y Rudolf Bultmann, el lector encontrará el productivo y singular diálogo que mantuvieron el propio Heidegger y Rudolf Bultmann, teólogo alemán de formación luterana que durante tres décadas fue profesor en la Universidad de Marburgo. Ahí comenzó una relación y un diálogo fructífero que, a través de un intenso intercambio epistolar se alargará durante más de cincuenta años. Los temas que tratan son muy variados, siempre enfocados desde una perspectiva crítica y rigurosa, aunque a la vez muy cálida: desde la política universitaria del momento, pasando por asuntos personales, hasta ahondar en la siempre problemática relación entre filosofía y teología, donde ambas personalidades encontrarán sus más profundas diferencias. De hecho, el libro constituye un diálogo entre las formas de vida de la fe y las de la filosofía.
A vueltas con el ser
El último título, Heidegger y la genealogía de la pregunta por el ser, del profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Jesús Adrián Escudero (reconocido especialista en la materia) rastrea una visión de conjunto de la obra del joven Heidegger y de su muy temprana confrontación con la tradición filosófica, la teología, el neokantismo, el vitalismo, la hermenéutica y la fenomenología.
La obra principal de Heidegger, Ser y tiempo, arranca con el firme propósito de elaborar específicamente la pregunta por el sentido del ser. Pero, ¿qué se entiende realmente por ser? Jesús Adrián Escudero se pregunta y desvela por qué es tan urgente y necesario replantear la pregunta acerca de su sentido.
En todos los casos se trata de libros de amplio recorrido, excelentemente documentados, que, en un lenguaje claro y conciso, se hacen cargo de la biografía y pensamiento de Heidegger. Tres títulos muy recomendables para cualquier interesado en la filosofía contemporánea, siempre preocupada por responder y retomar los principales asertos de Heidegger. ❖ Carlos J. González
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