El placer nace para garantizar los mecanismos básicos de nuestro organismo; a su vez, aparece una segunda motivación, la incentiva. ¿Qué sucede cuando no se pueden poner en marcha los mecanismos básicos? ¿Podríamos vivir sin ese placer básico de corte hedonista?
Sí que podríamos vivir, pero la vida sería algo más como la de un vegetal y bastante menos como la de una persona. Nos faltarían ilusión y ganas de vivir.
¿Qué procesos mentales pueden interferir en los mecanismos de estimulación del placer?
El estrés es uno de ellos, y otro la neurodegeneración natural de la vejez, pero ambos pueden controlarse en alguna medida.
Atravesamos una época especialmente centrada en el Yo. ¿Qué peso tiene el placer en el actual modelo socioeconómico?
El mismo que ha tenido siempre en la vida humana: somos buscadores de placer por naturaleza, donde quiera que se encuentre: el éxito económico genera placer, algo obvio.
¿Y la trascendencia del placer obtenido de modo cognitivo?
Continuamente obtenemos placer de modo cognitivo: cuando adelantamos mentalmente emociones positivas, cuando imaginamos cosas que nos gustan o que deseamos…
Señalas que las decisiones no están vinculadas únicamente con lo racional. ¿Puede el placer influir en una decisión de corte más impulsivo o no guarda relación con el corto o largo recorrido del proceso de decisión?
En la toma de decisiones suelen intervenir ambos procesos, el racional y el emocional. Lo racional nos permite conocer las opciones que tenemos, y el placer de imaginar anticipadamente el resultado de elegir una determinada opción nos ayuda a decidir. Las personas que tienen alteraciones en los mecanismos emocionales o del placer y sólo actúan racionalmente no son las que más suelen acertar al decidir.
¿Qué importancia tiene el deseo, su búsqueda, su asentamiento, en el placer?
Es muy importante porque si fallan los mecanismos del deseo perdemos impulso e interés para buscar lo que nos gusta o nos pueda proporcionar satisfacción. La pereza y la apatía pueden vencernos.
Haces un repaso por la fascinación del soñar, el sueño como fenómeno biológico, las fases del mismo, sus características y funciones… ¿Qué efectos tiene el sueño en nuestro cerebro, en nuestra experiencia de vida? ¿Y en relación con el placer?
Sentimos placer cuando tenemos sueño y nos ponemos a dormir. El sueño nos ayuda a recuperar sustancias energéticas y moléculas gastadas durante la vigilia, también potencia la memoria de lo aprendido antes de dormir, y reorganiza mucha de la información que introducimos en el cerebro durante la vigilia, entre otras funciones.
¿Hay algún tipo de estudio/vinculación entre sueño, placer y el género de la condición humana?
Los efectos del sueño anteriormente mencionados suelen ocurrir de modo similar en ambos géneros, hombre o mujer.
En el apartado que dedicas a “Conducta sexual y parental”, arrancas el capítulo mencionando que el hecho sexual está asociado a una motivación incentiva, es decir, no es una necesidad vital del organismo. ¿Cómo surge la conducta sexual y qué hace que, a lo largo de la historia del ser humano, se haya vinculado al ejercicio del poder?
El sexo ha evolucionado como mecanismo de reproducción porque origina variabilidad genética y eso hace que nazcan seres con capacidades nuevas y variables que proporcionan una mayor oportunidad de adaptación a los cambios impredecibles que puedan darse en el entorno en que vivimos. El placer que proporciona el sexo es lo que lo convierte en un medio de poder.
¿Qué peso tiene el deseo en la epigenética y en la orientación sexual?
La epigenética, influyendo posiblemente en la orientación sexual, hace que el deseo se oriente en una determinada dirección (homosexualidad, heterosexualidad o bisexualidad).
La belleza, ¿guarda más relación con el placer o con el deseo?
Sí, proporciona placer y por ello se convierte en una motivación incentiva.
Hablas de conducta parental y maternal, explicas cómo esta última se manifiesta con más fortaleza que la primera. Los cambios culturales y sociales que estamos experimentando de la mano del feminismo, ¿pueden modificar esas manifestaciones parentales y maternales?
Lo más biológico, como gestar o amamantar, no puede modificarse. El cuidado de la prole en general sí, pues tanto los hombres como las mujeres pueden dar biberones, poner pañales o enseñar y educar a sus hijos.
Sobre el autor
Cristina Consuegra es programadora del Málaga de Festival; coordinadora del Ciclo ‘Anverso/Reverso’, del Festival de Teatro de Málaga; coordinadora de las jornadas #TRENDS dependientes del Screen TV; programadora de Mujer(Es), ciclo de práctica literaria con perspectiva de género del Área de Igualdad del Ayto. de Málaga; programadora de los Ciclos de Encuentros con Autores en las Bibliotecas del Área de Cultura del Ayto. de Málaga (2013-actualidad); monitora de los talleres de capacitación literaria con perspectiva de género del Área de Igualdad del Ayto. de Málaga; responsable de la Olimpiada Lectora en3libros y monitora del taller municipal de práctica literaria de Antequera. Colabora con entrevistas y críticas en las revistas electrónicas 'Microrevista', 'El Secreto del Olivo' y 'Culturamas'; es responsable de la sección de ensayo 'Otro Lunes'.
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