EN EN LIBROTECA, PENSAMIENTO, REFLEXIONES

Me temo que las dos obras que componen este volumen parezcan de importancia desigual y de ambición desigual también. En buena lógica, el segundo debería preceder al primero, del que pretende constituir los cimientos críticos. Pero temí que esa montaña de pliegos pariese un ratón; ¿acaso hay que mover tanto aire, desgastar tantas plumas y llenar tanto papel para no llegar sino a formular unas cuantas consideraciones metodológicas? Y como de hecho el segundo trabajo ha nacido del primero, he preferido mantener el orden cronológico, que con una perspectiva dialéctica es siempre el más significativo.
Fragmento

No me gusta hablar del existencialismo. Lo más propio de una investigación es que sea indefinida. Nombrarla y definirla es lo mismo que cerrar un círculo. ¿Qué queda después? Un mundo finito y ya periclitado de la cultura, algo así como una marca de jabón; con otras palabras, una idea. Hubiera declinado la petición de mis amigos polacos si no hubiese visto que la contestación sería la manera de expresar las contradicciones actuales de la filosofía en un país de cultura marxista. Creo que con esta perspectiva pude agrupar los conflictos internos que la desgarran alrededor de una oposición mayor: la de la existencia y del saber. Pero tal vez habría sido más directo si a causa de la economía del número “francés” no hubiese sido necesario que hablase ante todo de la ideología existencialista, de la misma manera que a un filósofo marxista, Henri Lefebvre, se le pedía que “situase” las contradicciones y el desarrollo del marxismo en Francia durante estos últimos años.
Reproduje después mi articulo en la revista “Temps Modernes”, aunque modificándolo considerablemente para adaptarlo a las exigencias de los lectores franceses. Ésta es la forma que mantengo en la publicación de hoy. Lo que en un principio se llamaba Existencialismo y marxismo, se llama ahora Cuestiones de método. Y, finalmente, es una cuestión lo que planteo. Sólo una: ¿tenemos hoy los medios necesarios para constituir una antropología estructural e histórica? Encuentra su lugar esta pregunta en el interior de la filosofía marxista porque –como luego veremos– considero al marxismo como la filosofía insuperable de nuestros tiempos y porque creo que la ideología de la existencia y su método “comprensivo” están enclavados en el marxismo, que los engendra y al mismo tiempo los rechaza (…)
Libro tomado de: https://elsudamericano.wordpress.com/
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