Fama y soledad de Picasso




Escrito por David Moreno
¿Cómo se explica un genio? ¿Es la figura de Picasso tan determinante como nos han contado? La editorial Alfaguara publica un controvertido ensayo sobre el artista malagueño que, cincuenta años después de su publicación original, aún sigue vigente.
El multimillonario estadounidense Steve Cohen, una de las figuras más famosas de Wall Street, ha comprado en secreto un cuadro del pintor español Pablo Picasso por 155 millones de dólares (algo más de 120 millones de euros), informa hoy el periódico New York Post.
Parece poco elegante comenzar un ensayo sobre uno de los artistas más importantes de todos los tiempos hablando de dinero, pero en las primeras páginas de Fama y Soledad de Picasso, John Berger dice que Picasso era más rico y más famoso que cualquier otro artista que existió en su época. Para demostrar su afirmación dice que pagó con uno de sus cuadros una villa que se compró en el sur de Francia.
Aparte de inmensamente rico, Picasso fue un genio. Antes de aprender a hablar, ya dibujaba, y a los diez años hacía vaciados de yeso tan bien como cualquier maestro de arte de provincias. Su padre, que era uno de estos maestros, a la edad de catorce años le entregó su paleta y pinceles y juró que jamás volvería a pintar ya que su hijo podía darle lecciones.
La adquisición de Le Rêve se conoce semanas después de que su fondo de inversión SAC Capital pagara 614 millones de dólares (477 millones de euros) para evitar un juicio por fraude que se convirtió en el mayor caso de uso de información privilegiada de la historia de Wall Street. “Steve compró ‘Le Rêve’ para hacerse un regalo. La intención era que la compra fuera secreta por la investigación del Gobierno y el acuerdo”, según fuentes anónimas citadas por el mismo periódico neoyorquino.
En 1907, Picasso pinta Las señortias de Avignon como diciendo “entremos en la modernidad”. Según Berger, todos los amigos que lo vieron en el estudio del pintor quedaron desagradablemente impresionados. Se trataba de “un ataque rabioso, frontal, no contra la inmoralidad sexual -el título proviene de haber existido un burdel en Barcelona en una calle llamada Avignon- sino contra la vida tal y como Picasso la había encontrado; contra la desolación, la enfermedad, la fealdad, la crueldad de ella”. Este cuadro desencadena el cubismo, una tendencia esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. La ruptura definitiva con la pintura tradicional.
Dos filiales de SAC Capital acordaron el pasado 15 de marzo pagar más de 614 millones de dólares para evitar un juicio por un fraude que se convirtió en el mayor caso de uso de información privilegiada de la historia de Wall Street. Se estima que los 155 millones de dólares desembolsados por Cohen es el precio más alto pagado jamás por un coleccionista de arte en EE. UU., según el New York Post, que recuerda que el multimillonario había intentado adquirir el cuadro en el pasado por 139 millones (108 millones de euros, al cambio de hoy).
Ha sido convenido agrupar sus cuadros por etapas, como si hubiese recorrido un camino lógico de evolución artística: el periodo azul, el periodo rosa, cubismo, surrealismo, los ballets. Nada más lejos de la realidad para Berger, quien afirma la ausencia de evolución en el pintor malagueño guiado únicamente por una suerte de instinto de viejo lobo de mar. Escrito en 1965, Fama y soledad de Picasso recorre la trayectoria del autor en vida, situándola en su entorno histórico y cultural. Explica al artista en su contexto, pero no fuerza ese contexto para satisfacer el progreso del artista. Berger trabaja el derredor de su figura con rigor, un poco de brusquedad pero de manera inapelable para luego juzgar su obra como el que entra en una selva, desbrozando a machetazos los arbustos que no nos dejan ver el bosque. La España feudal frente a la Europa capitalista, el optimismo de principio de siglo, la belle époque de entreguerras y los desastres bélicos de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil. Entre tanto pesimismo Berger nos desliza su propia opinión política y su esperanza ante el nacimiento de “un socialismo moderno ante un imperialismo que se bate en retirada”.
El fondo de inversión SAC Capital, que tiene su sede en Stamford (Connecticut) y más de un centenar de empleados, gestiona unos 14 000 millones de dólares (10 800 millones de euros), de los cuales más de la mitad pertenecen a Cohen, una de las figuras más famosas de Wall Street.
Aunque Picasso era inmensamente rico y un genio, nunca traicionó el arte. Dice Berger que no se adaptó a una sociedad aduladora y que cortejó el éxito tan poco como Van Gogh el fracaso. Ninguno de los dos se opuso a su destino. El arte, símbolo siempre de prestigio ha “ocupado su puesto en la mitología de la publicidad, junto a los coches de lujo y las residencias señoriales”. El arte, afirma el autor, es ahora, la demostración del éxito.
Puede que la fama de Picasso consista, entre otras cosas, en colgar de las paredes de estos ricos mangantes magnates de Wall Street. Sin lugar a dudas, también en esto consiste su soledad.

Publicar un comentario

0 Comentarios