LA MONTAÑA MÁGICA
Autor: Thomas Mann, cuentista y novelista; 1875-1955. Premio Nobel de literatura en 1929.
Otras obras: Los Buddenbrook, Tristán, Tonio Kröger, Alteza real, Muerte en Venecia, Carlota en Weimar, José y sus hermanos, etcétera.
Género y corriente: Novela realista.
Estructura: Está dividida en siete capítulos.
Autor: Thomas Mann, cuentista y novelista; 1875-1955. Premio Nobel de literatura en 1929.
Otras obras: Los Buddenbrook, Tristán, Tonio Kröger, Alteza real, Muerte en Venecia, Carlota en Weimar, José y sus hermanos, etcétera.
Género y corriente: Novela realista.
Estructura: Está dividida en siete capítulos.
Sinopsis: Hans Castorps, un joven burgués, va a visitar a su primo Joaquín, internado en un sanatorio para tuberculosos enclavado entre montañas. Frente a ese ambiente impresionante ("mágico", por la naturaleza sobrecogedora de su alrededor, por la forma especial como se vive dentro del sanatorio y por las sensaciones que en el protagonista logra despertar), Castorps también se reconoce enfermo y decide quedarse.
Durante su permanencia —de siete años— desfila simbólicamente y discute el espíritu enfermo, casi agonizante, de Europa, en extensos diálogos en los que se profundizan los problemas esenciales del individuo y la sociedad. El estallido de la guerra de 1914 saca a Castorps de ese ambiente casi irreal y lo conduce a los campos de batalla.
Éste es, en esencia, el argumento lineal de la novela, sin embargo, es importante señalar- ella los puntos más destacados que confieren a la obra la excelencia literaria que la caracteriza: primero, el realismo detallista y minucioso en sus descripciones, tanto de la naturaleza como de la psicología de sus personajes, la mayoría patológicos (característica por la cual se acerca al naturalismo); segundo, el análisis de la sociedad europea encarnada en los distintos personajes que se curan y convalecen en el sanatorio; tercero, la transformación de la personalidad del protagonista, Castorps, quien al entrar en contacto con la naturaleza logra salir de la frivolidad permanente en la que hasta entonces vivía para madurar y crecer cultural y espiritualmente; cuarto, la dialéctica —las extensas discusiones entre Settembrini, un teórico de las ideas revolucionarias y del racionalismo liberal e individualista del siglo XIX, y el comunista Naphta, otro intelectual puro que defiende las tendencias intuitivas y elementales del hombre—como un recurso del autor para exponer sus propias ideas y dudas acerca de la política que vive Alemania en aquel momento; quinto, la forma discreta y delicada en que se presenta el enamoramiento entre Castorps y la señora Chauchat, otra enferma del sanatorio; recurso normal, pues el autor nunca se ha caracterizado por la descripción de grandes pasiones, y sexto, el tratamiento del tiempo: aquí, en las alturas de esta "montaña mágica", el tiempo tiene un ritmo distinto del de las ciudades; es más elástico, más flexible, es un tiempo relativo y, en cierto modo, otro protagonista, el rector que dirige todos los acontecimientos escenificados en esa cumbre encantada.
La montaña mágica, además de su valor como documento de una Europa en transición entre la decadencia de fines del siglo XIX y los comienzos del XX, posee, desde el punto de vista literario, una forma magistral creada por el autor en la descripción paulatina de la evolución interior de Castorps, cuya vida, sin duda, Thomas Mann quiso exaltar y proponer como un ejemplo a seguir
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