El arte de amar.
El primer manual de seducción.
El arte de amar (Ars amatoria) es una obra didáctica del pensador romano Ovidio Publio Nasón, escrita alrededor del siglo 2 a.C.
Podemos pensar El arte de amar como una suerte de ensayo sobre el amor, desde luego, sacralizado por su antigüedad. El libro se divide en tres cantos formidables, en los que Ovidio nos aconseja no solo sobre las relaciones amorosas, sino que brinda jugosos detalles sobre la psicología femenina, o al menos sobre lo que él advertía sobre los deseos secretos de sus contemporáneas, facilitándole al romano de escaso impacto sobre las damas algunos consejos sobre como encontrar mujeres, como cortejarlas correctamente, y, desde luego, como conquistarlas.
Más aún, El arte de amar se atreve a explicar como recuperar el amor de una mujer, y como evitar que éste sea inflamado por otros caballeros.
En este sentido, El arte de amar es quizás la primer obra técnica sobre el amor y la seducción, para algunos, incluso el primer manual de seducción; aunque su marco, lejos de los estrechos opúsculos de autoayuda, se desarrolla en un marco elegíaco, es decir, versificado de un modo poco ortodoxo para la materia, siendo el metro hexámetro el más popular para el caso.
Dos tercios de El arte de amar se dirigen a los hombres, y subrayan asuntos que sin dudas captaron el interés del romano solitario: Sobre cómo y dónde conseguir el amor de una mujer (el "dónde" es un guiño geográfico formidable) y Sobre cómo sostener el amor ya conseguido. El tercer libro, dedicado a las mujeres, resulta aún más interesante ya que nos ilumina sobre el arte de la seducción desde el comportamiento femenino. Su título lacónico es: Consejos para que las mujeres puedan seducir a un hombre.
El éxito de El arte de amar fue demoledor, acaso porque contradice la moral doctrinaria de la época, revolviendo las opiniones de los sectores conservadores, entre ellas, nada menos que la del emperador Augusto, hasta entonces protector oficial de Ovidio; cuyo imperio se vio repentinamente asolado por seductores y seducidas de toda clase, que aprovecharon la potencia descriptiva del pensador para dar rienda suelta a sus fantasías, ahora prolijamente justificadas.
El arte de amar.
Ars amantoria, Ovidio.
El primer manual de seducción.
El arte de amar (Ars amatoria) es una obra didáctica del pensador romano Ovidio Publio Nasón, escrita alrededor del siglo 2 a.C.
Podemos pensar El arte de amar como una suerte de ensayo sobre el amor, desde luego, sacralizado por su antigüedad. El libro se divide en tres cantos formidables, en los que Ovidio nos aconseja no solo sobre las relaciones amorosas, sino que brinda jugosos detalles sobre la psicología femenina, o al menos sobre lo que él advertía sobre los deseos secretos de sus contemporáneas, facilitándole al romano de escaso impacto sobre las damas algunos consejos sobre como encontrar mujeres, como cortejarlas correctamente, y, desde luego, como conquistarlas.
Más aún, El arte de amar se atreve a explicar como recuperar el amor de una mujer, y como evitar que éste sea inflamado por otros caballeros.
En este sentido, El arte de amar es quizás la primer obra técnica sobre el amor y la seducción, para algunos, incluso el primer manual de seducción; aunque su marco, lejos de los estrechos opúsculos de autoayuda, se desarrolla en un marco elegíaco, es decir, versificado de un modo poco ortodoxo para la materia, siendo el metro hexámetro el más popular para el caso.
Dos tercios de El arte de amar se dirigen a los hombres, y subrayan asuntos que sin dudas captaron el interés del romano solitario: Sobre cómo y dónde conseguir el amor de una mujer (el "dónde" es un guiño geográfico formidable) y Sobre cómo sostener el amor ya conseguido. El tercer libro, dedicado a las mujeres, resulta aún más interesante ya que nos ilumina sobre el arte de la seducción desde el comportamiento femenino. Su título lacónico es: Consejos para que las mujeres puedan seducir a un hombre.
El éxito de El arte de amar fue demoledor, acaso porque contradice la moral doctrinaria de la época, revolviendo las opiniones de los sectores conservadores, entre ellas, nada menos que la del emperador Augusto, hasta entonces protector oficial de Ovidio; cuyo imperio se vio repentinamente asolado por seductores y seducidas de toda clase, que aprovecharon la potencia descriptiva del pensador para dar rienda suelta a sus fantasías, ahora prolijamente justificadas.
El arte de amar.
Ars amantoria, Ovidio.
El arte de amar.
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Ars amantoria, Ovidio.
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- http://www.ovidio.org/
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