Sergi Raventós 02/04/2022
Sergi Raventós Panyella (Barcelona, 1968) es doctor en Sociología y ha investigado los efectos positivos de la renta básica universal (RBU) en la salud mental. Lleva décadas trabajando en el impulso de la RBU en Cataluña, junto con muchas otras personas, y desde 2021 es el director de la Oficina del Plan Piloto para su implantación en Cataluña. El plan avanza poco a poco y, aprovechando su visita al País Vasco, hemos hablado con él sobre los efectos de la pobreza en la gente y el papel que podría tener la RBU. La entrevista la realizó Iñaut Gonzalez de Matauko Rada.
¿La necesidad de la RBU puede ser un síntoma del proceso de proletarización de los últimos años?
Cuando se realizan encuestas en torno a la renta básica, queda cada vez más claro cuáles son los sectores que están más a favor: jóvenes, trabajadores precarios, estudiantes y mujeres. Por el contrario, las personas con empleos cualificados, estables y bien pagados son, en general, las que tienen opinión contraria. No obstante, los sectores que ven con mejores ojos la renta básica son cada vez más amplios. Las encuestas realizadas en Cataluña, País Vasco y en muchos otros lugares de Europa muestran que el 60-70% de la población está a favor de la RBU y la mayoría de ellos son los que hemos citado: jóvenes, mujeres y trabajadores precarios.
¿Existe algún otro factor que fomente una posición favorable a la RBU?
El proceso de automatización genera mucha preocupación en numerosos ámbitos. La gente es consciente de que están desapareciendo algunos empleos y, durante la pandemia, mucha gente ha tenido miedo a perder el suyo. Al fin y al cabo, los robots no necesitan vacaciones y no se ponen enfermos. La inseguridad económica que vivimos actualmente y las preocupaciones respecto al futuro están fomentando una actitud favorable a la renta básica.
Imaginemos que se consiguiera implantar la RBU en toda Cataluña; ¿crees que el capital se opondría,. mediante la inflación, por ejemplo?
Las oligarquías no ayudarán; eso tengámoslo claro. Sabemos que, para garantizar la RBU, hay que destinar dinero, y los números lo permiten, y pensamos que eso aumenta la capacidad negociadora de la clase trabajadora para, por ejemplo, rechazar trabajos que no quiere hacer. Y eso no es algo que al capital le guste. Sin embargo, un amplio sector del capital también sabe que, si la gente no tiene dinero, no podrá comprar sus productos, y muchos capitalistas se han mostrado favorables a la RBU, por ejemplo en Sillicon Valley (California, EE UU). Es más, en Terrassa (Cataluña), la Confederación Empresarial comarcal (CECOT) se ha mostrado favorable. Es claro que esos modelos son minoritarios, pero se están percatando de que ya va siendo hora de proporcionar recursos que garanticen la satisfacción de las necesidades básicas de la gente en las sociedades capitalistas.
Una de las críticas que se os suelen hacer es que nadie desempeñará los “malos empleos”.
Es un fenómeno que está sucediendo actualmente, y en EE UU algunos expertos lo denominan la gran dimisión. La gente está dejando algunos empleos concretos en busca de puestos de trabajo mejores, y con una renta básica ese fenómeno crecerá, sin duda. Ante ello, lo que tienen que hacer los empresarios es aumentar los salarios. Últimamente, en EE UU los empresarios de la hostelería se han quejado de que no encuentran trabajadores, y Joe Biden les ha dicho claramente: “Pues paguen más”. El que Joe Biden tenga que decir eso es muy significativo.
¿Cómo afecta la pobreza a la salud de los seres humanos? ¿A la salud física, por ejemplo?
La esperanza de vida cambia terriblemente de los barrios ricos a los barrios obreros. En Barcelona, por ejemplo, hay diferencias de entre siete y nueve años de una estación de metro a otra. La esperanza de vida de la gente que vive en la calle, por ejemplo, es de en torno a 50-60 años.
¿Y en la salud mental?
En los últimos años me he dado cuenta de que la renta básica y, en general, la protección social guardan una estrecha relación con la salud mental. En efecto, tener ingresos garantizados o una mínima seguridad económica es necesario para que la gente pueda desarrollar su vida como quiera. La precariedad vital, a largo plazo, ejerce una influencia directa en la salud mental. Algunas situaciones laborales concretas también influyen: el pluriempleo, los trabajos alienantes, los estresantes, la sobrecarga y los trabajos repetitivos, por ejemplo. Asimismo, muchas investigaciones dicen que vivir en la pobreza supone pérdida de capacidades cognitivas. Si tu único objetivo es sobrevivir, diriges a ello toda tu energía mental; también se le llama efecto túnel.
¿Las dependencias y los trastornos se agravan?
La salud mental es un campo muy amplio, y la pobreza agrava la ansiedad, la depresión y el suicidio. Tras la crisis de 2008, por ejemplo, en la mayoría de países del sur de Europa aumentó la tasa de suicidios. El estrés y la ansiedad también influyen de muchas maneras en cada persona, y algunas recurren al alcohol, las drogas o el juego, mientras que otras desarrollan trastornos.
Últimamente, parece que la salud mental ha ganado notoriedad pública.
El tema era tabú, y lo sigue siendo, pero la estigmatización de algunas enfermedades mentales se está reduciendo; la del estrés y la ansiedad, por ejemplo. Al fin y al cabo, ¿qué es el estrés? Una reacción adaptativa de nuestro cuerpo ante un riesgo; se pone en alerta. Cuando esa alerta es permanente, se va generando un desgaste. Si es por un factor concreto, no pasa nada. Cuando éramos cazadores y nos seguía un animal, esa alerta nos ayudaba a sobrevivir. Hoy en día, cuando te persigue un leopardo, tiene efectos graves. Todos los planes piloto que se han realizado en el mundo han demostrado que la renta básica contribuye a reducir el nivel de estrés y tiene efectos positivos sobre la salud mental.
En un intervalo muy corto, además.
En dos o tres años escasos se han visto resultados positivos. En la prueba piloto que se hizo en Canadá, por ejemplo, los investigadores detectaron un fenómeno interesante: los ingresos hospitalarios en las regiones en que se hizo la prueba se redujeron. No es necesario ser experto en la materia para ver que la renta básica aumenta la tranquilidad y contribuye a rebajar las situaciones de estrés o ansiedad.
0 Comentarios