EXTASIS aproximaciones



 "El éxtasis es un estado en que la persona pierde la conciencia del mundo exterior y consigue disolver su individualidad en un ser ilimitado superior. Se trata de una experiencia mística que unas veces se consigue con la meditación y otras con la ayuda de una droga propicia. El cuerpo se queda sin peso y sumamente ligero se eleva muy alto hasta darle a la caza alcance que, según Juan de la Cruz, consiste en una armonía y un placer innombrables. Hay quien asegura haber experimentado esta sensación en la guerra mientras caían bombas alrededor y puede que alguno haya logrado por fin esa unidad con el Todo en el paredón un momento antes de ser fusilado. En el rostro de Teresa de Ávila que esculpió Bernini se expresa esa subida a tan señalada cumbre donde el orgasmo acrecentado por la santidad se funde con la llamada pequeña muerte. Pero no es necesario ser un místico. Mucha gente corriente sabe que el éxtasis también se halla en el vértice de cada uno de los cinco sentidos. La conciencia cósmica se puede obtener también ante una escorpa braseada si se acompaña con un vino exacto. La iluminación interior, que coloca a una persona en un plano existencial elevado, se produce al sorprender a una gota del deshielo que cae como una nota musical desde el abeto y un pájaro escarlata se la bebe en el aire. El estado de júbilo y felicidad se instala en el fondo del cerebro (..)

APROXIMACIONES 



Si las puertas de la percepción
quedaran depuradas,
todo se habría de mostrar al hombre
tal cual es: infinito
WILLIAM BLAKE

“Siente traspasado el corazón por un fuego sobrenatural.

El ejemplo más conocido es de Santa Teresa de Jesús.


En el caso de Santa Teresa de Ávila, el fenómeno es descrito en su obra autobiográfica "Libro de la Vida", en el que relata una visión que tuvo hacia 1562 donde un ángel se le apareció y clavó una flecha ígnea en su corazón:

«Vía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla. [...] No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman Querubines [...]. Viale en las manos un dardo de oro largo, y al fin de el hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios.»
Libro de la Vida. Capítulo XXIX.

 "Existen dos formas del éxtasis:  el primero de ellos, el de la insignificancia, diluye al hombre en el vacío epocal, en un mundo exterior y social, sin poder de trascendencia. La segunda posibilidad, es el éxtasis desde su figura tradicional: el éxtasis místico, la unión del yo finito, del alma particular, con la divinidad, con un absoluto pleno de sentido; un estado más allá de la comprensión racional o cualquier explicación verbal. En este trabajo de Laura Cecilia Esplugas, el éxtasis de la insignificancia será analizado a través de dos situaciones: el desvanecimiento de lo individual en la multitud a través de la experiencia del poeta francés Charles Baudelaire y las reflexiones del ensayista argentino Héctor Murena (del cual procede la expresión "éxtasis de la insignificancia"). La segunda variante, la de lo extático religioso o místico absorbe la mayor parte del aliento de estas líneas. Allí, se resaltará el valor del camino de dos grandes místicos de la tradición de Occidente: el dominico alemán, del siglo XIV, Meister Eckhart, y San Juan de la Cruz, el místico español que, en el renacimiento, en el siglo XVI, atravesó una "noche oscura" como sendero esencial hacia la unión con una fuerza infinita."

http://www.alconet.com.ar/varios/mitologia/leyendas/el_extasis_religioso.html

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