La revolución digital beneficia a las personas mayores, aunque aisla a quien no se sube al carro de las nuevas tecnologías.
María José Pintor Sánchez-Ocaña
Madrid-11/05/2025
Dicen que más sabe el viejo por viejo que por sabio, y las personas mayores fuimos las primeras en darnos cuenta que los móviles e internet nos iban a conectar con la familia, alejarnos de la soledad y abrirnos una ventana al mundo". Así de contundente se muestra Carlos Trasiego, voluntario en un centro para enseñar nuevas tecnologías a los sénior en Madrid.
Un estudio del BBVA le da la razón a Carlos. El 57% de los mayores no podría vivir sin internet, siendo aún más digitales las mujeres que los hombres. Sin embargo, no todos los ancianos se han subido al carro de la tecnología digital, lo que les ha aislado aún más de su entorno. No hay más que ver las dificultades que encuentran los sénior para ir a su banco a ver cómo van sus cuenta, para hacer pagos o transferencias.
Las entidades financieras, sin embargo, y pese a campañas y solicitudes de las propias personas mayores, se han mostrado poco adaptadas a los sénior, que ya no pueden comprobar en ventanilla con la libertad de horario de antes si ha llegado la pensión, ni pueden hacer muchos pagos más allá de internet o a través del cajero automático.
"No me extraña que nos den cursos, porque ya no quieren atendernos en las ventanillas de los bancos", se queja Mari Luz López, desde Málaga. Esta mujer recuerda la primera vez que tuvo que pagar un curso municipal a través de un cajero. "Fue una locura, si le costó hasta al del banco ayudarnos".
Para todas las personas mayores está en el recuerdo reciente la campaña de soy mayor no idiota de Carlos San Juan. Este médico jubilado montó toda una campaña revolucionaria contra la forma en que los bancos tenían cada vez más aislados a los sénior y llegó a recoger 600.000 firmas para exigir a la banca la inclusión financiera de los mayores.
De norte a sur, España está plagada de cursos de internet para mayores, desde iniciativas municipales, de entidades financieras, de ONG´s y de otras instituciones públicas. Y muchos de estos cursos tienen hasta lista de espera. En ciudades como Salamanca, hace más de 20 años, las cajas de ahorros ya desaparecidas por el afán del monopolio bancario, pusieron en marcha cursos para digitalizar a una población sénior con pocas esperanzas de conseguir cambiar su manera de relacionarse con el mundo. Se equivocaron aquellos pioneros.
Hoy las abuelas del mundo reivindican el móvil que tanto les une a sus nietas y nietos, que les mantiene en contacto con sus hijas e hijos, aunque vivan lejos, y que les permite entretenerse con el whatsapp y los grupos de amigas, que cada mañana se dan los buenos días.
Esta investigación, desarrollada con 18 países a partir de una muestra de 1.500 casos en cada uno de ellos, confirma que cada vez hay una mayor convergencia generacional con las principales tecnologías. En 2008 Internet era considerado esencial solo para el 4% de los mayores españoles de 65 años. En 2023 el porcentaje alcanza el 57%.
Más evidente es aún con el teléfono móvil. Es un medio considerado fundamental para el 50% de las personas mayores de 70 años.
Tecnologías esenciales
La amplia mayoría de la población, según esta muestra, sitúa a internet y el teléfono móvil, así como al tren y al automóvil, como tecnologías esenciales, mientras que el ordenador personal y la aviación suscitan división de opiniones. Predomina la visión de que tecnologías tradicionales del siglo XX como la radio y la televisión son útiles, pero no esenciales, aunque esta percepción se refiere principalmente a los aparatos de recepción, no a los contenidos televisivos y radiofónicos, a los que se accede con cada vez más frecuencia a través de internet y los dispositivos móviles.
Los españoles se sitúan ligeramente por encima del resto de los europeos en la valoración de internet (el 66% la considera esencial frente al 61% en la media europea) y por debajo en la valoración del teléfono móvil (el 52% lo considera esencial frente al 57% de la media europea).
Dori Alegría, desde Tarragona, se apunta cada año a las actividades de su ayuntamiento para estar al día en nuevas tecnologías. Según explica a Público, "tengo dos hijos viviendo fuera de España, con nietas que van creciendo, si no las viera cada dos o tres días por skype, ¡qué sería de mí como abuela!". Su amiga Gertru Vidal, está encantada, por su parte, por haberse dejado convencer por Dori para ir a estos cursos. "Mientras desayuno ya me he visto las portadas de los principales periódicos, con eso y un poco de radio estoy más y mejor informada que nunca de lo que pasa en mi entorno y en el mundo".
El informe del BBVA también aporta información sobre cómo los jóvenes consideran más esenciales Internet y el ordenador personal, pero una década atrás las diferencias según edad eran mucho mayores. En 2008, el porcentaje que consideraba esenciales ambas tecnologías era casi 8 veces mayor entre los jóvenes que entre los mayores. Actualmente, la diferencia es mucho más pequeña y en todos los segmentos de edad la mayoría considera que Internet es una tecnología esencial.
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