Sábado 20 de octubre 2012
Con mucha tristeza me doy cuenta en toda la extensión y profundidad de esta constatación; esa fuerza de voluntad, ese comportamiento que he venido presentando públicamente desde hace más de 15 años se lo debía exclusivamente a ella. Por eso podía vencer obstáculos de toda índole. Ir contra al corriente. Recuerdo cuando compramos un televisor de 19 pulgadas en Caracas luego de tres años viéndola en un pequeño televisor en blanco y negro. Ambos en La Candelaria cargábamos ese sábado ese televisor, contentos, apresurados por llegar a Maiquetía a ver la TV a colores en un televisor grande. Era nuestro mundo. Dormíamos en el suelo pero teníamos una TV de 19 pulgadas. También habíamos en 1997 comprados unos tableros de ajedrez. Años estuvieron guardados en un archivo esos tableros. Ahora a 15 años de querer enseñar a los niños a jugar ajedrez puedo hacerlo. Enseñaremos a 200 niños de Vargas cada mes a jugar ajedrez, para que piensen ordenadamente; se le abran perspectivas y sepan moverse en el mundo que es como un tablero de ajedrez. Ella no estará para acompañarme en mis sueños. Me hace falta en cada segundo de mi vida. Más que un dolor atroz, siento una soledad terrible que cada momento crece y me estrangula soltándome antes de asfixiarme, para luego seguir atenazándome. Solo me consuela pensar que estoy pagando todos los pequeños desplantes y ofensas que mi mal carácter le hizo durante el tiempo que estuvimos juntos; pero ni esto me consuela debido que su amiga Marvis me dijo que ella me perdonaba todo: “Él es así, es su carácter” decía. Pero eso no impide que los recree y me martirice con ellos. No la protegí de las ofensas que el entorno le prodigaba y ella nunca se quejó con estridencia. Sus quejas fueron muy pocas siempre en sordina. Quisiera extraerla del mundo de los muertos y besándola decirle que la amo intensamente, que no puedo vivir sin ella."
Esto lo escribí hace mas de un año hoy que estoy a punto de perder mi programa de radio que con interrupciones he tenido durante casi 40 años siento que poder comenzar dentro de días a dar clases gratis de ajedrez e Internet a a cientos de niños es mas que suficientes para llenar mi vida.
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