http://www.filmaffinity.com/es/film537910.html MAÑANA ME MATO |
Ver "El fuego fatuo" es adentrarse en uno de los temas más terribles (si no el que más) que puede experimentar el Ser Humano, el del suicidio. Quizás el tema sería un poco menos chocante si éste fuera tratado como consecuencia de un hecho trágico repentino o fuera un elemento más dentro de la trama de la película, pero resulta que lo más impactante de "El fuego fatuo" es que sabemos casi desde el principio de la película que Alain Leroy (su protagonista) se va a quitar la vida en el término de 48 horas y son esas 48 horas a las que asistimos en la película,dos días en los que el suicidio se va cociendo a fuego lento, conscientemente, no como un acto impulsivo si no como una convicción irrefutable.
El título mismo ya resulta atrayente, un fuego fatuo, sabemos que es aquel que se origina en algunas sustancias animales o vegetales en putrefacción y se elevan de la tierra en cementerios o pantanos; por otra parte, el adjetivo "fatuo “también califica a algo como falto de razón o de entendimiento...y es que Alain no entiende ya el mundo que le rodea, no entiende la vida, ni la suya ni la de sus amigos. El que en otro tiempo fuera un galán con éxito entre las mujeres y con una vida vivida al límite de juergas y borracheras, se encuentra ahora vacío, sin ánimo, sin esperanza en nada. Así el título hace referencia tanto a la muerte como a la sinrazón de la vida.
Louis Malle, filma una película sobria, elegante, con una exquisita fotografía en B&N que me encantó (aunque en un principio Malle empezó a rodarla en color, pero no satisfecho con el resultado hizo el cambio a B&N) y una banda sonora excelente (de Erik Satie-Gymnopédies (1988) y Gnossiennes (1983)) cuyas notas de piano desnudas resultan el apoyo perfecto a la melancolía y el tono existencialista de "El fuego fatuo".
Y sí, la película es puramente existencialista, no encontraremos en ella, escenas de acción o una trama de simple pasatiempo. "El fuego fatuo" hay que verla con dedicación, no como entretenimiento (que también) si no como ejercicio reflexivo sobre el dolor, el tiempo perdido, la depresión y el sentido de la propia existencia. Con estos ingredientes, no parece una película muy atrayente ¿no?, no se dejen engañar, a mí me atrapó desde el principio, empezando por la fotografía, siguiendo por el rostro (guapo pero triste) de Maurice Ronet (me ha encantado su interpretación), y terminando con el tema que trata, la forma de tratarlo y la música exquisita.
Alain Leroy ha finalizado su tratamiento en una clínica de desintoxicación de su alcoholismo (está casado en New York pero vuelve a Versalles, sin su mujer, para curarse) pero su miedo a enfrentarse a la vida le hace no querer salir de la clínica aunque su médico le diga que está curado. Es entonces cuando se da cuenta de que su vida es un bucle sin esperanza. De carácter depresivo, Alain bebe para no caer en la depresión, pero ahora que ya no bebe sólo le espera una existencia vacua y sin sentido... nos embarca así en un viaje de 48 horas, sus últimas 48 horas , no es esto un spoiler ya que sabemos desde el principio el fin que va a tener ("mañana me mato" dice el protagonista así con esta frialdad y serenidad que despide la frase, en una de las escenas), pero es precisamente eso lo que lo hace interesante, ya que en esos dos días, el protagonista se despide de su amante (ella le contesta: "Te abandono ante tu peor enemigo, tú mismo"), se va a Paris a visitar a sus amigos y así, en esas visitas, es como nos vamos enterando de las andanzas libertinas de Alain y cómo cada uno de ellos le expone su visión de las circunstancias actuales del protagonista.
Alain experimenta el rechazo hacia la vida que llevan los demás, uno con un matrimonio convencional que le "ata", otra (Jeanne Moreau) rodeada de amigos poetas a los queAlain tilda de absurdos; otros, recién salidos de la cárcel, siguen ilusionados con dar el "golpe perfecto", y por último se enfrenta Alain a la despedida que quizás sea la más dura para él, la cena en casa de Solange (un antiguo amor que no pudo ser) en la que soporta las risas de antiguos compañeros de juergas y donde percibe (esta vez ya irremediablemente) que su vida tiene que llegar rápido a su fin. En esta cena se sincera Alain en algunas de las escenas más importantes de la película: "No puedo tocar las cosas, cuando las toco no siento nada" dice Alain a sus "amigos”, y es que Alain vive en una constante búsqueda del amor, del amor que él puede ofrecer (y no encuentra) y del amor que desea que le den...quiere Alain "atrapar" las cosas, pero la vida pasa por él de una manera tan superficial que a Alain se le hace insoportable...
La película está llena de simbolismos, por ejemplo, el protagonista dice que "la vida pasa demasiado lenta para mí" (sin embargo por otro lado no quiere seguir envejeciendo) y encontramos varias escenas en las que "la vida pasa rápido": ciclistas, coches, niños corriendo...Alain siente la pena del tiempo pasado y de la juventud perdida, a la vez hay escenas de niños riendo y corriendo a su alrededor...
Y ya por último (que me estoy enrollando más de la cuenta, pero es que la película lo merece), destacar un final que no por esperado pierde intensidad.
Maille, rueda unas escenas finales sutiles, cuyo drama está precisamente en la contención y el sosiego de las mismas...
En "El fuego fatuo" se pueden hacer varias lecturas: la del drama del alcoholismo, la de la desesperanza del depresivo, la del amigo incomprendido, la del amante venido a menos ("bebo porque no sé hacer el amor", le dice a su amigo Dubourg)...pero también queda la lectura más terrible, la de la persona que desde el pesimismo y la depresión, ve la vida quizás con los ojos más "abiertos" que nadie, la de la persona que es plenamente consciente de que la vida tiene poco a lo que agarrarse y que ve cómo las personas que le rodean se auto engañan con una vida fútil y vacía, quizás tan vacía como la suya (aunque ellos no lo sepan).
http://peliculasdesordenadas.blogspot.com/2012/08/el-fuego-fatuo-le-feu-follet-1963.html
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