Coincidencias en ese año de 1964 en Madrid y hoy en Vargas

 Hace pocas semanas leí por primera vez un libro de Paul Auster «cazador de coincidencias» acababa de finalizar la lectura de Patrick Modiano y no pude hacer a menos que recordar un cuento del escritor venezolano Oscar Guaramato donde una situacion oscilaba como un pendulo, no es por pedantería,  no hay nada más cursi que acostar a nuestros recuerdos citas o lecturas. Comencé a oscilar entre Paul Auster y Patrick Modiano. Creo que la vejez trae consigo no solo la impotencia sexual, sino entender intrínsecamente nuestras limitaciones.  
Ese año en Madrid fue acaso coincidencia que mi libro de cabecera fuese el Cuarteto de Alejandrina de Lauren Durrel ? y que haya encontrado en la sala de Jazz Bourbon Street a Justine?

                                

 Y el recuerdo de ese escritor Oscar Guaramato hoy sea otra coincidencia;  ese año de 1964 estuve una noche recorriendo con él las tascas de Madrid  entre tapas y tapas le conté la historia de la mujer cuyo nombre no recordaba. Aprendí/entendí con ese escritor  que había que recorrer muchas tascas para probar la variedad de tacos que ofrecían la capital de España;una de las actividades más populares y tradicionales es ir de tapas. Las Tapas, también conocidas como pinchos, son pequeñas porciones de comida que se sirven en la mayoría de los bares de toda España; son  gratuitas.

                                                   
“Lo fascinante es que los tres primeros libros, Justine, Balthazar y Mountolive pasan en el mismo periodo de tiempo, solo que cada uno te cuenta la historia desde un punto de vista diferente. Te llevas algunos choques mentales serios cuando te tira Lawrence por tierra todo lo que habías creído entender en el libro precedente. Pursewarden, uno de los dos "alter ego" del narrador, lo explica: "... si quisieras... podrías ensayar un juego con cuatro cartas en forma de novela; atravesando cuatro historias con un eje común..."

                                                         

¿Quién era esa mujer que por breves instantes había entrado en mi vida?Ese invierno o era verano aunque recuerdo en estos momentos que de su nariz corrían gotas que producían el aire frió de la noche y el calor de sus respiración.
 ¿De qué manera se pueden hacer eternos los acontecimientos que se suceden como relámpagos en nuestra vida, que desaparecen para no volver jamás? Esto último es hoy en día cuando busco en Baudelaire una manera de traducir lo sentimientos de antaño y de hoy.  


                                             El papel de Justine lo interpretó Anouk Aimée.(1969)

Quien es realmente Justine de Durrell ?



“Por ejemplo: Justine entra en escena con toda la panoplia de la femme fatale : guantes largos, ojos flamígeros. ¿Pero qué hace el narrador? Le ofrece una aceituna. Justine escupe el carozo en su guante de terciopelo. Cuando Durrell se pregunta quién es Justine, la respuesta va cambiando. Primero es una frágil neurótica. En la segunda novela, Balthazar, resulta que era una alegre aventurera del sexo. En Mountolive , nueva desmentida: era una conspiradora política y todos sus amoríos, cortinas de humo. En Clea resulta que era una pesada y nada más.”



Su nombre hubiese podido ser Suzanne; es muy tarde para saberlo.




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