Stalker (1979) película completa una de las mejores películas dramáticas de la segunda mitad del siglo XX


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Stalker (en ruso, Стáлкер; conocida en algunos países de habla hispana como La Zona), es una película soviética de ciencia ficción de 1979 dirigida por Andréi Tarkovski. Está basada - en términos generales - en el libro Picnic extraterrestre de los hermanos Arkadi y Borís Strugatski.

Stalker significa «El Acechador». El uso del vocablo inglés proviene de su empleo frecuente en el libro original de los hermanos Strugatski, que sitúa la acción en Canadá.

La película describe el viaje de tres hombres a través de un lugar postapocalíptico conocido como «la Zona», donde buscan una habitación que tiene la capacidad de cumplir los más recónditos deseos de una persona.3​ Está protagonizada por Aleksandr Kaidanovski en el papel de Stalker, quien guía a los otros dos hombres: el Escritor, interpretado por Anatoli Solonitsyn, y el Profesor, interpretado por Nikolái Grinkó. Alisa Freindlich interpreta el papel de la esposa de Stalker.
El Profesor, el Escritor y el Stalker, de izq a der

Este film nos muestra la estética de Tarkovski con tomas largas, intensamente elaboradas, intercaladas con diálogos y poemas filosóficos.​

Stalker ha sido llamada una de las mejores películas dramáticas de la segunda mitad del siglo XX y ocupa el puesto 29 en la encuesta "Las 50 mejores películas de todos los tiempos" del British Film Institute.










Título original
Stalker
Año
Duración
161 min.
País
Unión Soviética (URSS) Unión Soviética (URSS)
Dirección
Guion
Arkadiy Strugatskiy, Boris Strugatskiy, Andrei Tarkovsky
Música
Eduard Artemyev
Fotografía
Aleksandr Knyazhinsky, Georgi Rerberg
Reparto
, , , ,, , 
Productora
Mosfilm Studios
Género
Ciencia ficciónDramaIntriga | DistopíaPelícula de culto
Sinopsis
En un lugar de Rusia llamado "La Zona", hace algunos años se estrelló un meteorito. A pesar de que el acceso a este lugar está prohibido, los "stalkers" se dedican a guiar a quienes se atreven a aventurarse en este inquietante paraje. (FILMAFFINITY)
Premios
1979: Cannes: Premio del Jurado Ecuménico
Críticas
https://www.filmaffinity.com/es/film534365.html















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STALKER (1979), DE ANDREI TARKOVSKY – CRÍTICA


Stalker
Dirigida por el genio ruso Andrei Tarkovsky, ‘Stalker constituye una de las magnas obras de la cinematografía mundial. Lo primero que llama la atención de este film es el modo en que está narrado, pues se sirve de sólo tres personajes que se mueven entre dos espacios, la derruida ciudad en que se hallan los protagonistas y la naturaleza que rodea a “La Zona”.
Esto se debe a que Tarkovsky quiso prescindir de cualquier elaboración que pudiese distraer al espectador de la historia central de la película, la cual narra el viaje post-apocalíptico de tres hombres a través de “La Zona”, un lugar que, gracias a un fenómeno paranormal de origen extraterrestre, permite (en teoría) a todos los que entren en él cumplir los deseos más recónditos que subyacen en los confines de la consciencia humana.
Durante las casi tres horas que dura el film, seguimos en la pantalla al “Stalker”, suerte de guía espiritual cuya tarea es conducir a los desesperanzados a “La Zona” y guiarlos a través de los peligros que ese misterioso lugar entraña. Durante su travesía es acompañado por un escritor y un científico que anhelan encontrar un sentido para sus vidas, en la eterna búsqueda de la felicidad humana.
Esta narrativa minimalista le permite al director centrarse en el universo interior de sus personajes, haciendo uso del color a través de filtros para sugerir estados afectivos en el espectador. Primero utiliza un sepia marcado por un fuerte contraste y nos presenta al “Stalker” y a su esposa e hija, la cámara se mueve constantemente a través del espacio como testigo objetivo del devenir del tiempo, enmarcando a los personajes de forma completa en casi todos los planos y permitiendo al espectador contemplar lo que ocurre como un acontecimiento que es observado a cierta distancia, como lo haría un espíritu contemplativo.
La derruida vivienda está compuesta por pocos objetos, pero plena de agua y de texturas que suscitan emociones difícilmente traducibles al lenguaje ordinario, pues pertenecen al universo poético del autor que busca expresar lo que ocurre dentro del espíritu humano, más que contar una historia en el sentido clásico. Luego la imagen se va transmutando a un blanco y negro bien marcado que es utilizado durante el viaje de los personajes a través de los puestos de control del ejército ruso que mantienen cercada “La Zona”. Los viajeros sortean los peligros y suben a un tren de servicios que sirve de puente entre su destino y su lugar de origen. Durante esta etapa los personajes viajan en tiempo real sobre las vías del tren, obligando al espectador a realizar con ellos el recorrido completo, como si fuera el cuarto personaje de la historia. A partir de allí la imagen se concentra en primeros planos que evidencian la desesperanza y la soledad que embargan las almas de los viajeros que son incapaces de creer en la humanidad y en ellos mismos. Todo es acompañado por el repetitivo y casi hipnótico sonido producido por los raíles del tren que evoca la mecanicidad de la vida moderna que ha conducido al ser humano a un laberinto del que parece no haber salida, cosificándolo y alienándolo. Este blanco y negro contrasta notablemente con el color que sigue a las secuencias de “La Zona”, un lugar en el que la naturaleza parece haber recobrado terreno, al menos eso es lo que le transmite el “Stalker” a sus compañeros de viaje.
Stalker
Aunque este film se circunscribe en el género de ciencia ficción llama poderosamente la atención que durante todo el viaje de los desesperanzados no ocurren hechos fantásticos o, al menos estos no son visibles. Todo queda en una atmósfera de penumbra que es creada por el “Stalker”, bien podría decirse, y así lo sugieren los diálogos de las secuencias finales. Así, la introducción del film, donde se nos anuncia lo ocurrido en la zona, no es más que una excusa de Tarkovsky para colocar a los personajes en una situación límite y a partir de allí dar rienda suelta a los temas y tópicos que realmente le interesa tratar a través del diálogo y la metáfora visual. En este sentido muchos críticos afirman que el asunto de la ciencia ficción es solamente un detonante para el resto de la película, restándole importancia al hecho de que “La Zona” sea de origen alienígena. Si hubiesen leído el libro de Tarkovsky (Esculpir en el tiempo‘) con detenimiento estoy convencido de que pensarían diferente. Para el maestro una obra de arte tiene que ser orgánica en todas sus partes, apuntar por entero a una intencionalidad creativa derivada de los sentimientos y emociones del autor. En consecuencia, el tema de la ciencia ficción y el origen alienígena de la misteriosa Zona tienen que conformar con el resto del discurso un universo orgánico y sinérgico. Para comprender mejor esta obra se debe tomar en cuenta que el autor era un místico, ignorar ese detalle sería como intentar comprender la obra de Armando Reverón sin tener presente que fue, entre otras cosas, un hombre que buscó la trascendencia a través del arte.
Una vez en “La Zona”, los viajeros quedan paralizados, siendo incapaces de entrar al cuarto que cumple los deseos más recónditos del alma, haciendo patente la doble cara del ser humano que siempre se halla en una contradicción y en una lucha consigo mismo, como bien expresa uno de los personajes en uno de los diálogos más lúcidos del film: “mi consciencia desea la victoria del vegetarianismo en todo el mundo. Mi subconsciencia anhela un pedazo de carne fresca.”.
El miedo a la muerte, la pérdida de la fe, Dios, la felicidad, los demonios internos del inconsciente, y nuestra propia naturaleza son interrogantes que se despliegan a través de una sinfonía de imágenes que nos conducen a preguntarnos seriamente: ¿quiénes somos? ¿Cuál es nuestro papel en la tierra? ¿Qué verdades funestas o sublimes esconden nuestros deseos reprimidos?
Una película demoledora en la que la angustia del “Stalker” y la falta de fe de los viajeros deja una sensación de desasosiego en el espectador.  Finalmente, el “Stalker” retorna con su familia y surge un rayo de esperanza representado en su pequeña hija que (quizá producto de su fe y beatitud o debido al influjo de “La Zona”) mueve un vaso a distancia, en un sorprendente acto de telequinesis que rompe con todas las leyes de la lógica que rige a la razón materialista de la contemporaneidad.
La grandeza de esta obra emana no sólo de la belleza y cuidado con que fueron elaborados los planos y de la meticulosidad con que la música electrónica y el sonido acompañan las imágenes generando estados emocionales que danzan entre lo sublime y la desesperanza, sino también del exhaustivo análisis de nuestra especie; lo terrible que supone para el ser humano no conocerse a sí mismo, el no ser capaces de dar cuenta de nuestros límites y el estar condicionados por algo que no comprendemos pero que a su vez nos hace ser lo que somos: la consciencia. Una obra que sin lugar a dudas siempre vale la pena volver a ver.
Stalker

https://www.elcineenlasombra.com/stalker-critica/

STALKER (Andrej Tarkovsky, 1979) - PARTE I -: Sobre la naturaleza del camino y del deseo.

Stalker (1979) es una de las grandes obras maestras de Andrej Tarkovsky,  y otra de esas películas que me marcaron cuando la ví por primera vez (como Solaris, del mismo Tarkosky, 2001 de Kubrick o El séptimo sello de Bergman). Tarkovsky es otro de mis más estimados directores en el que la poesía, la psicología, la filosofía y el misticismo se dan mágicamente la mano para constituir una envolvente obra donde la imagen, el sonido y la palabra nos llevan a los más misteriosos lugares de la psique y de la condición humana, no en vano Tarkovsky se enmarca en la tradición literaria rusa que marca Dostoievski con sus personajes atormentados y en "crisis interior". Basada en la conocida obra de ciencia ficción Picnic extraterrestre, de los hermanos Arkadi y Boris Strugatski, la película se aparta notablemente de la obra, todo y contar con los hermanos Strugatski como guionistas en colaboración con el mismo Tarkovsky. De la misma manera que ya ocurría con Solaris de Stanislav Lem, la ciencia ficción es lo de menos o, en todo caso, una mera excusa, para abrirnos a dimensiones ocultas del alma humana. Dice al respecto Tarkovsky:

En Stalker y en Solaris si algo no me interesaba era la ciencia ficción. Pero, desgraciadamente, en Solaris aun hubo muchos elementos de ciencia ficción, que distraían de lo esencial. Todas aquellas naves espaciales que aparecían en la novela de Stanislav Lem, indudablemente, estaban bien elaboradas y tenían su interés, pero, vistas las cosas desde hoy, opino que la idea fundamental de aquella película se habría expresado con mucha más claridad si hubiéramos prescindido de todo aquello.

La ciencia ficción no era en Stalker más que un punto de partida táctico, útil para ayudarnos a destacar aún más gráficamente el conflicto moral, que era lo esencial para nosotros. Pero en todo lo que le sucede al protagonista en esa película no hay ciencia ficción de ningún tipo. La película se hizo de tal manera que el espectador podía tener la impresión de que todo aquello podía suceder hoy mismo y de que la zona estaba muy próxima. [1]

La base argumental de la película de Tarkovsky gira alrededor de "la zona", en la que los rumores hablan de la caída de un meteorito o de que fue habitada por una civilización extraterrestre que posteriormente se fue. Esta zona se halla ahora cerrada y fuertemente protegida por los militares dado que muchos hombres que entraron en ella jamás volvieron. Dos hombres, llamados el escritor (Anatoly Solonitsin) y el profesor (Nicolay Grinko), se embarcan en un viaje acompañados por un "stalker" (un acechador, una excelente interpretación de Aleksander Kaidanovski), un personaje que en la película de Tarkovsky es un guía de "la zona". En "la zona"hay misteriosos objetos, pero ellos parten a la búsqueda de una habitación que se halla en su centro y que tiene la facultad de realizar los deseos más ocultos del ser humano. Sin embargo, es necesario indicar que aquí el stalker  no es un  mero y simple guía:

Stalker no es simplemente el guía de un tour por la zona, él es también un guía espiritual. El hombre santo-loco que no puede dejar de predicar, y en el que la mayoría de sus monólogos conllevan un claro mensaje religioso. Su punto de vista tiene la forma de la tradición taoísta, pero su mansa filosofía de la no-violencia está infusa con temas visionarios apocalíptico-transfigurativos. [2]

El entorno de la película es efectivamente de tono post-apocalíptico y es utilizado por Tarkovsky, quien era un admirador del libro de la Biblia del Apocalipsis, también llamado libro de la Revelación, para justamente destacar ese elemento. Efectivamente, la zona es lugar de "revelaciones" entendidas como , sugiere la palabra, como manifestaciones de verdades o secretos ocultos de origen divino o sobrenatural. Veremos posteriormente como Tarkovsky utiliza esto para el tema de su película.

Arcadi i Boris Strugatski
Dentro del excelente análisis que hacen Jordi Batlló y Xavier Pérez sobre los grandes temas del cine, Stalker cae dentro del argumento de la búsqueda del tesoro, y al respecto de éste objeto maravilloso destacan:

su carácter dual y contradictorio que lo aproxima de manera ejemplar a la utilización que el cine hace de este tipo de tesoros [...] un objeto que contiene espiritualidad y pureza pero que también genera codicia y trivialidad. [3]

El vellocino de oro, el Santo Grial o el arca de la alianza son ejemplos de este tipo de tesoros. Batlló y Pérez destacan una clásica estructura en este tipo de películas: el encargo, el viaje lleno de vicisitudes, el enfrentamiento con el poseedor del objeto (o como veremos en stalker con el objeto mismo) y finalmente el retorno heroico que, con más o menos variaciones se corresponde con el viaje del héroe de Joseph Campbell que ya describimos en detalle en la entrada dedicada a la película IT. El viaje de retorno. Como veremos, Stalker nos ofrece una profunda reflexión apoyándose con unas interesantes variaciones sobre estos temas. En todo caso parece interesante leer las propias apreciaciones de Tarkovsky al respecto:

Hablar de la ruta, del viaje. Si hablamos del viaje, desde una perspectiva metafórica, es importante destacar que lo importante no es donde uno llega, lo importante es embarcarse en el viaje.

[...] lo importante no es lo que se logra al final del camino sino el entrar en el camino para lograrlo. ¿Por qué no importa donde se llegue? Porque el camino es infinito. Y el viaje no tiene fin. Por eso no tiene mucha importancia lo cerca o lejos que te encuentres del final, porque el viaje no tiene fin. Y si no entras en él, lo más importante es entrar. Y aquí reside el problema. Para mí es mucho más importante que el camino, el momento en el cual se entra en él, entrar en el camino.[4]

Nos encontramos aquí el tema que ya abordamos en 2001: Una odisea en el espacio de Kubrick, o en El séptimo sello de Bergman o más recientemente en Hacia rutas salvajes, de Sean Penn. No es lo importante el tesoro al final del camino, el tesoro es el camino en sí mismo y las experiencias que entrar en  él y su andadura nos depara.

Tarkovsky con el actor Aleksander Kaidanovski durante el rodaje.
Stalker es una película de largo y profundo calado como siempre lo fueron las películas de Tarkovsky, de múltiples temas: la metáfora del camino, sobre la naturaleza del deseo, del tiempo y su relación con la realidad, también de inquietud religiosa y finalmente un misterio. Es por ello que nos requerirá un largo comentario que nos ocupará dos entradas (correspondientes a cada parte de la película), como ya antes ocurrió con la película El proceso de Orson Wells o It de Tommy Lee Wallace, pero creo que una película así las merece.

I. EL LLAMADO O EL ENCARGO: LOS PERSONAJES Y LA ZONA

La película se inicia grabada en color sepia y con una de las características del cine de Tarkosky: la densidad y la profundidad del tiempo. La cámara avanza lentamente hacia una habitación entreabierta y penetra en ella. Luego enfoca una bandeja de comida que de repente empieza a temblar por la llegada de un tren. La cámara se desplaza hacia la izquierda lenta, muy lentamente y vemos primero a una mujer durmiendo, luego a una niña para llegar finalmente a nuestro protagonista, el stalker. Su familia. La cámara hace el camino inverso hacia la bandeja y luego vemos como él se levanta silencioso y procura no despertarles. La mujer no obstante esta despierta y sale acusándole temerosa de que vuelve a salir a la zona, de que vuelve a abandonarlas a ella y a su  hija y que si no tiene suficiente con cinco años de cárcel... Tras una discusión el stalker se zafa de ella y se va dejándola en estado de desesperación. Llega luego a una zona portuaria donde va a recoger a un hombre que le indica que una mujer elegante y con un coche deportivo quiere venir a la zona con ellos... Stalker la despacha con un directo y seco váyase (luego veremos por qué). Luego se dirigen con el hombre a una taberna donde aguarda por ellos otro hombre. Ahí se presentan por su oficio. "El escritor", "El profesor" y él mismo, el stalker.
El profesor, stalker y el escritor.
Es justo en este encuentro cuando "El escritor" plantea el problema esencial en relación a la búsqueda de la maravillosa habitación que realiza los más recónditos deseos:
¿Cómo puedo saber el nombre de lo que quiero? ¿Cómo puedo saber si en verdad no quiero lo que yo quiero? ¿O si realmente no quiero lo que no quiero? Son cosas imperceptibles. Basta con nombrarlas y su sentido desaparece, se desvanece y se disuelve como una medusa al sol. Mi consciencia desea la victoria del vegeterianismo en todo el mundo. Mi inconsciente anhela un pedazo de carne fresca. ¿Y qué quiero yo?

En un interesantísimo documental sobre cine y psicoanálisis "The pervert's guide to the cinema" (Guía de cine para el perverso, ver a pie de entrada información sobre el video) del filósofo Slavoj Zizek plantea el mismo problema:

El problema para nosotros no consiste en si nuestros deseos están o no satisfechos. El problema es: ¿Cómo sabemos qué desear? No hay nada espontáneo, nada natural en el deseo humano. Nuestros deseos son artificiales. Hay que "enseñarnos" a desear.

Como veremos más adelante el stalker sólo acepta guiar a personajes que se hallan desesperados o que son desgraciados - por eso rechaza la mujer elegante y con un coche deportivo que acompaña al escritor en su encuentro inicial -. Y, efectivamente, esto es así. Conforme avanza la película pronto vemos en "el escritor" a un personaje cínico y escéptico que ya no cree en nada y que ha perdido la inspiración, y "al profesor", un científico sin perspectivas, desengañado y dominado por el miedo y resentido. Es interesante que nos focalicemos en los personajes de la película y en "la zona" pues ellos ya nos dicen mucho de la película.

- SOBRE LOS PROTAGONISTAS.

Un elemento a destacar es que los protagonistas no tienen nombre, son identificados por su función: el stalker (acechador), el escritor, el profesor, monita (la hija mutante del stalker que carece de piernas) Puerco espín (el maestro de Stalker) y la mujer del stalker sin nombre ni identificación. Sutil detalle que ya nos sitúa en la identificación de los protagonistas con su "función", es decir, en la identificación de su ser con una representación de sí mismo y que se relaciona con ese aspecto que define al yo como una función de identificación. En términos junguianos podemos decir que cada personaje representa un arquetipo. Stalker sería un representante del arquetipo del self (el guía interior como representante del sí mismo, del ser), el escritor y el profesor representan el arquetipo de la persona (la máscara), monita el arquetipo de la niña divina y dejamos la mujer del Stalker (que no tiene nombre) para más adelante. Profundizemos un poco en cada uno de ellos:

Stalker (Aleksander Kaidanovski)
Stalker (Aleksander Kaidanovski). Como ya dijimos anteriormente Stalker no es ser un guía cualquiera. Primero de todo es una vocación y luego, ya en la zona, es un acechador, y no sólo de la zona sino también de sus viajeros. Su función está entre el guía espiritual y el loco iluminado. Entre el sabio taoísta y el místico cristiano. Mitad maestro mitad bufón. Recuerda a la carta del loco del Tarot (es curioso como en la zona le va siguiendo un perro negro). Su hogar es la zona, es allí donde él se siente libre, sintiendo el otro lado, el mundo convencional, como su cárcel. Dice en un momento de sí mismo:

El stalker no puede entrar en el cuarto. Aun más el stalker no puede entrar en la zona con fines lucrativos [...] No he hecho nada en este mundo y nada puedo hacer. Ni a mi esposa le he podido dar algo. Además no puedo tener amigos. ¡No me quiten lo mío! En si, ya me han arrebatado todo, allí, al otro lado de los alambres de púa. Todo lo mío esta aquí. ¿Me entienden? ¡Aquí! ¡En la zona! Mi felicidad, libertad, dignidad... ¡Todo lo tengo aquí! Pues traigo para acá a otros como yo, desdichados, desesperados... Soy su última esperanza. ¡Y puedo ayudarlos!

Stalker es el guía de la zona y del camino y él, un intermediario entre el mundo convencional y la zona... Una especie de Santo o místico que como hijo de Dios puede acceder a él mediando así entre el cielo y la tierra. Acusado de "simplón" en un momento de la película por el escritor, su simpleza, no obstante, es la sabiduría del hombre que es capaz de mirar como un niño viendo así  las cosas de manera distinta a como vemos los adultos, y así se dirige y se comporta en la zona con el respeto, el asombro, el miedo y el amor a ella debida. El camino requiere atención y prudencia. Dice de él Antonio Mengs en su excelente libro dedicado a esta película:

Mientras aguarda a los otros, antes de reemprender la marcha o adoptar la dirección a seguir, el Stalker a menudo busca recogerse por un instante, y su apartamiento implica una estrecha y directa relación física con la naturaleza. La tierra es a la vez lugar de contemplación, de veneración y profundo descanso: el reposo exige un lecho sustancial donde mantener la sensitividad activa. De manera análoga, caracteriza su andadura un dinamismo de fricción, por así decir, con el aire y la niebla, la piedra y el musgo, el charco y la arena en la que su propia entidad corporal evoluciona con cierta ligereza no exenta de esfuerzo, pero flexible y llena de soltura. [5]

El escritor (Anatoly Solonitsin)
El escritor (Anatoly Solonitsin). El escritor es el personaje más activo con el Stalker. Ya le definimos como cínico y escéptico, descreído y perdida su inspiración. Es rebelde y continuamente provoca al Stalker y mantiene una actitud desafiante hacia la zona. El stalker, a su vez, mantiene con él una acción más focalizada y le frustra (le acecha) constantemente: reacciona agresivamente cuando arranca una planta de la zona, le vacía la botella de vino que lleva, le quita una pistola que porta y le hace trampas en un sorteo para ver quien es el que va entrar en el túnel de hielo llamado el molino de carne por la cantidad de gente que en él murió. El cinismo y la rebeldía que muestra le hace, más tarde, encontrarse con la desesperación de la realidad de su persona como imagen, como máscara:

No tengo conciencia, sólo nervios. Una mala bestia me injuria: me provoca una herida. Otro canalla me elogia: me provoca otra herida. Si les dedicas tu alma y corazón, se los zampan. Si sacas las inmundicias del alma, se las tragan. Ellos son instruidos. Todos tienen hambre sensorial. Por eso se amontonan a tu alrededor: periodistas, redactores, críticos, ciertas mujeres en torrente constante. Todos exigen: ¡Dale, dale! ¡Que diablos de escritor soy yo, si odio escribir! Si para mi eso es un tormento, una ocupación dolorosa y bochornosa, algo así como la extracción de un hemorroide. Antes yo pensaba que algunos se hacían mejores leyendo mis libros. Pero... ¡No le hago falta a nadie! Cuando me muera, no pasarán dos días y ya comenzarán a comerse vivo a otro. ¡Yo pensaba transformarlos y ellos fueron los que me cambiaron! A su imagen y semejanza. Antes el futuro era la continuación del presente, y todos los cambios se traslucían más allá del horizonte. Ahora el futuro se ha mezclado con el presente.

Este texto creo que le define suficientemente y que nos lo muestra en lo más profundo de su desesperación y nos presenta un hombre perdido en su propia máscara.

El profesor (Nicolay Grinko)
El profesor (Nicolay Grinko). Personaje bien distinto al escritor, el profesor es más bien un personaje silencioso y frío, distante, de pocas palabras y con una interacción escasa con el Stalker, al que éste parece ignorar expresamente. Físico de profesión parece el clásico representante del mundo de la ciencia... enfrascado en su lógica y en su racionalismo intelectual da la sensación de estar allí por sus intereses (que al final se aclararán) y asentándose en su propia observación para aprender, negando la posibilidad de aprender de otro. Pretende sostenerse en la solidez de sus conocimientos. Conflictúa verbalmente en distintos momentos con el escritor de quien es su opuesto y, generalmente, provovado por el cinismo de éste. Al igual que el artista se confronta con su imagen en la sala de arena, el profesor lo hará en otra habitación (en la que misteriosamente suena un teléfono o una bombilla de luz genera un resplandor espectacular) donde se mostrará el resentimiento que anida en él contra un compañero de trabajo y aun más cuando se hace extensiva a la motivación política por la que se halla en la zona:

¿Se imagina que pasará cuando todos crean en la existencia de este cuarto? ¿Y cuando todos ellos se precipiten para acá? Eso es cuestión de tiempo. ¡Si no es hoy será mañana! ¡No serán diez, miles! Los emperadores frustrados, los grandes inquisidores, los fuhrer. ¡Y otros supuestos bienhechores del género humano! ¡No es por dinero, ni por inspiración, sino para transformar al mundo! [...] Usted  no es el único stalker del mundo. Ninguno de los stalkeros saben lo que traen para acá y que se llevan las personas que ustedes conducen. ¡Y aumentan los crímenes no motivados! ¿No es ese el resultado de su trabajo? ¿Qué decir de los golpes militares y de las mafias de los gobiernos? ¿No serán esos sus clientes? ¿Y las armas láser junto a las superbacterias, toda esa inmundicia oculta ahora en cajas fuertes?


Y para ello lleva una pequeña bomba atómica para volar la zona...

Monita, Natasha Abramova
Monita (la hija del Stalker, Natasha Abramova). La hija de Stalker es es una mutante que carece de piernas. Sin embargo, Monita se identifica con el arquetipo del niño divino... Ella es una extensión de la zona y por ello representa la posibilidad de ver más allá de la "apariencia de las formas" y la "ambiguedad de las palabras". Por ello tampoco habla. Ella pertenece al mundo de lo pre-consciente. Ella protagonizará el final de la película donde su presencia adquirirá una especial fuerza y dimensión. Dentro de los distintos significados del arquetipo del niño yo quisiera destacar uno que creo fundamental en la película: el niño como esperanza (que tan bellamente recoge la película Hijo de los hombres de Alfonso Cuaron). El niño como posibilidad de futuro y de totalidad. Dice Jung al respecto:

Un aspecto fundamental del motivo del niño es su caracter de futuro. El niño es futuro en potencia. Por eso, la aparición del motivo del niño en la psicología del individuo suele significar una anticipación de desarrollos futuros [...] La vida, no hay que olvidarlo, es un transcurrir, un fluir hacia el futuro, y no una marea en retroceso [...] El niño prepara una futura transformación de la personalidad [...] Es, por eso, un símbolo que une los opuestos, un mediador, un salvador, es decir, un hacedor-de-la-totalidad. [6] 

Mujer de Stalker, Alissa Freindlich
La mujer del Stalker (Alissa Freindlich). La mujer de Stalker es la mujer que sufre su vocación y su frustración (sentirse encarcelado en el mundo normal)... Pero al igual que Monita, al final de la película, esa mujer toma figura y manifiesta el amor y admiración que siente por Stalker también por ser como es, a pesar del sufrimiento que también le depara. Dice al respecto Tarkovsky:

En Stalker lo digo de forma abierta y yendo hasta las últimas consecuencias: al amor humano es ese milagro capaz de oponerse eficazmente a cualquier especulación sobre la falta de esperanza en nuestro mundo. Lo malo es que también nos hemos olvidado de qué es el amor

En Stalker, el escritor reflexiona sobre el aburrimiento de la vida a un mundo sometido a reglas, en el que incluso la casualidad es el resultado de una ley que para nosotras era hasta entonces desconocida.

Quizá por esto es por lo que el escritor está a gusto en la zona, donde se encuentra con algo desconocido, capaz de sorprenderle, de maravillarle. En realidad lo que maravilla es precisamente aquella mujer sencilla, con su fidelidad y sus valores humanos. ¿Es qué realmente todo está sometido a la lógica? ¿Es qué realmente todo se puede disgregar en sus componentes, todo se puede calcular? [7]

La mujer de Stalker representa un elemento del existencialismo de Tarkovsky que él significa con la palabra sacrificio, y que posteriormente ampliará con sus dos últimas películas: Nostalgia y Sacrificio. Sacrificio, entendido más como entrega, como un acto libre y espontáneo.

Puerco Espín (Dikoobras). Puerco Espín es un personaje que se cita si bien no tiene presencia física. Se trata de un stalker que fue el maestro de nuestro stalker protagonista, y cuya historia nos orienta sobre la problemática de la habitación de los deseos que se halla en la zona. Sintiéndose culpable de la muerte de su hermano, Puerco Espín (a quien antes se llamaba simplemente maestro, dice Stalker) se dirigió a la habitación para que su hermano pudiera recobrar la vida. Al volver, el stalker se vió de repente enriquecido... A la semana se ahorcó. Esta es la realidad de la habitación de los deseos: no se cumplen los simples deseos que la persona cree desear, sino aquellos más recónditos e inconscientes.

- LA ZONA.

La zona es sencillamente la zona. Es la vida que el hombre debe atravesar y en la que sucumbe o aguanta. Y que resista depende tan sólo de la conciencia que tenga en su propio valor, de su capacidad de distinguir lo sustancial de lo accidental. [8]
La zona
En la zona aparece el color y se abandona el color sepia. Así se marca claramente un límite y una diferencia. A pesar de que es conocido como a Tarkovsky le enojaba que le preguntaran sobre que simbolizaban los temas que utilizaba en sus películas, en ese sentido me parecen interesantes las apreciaciones de Zizek al respecto cuando equipara la zona como la propia blancura de la pantalla de cine. El lugar donde podemos proyectar nuestras "proyecciones" y así recuperarlas, hacerlas nuestras:

No hay nada específico sobre la zona. Simplemente es un lugar donde un cierto límite es colocado, y aunque las cosas permanezcan como eran, lo percibimos ahora como un lugar distinto, precisamente el lugar sobre el cual podemos proyectar nuestras creencias, nuestros miedos, aspectos de nuestro espacio interior.

Podemos unir este texto de Zizek al anterior de Tarkovsky y precisar aun más qué es la zona: un lugar donde reapropiándonos de nuestras proyecciones podemos distinguir lo sustancial de lo accidental. La zona es el lugar donde la desesperación tiene una oportunidad, la oportunidad de perderse y así encontrar el camino hacia sí mismo.

Pero hay más, aun hay más en la zona. Recordemos a Thoreau en la película recientemente comentada Hacia rutas salvajes acerca de la tranquila desesperación del hombre. Vivimos una sociedad tranquilamente desesperada donde la desesperación se pretende amortiguar con el engaño y la evasión convirtiéndola así en una apacible resignación: el ser que languidece. A diferencia del color "sepia" del inicio de la película, que nos muestra una indeterminada ciudad industrial, sucia, contaminada, la zona se nos muestra en color y con la conjunción de objetos y construcciones humanas abandonados, oxidados y en ruinas entre la vegetación. La zona deriva así en una imagen que representa el pensamiento y el sentimiento de Tarkosvky: la futilidad del materialismo y la necesidad del misterio, la presencia de lo numinoso. Tarkovsky comparte con Jung esa misma sensibilidad, la zona representa también este misterio, este númen que está más allá del reduccionismo materialista:

Es importante que tengamos un secreto y el presentimiento de algo incognoscible. Ello llena la vida de algo impersonal, de un numinoso. Quien no ha experimentado esto, se ha perdido algo importante. El hombre debe percibir que vive en un mundo que en cierto sentido es enigmático. Que en él suceden y pueden experimentarse cosas que permanecen inexplicables y no tan sólo las cosas que acontecen dentro de lo que se espera. Lo inesperado y lo inaudito son propios de éste mundo. Sólo entonces la vida es completa. Para mí la vida fue desde sus comienzos infinitamente grande e incomprensible. [9]

La zona nos devuelve también a lo que Rudolf Otto llamó sentimiento de creatura, es decir, al sentimiento de pequeñez y anonadamiento que se siente ante una potencia superior o que nos embarga ante la grandiosidad del misterio (ver más detalle en la entrada 2001 Una odisea en el especio: mis aproximaciones). En este sentido el stalker es un claro ejemplo de este aspecto que representa la zona cuando nos manifiesta con claridad la cárcel que es para él el "otro lado de los alambres de púa": racionalismos, fundamentalismos, materialismos, espiritualismos vacíos e interesados y todo tipo de ismos que no son más que cárceles a la expansión que todo espíritu humano anhela. Es más allá de esos ismos y lo que nos deparan cuando determinan políticas, ideologías, economía, religión, espiritualidad etc. que el stalker dice que "mi felicidad, libertad, dignidad... ¡Todo lo tengo aquí!"

La zona es un lugar de transformación. Nadie que entra sale igual...

Tarkovsky en el pasisaje de La zona.

II. CAMINO DE LA ZONA: LAS RESISTENCIAS.

Tras conocerse en el bar, nuestros héroes inician su viaje hacia la zona. La salida de la ciudad se nos muestra de manera sencilla como una salida peligrosa... El camino hacia sí mismo es siempre un camino donde las amenazas siempre se hacen presentes. Esas amenazas que pretenden mantenernos en nuestra cárcel-matrix son conocidas, en un sentido psíquico, como las resistencias que se oponen a esa "dudosa" aventura que nos lleva hacia sí mismo. Como es sabido, Freud describió en su artículo Inhibición, síntoma y angustia cinco tipos de resistencia que tienen su origen en las tres instancias psíquicas: el yo, el ello y el superyó. Todas ellas tienen como objetivo "prohibir" el camino hacia la zona, también entendida como aquel lugar en el que reside nuestra verdad. Observamos en el momento en que atraviesan "el alambre de púas" a los militares disparándoles como esa frontera custodiada por la ley,o el guardián del umbral al que se refería Joseph Campbell y que ya observamos al comentar la película IT -Parte II -, aquella figura que pretende que no abandonemos nuestro mundo ordinario, nuestra cárcel-matrix.

Una vez atravesada la alambrada y los controles se inicia el viaje en motorrail hasta llegar a la zona donde la imagen cambia del sepia al color. Y una vez más asistimos en ese intermedio a esa densidad del tiempo que tanto caracteriza a Tarkovsky, en este caso para marcar el cambio de un lugar a otro... los espacios de transición que además se cargan de una sutil tensión emocional donde cada personaje está ensimismado en sus sentimientos y en sus pensamientos, en sus incertidumbres y en sus miedos y que la cámara va siguiendo con magistral lentitud... con el convencimiento de que la conciencia requiere lentitud, atención... apreciación.

Transición: hacia la zona
Cuando finalmente llegan a la zona, Stalker dice: ya estamos en casa.

III. LOS PRIMEROS PASOS EN LA ZONA.


Una vez llegados allí se nos muestran las primeras irregularidades en la zona y surgen los primeros desacuerdos entre Stalker y el escritor, mientras el profesor se mantiene silencioso sin poner aparentemente problemas. Desde la llegada empezamos a notar algunos temas que se irán repitiendo a lo largo de la estancia en ella:

En primer lugar observaremos las retiradas del stalker, su apartamiento de tanto en tanto de sus viajeros para estar en contacto íntimo con la zona. Recordemos las palabras antes dichas: su apartamiento implica una estrecha y directa relación física con la naturaleza. La tierra es a la vez lugar de contemplación, de veneración y profundo descanso: el reposo exige un lecho sustancial donde mantener la sensitividad activa.

Stalker en contacto con la zona
En segundo lugar veremos también que desde algunos de estos apartamientos, Stalker suele ofrecer algunos monólogos cuyo sentido iremos viendo a medida que aparezcan. En esta primera fase y tras "acechar" al escritor vaciándole la botella de vino, lanzándole una barra de hierro por arrancar unas hierbas (Este no es un lugar para paseos. La zona exige que la respeten, de lo contrario castiga) o avisándole de que en la zona el camino más corto puede ser el más peligroso... Tras pasar por todos estos encontronazos Stalker les dice:

La zona es un sistema muy complejo. Con sus trampas, todas mortales. No sé que pasa aquí, cuando no hay ningún ser humano. Pero basta que entren personas aquí para que todo se ponga en movimiento. Desaparecen las trampas viejas y aparecen nuevas. Lugares que eran seguros se hacen intransitables. El camino se pone fácil o complejo hasta lo imposible. Esto es la zona. Quizás parezca caprichosa. Pero ella es tal y como la hace el estado de ánimo del ser humano [...] Pero todo lo que ocurre aquí, no depende de la zona, sino de nosotros.

Observemos como en este punto Stalker nos da ese sentido de la zona como pantalla de proyección (ella es tal y como la hace el estado de ánimo del ser humano [...] todo lo que ocurre aquí, no depende de la zona, sino de nosotros), es decir un límite que la demarca y que nos permite pasar del estado de consciencia dormida en una zona ordinaria a un estado de consciencia despierta en una zona no ordinaria... siempre que queramos ver. No hay duda que la figura de Carlos Castaneda tuvo su influencia en esa concepción. En sus diarios dice Tarkosvky:

He vuelo a leer las Lecciones de don Juan de Castaneda. ¡Es un libro fenomenal! Y muy auténtico, porque 1) el mundo no es para nada tal como lo percibimos, y 2) seguro que puede cambiar en determinadas condiciones. [9]

STALKER (Andrej Tarkovsky, 1979) - PARTE II -: Sobre la naturaleza del camino y del deseo.

PARA VER PARTE I DE STALKER. PULSAR AQUÍ

I. EN CAMINO: SOBRE EL "VER"

La parte II de Stalker entra de lleno en el camino que siguen nuestros protagonistas en la zona para llegar a la habitación de los deseos, y es aquella parte que Joseph Campbell llama el camino de las pruebas y que es introducido por Tarkovsky con una imagen del reflejo del cielo en el fondo del agua de un pozo perturbado por el impacto de una piedra sobre ella... Con esa imagen de las ondas distorsionando el reflejo se oye la voz del Stalker diciendo las siguientes palabras:

Que se cumpla lo previsto, que ellos den crédito y se rían de sus pasiones. Lo que ellos llaman pasiones realmente no es una energía anímica sino un roce entre el alma y el mundo exterior. Lo principal es que crean en sí. Y esten desamparados como niños, porque la debilidad es grande y la fuerza sutil. Cuando el hombre nace su cuerpo es débill y ligero. Cuando muere es fornido y duro. Cuando un árbol crece es tierno y mimbreño, pero cuando su tronco está seco y rígido, se está muriendo. La dureza y la fuerza son satélites de la muerte. La flexibilidad y la debilidad expresan la lozanía de la existencia.. Por eso lo que se ha endurecido no vence.

Veamos una vez más esta mezcla de prédica tipo libro de las revelaciones (Que se cumpla lo previsto) y del taoísmo ( la dialéctica entre lo fuerte y lo débil). De hecho, las palabras de Stalker que empiezan con "Cuando el hombre nace su cuerpo es débil y ligero, etc." corresponden a Lao Tsé y esta anotada en los diarios de Tarkovsky el 28 de diciembre de 1977.

Sin embargo, hay en este texto una reflexión interesante sobre las pasiones cuando las define como "un roce del alma y el mundo exterior". En su documental The pervert's guide to the cinema, Zizek dice: "el deseo es una herida en la realidad". ¿Qué significa esto? Significa que nuestras pasiones y nuestros deseos se inscriben en la realidad distorsionándola.

El reflejo perturbado en el agua: las pasiones... un roce entre el alma y el mundo exterior

Esta relación entre la realidad y el deseo es algo que la imaginería popular y literaria ha resgistrado y que ha inspirado distintos cuentos como la conocida historia de Aladino y la lámpara maravillosa, cuento de origen sirio registrado en Las Mil y una noches, o el famoso cuento de W. W. Jacobs La pata de mono, ambas llevadas al cine y la televisión en distintos formatos y variaciones y que nos vienen a decir simple y llanamente ojo con lo que deseas. O quizá mejor dicho ojo en qué deseas y cómo formulas el deseo. La distorsión entre deseo y realidad se observa especialmente en el cuento de La pata de mono cuando un padre y una madre le piden a ese objeto mágico 200 libras para saldar deudas. El deseo se satisface al cobrar dicha cantidad tras la muerte por accidente laboral de su hijo. Luego, desesperada, la madre le exige al padre que pida a la pata de mono que le devuelva vivo a su hijo... Presionado por la desesperación de la mujer el padre cede y pronto se oyen unos golpes en la puerta. El padre, aterrorizado por lo que aguarda tras la puerta (se entiende que el deseo se satisface devolviendo al hijo no exactamente vivo sino como un no-muerto), pide a la pata de mono que se lleve eso que se ha invocado... Cuando la mujer logra desatrancar la puerta tras ella no hay nadie salvo que "un viento helado entró en la escalera". En otras ocasiones, como en la leyenda de Aladino, el deseo de felicidad es asociado a logros, pertenencias o riquezas en las que el tiempo y la inmadurez del protagonista pronto le desengañan...

A lo que asistimos en esta fase en la zona es a la rigidez de carácter del Profesor y el Escritor. El primero, haciendo caso omiso de las advertencias de Stalker, los deja momentáneamente para ir a buscar una mochila que se ha dejado atrás. Mientras, Stalker y Escritor siguen por la zona atravesando ruinas invadidas por el agua y asistiendo a pequeños "misterios" que muestran la variabilidad espacio-temporal que se da en ella. Sorprendentemente, y tras atravesar la zona de ruinas y agua, encuentran a la salida del tunel que han atravesado al profesor...
Las ruinas y el agua
El papel de las ruinas entre la naturaleza y las aguas es un impacto en la conciencia acerca de la transitoriedad, como dice Antonio Mengs:

La ruina visual dignifica la conciencia. El hombre está más desnudo entre la ruina, su palabra resuena con mayor intensidad. [1]

En un artículo inédito mío y sobre el trabajo con un sueño de un paciente sobre unas ruinas perdidas en el medio de la naturaleza escribía:

El soñante no le confería a ese estado de ruinas un valor negativo, sino que veía en él una restitución de lo humano a la naturaleza, percibía belleza en esa acción de lo natural sobre la construcción humana. Una vez más aparece aquí un claro mensaje de aquello de lo que trata el proceso del yo en lo que lo vincula con la consciencia: la consciencia surge por alejamiento de aquello a lo que luego ha de volver. [2]
,
Después de este episodio de pérdida y recuperación del Profesor, Stalker propone descansar un poco. Asistimos entonces a una discusión de egos entre el Profesor y el Escritor donde cada uno ridiculiza al otro, donde uno ridiculiza el cientifismo de uno, y el otro el supuesto humanisno y psicologia barata del otro. Retirados cada uno en su lugar y ya durmiéndose llega una de las escenas antológicas de la película: el sueño o la visión de Stalker.

- La visión de Stalker.

Esta escena, llamada la escena del apocalipsis, ha sido comentada en multitud de ocasiones y constituye una muestra del más puro Tarkovsky:

La secuencia del apocalipsis tiene lugar justo en la mitad de la película cuando una charca de poca profundidad con objetos dispersos entra en la narración. La aparición de la charca en si representa una dislocación espacio-temporal. Al espectador no se le da ni su ubicación física ni la temporal. El flujo narrativo uniforme se rompe tan pronto como los personajes deciden descansar después de salir del "túnel seco". Alternando blanco y negro y la fotografía en color se lanza una dislocación  en el espacio y el tiempo. Mientras que el Profesor y el Escritor se pelean, el Stalker yace en el suelo, y su ubicación y posición se desplaza de una secuencia a otra. En un momento dado se encuentra situado entre las rocas de un torrente de montaña, y en otro sobre una pequeña "isla" en el área inundada junto a un pastor alemán negro. [3]

Stalker y el perro yaciendo a su lado.
La escena se inicia con el perro acercándose donde Stalker está descansando y sentándose con cuidado a su lado. Este perro, que a partir de este instante estará presente en todo el recorrido, pero que ya ha dejado testimonio de su presencia en los aullidos que oyen nuestros viajeros tan sólo llegar es, como indica en su libro Nariman Skakov, el espíritu indomable de la zona. No olvidemos que, en términos simbólicos, uno de los aspectos del perro es el de psicopompo, es decir, guía del alma de los muertos hacia el Más allá. En todo caso el perro, como guía del Stalker, está relacionado con la visión o sueño que sigue después de otra imagen que nos sugiere la dimensión misteriosa de la zona: la extraña sensación de inestabilidad que produce un agitado torbellino que levanta el polvo en una zona pantanosa. Luego, cambiando en sepia el color de la imagen, sigue la visión de Stalker en la que oímos la voz de la mujer de Stalker recitando unos versículos del Apocalipsis mientras la cámara, lentamente, va enfocando distintos objetos sumergidos en el fondo del agua.
12 Y seguí viendo. Cuando abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto; y el sol se puso negro como un paño de crin, y la luna toda como sangre,
13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte;
14 y el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y todos los montes y las islas furon removidas de sus asientos;
15 y los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes.
16 Y dicen a los montes y las peñas: "caed sobre nosotros" y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de lo cólera del Cordero.
17 Porque ha llegado el Gran día de su cólera y ¿quién podrá sostenerse? (Apocalipsis, 6, 12-17)

Jeringas, objetos metálicos, un acuario con peces, un fragmento del retablo de los "tres árboles" de Rembrant, un arma, un fragmento de Juan el bautista correspondiente al retablo de La adoración del cordero místico de Van Eyck, piezas oxidadas de un reloj... y finalmente la mano del Stalker en contacto con el agua de esa charca. Todas ellas cruzan por la pantalla bajo el fondo del agua de la charca... Imágenes que sumergidas en el agua, sobre el lodo parecen recordarnos los versos de Machado: "Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar". El tiempo todo lo lleva poniendo de relieve la futilidad de las ansias y deseos del ser humano... Glorias y ambiciones que pasan como las imágenes de Tarkovsky, una tras otra, sin finalmente llevarnos a aquello que tan vehementemente perseguimos: la felicidad. Dice Antonio Mengs:

La visión del Stalker es poesía de la matería, de su azar, ni paradigma de lo bello ni todo lo contrario: los distintos objetos que salen al encuentro a la cámara por accidente, naturalezas muertas de un mundo en ruinas (de ahí que toda la secuencia esta rodada en tonalidad sepia) conforman una "estética de la decrepitud"... [4]

La bilis de Cioran lo manifiesta de una manera bien distinta:

La abundancia de soluciones a los aspectos de la existencia solo es igualada por su futilidad. La historia: Manufactura de ideales..., mitología lunática..., frenesí de hordas y de solitarios, rechazo de aceptar la realidad tal cual es, sed mortal de ficciones.

La fuente de nuestros actos reside en una propensión inconsciente a considerarnos el centro, la razón y el resultado del tiempo. Nuestros reflejos y nuestros orgullos transforman en planeta la parcela de carne y conciencia que somos. Si tuviéramos el justo sentido de nuestra posición en el mundo, si comparar fuera inseparable de vivir, la revelación de nuestra ínfima presencia nos aplastaría. Pero vivir es cegarse sobre sus propias dimensiones. [5]

Las imágenes que transcurren lentas, acompañadas por la voz de la mujer recitando los versículos del apocalipsis, hablan también de ello: " y los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes". En Tarkovsky el tiempo transcurre dirigiendo esas futilidades a su inexorable destino: la inutilidad. Una vez más la lucidez biliosa de Cioran pone palabras a ello:

La realidad es una creación de nuestros excesos, de nuestras desmesuras y nuestros desarreglos. Un freno en nuestras palpitaciones: el curso del mundo se hace más lento; sin nuestros ardores, el espacio es de hielo. [6]

La diferencia entre Cioran y Tarkovsky es una palabra denostada por el primero y fuente de sostén del segundo: la esperanza. Siendo necesario precisar que la esperanza en la que se sostiene Tarkovsky es la que se deriva de la fuerza del amor tan expresada en él como sacrificio entendido más como entrega (no el sacrificio victimista) tal y como precise anteriormente (ver Parte I, nota 7). Tras este sueño-visión sigue el despertar de Stalker quien contemplando a los dos hombres cita unas palabras que tienen su origen en los versículos de la Biblia correspondientes al evangelio de Lucas (24, 13-18):

En un mismo día dos, dos de ellos se dirigían a un poblado qu estaba a 60 estadios... y se llamaba... Ellos hablaban entre sí, sobre aquellos acontecimientos. Cuando ellos dialogaba, discurriendo entre sí... El se acercó y avanzó hacia el lado de ellos. Pero los dos se  miraban fijamente, así que no lo reconocieron. El les preguntó ¿Sobre que hablaban ustedes, discurriendo entre sí? ¿Por qué están tan tristes? Uno de ellos en nombre...

Mientras Stalker mira hacia un lugar indefinido y dice estas palabras la cámara enfoca el rostro de Escritor hasta que abre los ojos y luego, lentamente, se desplaza hacia el del Profesor... Son palabras que hablan de ellos y se trata, sin mucha duda, de la dificultad del ser humano para salirse de la estrechez de su  yo y sus concepciones, para ver más allá de sus miopías. Las actitudes que muestran el Escritor y el Profesor son las de mundos encerrados y parapetados tras sus concepciones. Profesor y Escritor son yoes desesperados, y que precisamente por su desesperación estan cerca de que esa rigidez yoica pueda quizá ceder... Parapetados tras su yo no ven, no ven lo que está ante ellos como los dos caminantes de los versículos del evangelio de Lucas, que enfrascados en su discusión y sus razones no aprecian que quien anda con ellos a su lado es Jesús resucitado.

En un mismo día dos, dos de ellos se dirigían a un poblado.

La zona recuerda el mundo de los sueños, un lugar donde nada es lo que parece y donde nada está sujeto a las leyes de la realidad sino a las bien distintas leyes de lo inconsciente. Un mundo en el que hay que querer ver... Y sólo viendo podemos lograr un progresivo esclarecimiento de la conciencia ordinaria, entendida esta como una consciencia restringida y distorsionada. La existencia de los sueños y el testimonio que dan de la dinámica inconsciente pone de relieve que, en un estado como el del sueño (La zona), accedemos a una consciencia que menos distorsionada, se da cuenta y se refleja más la totalidad de nuestro ser. Lo sorprendente es que los sueños dan testimonio de que esta consciencia ya está… De que el espejo que refleja nuestro ser ya es, tan sólo que en lo ordinario está perturbada por la distorsión que la neurosis impone.

II. EN EL MOLINO DE CARNE: CAMINO DE LA VULNERABILIDAD.

Tras el episodio de la visión de Stalker sigue el paso de una especie de túnel llamado "el molino de carne" (aparentemente por los muchos que murieron al atravesarlo). Escritor es el elegido para atravesarlo, aparentemente por un sorteo que Stalker manipula para que sea él quien lo atraviese... El molino de carne nos recuerda que hay momentos en la vida en los que nos hallamos solos ante ciertas circunstancias y situaciones, circunstancias y situaciones que sólo podemos atravesar nosotros mismos... En esta secuencia Escritor se nos muestra en su extrema soledad, esos momentos en la vida en que dependemos de  nosotros mismos y que nos muestran el destino al que la soberbia de nuestro yo nos ha conducido. Al mismo tiempo que esto se experiencia como un gran abismo es una gran oportunidad de pasar de una vida entregada al falso yo a una vida regida en y por el sí mismo.

En el túnel: la soledad y el desamparo.

En la parte I de esta película ya comenté que Stalker es un buen representante del arquetipo del sí mismo y observamos en la película como su "función de acecho" es muy parecida a la función que en los sueños realiza esta figura arquetípica cuando se producen sus manifestaciones... Su función es muy parecida a la que Lao Tzé propone en su Tao te king acerca de la figura del maestro cuando dice:

                                         Así gobierna el sabio,
                                         vacía los corazones y llena los vientres,
                                         debilita las ambiciones y fortalece los huesos,
                                         procura que el pueblo no tenga ambiciones ni deseos,
                                         y cuida que los instruidos no osen actuar.
                                        Practica el No-hacer
                                        y asi todo se arregla. [7]

Algunas traducciones (como es el caso de la versión de Stephen Mitchell) optan por adecuar el texto a la relación del maestro con el discípulo y traducen el texto como sigue:

                                        El Maestro guía
                                        vaciando la mente de las gentes
                                        y llenando sus corazones;
                                       debilitando sus ambiciones
                                        y fortaleciendo su resolución.
                                       Ayuda a las personas a desprenderse
                                       de cuanto saben y cuanto desean
                                       creando confusión
                                       en aquellos que creen saber. [8]

En todo caso, ¿no es esto lo que hace Stalker con sus dos viajeros.? Provoca, trabaja constantemente sobre el Escritor intentando debilitar su ego para que pueda llegar a fortalecer su ser y cuida de que Profesor no ose actuar desde la soberbia de su saber. Stalker sabe algo que es lo que se halla en la profundidad de su sabiduría... A la habitación de los deseos sólo se puede llegar libre de deseos. Sobre todo del concepto de deseo como muy bien lo definió Freud en dos de sus acepciones, deseo como codicia (Wunsch) y deseo como anhelo (begierde). Stalker sabe que ante la habitación de los deseos sólo se puede llegar libre de codicia y de anhelo, libre de pasiones.

Stalker despoja a Escritor de toda defensa como ocurre antes de atrevesar la misteriosa puerta que se halla al final del túnel. Éste presa del miedo saca una pistola de su abrigo... y Stalker le conmina a dejarlo (¿A quién le va a disparar allí? - le grita -)... Un poco más tarde cuando pasa por el lugar donde el revólver esta en el suelo, Stalker lo hunde bajo el agua encharcada en el túnel...

                                         Las armas son instrumentos nefastos,
                                         odiados por todos los seres.
                                         Quien posee un recto SENTIDO
                                         no quiere saber nada de ellas.
                                         [...]

                                         Las armas son instrumentos nefastos
                                         que no convienen al noble.
                                         Sólo las usa cuando no queda más remedio.
                                         Sobre todas las cosas aprecia la calma y la paz. [9]

Y seguidamente llegamos a la escena de la habitación de arena en la que Escritor que, nuevamente desafía las indicaciones de Stalker, sufre una especie de shock, tras el cual se da cuenta de la realidad de su "personaje" y del descalabro de su ser. Recordemos el monólogo del escritor que ya vimos en la parte I al tratar de su personaje.
En la sala de arena
Tras salir de ella Stalker tiene una de esas extrañas intervenciones que le van caracterizando a lo largo de la película. Les recita unos versos a sus viajeros (versos de Arseni Tarkovsky, el padre de Andrej):

                                          El verano ya ha pasado
                                          como si no hubiera habido.
                                          Aun hay calor en lugares soleados
                                          pero eso poco ha sido.

                                          Todo aquello, que cumplirse ha podido,
                                           como una hoja de arce
                                           en mis manos ha caído,
                                           pero eso poco ha sido.

                                           El mal y el bien de la gente
                                           en vano no han desaparecido,
                                           todo ha ardido claramente,
                                           pero eso poco ha sido.

                                           La vida me ha protegido de la muerte,
                                           me ha dado abrigo y me ha defendido,
                                           en verdad que he tenido suerte,
                                           pero eso poco ha sido.

                                           Las ramas no se han rajado,
                                           las hojas no han ardido.
                                           El día, como crisal, fue lavado,
                                           pero eso poco ha sido.

"Pero eso poco ha sido". ¿No es acaso esto el problema del ser humano con el deseo y la realidad? Al ser humano parece que nunca le baste con lo que la vida le ofrece. Como ya dijimos, presa del deseo que se apega a la codicia y el anhelo, el ser humano vive la vida como si algo se le hubiera perdido. Nada nunca parece ser suficiente y una adicción a la instisfacción embarga su propia vida tras la búsqueda de ese "algo" perdido. Parece como si Stalker pusiera en todo este trayecto incidencia en la futilidad del deseo humano y la falacia de ese "algo" perdido... ¿Por qué dirigirse entonces hacia la habitación de los deseos? Antes de llegar a esta habitación y tras una escena donde siguen ocurriendo cosas extrañas como un teléfono que suena entre las ruinas o una bombilla de luz que emite un fuerte resplandor y luego se apaga, Tarkovsky nos ofrece una nueva imagen (dos cadáveres uno frente al otro de los que surge un tallo con sus hojas elevándose hacia arriba) que puede traducirse como "algo debe morir para que la vida continue" o en términos psíquicos "algo debe morir (del yo) para que el camino del ser continue".



III. EN LA ANTESALA DE LA HABITACIÓN DE LOS DESEOS: Sobre la naturaleza del deseo.

Tras la habitación de la arena llegamos finalmente a la antesala de la habitación de los deseos:

Se muy bien que se van a enojar... pero debo decirles que nosotros... nos encontramos en el umbral. Este es el momento más importante de nuestra vida. Ustedes deben saber que aquí se cumple su deseo más recóndito. ¡El más sincero! ¡El más sufrido! No hay que decir nada. Concentrarse y tratar de recordar toda su vida. Cuando el hombre piensa en el pasado él se hace benévolo. Lo principal... lo principal... ¡es creer! Ahora entren...

En el umbral de la habitación de los deseos
Estas palabras son muy interesantes... y en ellas reside la auténtica clave de la habitación de los deseos. Ella no es más que un espejo de la "naturaleza" de esos deseos. "Aquí se cumple su deseo más recóndito. ¡El más sincero! ¡El más sufrido!" ¿Qué significa esto acerca de qué deseo es el que se cumple en esa habitación? Otra frase interesante es: Concentrarse y tratar de recordar toda su vida. Cuando el hombre piensa en el pasado él se hace benévolo. ¿Por qué es necesaria la benevolencia para entrar en ella?

¿Cúal es nuestro deseo más recóndito? ¿Cuál es nuestro deseo más sincero? ¿Cual el más sufrido? ¿Por qué recordar la vida para ponerse benévolo? Recordemos que se dice benévolo (bene: bueno; volo: voluntad)del hombre de buena voluntad, de aquel que desarrolla la comprensión y la simpatía hacia las otras personas. También benévolo se aplica al ser humano que se entrega sin esperar nada a cambio, que hace o actua por su voluntad, y no obligación, con un fin u objetivo bueno. ¿Por qué Stalker parece indicar que la benevolencia es importante al entrar en la habitación de los deseos?

Quizá para ello es necesario recorrer un poco el final de la película. Escritor y Profesor renuncian finalmente a la posibilidad de entrar en esa habitación. Ambos, presa de la desconfianza y el miedo, el primero menospreciando y denigrando a Stalker, temiendo ese aspecto recóndito del deseo que puede cumplirse; el Profesor a través de la lectura que hace del lugar queriendo destruirlo con una mini bomba atómica (que llevaba oculta en la mochila) bajo pensamientos del tipo: ¿Imaginan a Hitler en esa habitación? El miedo que Escritor manifiesta, así como el de Profesor, a pesar de sus diferencias, coinciden en un punto: que se manifieste el deseo como codicia o como anhelo. La habitación de los deseos pone de relieve nuestra verdad psíquica, aquello que nuestros deseos más recónditos también dice que somos, o como dice Escritor:

Aquí se cumple lo que corresponde a tu ente, a tu esencia, de la que no tienes ni siquiere una idea. ¡Más ella está dentro de tí, controlando toda tu vida! [...] Mientras que la conciencia y los tormentos del alma no existen.

En su documental Zizek dice:

El contraste entre Solaris y Stalker es claro. En Solaris , tenemos la máquina del ello, un objeto que realiza nustras pesadillas, deseos, miedos, aun antes que uno pida por ellos.  En Stalker es lo opuesto, una zona donde sus deseos más profundos son realizados, pero con la condición de que uno esta apto para formularlos. Es claro que nunca se está apto para formularlos.

Y es aquí, en este momento, cuando las palabras de Stalker adquieren sentido, cuando la benevolencia que él reclama es la pista... En la visión de Tarkovsky este enfrentamiento con la habitación de los deseos, éste reclamo de benevolencia para entar en ella, quizá tiene que ver con la capacidad para sostener y "ver" nuestra realidad psíquica que va mucho más allá de aquello que creemos que somos. ¿No es acaso esto lo que hacen en muchas ocasiones los sueños, mostrarnos aquello que también somos, pero que nuestro yo se niega a aceptar o simplemente lo ignora? ¿No es por eso que la consciencia ordinaria mantiene habitualmente tanta resistencia hacia ellos: a recordarlos primero, a mantenerlos en la consciencia luego, a intentar "ver" lo que su metáfora dice de nosotros? La benevolencia es posible cuando la acompaña la compasión. Cuando nuestra mirada puede enfrentarse a nuestros deseos más recónditos sin asustarse. Cuando estos responden a nuestra esencia más narcisista: codicia y anhelo. Pero la cuestión final es: ¿son estos de verdad nuestros deseos más recónditos?

IV. EN EL CAMINO: ESPERANZA, AMOR Y DESEO.

Simplificaré desafortunadamente mucho el final de Stalker y los múltiples detalles dignos de atención. Después de la escena de la lluvia, en la que los tres viajeros acaban sentados juntos contemplando la lluvia, la escena se traslada ya fuera de la zona, en la misma taberna de la que partieron... La mujer de Stalker y Monita, su hija, viene a recogerlo y Profesor y Escritor lo observan. En su expresión se nota que algo ha cambiado, que algo de ellos ya ha vuelto distinto del viaje.

Tras volver del viaje
Stalker, que ha traido el perro de la zona, parte con ellos... Cada vez que la cámara enfoca a Monita el color vuelve a la pantalla... Tras acostar a un entristecido Stalker, quien se queja de la dificultad del hombre para creer, asistimos a un monólogo de la mujer de Stalker que parece dirigirse al espectador:
Seguro que ustedes ya comprendieron que él es un simplón. Todos los vecinos se reían de él. Era un lelo, daba lástima. Mi mamá decía: "¡Él es un Stalker, un suicida, siempre está preso! ¡Piensa en como son los hijos de los stalkeros". Y yo, ni siquiera discutía. Yo sabía que eso era así, que es un suicida, siempre está encarcelado y el problema de los niños. Pero ¿qué podía hacer yo? Estaba segura de que lo pasaría bien con él. Aunque sabía que también tendría muchas desgracias. Pero mejor es una felicidad amarga que una vida gris y aburrida. Quizás yo inventé esto después. Entonces el se me acercó y dijo: "Ven conmigo". Fui con él y nunca lo lamenté después. Nunca. Pasé mucha amargura, mucho horror y verguenza, pero nunca me lamenté ni tuve envidia de nadie.Simplemente, así es el destino, la vidas; así somos nosotros.Y si en nuestra vida no hubiera habido pesares, mejor no hubiera sido. Sería peor. Porque entonces, tampococo habría habido felicidad. Ni esperanza.

¿Cuál es el deseo más recóndito? ¿Cuál el más sincero? ¿Cúal el más sufrido? ¿Cuál el deseo al que finalmente por el miedo renuncian ambos viajeros? Kierkegaard decía que mirar hacia al pasado es necesario para andar hacia el futuro... Escritor, Profesor, renuncian a mirar a su pasado, renuncian a hallar la benevolencia, la mirada compasiva hacia ese pasado sin el que es imposible encaminarse al futuro, si bien su alma ya ha quedado tocada, la expresión de sus rostros, la mirada hacia la familia de Stalker así parece mostrárnoslo. Vaya así mi hipótesis... La habitación de los deseos refleja el miedo y la indignidad del ser humano hacia sí mismo disfrazados de soberbia egoica. La libertad intelectual o la libertad política que predican Escritor y Profesor no es más que la fachada que encubre sus miedos y el final rechazo que sienten por sí mismos... por eso no se consideran dignos de entrar en esa habitación, porque sólo consideran que ella les devolvera ese deseo codicioso o anhelante que se oculta en ellos... La mujer de Stalker, sin embargo, nos da el tesoro que es a le vez el más recóndito, el más sincero, el más sufrido: EL DESEO DE SER DIGNO DE AMOR.El amor que ella le da a Stalker que a su vez manifiesta un deseo que aun quizá sea más profundo: EL DESEO DE PODER AMAR. Y es así que el amor matiza el deseo y lo hace menos codicioso y menos anhelante, lo armoniza más con la vida y la hace suficiente. La mujer de Stalker, la más sencilla entre todos es la que sencillamente nos ofrece el tesoro, la esperanza del ser humano: el amor, del que finalmente Zizek, en unas bellas palabras con las que finalizaré la entrada, nos dice:

… lo esencial de la afirmación de que incluso si llegara a tener todo el conocimiento, sin amor no sería nada, no es meramente que con amor, sea algo. Con amor, también soy nada, si así puede decirse, una nada humildemente consciente de sí, una nada que se enriquece por paradoja por el conocimiento mismo de su carencia. Sólo un ser menesteroso, vulnerable es capaz de amor: el misterio final del amor es así que la falta de completitud  es en cierto sentido más alta que la completitud. Por un lado, sólo un ser imperfecto, menesteroso, ama: amamos porque no sabemos todo. [9]

La escena final de la película nos muestra a Monita leyendo y a su voz en off recitando un poema de Fiodor Tiutchev que no hace más que dar vueltas a todo este temática:


Amo tus ojos mi adorada,
con sus fascinantes centelleos,
cuando los alzas de forma inesperada,
y como un relámpago celestial
lanzas alrededor tu mirada.

Pero hay otro encanto aun más intenso:
cuando los ojos bajas pudorosa
en los minutos de un beso apasionado,
y a través de tus pestañas hermosas
sale el fuego de tu ardiente deseo.




Y así la naturaleza del camino de un ser humano es el largo camino hacia el amor y la libertad, un camino sin fin...

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[1] Mengs, Antonio. Stalker, de Andrei Tarkovsky. Libros de cine Rialp, pág. 91
[2] Cardona, Jaume. Sobre el poder de las imágenes del inconsciente.
[3] Skakov, Nariman.  The cinema of Tarkovski. I. B. Tauris. London. pág. 147. La traducción es mía.
[4] Ver nota 1, pág. 90
[5] Cioran, E. M. Breviario de podredumbre. Punto de lectura, pág. 35
[6] Ídem anterior, pág. 49
[7] Tzé, Lao. Tao te King (Versión de Richard Wilhem). Editorial Sirio. Capítulo 3
[8] Tzé, Lao. Tao the King (versión de Stephen Mitchell). Gaia Ediciones.
[9] Slavoj Zizek. El frágil absoluto. Editorial Pre-textos, nro. 579, pág. 190 y 191
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No entendiste la pelicula "Stalker"? Pasá y te explico



Tarkovsky


Hola amigos de taringa! en esta oportunidad les traigo una serie de teorías que circulan acerca de la película "Stalker" de Andrei Tarkovsky, película cargada de profundos mensajes simbólicos y filosóficos que nos obliga a la reflexión e interpretación.


Cine

Sinopsis:


 En rusia existe un lugar llamado "La Zona" , que desde años esta deshabitado y su acceso prohibido. El origen de "La Zona" parece haber sido un meteorito que cayó sobre el lugar y del que se dice que en su interior se encuentra una habitación que puede conceder deseos a todo el que quiera ingresar. Para añadir aún mas el carácter misterioso de "La Zona", ésta se encuentra custodiada por Militares fuertemente armados. Por lo tanto el que desee ingresar deberá contactarse con un "Stalker" cuyo trabajo consiste en guiar y enseñar a los curiosos sobre "La Zona".
  
stalke

                     Análisis filosófico de la película. 

I. EL CINE COMO REFLEXIÓN FILOSÓFICA. 

Partiendo del relato Partida de recreo en el campo de los hermanos Arcadi y Boris Strugatsiki, Stalker narra la historia de un viaje de ida y vuelta realizado por tres personas: el guía -Stalker- , el escritor y el profesor. Su meta es llegar a la Zona, un lugar repleto tanto de trampas como de sortilegios, donde según dicen, hay una habitación sagrada donde los hombres pueden ver satisfechos sus deseos más íntimos. Pero éste viaje físico llevará a los protagonistas a realizar otro viaje paralelo al interior de sus almas, donde lucharán con ellos mismos. Un viaje interior que el realizador ruso no expone en vano, sino reivindicando el carácter filosófico del film, que pretende, tomando la ciencia ficción como motivo de partida, realizar una reflexión sobre la vida misma y la situación espiritual de los seres humanos en ella. Para ello Tarkovski intenta “prescindir de manierismos, buscando una representación simple, carente de artificios, donde no se produzcan saltos temporales y el plano marque el transcurso del tiempo, de tal forma que el montaje sólo indique la continuación de los hechos” (1). 
Así trata de dar la impresión de que la historia se narra en un solo plano, respetando el curso real de ésta. Por elloen el film se recurre con frecuencia a los planos secuencia y planos largos de carácter contemplativo, de tal longitud que con 141 planos se cubren los 161 minutos del montaje definitivo. El objetivo, representar la naturaleza poética del cine. 

Stalker pretende “animar a la reflexión sobre los valores humanos y eternos que residen en el ser humano, ya que el hombre los ignora frecuentemente prefiriendo ir a la caza de ídolos engañosos. Sin embargo es su capacidad de amar lo que puede dar sentido a su existencia”. (2) Para Tarkovski -y tal como vemos en el film-, las crisis interiores de los individuos no son sino referencias de seguir el buen camino, pues en ellas se busca reencontrarse con el propio yo. Aquel que entra en un estado así es aquel que se plantea problemas espirituales que pueden llevarlo a comprender y asumir la función de uno mismo en cada una de sus acciones, respetando y comprendiendo los verdaderos y más hondos valores de la vida. 

Los tres protagonistas de Stalker sufren una crisis existencial que no saben resolver. El escritor es un hombre que ha perdido la inspiración y la fe en su trabajo, harto de un mundo lleno de reglas y dogmas que, valga la redundancia, acaban despersonalizando a las personas. Intenta mantener su fe en el arte, pero la sociedad lo arrastra a frustrarse en su intento. Un ejemplo de la contrariedad que siente consigo mismo durante el viaje, es este pasaje: “Mi conciencia es vegetariana; quiere conquistar el mundo. Y mi subconsciente anhela un trozo de carne jugosa. Pero, ¿qué quiero yo?". 
De un modo parecido, el profesor ansía encontrar alguna cosa en la vida que carezca de explicación científica. En caso de encontrar un lugar donde se hagan realidad los sueños de las personas, siente el deber de destruirlo para que no recurran a él personas desalmadas cuyos propósitos puedan acabar con el mundo. 

No entendiste la pelicula "Stalker"? Pasá y te explico

Ambos sufren al no encontrar la felicidad. Viven una vida tortuosa donde la función que realizan cotidianamente ha perdido todo su sentido. En sus adentros encuentran demasiadas cosas por resolver y se sienten perdidos. Porello, el viaje supone para ellos una lucha interior en busca de respuestas que sólo residen en sí mismos. Esto provoca que en el momento final del viaje, cuando se encuentran ante el umbral de la habitación, reflexionen sobre la historia que anteriormente les contó Stalker. Dikoobras, un antiguo Stalker, entró en la habitación sagrada con la intención de resucitar a su hermano muerto. A su salida se volvió extremadamente rico. En ese momento se dio cuenta de que el deseo más sincero que escondía en su interior no era resucitar a su hermano, realmente no era su razón de ser; sino que sólo quería convencerse de ello. Cegado por esta contradicción espiritual, Dikoobras no pudo soportar reconocerse como un ser avaricioso y codicioso y se ahorcó. Es por esto que en el momento de decidirse a entrar en la habitación, todos sienten miedo, porque sienten que les puede ocurrir lo mismo que a Dikoobras. Son conscientes de que a pesar de haber superado las trampas del camino, sus almas aún encierran elementos oscuros. 

Este es el momento en que Stalker sufre el duro golpe de reconocerse como fracasado. Comienza marcadamente su dilema existencial. Por ver que el escritor siente vergüenza de explicar cuales son las cosas horribles que ha realizado en su vida y miedo de ver reconocidas sus pulsiones impuras. Por ver que el profesor se propone hacer estallar la habitación en pos de evitar posibles males mayores a la humanidad. 
Stalker es un hombre que vive por y para la Zona, un idealista que lucha por mantener los valores espirituales. Un hombre capaz de abandonar a su familia por seguir su función en la vida, lo cual provoca, fruto de las radiaciones, que su hija sufra mutaciones. No es extraño que ante la reacción de sus acompañantes, se derrumbe. Ve como poco a poco se despedaza su vida, entregada a ayudar a los desventurados a reencontrarse con la fe. Se siente fuertemente frustrado al darse cuenta que ya nadie lo necesita. Toda la humanidad ha olvidado la importancia de creer en algo. 

No obstante, Tarkovski trata de poner el contrapunto a las conclusiones de sus personajes. Aparece entonces la figura de la mujer del Stalker, quien da una lección espiritual a los viajeros. Sentada, dirigiéndose a la cámara fumando un cigarrillo, parece dirigirse tanto al espectador como a los viajantes que pudieran permanecer en escena fuera de campo. Es el momento en que cuenta su historia, y con ello, su verdad. Su madre le decía que unStalker siempre sería un prisionero, que era mejor separarse de él. Pero ella luchó por su marido y por su vida. “He aceptado mi destino y por eso no envidio a nadie. Sin adversidades no podríamos ser mejores. Sin esto no existiría la felicidad. Es mejor una felicidad amarga que una vida gris”. Por lo tanto, la mujer es quien abre una vía reflexiva que intenta salir de las penumbras en las que se han sumergido los tres hombres durante y tras su viaje. Una vía abierta que se personifica en la figura de la hija con ciertos poderes paranormales. Una niña que en ningún momento participa del diálogo, aunque aporta un giro en la reflexión realizada en el film que no podrían explicar ni mil palabras. En el último plano, la niña, postrada sobre la mesa, consigue mover unos vasos con la mente mientras escuchamos el Himno de la alegría. Se produce el momento revelador, de nueva creencia en la humanidad. El avance de un cambio generacional que tal vez crea de nuevo en los verdaderos valores de la vida. 


II. LA EXPRESIÓN DEL COLOR. 


Tarkovski decide enfatizar todavía más estas relaciones emocionales que sienten los protagonistas y que son conducidas por la figura del Stalker. Mediante la alternancia del uso del color y los tonos sepia potencia la expresión de la duda existencial, remarca dentro del discurso los estados en que se mantiene la esperanza y la fe y en los que el mundo es una trampa ante la cual toda la humanidad ha sucumbido. De este modo se asocia la creencia con los colores vivos, utilizando los tonos sepia para representar la desventura. El film se abre en color sepia hasta la llegada a la Zona, donde hay un cambio a color. Lo mismo ocurre con los valores invertidos, en la salida de la Zona. No obstante, dentro de ella hay dos momentos en que no se cumple esta regla. El primero, en un momento de ensoñación de los personajes, la imagen se torna sepia como representación de la lucha que mantienen con sus propios miedos -momento en que aparece el perro-. El segundo, en un plano secuencia de grandísima belleza, en que los tres viajeros se encuentran sentados en el agua, derrotados. La cámara se aleja de ellos con gran lentitud para conseguir un gran angular. La luz cambia paulatinamente pasando a convertir los colores en sepia, para al poco iniciar de nuevo el cambio cromático hacia los tonos verdosos y azulados. Sin embargo, en las últimas escenas del film -donde la imagen es color sepia, al transcurrir fuera de la Zona- se produce el efecto contrario. El color acompaña las dos escenas que protagoniza la hija de Stalker, simbolizando en medio de ese “mundo perdido”, el último halo de esperanza. 


analisis 

III. LA ZONA. 


La Zona es un lugar donde según las declaraciones del Profesor Wallace se produjo una brutal explosión veinte años atrás arrasando una extensión de un kilómetro cuadrado. (3) Las autoridades declararon que el causante fue un gran meteorito que expandió sus radiaciones por todo el lugar. Por ello, acordonaron el terreno y mandaron al ejército a investigar. Pero los soldados nunca volvieron. Esto sembró el pánico y se prohibió la entrada a la Zona, ahora acordonada por la policía. En los alrededores comenzaron a surgir historias fantásticas y leyendas entre las que se barajaba la idea de que en su interior había una habitación mágica donde los deseos se cumplían. Pero sólo los Stalkers conocían los secretos del camino hasta ella, al parecer lleno de trampas. Así fue como las personas que habían perdido la esperanza buscaban la ayuda de un Stalker  para realizar el camino hacia dicha habitación sagrada. 

Topográficamente la Zona es un terreno pantanoso atravesado por un río donde se mantienen las ruinas de algunos edificios y los restos de los tanques del ejército. Un vasto terreno verdoso donde reinan el agua y la vegetación, entre los cuales se esconde una cámara subterránea que lleva a la habitación sagrada. Además es un lugar prohibido, donde no entra nadie, fuera de la dominación del “gran ojo” que todo lo ve. Por ello y a su vez, la entrada en ella supone para Stalker una liberación. En cuanto llegan a la Zona, Stalker se separa de sus acompañantes para encontrarse a solas con ella. Tumbado en el suelo, se retoza en la hierba expresando alivio, como quien vuelve a casa tras largo periodo de ausencia. No obstante, es consciente de los peligros que encierra el lugar. En él deben ir trazando el camino como quien mueve figura en un juego de mesa. No son pocos los peligros que los acechan hasta llegar a la habitación sagrada. No se puede avanzar en línea recta ni volver atrás. Cada paso es una prueba que hay que superar. Por ello, en un momento en que el escritor zarandea la rama de un pequeño árbol, Stalker le grita: “no lo toque, éste no es un lugar para paseos ociosos. La zona quiere que se le respete, si no lo hacemos nos castigará”. Entonces, se plantea la gran pregunta, ¿qué representa la zona? ¿cuál es el simbolismo que encierra? Tarkovski responde que no se le debe atribuir simbología alguna. La Zona es la vida misma. Un camino lleno de pruebas y trampas que se deben superar luchando contra las adversidades, pero sobre todo, luchando con uno mismo. Trazando cada paso con fe y rigor, para llegar al final del camino -equivalente al umbral de la habitación- despojado de toda contaminación del alma y en armonía con el yo interior. 


IV. LA REPRESENTACIÓN DEL ESPACIO. 



Tarkovski establece un estrecho vínculo entre los personajes y el paisaje. En la Zona, el espacio aparece potenciado continuamente y con dos finalidades. Por un lado el espectador tiene la sensación de que los personajes están perdidos en la inmensidad, sensación que se consigue por medio de la proliferación de planos estáticos y generales. Crea una especie de espacio teatral, abierto, que guarda la distancia con aquel que lo ve. En ocasiones, dentro de estos planos generales, cuando los personajes discuten entre ellos es difícil apreciar quién es el que habla. El espectador debe hacer un esfuerzo. Incluso en muchas ocasiones el que escucha -el receptor- se mantiene fuera del cuadro. Y es con todo ello que el espectador siente cierta tensión respecto a la inquietud que crea la inmensidad del espacio así como a la comunicación poco fluida entre personas. 


No obstante, en contraposición, se realiza un largo repertorio de primeros planos y planos detalle, que consiguen reducir ese infinito a algo personal, al interior de los protagonistas, a su lucha constante y personal. En este caso se nos muestra tanto la expresión del rostro del que habla – que en la mayoría de ocasiones reflexiona en voz alta, sin llegar a comunicarse con el resto-, como detalles de objetos sumergidos en el agua (5), bien sean armas, jeringuillas, fotografías, cajas, monedas, etc., lo cual nos muestra un ojo selectivo que nos enseña lo que quiere relacionar. 
Con todo, observamos una autonomía en el movimiento. Es decir, los personajes tienden a entrar y salir del cuadro, se toman esa libertad. Se relacionan con el espacio, deambulan por él. E incluso, por otra parte, la mayoría de los planos fijos del film, no lo son. La cámara se desliza sigilosamente, ya sea por medio del zoom óptico o por medio de travellings horizontales, de tal modo que igualmente queda enfatizada en todo momento la quietud del espacio, aunque el movimiento no cese.
 

Tarkovsky
Tarkovski no sólo nos ofrece un estrecho vínculo entre los personajes y el paisaje exterior natural, sino también con los interiores. Éstos son tratados de un modo pictórico. La ubicación de los personajes dentro de cuadro y los puntos de fuga así lo denotan. Es éste un patrón que se seguirá a lo largo de toda la película. Un ejemplo claro es, en la apertura de la misma, un plano secuencia que transcurre en un apeadero. La imagen compuesta de tonalidades sepia fuertemente contrastadas contiene una textura rugosa casi palpable. Los protagonistas quedan agrupados en el extremo izquierdo del encuadre, mientras que en el derecho se coloca el dueño del lugar. El punto de fuga viene del centro, de una puerta que luego se cierra. El contraste tonal es oscuro y el plano es de gran profundidad, lo cual crea un ambiente pesado, sórdido, pero a su vez, unos pequeños puntos de luz dan un matiz misterioso y dramático a la escena.  
Otra escena de gran belleza visual y connotada influencia pictórica es aquella en la que los personajes se encuentran dentro de una habitación reflexionando, justo ante el umbral de la habitación sagrada. En ella la composición se divide en dos planos. El primero, donde no ocurre nada, nos muestra el muro de entrada al habitáculo. El segundo a los personajes dentro de él -entrando y saliendo de campo-, vistos tan solo a través del pequeño espacio que nos ofrece la puerta. Se nos muestra un juego de espacios en su profundidad, de un modo que nos hace recordar los interiores conectados por puertas abiertas de Vermeer o Hammershoi. En todo caso, el realizador se decanta por ambientes sobrios y dramáticos, muy a menudo pesados, donde no obstante, nunca deja de lado la armonía compositiva. 

V
. ELEMENTOS BÍBLICOS Y SÍMBOLOS. 


Aunque Andrei Tarkovski siempre declaró no ser creyente, son indudables los paralelismos de los elementos del film con algunos motivos religiosos. El realizador, afirma que el tema central del film son los valores humanos, los cuales vincula íntimamente a la fe. Aunque esta fe no debe entenderse forzosamente como religiosa, es evidente su paralelismo con la fe cristiana, y principalmente respecto a la figura del Stalker. Éste, no es sino un guía espiritual. Alguien que ha sacrificado todo en su vida por reconducir hacia la fe a aquellos que han perdido toda esperanza. Para ello ha sacrificado varios trabajos y ha pasado largas temporadas en la cárcel. Además, cada vez que emprende su viaje hacia la Zona debe abandonar a su mujer y a su hija -sobre la que además siente la culpa de haberle causado mutaciones- , sin saber con seguridad si las volverá a ver. Sus pasos en la vida son, en definitiva, como autoflagelaciones. Sin pasar por ese sufrimiento no le es posible sobrevivir, pues no podría dejar de ser unStalker. Es por ello que en su regreso de la Zona trae consigo al perro, que simboliza a ésta, la cual siempre lo acompañará.

Sin embargo, la referencia bíblica más clara es la corona de espinas que aparece en el umbral de la habitación sagrada. El escritor la coge y se la coloca en la cabeza. Tras un largo camino de sufrimiento y aprendizaje -equivalente al de Cristo-, cruzar el umbral de la habitación supone el final, pero también el comienzo -como una resurrección-. 
Por último, queda el milagro, la esperanza como decíamos, personificada en la figura de la niña mutante. Tocada por la Zona, portadora de forma innata de sus secretos, representa el punto de luz que ha de crecer en la noche eterna. 



Cine 

Y con eso he acabado; Espero que les haya gustado, y les recomiendo investigar  
más sobre las películas de Tarkovsky valen la pena verlas.




stalke 


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