Marlene Dietrich uno de los grandes mitos del siglo XX.


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Marlene Dietrich en un fotograma de “El ángel azul”.
Marlene Dietrich en un fotograma de “El ángel azul”.

El 27 de diciembre de 1901 nacía en Berlín Marie Magdalene von Losch, quien desde 1919 –cuando comenzó su carrera artística (primero como cantante de cabaret, después como actriz y cantante)– pasó a llamarse Marlene Dietrich y se convirtió en uno de los grandes mitos del siglo XX.

Margo Lion y Marlene Dietrich interpretando “Wenn die beste Freundin” (1928).
Margo Lion y Marlene Dietrich interpretando “Wenn die beste Freundin” (1928).

Estudió violín en la Academia de Música de Berlín y después en la Max-Reinhardt-Schule, prestigiosa escuela de teatro fundada por este gran director austriaco en 1905. Fue en su teatro precisamente que protagonizó el primer papel que hizo que su nombre empezara a ser conocido. Sucedió en 1928, cuando se estrenó la revista Es liegt in der Luft  (Está en el aire), que Marcellus Schiffer había escrito para su esposa, Margo Lion, con música de Mischa Spoliansky. Margo Lion ya gozaba de cierta popularidad, pero la canción que interpretaban ambas “Wenn die beste Freundin” (algo así como Cuando la mejor amiga…) elevó aún más la notoriedad de Margo y aúpo a Marlene. “Hoy en vez de amantes, tenemos novias”, cantaban a dúo, mostrándose insatisfechas con sus maridos e intimando entre ellas a medida que avanzaba la canción. Escuchamos la grabación original de 1928 de Margo Lion y Marlene Dietrich en este vídeo con imágenes de ambas.
Marlene_Dietrich_actrice_der_blaue_engel_l-ange-bleu_sternberg_film_1930Fue así que Josef von Sternberg se fijó en esta joven que empezaba, que ya había hecho algún papel secundario y se prodigaba en los cabarets pero todavía era casi una desconocida. En 1929 le ofreció el papel que la elevaría al estrellato: la Lola de El ángel azul (Der blaue Engel). Cuando se estrenó la película en 1930, una ola de sensualidad y erotismo invadió las pantallas de los cines en los que se proyectó. Pocos espectadores estaban acostumbrados a ver aquellos muslos al aire que con tanta voluptuosidad exhibía Marlene. Ciertamente, su personaje era perfecto, lo que sin duda hay que atribuirlo no solo a sus dotes artísticas sino también a la gran labor que hizo ese enorme director norteamericano de origen austriaco que fue Von Sternberg. Tampoco, ni mucho menos, fue ajena la música, de ese genio –así lo definió la propia Dietrich– que fue Friedrich Hollaender. Creo que es este –no me atrevo a asegurarlo– quien la acompaña al piano en esta prueba del casting realizado para protagonizar la película.
“Soy Lola la descarada, la niña mimada, y tengo en casa una pianola. Soy la pícara Lola, los hombres me adoran, pero nadie toca mi pianola”, canta nuestra protagonista en la famosa canción “Ich bin die Fesche Lola” (Soy Lola la descarada), que escuchamos en su grabación original en un vídeo con imágenes de El ángel azul, pues la secuencia de la película sí figura en Youtube pero no se puede insertar.
También a El ángel azul corresponde la siguiente secuencia en la que Dietrich interpreta otra canción de Hollaender: “Ich bin von Kopf bis Fuß auf Liebe eingestellt” (Hecha para el amor de la cabeza a los pies).
El mito estaba creado. “La energía sexual que despertaba la actriz provocó ríos de tinta desde su irrupción en la pantalla. Fascinado con su misterio, Max Brod, legendario amigo y editor de Kafka, dijo de ella: ‘Levanta el muslo, muy quieta, de manera casi pasajera, como sin querer, y ese único movimiento equivale a una orgía entera’.” (Elsa Fernández-Santos, “Marlene Dietrich, biografía de juventud”, El País, 2 de agosto de 2014).
De 1930 es también Peter, Peter, magnífica canción con texto de Friedrich Hollaender  y música de Rudolf Nelson que escuchamos otra vez en la grabación original de los años 30 del siglo pasado en un vídeo con imágenes de la cantante y actriz.

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Marlene Dietrich en “El expreso de Shanghai” (izquierda) y en “La Venus rubia” (derecha).

Ese año, 1930, tras el éxito de El ángel azul, marchó a Hollywood, donde Josef von Sternberg la convirtió en uno de los grandes mitos eróticos del star-system. Juntos trabajaron en Marruecos (1930, Morocco), El expreso de Shanghai (1932, Shanghai Express), La Venus rubia (1932, Blonde Venus), El diablo era mujer (1935, The Devil is a Woman) y otros filmes. También intervino en Angel (1937), Berlín Occidente (1948, A Foreign Affair, de Billy Wilder), Pánico en la escena (1950, Stage Fright, de Alfred Hitchcock), Sed de mal (1958, Touch of Evil, de Orson Welles), Vencedores o vencidos (1961, Judgement at Nuremberg, de Stanley Kramer), entre otras películas.

Marlene Dietrich en Nueva York (1942).
Marlene Dietrich en Nueva York (1942).

Marlene no regresó a Berlín mientras los nazis se mantuvieron el poder y se nacionalizó estadounidense en 1937. Durante la Segunda Guerra Mundial actuó para las tropas norteamericanas. Entre su repertorio figuraba una famosa canción alemana compuesta por Norbert Schultze en 1938 con la letra de un poema escrito por el novelista, poeta y dramaturgo alemán Hans Leip en 1915, durante la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, no fue publicado hasta 1937 y fue un año después que Schultze le puso música. Nacía así Lili Marleen.  Lili trabajaba en una verdulería mientras que Marleen era enfermera. Al joven Leip le gustaban las dos, a cual más. Decidió titular el poema –una historia de amor al tiempo que una triste despedida, pues debía partir hacia el frente– con el nombre de ambas. En un principio, los nazis prohibieron la canción, que había grabado en 1939 la cantante alemana Lale Andersen. Pero en 1941, al capitular de Yugoslavia, los alemanes se hicieron con Radio Belgrado y la canción siguió sonando hasta el punto que se convirtió en una de las favoritas de los soldados germanos. En 1944 apareció la versión en inglés y entre los aliados se volvió tan popular como entre sus enemigos. Todos la cantaban, cada uno en su idioma. Aunque Marlene Dietrich la grabó en 1945, la interpretación que de la misma hace en el siguiente vídeo es de mediados de la década de 1960.
Como decíamos, Marlene no volvió a Alemania hasta que finalizó la guerra. Entonces, en agosto de 1945, regresó a su ciudad natal convertida ya en mito viviente y cantó In the ruins of Berlin, otra canción de Hollaender que después se incorporaría a la banda sonora de la película de Billy Wilder Berlín Occidente (1948). “En medio de las ruinas de Berlín / los árboles florecen (…) / No volverán los fantasmas del pasado, / una nueva primavera comienza”. Escuchamos el tema por Marlene en este vídeo en el que se aprecia cómo quedó Berlín inmediatamente después de que las tropas soviéticas consiguieran entrar en la ciudad en mayo de 1945.
Hablábamos de Berlín Occidente (A Foreign Affair), película que dirigió Billy Wilder –austriaco que en nada más llegar los nazis al poder se exilió (primero en París, luego en Estados Unidos) dado que era judío (su madre murió en Auschwitz)–, con música de Hollaender –otro judío que se vio obligado a huir en 1933 y se refugió en Estados Unidos– y protagonizada por Dietrich. Vamos con una secuencia de la misma en que la actriz y cantante interpreta el tema de Hollaender –al que vemos al piano– “Black Market”. Hay un gesto de Marlene, cuando manda callar al público y que comience la orquesta, que a nuestro juicio revela como pocos la personalidad de esta artista prototipo de femme fatale.
Aunque no eran películas musicales las que protagonizó, en la mayoría aparecía cantando. Es el caso de Pánico en la escena (1950, Stage Fright), de Alfred Hitchcock, donde interpretaba entre otros temas, esta hermosa canción de Cole Porter: “The Laziest Gal in Town”.
En esta película interpretaba también La vie en rose, si bien el vídeo que incluimos corresponde a una actuación suya en Estocolmo (Suecia) de 1963.

Marlene Dietrich en un descanso durante una de las sesiones de grabación en los estudios de Columbia Records (Nueva York 1952). Fotografía de Eve Arnold©.
Marlene Dietrich en descanso durante una de las sesiones de grabación en los estudios de Columbia Records (Nueva York 1952). Fotografía de Eve Arnold ©

A principios de la década de 1950 retomó su faceta como cantante llevando a cabo varias giras internacionales que incluía canciones de sus tiempos en el Berlín de Weimar y canciones de sus películas. Intervino también en la película de Stanley Kramer Vencedores o vencidos (1961, El juicio de Núremberg en Latinoamérica). Grabó también varios álbumes con las discográficas Decca y Caolumbia Records.
En 1974 se rompió una pierna durante una actuación y abandonó los escenarios. Su última aparición en el cine fue un breve papel en la película de David Hemmings estrenada en 1979 Gigoló (Just A Gigolo), película en la que interpretaba la canción Just A Gigolo, adaptación al inglés por Irving Caesar de la canción austriaca Schöner Gigolo, armer Gigolo que compusieron en 1928 Leonello Casucci y Julius Brammer. Veámosla.
Con su cálida voz de contralto y su belleza reservada y ausente, creó un nuevo estilo de mujer que desde entonces ha sido frecuentemente imitado en el cine. Tras más de una década de vivir totalmente aparatada en París –ni siquiera se dejó ver en público– falleció en la capital de Francia el 6 de mayo de 1992.


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