12 de diciembre de 2008
Después de siete nominaciones, Al Pacino (1940) pudo obtener el ansiado premio Oscar por su papel en "Scent of a woman" (Perfume de mujer) en 1992. Al año siguiente se puso a las órdenes del director Brian De Palma (1940) para interpretar a Carlito Brigante -un ex traficante de drogas que sale de prisión después de cinco años y trata de recomponer su vida- en "Carlito's Way", una película basada en dos novelas policiales escritas por el juez y novelista neoyorquino Edwin Torres (1931). Allí retomó el tipo de personaje que lo hizo famoso en "The Godfather" (El Padrino) de Francis Ford Coppola (1939) y que le dio un gran éxito en "Scarface", también de De Palma. El actor de "Serpico" y "Dog day afternoon" (Tarde de perros) de Sidney Lumet (1924), y "Scarecrow" (Espantapájaros) de Jerry Schatzberg (1927) entre otras, concedió la siguiente entrevista al periodista Diego Lerer unos días antes del estreno en la Argentina de "Carlito's Way", su vigésimo filme. La nota apareció en el nº 105 de "La Maga" del 19 de enero de 1994.
¿Por qué quiso hacer este papel que, de alguna manera, es una repetición de "Scarface"?
Es una pregunta simple... déjame pensar... debería poder contestar eso, ¿no? Veamos. "Carlito's Way", 1993. Marty Bregman, yo, "Scarface", Oliver Stone, Brian De Palma. Eh... Pensé que era un personaje interesante de interpretar. Me encantaron los libros de Eddie Torres. El me los dio allá por 1978 y yo recuerdo haberlos leído entonces y decir que sería interesante hacer un filme con ellos. Esto es mucho antes de haber hecho "Scarface". Pasó mucho tiempo hasta que pudieron hacer un buen guión de esos libros, y la versión que me dieron a leer me gustó. Además, estaba De Palma y acepté hacerla.
Seguramente usted sabe que la película "Frida" tuvo problemas porque la actriz no era latina. ¿Cómo cree que los actores latinos deben sentirse cuando usted hace de cubano, como en "Scarface", o de portorriqueño, en "Carlito's Way"?
Mi pensamiento es que, básicamente, cualquier actor puede interpretar cualquier papel. Como los músicos: nadie se fija de qué color sos si vas a tocar determinada pieza. Debería ser algo abierto para todos. Mientras no se ofenda a nadie. Es verdad, hay muchos actores latinos que podrían interpretar este papel o cualquier papel. Podrían hacer de italianos o de irlandeses.
En todos estos años, ¿qué ha hecho para mejorar su nivel de actuación?
Creo que uno mejora si se mantiene abierto a cada nuevo personaje, si mantiene el entusiasmo de cuando era más joven. Creo que cada papel es como comenzar todo de nuevo. Después de un tiempo, uno desarrolla una suerte de técnica pero hay que tener cuidado con eso porque a veces se empieza a notar la técnica en la performance. Hace falta pasión.
Este personaje, Carlito, ¿es una mezcla de Torres y otras personas que ha conocido?
Sí... y otros personajes también. Fui a Harlem a conocer a algunos latinos que viven allí porque los personajes del libro son del East Harlem, Spanish Harlem. También conocí a este tipo de personas en mi adolescencia en el South Bronx. Pero, principalmente, me inspiré en el juez Torres. Es un tipo muy complicado y a la vez muy interesante.
¿Qué hay de cierto en aquello de que usted permanecía las veinticuatro horas del día metido en el papel?
Por favor... Uno trabaja, hace lo que tiene que hacer. Cuando el trabajo termina soy esta persona que usted ve. Debe ser por eso que actúo...
¿Cuáles son las cualidades únicas de este personaje? Porque se parece mucho a otros que usted interpretó como Michael Corleone, que quería reformarse y salir de la vida de violencia pero el destino no se lo permitía.
Sí. Yo quisiera abandonar la actuación y dedicarme a conducir "talk shows" por la noche, pero me presionan para que siga... Es una historia antigua, clásica. Creo que lo que De Palma tenía en mente era ver las reacciones de este personaje que tiene una segunda oportunidad en la vida. Este hombre creía que iba a estar treinta años en la cárcel y de golpe está afuera y eso lo afecta y lo hace contemplar la vida de otra manera. El viaje de Michael es diferente, fue calculado. El no estuvo en la cárcel. El siempre quiso tornar legítima a la familia. Esa era la ética de los Corleone. Carlito sabe que está en una calle de una sola vía y espera que la mujer y tener una familia le permitan salir de eso.
¿Por qué cree que al público le fascinan los gángsters?
Porque sus vidas están siempre al borde, son dramáticas al extremo. Por eso hay tantos programas de televisión con policías y westerns. En sus vidas todos los días hay un riesgo. La vida y la muerte a diario.
De Palma tiene preferencia por complicadas posiciones de cámara, ¿de qué manera eso afecta en su actuación?
A veces se hace complicado, porque cuando la posición de la cámara es la correcta lo tuyo no sale bien, y viceversa. De vez en cuando te crispa un poco los nervios, pero se supera. Hay que entender el sentido de estos movimientos. El hizo una larga toma como de cinco minutos y yo me preguntaba, mientras él "coreografiaba" la escena por semanas, "¿Por qué no lo hace con cortes?". "Hey, Brian, te acordás de Griffith, el que descubrió los cortes?". Pero cuando ves la película te das cuenta del sentido. Cuando yo lo vi ni me di cuenta que no había un corte por cinco minutos. No creo que sólo sea una cuestión de mostrar su talento.
¿Cómo fue trabajar con Sean Penn? Es el tipo de actor al que le pasaría la posta...
El está metido en lo que hace, completamente en la película. Es terriblemente dado y generoso y no me alcanzan las palabras para decir la gran experiencia de aprendizaje que fue para mí actuar con él. También es un gran guionista y es muy inteligente. Espero poder hacer otra película con él. Su forma de construir su personaje es muy privada.
Alguna vez dijo que no le gustaba ver sus películas. ¿Es eso verdad y por qué?
Ya las hice una vez y no me gusta volver a verlas tiempo después. Es raro. Es como si no estuvieras ahí. Además, yo casi no veo películas. ¿Por qué habría de ver las mías?
Siendo una persona tímida, ¿cómo se siente ser una estrella de cine?
Siempre traté de evitar esa cosa de celebridad y trato de pensarme como un actor. Me cuesta a veces entender mi estatus de celebridad, porque me enfoco tanto en mi trabajo, en lo que hago, que trato de mantener una perspectiva distante de todo eso. No trato de negarlo, sé que existe y me gusta citar a Lee Strasberg que decía: "Simplemente hay que tratar de adaptarse". Y creo que es así.
¿Cómo han cambiado sus prioridades desde que es padre?
Hace poco casi me pisa un auto en Londres y creo que lo primero que pensé es: "No puedo morirme, tengo una hija". Eso es lo primero que tenés en la cabeza y es algo que no tenía antes y que me cambió la vida.
En "Perfume de mujer" interpreta a un abuelo. ¿Cómo se compara eso con hacer papeles sexies o románticos?
Hay dos formas de trabajar. En algunas películas vos estás envuelto en la preparación. En la otra, es porque un director te lo pide. En "Perfume..." el pedido fue de Marty Brest, que dijo que me veía a mí en ese papel. Es como ese papel que hice en "Dick Tracy". Es bueno tener la posibilidad de hacer algo poco habitual en uno. Uno encara el trabajo de la misma manera, no hay diferencias. Recuerdo cuando trabajé con Marlon Brando en "El Padrino" y él era joven para el papel. Me acuerdo haber estado al lado de él y ver que no era el mismo que entró en el set, estaba trasformado.
Quitándole todo lo que respecta a la fama y a la publicidad, ¿qué es lo que más le gusta de su profesión?
Creo que es el hecho de que interpretás un papel y sabés adonde vas y quién sos. Sabés lo que te pasó y lo que te va a pasar. Es divertido, la vida no es así. Los actores somos instrumentos. Los actores, por lo general, somos tímidos y esa es una de las razones por las que actuamos. Otros son actores porque tienen algo para decir y sienten que es un medio para hacerlo.
¿Es verdad que va a producir y dirigir un documental?
Eso es lo que estoy haciendo ahora. Estoy dirigiendo y actuando en él. Es un experimento, es difícil de describir. Llevo casi un año con eso y va a tomar otro año o dos. Es una suerte de exploración.
En su primera nominación para el Oscar, usted dijo después que pedía por favor no ganarlo. ¿El año pasado sintió lo mismo?
Esas situaciones públicas me ponen nervioso. Siendo tímido es algo que me incomoda, pero con el tiempo uno trata de adaptarse. En esas situaciones me pongo muy nervioso y me agarra un sentimiento ambivalente. No quiero subir ahí. Creo que tomé conciencia de que había ganado el Oscar dos días más tarde. Lo recomiendo, es una experiencia muy interesante...
Antes mencionó su trabajo con Brest y ya ha colaborado con Coppola. ¿Hay algún director de primer nivel cuyo trabajo admire, y que no haya podido trabajar con él?
Sí, Martin Scorsese. Nunca tuve oportunidad de trabajar con él. Me gustan muchos directores actuales, pero ahora no se me ocurre ningún otro más que él.
¿Woody Allen?
Woody Allen, seguro, sí. Pero no sé. Habría que ver...
¿Cuál es su próximo proyecto?
No sé realmente... no sé. Teatro, tal vez.
¿Dónde guarda su Oscar?
Trato de ser discreto al respecto. No quiero que la gente entre en mi casa y diga: "¿Dónde está, dónde está?".
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