1941-2021 El genio literario de Roberto Calasso

 - Alejandro García Abreu - Sunday, 22 Aug 2021 

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Roberto Calasso (Florencia, 1941-Milán, 2021) –genio italiano de la literatura contemporánea– falleció el 28 de julio. Fue enterrado en Venecia. En este ensayo se recuerda al director literario de Adelphi, autor de una obra singular, compuesta por once volúmenes reveladores. Su obra muestra un espíritu y una mente siempre en movimiento y un alto grado de exigencia, de tal modo que, se afirma aquí, es el “genio omnívoro de las mitologías, de las deidades, de la Historia, de la literatura absoluta”.

 

La última voluntad: Venecia

Roberto Calasso (Florencia, 1941-Milán, 2021) falleció el pasado 28 de julio. Fue enterrado en Venecia junto a su amigo Joseph Brodsky, reportó Marianna Peluso en el Corriere della Sera. El escritor y director literario de Adelphi había expresado este deseo a su familia. Yace en el cementerio de San Michele. “Venecia es la elegida”, había expresado. Massimo Cacciari añade en el mismo periódico: “El cementerio de San Michele es el hogar de importantes artistas y escritores, venecianos y extranjeros. Calasso había expresado a su familia el deseo de ser enterrado junto a Brodsky, un poeta a quien había traducido y conocido en Italia. El cementerio de San Michele es un museo al aire libre.”

El autor de El loco impuro (1974) escribió en La literatura y los dioses (2001): “Mallarmé tenía en su apartamento un espejo de Venecia, objeto talismánico. Allí, en el curso del proceso que lo había ‘arrastrado hacia las Tinieblas’, él creyó hundirse ‘apasionada e infinitamente’.”

 

El legado de múltiples culturas

Calasso hizo suyo el legado de múltiples culturas, las exploró en un proyecto monumental y fue presidente y director literario de Adelphi, una de las editoriales más importantes del mundo. El hechizo de la edición y la escritura es su extraordinaria herencia.

El escritor florentino comenzó su monumental proyecto –la Obra– en 1983 con La ruina de Kasch, al que siguieron Las bodas de Cadmo y Harmonía (1988), Ka (1996), K. (2002), El rosa Tiepolo (2006), La Folie Baudelaire (2008), El ardor (2010), El Cazador Celeste (2016), La actualidad innombrable (2017), Il libro di tutti i libri (2019) y La Tavoletta dei Destini (2020). Son once libros esenciales de la literatura contemporánea. El conjunto resulta una unidad coherente de reflexión: un work in progress de más de 5 mil páginas, truncado por la muerte de su autor.

Mi propósito en este libro ha sido presentar la cuestión de la relación de los hombres con los acontecimientos históricos tal como aparece en diferentes contextos”, escribió Nicola Chiaromonte en La paradoja de la historia. Cinco lecturas sobre el progreso: de Stendhal a Pasternak. Con una intención similar, Calasso presentó el conflicto de la relación de los hombres con los acontecimientos históricos en función del mito.

“Un mito es una bifurcación en una rama de un inmenso árbol. Para comprenderlo es necesario tener cierta percepción del árbol completo, y de un alto número de las bifurcaciones que en él se esconden”, aseveró Calasso. La Obra es al mismo tiempo una de las piezas más bellas de la literatura contemporánea y una de las más complejas. Su grandeza poética, histórica, filosófica, narrativa y sagrada fue reconocida de manera inmediata. También escribió Los cuarenta y nueve escalones, Cien cartas a un desconocidoLa marca del editorCómo ordenar una bibliotecaMemè Scianca y Bobi, entre otros libros.

 

La cercanía de la muerte

Idam sarvam, ‘todo esto’: así llamaban al mundo y a lo que existe. ‘Todo esto’ era presa de la muerte; de Muerte, que es un personaje, masculino’”, escribió Roberto Calasso en El ardor, libro sobre la India védica. En “Eminentes lunólogos”, ensayo incluido en Los cuarenta y nueve escalones, el experto en lo sagrado evoca a Baudelaire, Corbière, Rimbaud, Laforgue, Verlaine, Lautréamont, Mallarmé, Jarry. “Reabrimos sus páginas y percibimos en cada ocasión el aliento devastador de la literatura absoluta, el aliento que ha seguido empujando la escritura hasta hoy.” Reabro las páginas de Calasso y constato que, hasta su último aliento, conoció el poder abrumador de la literatura absoluta.

 

Generosidad florentina

Rindo testimonio de la generosidad del editor y escritor florentino. Tras una larga conversación que sostuvimos en 2016, Calasso me dijo:

–Me impresiona que hayas leído casi la totalidad de mi obra y que profundices en ella de manera exquisita. Abordaste en cada pregunta un libro distinto, apelaste a la unidad, al conjunto, al
círculo del pensamiento. Lo celebro. Tu interpretación es muy certera, participa de los elementos de una tesis. Pero me intrigó que no me preguntaras sobre El rosa Tiepolo.

Respondí:

–Disculpe, sé cómo se integra El rosa Tiepolo al corpus pero nunca realizo preguntas sobre libros que no he leído. No lo poseo. Lo lamento.

–No te preocupes –me dijo–, te lo enviaré desde Milán.

Nos despedimos afectuosamente.

Tres semanas después recibí un paquete con la primera edición en Adelphi, dedicada, de Il rosa Tiepolo y una breve misiva en papel membretado del sello editorial en la que Calasso plasmó una idea proveniente de La Folie Baudelaire. Desde entonces sostuvimos una relación epistolar vía correo electrónico con apoyo de su asistente y mano derecha. Me otorgó permisos de reproducción de sus textos inéditos en español (por ejemplo, mientras él dictaba una conferencia en Jaipur, su asistente recibió mi carta en la que pedía permiso para traducir un texto, ella le llamó a India para preguntarle y él aceptó encantado), dialogamos sobre el oficio de editor y celebró la publicación de mi primer libro. Su sensibilidad literaria fue notable.

 

De qué hablamos cuando hablamos de dioses

En el ensayo “Roberto Calasso: Paraíso perdido” Charles Simic escribió: “Un poeta que recurre a los mitos anhela una comunidad que ya no existe. O si existe aún, es una comunidad de lectores solitarios y filósofos insomnes mutuamente desconocidos. […] La literatura y los dioses, compuesto por las conferencias Weidenfeld que brindó en Oxford, aborda precisamente este tema: de qué hablamos cuando hablamos de dioses. Analiza autores como Hölderlin, Baudelaire, Nietzsche, Nabokov, Leopardi, Lautréamont y Mallarmé, y hace agudas observaciones a propósito de varios más. Lo que resulta pasmoso de su breve panorama sobre
el renovado interés de la literatura occidental en las deidades y los mitos paganos es cuán reciente es en algunos países. […] El efecto de tan solitarios actos de piedad y devoción de esos pocos, como Calasso lo ha mostrado con amplitud, no debe subestimarse. Dos libros suyos anteriores, Las bodas de Cadmo y Harmonía y Ka son intentos extraordinariamente ambiciosos de volver a narrar las historias de las mitologías griega e hindú, desentrañando sus muchas variantes, y meditando en su significado. “Los relatos –escribe a propósito de los griegos– nunca viven solos: son las ramas de una familia cuya ascendencia y descendencia tenemos que rastrear.”

Lo mismo sucede con India, continuó Simic: “Tantas cosas ocurren, tantas historias contienen otras historias, y cada eslabón oculta aún más historias. Calasso funge como nuestro guía en el laberinto. […] Ambos libros han sido elogiados inmoderada y merecidamente. Por la ambición de su propósito y la riqueza de sus materiales, son comparables a las Metamorfosis de Ovidio, o a las Mil y una noches.”

 

El círculo y el nacimiento de la mente

La autorreflexión es otro eje de la obra de Calasso. Explora de manera minuciosa las posibilidades literarias para indagar el origen del pensamiento. En El Cazador Celeste escribió: “‘volverse’ de la mirada del uno hacia sí mismo, como de una pupila que en lugar de mirar hacia el exterior se dirigiera al interior. En ese momento nacía la mente. Era la mirada del uno dirigida hacia sí mismo. Así se manifestaba la autorreflexión.”

Durante una entrevista le pregunté:

–En El Cazador Celeste –octavo volumen del monumental proyecto iniciado en 1983 con La ruina de Kasch–, editado por Adelphi en 2016, escribió: “Tautología, negación: ¿acaso no es el círculo del pensamiento? Encantada, Ártemis ya no quiere salir de ese círculo. Pero ese círculo rozaba otros círculos. A veces, rozándose, estallaban.” ¿De qué manera concibe esos círculos, referidos en el segmento“Nacimiento de Ártemis, la diosa Soberana de los Animales”?

Roberto Calasso contestó:

–El círculo es fundamental, como forma, en mis libros del proyecto, en el sentido de que todos tornan sobre los mismos rastros pero en diferentes niveles, como en una espiral. Y no es que yo lo haya decidido de esta manera, así es como estamos hechos; así es el círculo, siempre abierto, del pensamiento. Ártemis es un ejemplo de ello porque, junto con Apolo y Atenea, es una de las deidades del desapego, que disponen el descubrimiento de este círculo en el que vivimos. […] Y es algo que tiene que ver con todos mis libros. Podrán tratar de la Grecia mítica o de la India védica, pero siempre también se refieren a la actualidad, al hic et nunc.

 

Un antiguo enciclopedismo

Elena Sbrojavacca, investigadora de la Università Ca’ Foscari Venezia y experta en el autor florentino, asevera en su libro Letteratura assoluta. Le opere e il pensiero di Roberto Calasso [Literatura absoluta. La obra y el pensamiento de Roberto Calasso], publicado por Giangiacomo Feltrinelli Editore en 2021:

Sin duda, Calasso crea con su Obra una especie de “reescritura enciclopédica” de toda una civilización, cuyas fronteras espacio-temporales son las más inestables, teniendo en cuenta que la temática va desde la India védica hasta el París de los impresionistas. Se refugia en el cine de Alfred Hitchcock o de Max Ophüls y en la filosofía de Walter Benjamin. […] El valor de su antiguo enciclopedismo se ve reforzado por el ideal de la literatura como poder omnívoro.

Ése fue Calasso: el genio omnívoro de las mitologías, de las deidades, de la Historia, de la literatura absoluta; fue el escritor y editor que analizó la actualidad innombrable y entrelazó todas las ramas que constituyen lo humano en un libro único. El repertorio de variantes a lo largo de su Obra, desde La ruina de Kasch hasta La Tavoletta dei Destini resulta una sugestiva explicación de la condición humana, que no tiene principio ni final. Allí reside la eternidad de Calasso l

 

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