La liga ha llegado a un acuerdo con el sindicato de jugadores por el que se dejarán de hacer controles para detectar el consumo de una sustancia que la Agencia Mundial Antidopaje aún prohíbe
Kevin Durant, lanzando un tiro libre en 2014. |
Ricardo Uribarri 28/04/2023
Durante años se había resistido a tomar una decisión que otras grandes competiciones estadounidenses ya habían adoptado, pero la presión de los jugadores ha terminado por hacer efecto y la Liga Nacional de Baloncesto (NBA) ha aceptado que a partir de la próxima temporada 23-24, cuando entre en vigor el nuevo convenio colectivo que durará siete temporadas, no hará más controles para detectar, y en su caso sancionar, el consumo de cannabis entre los deportistas. Así se hace oficial una situación que de hecho se venía produciendo de forma oficiosa, ya que desde 2020, a raíz de la pandemia de Covid-19, la organización había dejado de realizar estas pruebas con el argumento de minimizar el riesgo de contagios. Más allá de esta medida, sigue abierto el debate sobre los beneficios o los perjuicios para el rendimiento de los profesionales de esta sustancia, la tercera más consumida en el mundo (209 millones de personas en 2020) solo por detrás del alcohol y el tabaco, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Hasta ahora, la primera vez que un jugador daba positivo por esta sustancia era apercibido y tenía que acogerse a un programa de asesoramiento. La segunda vez recibía una multa de 25.000 dólares. En caso de dar positivo en tres ocasiones el castigo pasaba a ser de cinco partidos sin jugar. En 2019, el comisionado de la NBA, Adam Silver, hablaba sobre la posibilidad de modificar esta posición, que se instauró en 1989, pero aún con cierta cautela. “Creo que cuando cambiemos nuestra política debemos tener mucho cuidado, porque claramente vamos a enviar un mensaje a muchos jóvenes. Y al final del día, creo que todos estamos de acuerdo en que, sea o no la marihuana una sustancia legal, al igual que con el alcohol, todavía tienes que enseñar a los jóvenes cómo usarla de manera adecuada y responsable para que no arruine tu vida. Es un tema complicado”.
Según alguna encuesta hecha de
forma anónima, más del 50% de
los jugadores de la NBA consume cannabis
Lo cierto es que la NBA se había quedado sola en este aspecto. Otras grandes ligas, como la de béisbol, la de hockey hielo o la de fútbol americano habían dado ese paso con anterioridad y ya no sancionaban el consumo de cannabis. Según alguna encuesta hecha de forma anónima, más del 50% de los jugadores de la NBA consume la sustancia, un porcentaje que se eleva al 85% sumando los que la utilizan con fines terapéuticos. El acuerdo también da permiso para que los jugadores puedan invertir a partir de ahora en empresas relacionadas con el cannabis. Hasta 37 estados del país norteamericano tienen legalizado el uso medicinal del cannabis, mientras que 19, además del distrito de Columbia, lo permiten con fines recreativos. Hace unos meses, el presidente Joe Biden indultó todas las condenas no graves relacionadas con la posesión de marihuana a partir de 1992 en Estados Unidos, reclamando además que esta sustancia fuera sacada de la lista de las drogas duras. En España se puede fumar cannabis siempre y cuando se haga en un domicilio y de forma particular. Hacerlo en la calle o llevarlo en la vía pública está prohibido.
Esta decisión de la NBA y de otras grandes competiciones deportivas de Estados Unidos contrasta con la postura de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que sigue penalizando el consumo del cannabis. Si un deportista da positivo en un control con más de 150 nanogramos por litro en la orina, se considera dopaje. En ese caso se le impone una sanción de tres meses si se demuestra que el consumo se produjo en una fecha alejada de una competición y sin intención de mejorar el rendimiento deportivo. La pena se puede quedar en un mes si el deportista sigue un programa de rehabilitación. El castigo que recoge la legislación se redujo en 2021, ya que con anterioridad era de hasta cuatro años. La AMA considera el cannabis o marihuana como una droga “recreativa”, junto con la cocaína, la heroína y el éxtasis, a las que incluye en la categoría de sustancias de abuso. Para formar parte del catálogo de sustancias prohibidas por la AMA tienen que darse al menos dos de estos tres supuestos: que mejore el rendimiento, que sea un riesgo para la salud y que vaya en contra del espíritu del deporte.
El desgaste que conlleva la alta competición desemboca muchas veces en lesiones y dolores persistentes, lo que ha llevado a muchos deportistas a recurrir al consumo de cannabis, en concreto a uno de sus compuestos, el cannabidiol (CBD), que tiene el potencial de aliviar dolores, tanto los crónicos como los producidos por espasmos musculares, reducir inflamaciones musculares y articulares, facilitar el sueño y tratar trastornos psicológicos como la ansiedad. Además, no crea la adicción que generan los opiáceos. Este principio, el CBD, sí lo permite la AMA, que en 2018 lo eliminó de la lista de sustancias prohibidas. La Organización Mundial de la Salud considera que “no muestra en los seres humanos efectos indicativos de abuso o dependencia potencial. No hay evidencias de problemas relacionados con la salud asociados al uso de CBD puro”. Otra cosa es el tetrahidrocannabinol (THC), un ingrediente psicoactivo del cannabis, que es el responsable de los efectos cerebrales que puede producir en la persona que lo consume. La AMA sí lo sanciona por “suponer un riesgo para la salud, sobre todo neurológico”. Esta sustancia impidió, por ejemplo, que la atleta estadounidense Sha’Carri Richardson pudiera competir en los Juegos Olímpicos de Tokio al dar positivo semanas antes de su celebración y ser sancionada un mes.
La Agencia Mundial Antidopaje justifica la inclusión del cannabis en su lista negra (con el principio del THC) porque mejora el rendimiento y es un riesgo para la salud del deportista, dos de los requisitos que dice la norma. Para ello se basa en un estudio de 2011 de la revista Sports Medicine. En él se afirma que el cannabis “induce a la euforia, mejora la confianza en uno mismo, facilita la relajación y la estabilidad y alivia el estrés de la competición”. También asegura que “los deportistas que fuman cannabis en una competición se ponen en peligro a sí mismos y a los demás, debido a un aumento de la toma de riesgos, tiempos de reacción más lentos y una toma de decisiones deficiente”.
Existen expertos y estudios
que cuestionan la teoría de
que consumir cannabis
mejore el rendimiento
Sin embargo, otros expertos y estudios cuestionan la teoría de que consumir esta sustancia mejore el rendimiento. En 2021 se publicó en ‘The Journal of Sports Medicine and Physical Fitness’ una revisión científica con las siguientes conclusiones: la marihuana reduce la capacidad de los atletas para mantener el esfuerzo, aumenta la frecuencia cardiaca y respiratoria, así como la demanda de oxígeno del miocardio y aumenta los problemas de equilibrio. Por ello, los investigadores eran de la opinión de que debería evitarse si se quiere obtener el máximo potencial. Si no mejora el rendimiento, no se cumplirían los dos requisitos que exige la AMA para mantenerla entre las sustancias prohibidas. ¿Debería entonces retirarse de la lista a pesar de los posibles efectos adversos en el organismo del deportista?
Una evidencia es que el consumo de cannabis puede afectar positiva o negativamente al rendimiento del deportista cuando esté todavía bajo sus efectos. ¿Cuánto tiempo duran en el organismo? Jordan Tishler, presidente de la asociación de especialistas de cannabis estadounidense, afirma que “si se inhala durarán de tres a cuatro horas”, mientras que por vía oral “durarán de ocho a 12 horas”. Eso sí, aún pueden aparecer restos en la orina hasta 21 días después de su consumo, lo que puede ser determinante en un control antidoping. Uno de los problemas es que no hay demasiados estudios rigurosos sobre si el consumo de la marihuana por parte de los deportistas tiene más beneficios o perjuicios en su rendimiento. El hecho de que el gobierno estadounidense haya tenido incluido al cannabis en la lista de drogas peligrosas ha limitado su investigación.
En los últimos tiempos han sido varios jugadores de la NBA los que han apoyado que no se persiguiera el consumo de cannabis. Uno de los más activos ha sido Kevin Durant, actualmente en los Phoenix Suns, ganador de la competición en 2017 y 2018, y considerado una de las grandes estrellas del baloncesto a nivel mundial. Está tan implicado en el asunto que se convirtió en asesor de una compañía especializada en cannabis y utilizó su sociedad de inversión para alcanzar acuerdos que mejoren la percepción que la sociedad tiene de esta industria. Durant no ha tenido problema en responder siempre que se le ha preguntado sobre este tema: “Estamos intentando cambiar la narrativa alrededor del cannabis y los deportistas y demostrar los beneficios que puede generar en estos. El cannabis es solo cannabis. No es dañino para nadie. Simplemente ayuda a mejorar. No debería ser un gran tema de discusión”.
https://ctxt.es/es/20230401/Deportes/42725/Ricardo-Uribarri-NBA-cannabis-legislacion-deportiva-marihuana-drogas.htm#md=modulo-portada-bloque:4col-t2;mm=mobile-medium
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