Hay recuerdos que no palidecen.

 


 Sin embargo, hay recuerdos que, por mucho tiempo que haya transcurrido, por muchas cosas que nos hayan sucedido, no podemos olvidar jamás. Hay recuerdos que no palidecen. Hay cosas que permanecen firmes dentro de nosotros como el arquitrabe que sostiene el arco. 
Haruki Murakami, Kafka en la orilla

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