La Roma de la DOLCE VITA y el epilogo

 "Fue la película de Fellini La Dolce Vita la que creó su mito, convirtiéndose en un lugar de encuentro para actores, artistas y diversos intelectuales de élite. Los numerosos paparazzi y periodistas pensaron en aumentar su popularidad , siempre a la caza de las últimas novedades . Hoy, lamentablemente, Via Veneto es sólo un recuerdo. La calzada romana , desde hace décadas punto de referencia de las noches VIP
, corre el riesgo de quedar abandonado, con muy pocos hoteles históricos abiertos . Sin embargo, seguirá siendo en la imagen colectiva, el emblema de la Italia mundana de la posguerra : marcada por el lujo, la elegancia y mucha despreocupación."

                   Una foto scattata a Fellini, presso il caffè Doney a Via Veneto

El Harry’s American Bar Ristorante es un establecimiento, situado en el número 150, que se ha hecho popular por recoger la herencia de La dolce vita. Me explico: Vía Véneto no era una calle que resaltara especialmente en la ciudad hasta que en 1960 Federico Fellini rodó su emblemática película, convirtiéndola en escenario principal y lanzándola a la fama, tal cual ocurrió con la Fontana de Trevi.

A raíz de La dolce vita las estrellas del cine y la música que llegaban a Roma de vacaciones o a rodar se pasaban inevitablemente por Harry’s para tomar sus célebres Martinis, otorgándole un ambiente de glamour. De ello dan fe las múltiples fotografías que se exhiben en la terraza, donde aparecen retratados el propio Fellini pero también Alberto Sordi, Alfred Hitchcock, Charlton Heston, Stewart Granger y otras figuras más recientes como Mel Gibson o Gwyneth Paltrow.

Globo de Oro a la nueva estrella del año (el equivalente a actriz revelación) en 1956.

En una de sus últimas apariciones públicas en el Festival de Roma de 2010

Los últimos años de Ekberg fueron verdaderamente tristes: lo peor de su calvario comenzó en 2011, cuando se rompió la cadera tras ser empujada accidentalmente por su perro, un dogo alemán. Pasó más de tres meses en el hospital, tiempo que unos ladrones aprovecharon para desvalijar su villa italiana, llevándose casi todas sus joyas y muebles. Lo poco que le quedó lo devoró luego un incendio.