¨LA MEMORIA DE SHAKESPEARE¨ JORGE LUIS BORGES

 



¨Hay devotos de Goethe, de las Eddas[i] y del tardío cantar de los Nibelungos1[ii].  Shakespeare ha sido mi destino. Lo es aún, pero de una manera que nadie pudo haber presentido, salvo un solo hombre, Daniel Thorpe, que acaba de morir en Pretoria. Hay otro cuya cara no he visto nunca.¨ Así comienza el cuento de Jorge Luis Borges titulado:¨La memoria de Shakespeare”.

Borges dedicó cuentos, poemas y ensayos a Shakespeare, interesándose no sólo en distintos aspectos de su obra –por ejemplo, su transgresión a la regla de las unidades espaciales y temporales en las representaciones teatrales o el análisis de Macbeth– sino también observando la curiosidad biográfica “de que un hombre mediocre, oscuro, de quien poco se sabe, llegue a ser uno de los escritores más renombrados”.




(Buenos Aires, agosto de 1899 – Ginebra, junio de 1986

William Shakespeare nació un día de abril de 1564 en  Stratford-upon-Avon, Warwickshire, el 26 de abril de 1564 y falleció el 23 de abril de 1616, según el calendario juliano, poco antes de cumplir los 52 años. La tradición ha venido fijando como fecha de su natalicio el 23 de abril, festividad de San Jorge, tal vez por analogía con el día de su muerte, otro 23 de abril, en 1616, pero esta datación no se sustenta en ningún documento.

Textos de Borges que dedicó a Shakespeare:

  • A Shakespeare Anthology”, reseña bibliográfica aparecida en la revista Sur (n° 62 de noviembre de 1939) y recogida en Borges en Sur. 1931-1980 (Buenos Aires, Emecé, 1999).
  • Everything and nothing”, prosa breve incluida en El hacedor (1960).
  • Página sobre Shakespeare”, ensayo aparecido en la revista Sur (n° 289-290, julio-octubre de 1964, dedicado a Shakespeare) y recogido en Borges en Sur. 1931-1980.
  • Tema del traidor y del héroe”, publicado en revista Sur (n° 112, de febrero de 1944) y recogido en Ficciones (1944).
  • Shakespeare y las unidades”, ensayo publicado en la revista Cuadernos (n° 87, agosto de 1964) y recogido en Textos recobrados. 1956-1986 (Emecé Editores, Buenos Aires, 2003).
  • El teatro”, comentario sobre Macbeth, Hamlet y Romeo y Julieta incluido en Introducción a la literatura inglesa (en colaboración con María Esther Vázquez, 1965).
  • Macbeth”, poema de cuatro versos incluido en la sección “Trece monedas”, de El oro de los tigres (1972).
  • Prólogo” a Macbeth, publicado por Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1970 y luego recogido en Prólogos con un prólogo de prólogos (1975).
  • La memoria de Shakespeare”, cuento publicado en el diario. Clarín el 15 de mayo de 1980 y luego recogido junto a otros tres relatos en el libro La memoria de Shakespeare (1983). Ya citado.



Macbeth, acto V, escena 5, página 2ª.

En 1979 la Editorial Sudamericana publicó una edición bilingüe de Macbeth con un interesante prólogo de Borges. Un valioso estudio donde se ocupa, entre otras cosas de la tragedia de Shakespeare… “Creo en Hamlet pero no en las circunstancias de Hamlet; creo en Macbeth y creo también en su historia… Suele olvidarse que Macbeth, ahora un sueño del arte, fue alguna vez un hombre en el tiempo”. Borges se ocupa también de las fuentes que tomó Shakespeare para su obra, una de las Crónicas de Holinshed, un historiador que llegó a Londres hacia 1560 y colaboró con un proyecto de historia universal que al final fueron publicadas como: Crónicas de Inglaterra, Escocia e Irlanda. De este escrito Shakespeare tomó datos e historias que le sirvieron para escribir Enrique IV y Enrique V, Ricardo III y Ricardo II, Macbeth y el Rey Lear, entre otras.



Dice Borges que Shakespeare fue sonetista, actor, empresario, hombre de negocios  y de litigios. Añadamos que fue, principalmente dramaturgo y de productor de teatro. Cinco años antes de su muerte se retiró a su ciudad natal y añade Borges, “no escribió  una línea salvo un testamento en el cual no se menciona un solo título y un epitafio tan ramplón que más vale tomarlo como una broma”.  En efecto Shakespeare en vida no reunió en un volumen su obra poética. La primera edición que se conoce como el in folio de 1623, fue escrito por dos actores John Heminges un actor de la compañía teatral King’s Men para la que escribía William Shakespeare y publicó en 1623, junto con Henry Condell. Se trata de la recopilación póstuma de las obras teatrales de Shakespeare conocida como First Folio. Heminges gestionó hasta su muerte los asuntos financieros del Globe Theatre.

Borges nos recuerda que Ben Jonson, otro dramaturgo de la época, dijo en alguna oportunidad que Shakespeare poseía poco latín y menos griego. Es, a partir de esta frase que se inicia lo que llamamos la polémica. Es decir, la diatriba (cada vez más venida a menos) según la cual Shakespeare no es el autor de las obras que se le atribuyen y que solo fue un testaferro. Borges señala que “todo comenzó cuando una Miss Delia Bacon, que halló asilo final en un manicomio… atribuyó la paternidad la paternidad de sus dramas (los de Shakespeare), a Francis Bacon, profeta y mártir de la ciencia experimental y hombre de una imaginación del todo distinta”. Como sabemos Bacon no es el único candidato, luego aparecieron el dramaturgo Christopher Marlowe, asesinado en una taberna en 1593,  y posteriormente Edward de Vere, 17.º conde de Oxford (1550 – 1604) cortesano, autor teatral, poeta, deportista y mecenas de, por lo menos, dos compañías teatrales Oxford’s Men y Oxford’s Boys, como también de una compañía musical. Posteriormente, nos dice James Shapiro[iii], en su libro Contested Will [iv] que han aparecido más de veinte o treinta candidatos… Walter Ralegh, John Donne, Anne Whateley, Robert Ceicil… la lista es interminable e incluye a la reina Isabel y a su heredero Jacobo I.


Shapiro escribió últimamente un interesante libro: 1599, un año en la vida de William Shakespeare en el que señala como aquel año fue uno de los más fecundos para el dramaturgo y en el que nos recuerda episodios como la Armada Invencible, esa fallida invasión naval española.[v]

En 1599, quizás el año decisivo en la vida de Shakespeare, el arte y la política chocó en un grado extraordinario. El estado Tudor tuvo que aplastar una rebelión irlandesa y ver de otra amenaza armada de España.  En el transcurso del año, completó Shakespeare Henry V, escribió Julio César, y Como gustéis. Y, probablemente los primeros borradores de Hamlet. Shapiro demuestra de manera convincente que “ya no es posible hablar de las obras de Shakespeare, independientemente de su edad lo que es para captar lo que su sociedad atravesó sin el beneficio de las ideas de Shakespeare”.


 

Concluye Borges en el prólogo citado: “Shakespeare es el menos inglés de los poetas de Inglaterra. Comparado con Robert Frost, con Wordsworth, con Samuel Johnson, con Chaucer y con los desconocidos que escribieron o cantaron, las elegías, es casi un extranjero. Inglaterra es la patria del understandment, de la reticencia bien educada; le hipérbole, el exceso y el esplendor son típicos de Shakespeare. Tampoco el indulgente Cervantes parece un español de los tribunales y de la vanagloria sonora”.

Y para concluir volvamos con un pasaje muy revelador de La memoria de Shakespeare mencionada arriba. Le pregunta Borges a Thorpe:

“-¿Usted, ahora, tiene la memoria de Shakespeare?

Thorpe contestó:

-Tengo, aún, dos memorias. La mía personal y la de aquel Shakespeare que parcialmente soy. Mejor dicho, dos memorias me tienen.  Hay una zona en que se confunden. Hay una cara de mujer que no sé a qué siglo atribuir.

Yo le pregunté entonces:

-¿Qué ha hecho usted con la memoria de Shakespeare?

Hubo un silencio. Después dijo:

-He escrito una biografía novelada que mereció el desdén de la crítica y algún éxito comercial en los Estados Unidos y en las colonias. Creo que es todo.

Le he prevenido que mi don no es una sinecura. Sigo a la espera de su respuesta.

Me quedé pensando. ¿No había consagrado yo mi vida, no menos incolora que extraña, a la busca de Shakespeare? ¿No era justo que al fin de la jornada diera con él?

Dije, articulando bien cada palabra:

-Acepto la memoria de Shakespeare.

Algo, sin duda, aconteció, pero no lo sentí. Apenas un principio de fatiga, acaso imaginaria. Recuerdo claramente que Thorpe   me dijo:

-La memoria ya ha entrado en su conciencia, pero hay que descubrirla. Surgirá en los sueños, en la vigilia, al volver las hojas de un libro o al doblar una esquina.


William Shakespeare 1564 – 1616

__________

[i]  Entre los más significativos ejemplos de la primitiva literatura islandesa se encuentran las Eddas y la poesía escáldica. El término Edda tiene un origen incierto, pues podría derivar de la palabra edda (gran abuela), procedente de la antigua lengua nórdica o, lo que parece más probable, referirse a Oddi, una importante sede cultural del sur de la isla, en la que residieron Saemund Sigfússon, un cultivado clérigo que, al parecer, fue el recopilador de una de las Eddas, y Snorri Sturluson, que escribió la otra. Es también posible que derive del término nórdico antiguo óthr (poesía).

La segunda es Edda prosaica o Edda menor (siglo XIII) es obra de Snorri Sturluson y contiene cuentos relacionados con la mitología escandinava, por lo cual constituye una fuente de primer orden para llevar a cabo estudios sobre ella. Otras secciones de la Edda prosaica resultan interesantes guías a la hora de conocer la métrica y la dicción poéticas.

La poesía escáldica, compuesta entre los siglos IX y XIII, se escribió para honrar a nobles, alabar el amor y satirizar o conmemorar acontecimientos de la época. Sus versos no son tan libres como los de las Eddas, sino que poseen una estructura estrictamente silábica y se caracterizan por el uso de complejas perífrasis que, en algunas ocasiones, crean bellas metáforas pero que, en otras, dan a la poesía escáldica un aspecto enredado, casi de acertijo.

[ii] Nibelungo.. En la mitología germánica, se dice de cada uno de los enanos que custodiaban el tesoro de los burgundios.

[iii] Septiembre de 1955, profesor de Inglés y Literatura Comparada en la Universidad de Columbia y ganador del premio Samuel Johnson un premio británico  anual para la mejor escritura de no ficción en el idioma Inglés.

[iv] Fatalmente traducido para la edición en español como Shakespeare. Una vida y una obra controvertidas.

[v] Armada Invencible es un término de origen inglés,6 para referirse a la Empresa de Inglaterra de 1588 proyectada por el monarca español Felipe II para destronar a Isabel I e invadir Inglaterra. El ataque tuvo lugar en el contexto de la Guerra anglo-española de 1585-1604.7 El ataque fracasó.

 

Publicar un comentario

0 Comentarios