En mitad de una operación de un tratamiento de cáncer, con la paciente ya dormida, la sanitaria recibió una llamada de United Healthcare, la aseguradora que costeaba la operación.
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| magen de la médica que ha denunciado la historia a través de las redes sociales.Instagram |
Elisabeth, una médica de Texas (Estados Unidos) ha relatado por Instagram una historia en primera persona que da cuenta del funcionamiento de la sanidad privada y cómo se trata al paciente en aquellos países que no tienen sanidad pública y universal.
En mitad de una operación de un tratamiento de cáncer, con la paciente ya dormida, la sanitaria recibió una llamada de United Healthcare, la aseguradora que costeaba la operación.
Para estupefacción de la mujer, la conversación que tuvo lugar a continuación giraba en torno a la necesidad de esa intervención médica. La aseguradora le preguntó a la médico si de verdad era imprescindible realizar la operación y si, una vez realizada, la paciente necesitaría una habitación.
"Exigieron información sobre su diagnóstico y justificación de su internación", relata Elisabeth en un vídeo publicado en Instagram que se ha vuelto viral. "Tuve que retirarme en mitad de la cirugía para atender la llamada y descubrir que la persona al otro lado del teléfono ni siquiera tenía acceso a la información médica completa del paciente, a pesar de que el procedimiento ya estaba aprobado previamente. Es más que frustrante y, francamente, inaceptable. Los pacientes y proveedores merecen algo mejor que esto. Deberíamos centrarnos en la atención, no en la burocracia", denuncia la sanitaria.
La historia se hizo tan popular en redes sociales, que a los pocos días la sanitaria volvió a publicar un vídeo, aunque esta vez era de agradecimiento por todo el apoyo recibido.
En Estados Unidos, la falta de sanidad pública provoca este tipo de historias, que ni siquiera son las más desfavorecidas: según los últimos datos publicados, el país tiene en torno a 27 millones de personas que no pueden costearse ningún tipo de seguro médico.
Una historia llamativa y reciente fue la de la actriz Shannen Doherty, reconocida por sus papeles en series icónicas como Embrujadas o Sensación de vivir, que reveló el año pasado que se ha quedado sin ahorros y se ha visto obligada a solicitar una pensión para cubrir sus facturas médicas. Un testimonio desgarrador de cómo incluso las celebrities no están exentas de las crueles realidades económicas del sistema sanitario estadounidense.
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