Entrevista Loretta Napoleoni «Al Qaeda ya ha pasado su cénit» y resumen de Economia canalla

 


¿Quiénes son y qué quieren las milicias islámicas que amenazan al mundo?

   


Se lo pregunta Loretta Napoleoni, economista autora de bestseller “Capitalismo canalla” y experta internacional en tema de terrorismo, que ha vendido su propia empresa para financiar la investigación sobre “ISIS, el estado del terror”, publicada en Estados Unidos y en Italia.

El Medio Oriente está experimentando un momento dramático, observa Napoleoni: las primaveras árabes han sido derrotadas, excepto en Túnez: el régimen de Assad en Siria, (con el apoyo de Rusia), en vez de realizar las prometidas reformas democráticas, ha utilizado gas contra la ciudadania, y un millar de milicias, luchan, incluso entre ellas mismas, tratando de derrocarlo; en Irak (apoyado por Occidente), el gobierno de Al Maliki, que debía garantizar la democracia, ha perseguido sunitas; Libia después de la caída de Gadafi en 2011 se encuentra en un estado de caos; Egipto está inquieto y dominado por el ejército; Israel está en guerra con los palestinos de Gaza; Turquía se enfrenta con los kurdos, (un 20% de la población que aspira a la independencia), mientras que cerca de dos millones de refugiados iraquíes en Siria o Turquía y Jordania viven en la miseria.

Los países del Golfo Pérsico, como Kuwait, Qatar y Arabia Saudita, que siguen otras variantes del Islam, y hasta ahora habían financiado la organización sunita ISIS para debilitar Assad de Siria, se sienten amenazados por el Califato. ¿Qué sería de sus gobiernos autoritarios si llegara a sus puertas?

Se trata de un revival insolito del Califato, a la vez tradicional y pragmatista, habil usuario de tecnologías modernas y emisor de apocalìpticos mensajes urbi et orbi. El pasado, el presente y futuro se mezclan en el Califato de una forma explosiva, es apropiado decir. Mientras aterrorizan Occidente con videos de degollamentos en directo, de calidad hollywoodiana, amplificados por las redes sociales, en sus fronteras el Califato maneja con habilidad sus finanzas, y pretende dar respuestas a las necesidades de la población, reparando carreteras y redes eléctricas, construyendo un mercado en Raqqa, la capital, organizando fiestas y ejercicios militares para atraer chicos.

Los fondos no faltan, desde luego. Aquellos inicialmente llegados de Arabia Saudita, Qatar y Kuwait, sirvieron a ISIS, más que para luchar contra Assad, para adueñarse de los campos de petróleo en Siria, que según el Wall Street Journal, rinden dos millones de dólares al día, o sea más de 700 millones de dólares al año. Detalle importante: en este negocio ISIS ha involucrado las tribus sunitas locales, (hasta ahora discriminados por el gobierno iraquí de Al Maliki), que por lo tanto se han vuelto sus aliadas.

En total, es posible que el ISIS tenga una fortuna estimada en 2.000 millones de dólares, como la de una próspera multinacional, aunque inferior a la que tenía la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) en los años ’90, cuando, según la CIA había acumulado entre 8.000 y 15.000 millones de dólares.

Los jóvenes árabes que viven en el vacío político creado por la corrupción y la desigualdad presente en los estados musulmanes modernos, es poco probable que puedan integrarse en los países occidentales que ofrecen ahora menos oportunidades para los jóvenes. “La democracia no existe, Occidente está gobernado por los bancos, no por los parlamentos, que son sólo una pantalla, pero afortunadamente, el Islam les llevará a la libertad. Y si Ala quiere, conquistaremos Roma y el mundo”, este es el mensaje de ISIS dirigido a la juventud del planeta. Cerca de 12.000 combatientes extranjeros, de los cuales 2.200 europeos, (por no hablar de los grupos locales de apoyo en muchos países), han respondido a la llamada.

Los combatientes han llegado en oleadas: los primeros han sido los egipcios después del golpe militar contra la Hermandad Musulmana, a continuación, los ex reclusos de Abu Ghraib, la prisión conocida por las torturas denunciadas recientemente por el Senado de Estados Unidos, mientras que los jóvenes de diferentes países siguen llegando por avión en Hatay, en la frontera turca con Siria.

No es la económica su principal motivación (a los nuevos combatientes se les paga, según Napoleoni, unos 41 dólares al mes, menos de los 150 dólares que gana un obrero en Iraq, aunque se da una buena indemnización a la familia en caso de muerte), cuanto el hecho de ser “protagonista de la historia”, creando un Estado islámico fuerte y ordenado, donde, de una buena vez, se tengan las mujeres a raya.

En Raqqa, un centro periférico siriano compuesto por tribus a favor de Assad, antes de la conquista de la ciudad, las mujeres se pusieron entre los combatientes como escudos humanos para proteger a  la ciudad; a continuación, los rebeldes buscaron casa por casa, las mujeres solteras para casarse con ellos, a las buenas o las malas, y pronto la ciudad se convirtió en la capital del estado islámico.

Pero, que “reino de la libertad” propone el Califato? Sirios e iraquíes que huyeron de la zona informan que las mujeres se ven obligadas a cubrirse de la cabeza a los pies, no puede salir sin un acompañante masculino, son crucificados “apóstatas” y asesinados, y se cortan las manos de los ladrones, aplicando estrictamente la sharia, la ley islámica emitida hace 1400 años. En Mosul, incluso, según “El Mundo”, han ordenado la mutilación genital de la mujer, de origen pre-islámica, que no está presente en el Corán, pero se ve favorecida por muchos juristas islámicos cuando dicen que la mujer no “circuncidada” es impura: una práctica aberrante que aflige a 130 millones de mujeres en Asia, África y el Medio Oriente.

Sin embargo, de vez en cuando las crónicas hablan de unas chicas europeas o hijas de inmigrantes crecidas en Europa, que se fugan a Siria tras las huellas de un amor barbudo, imaginándolo como una especie de Robin Hood islámico. Pero puede pasar, como le sucedió a una chica holandesa (cuyo nombre no ha sido revelado por los periódicos), que este Robin Hood, a los pocos meses de idilio, la “regalo” a otro hombre, y ella tuvo que  huir desesperada.

Vale la pena señalar que ante Dios, dice el Corán, los creyentes, tanto hombres como mujeres, son iguales: lo que cambia es el papel de líderes sociales, asignado a los hombres, y el cuidado de la familia para las mujeres. Una división de papeles decidida por los hombres, profetas o imanes, que las mujeres del mundo islámico les están cuestionando, ganando día a día, con mucho esfuerzo, mayores espacios sociales: desde la revolución silenciosa de las centenares de “vaize”, predicadoras religiosas en Turquía, que interpretan el Corán en una perspectiva igualitaria, hasta la conformación del primer equipo nacional de mujeres ciclistas de Afganistán, (a los trece años de la caida de los Talibanes), o el nombramiento de una mujer, Kathol Mohammadzai, como general del ejército afgano.

Descripción. Tradicionalismo y modernidad, terror hacia Occidente y mensajes mesiánicos para los jovenes; sumisión para las mujeres. Como el Califato renacido por las armas entre Siria e Iraq atrae y asusta el Medio Oriente y el mundo.

 


Darío Menor

Roma | Julio 2008

Loretta Napoleoni, nacida en Roma en 1955 pero afincada en Gran Bretaña, es una de las mayores expertas internacionales en terrorismo y su financiación. Acaba de presentar en Italia su última obra, “Economía canalla: el lado oscuro del nuevo orden mundial”, que llegará a España a principios de mayo editada por Paydos.

Recientemente ha advertido del desafío que supone la inmigración ilegal para Europa y especialmente para España. ¿Considera que este hecho se debe a las características geográficas de España o está también motivado por una inoperancia del Gobierno?

España está en la primera línea del tráfico de seres humanos, que entran por la costa y por la frontera del norte de África. No se puede echar la culpa a los políticos de este hecho, se debe a una cuestión geográfica, a que España tiene mucha costa y a su proximidad con el norte de África. Estos inmigrantes ilegales pueden ser explotados en el mercado español que, a diferencia del italiano, no está todavía saturado. Mientras en Italia las calles están llenas de sin papeles que venden todo tipo de productos, en España todavía no se ha llegado a ese punto. Hay que tener en cuenta que este problema no sólo afecta a los españoles, ya que los ilegales pasan luego a otros países europeos. El Gobierno español está estudiando qué hacer, pero es casi imposible encontrar una solución.

«En la economía pesquera ilegal, España, con el puerto de Gran Canaria, es el centro más importante de Europa»

¿Debería la UE impulsar una legislación más severa referente a la inmigración?

Sí, es necesaria una legislación única europea y un control más minucioso por parte de todos los países de la UE.

En su libro describe la importancia del puerto de Las Palmas de Gran Canaria en el entramado de la pesca ilegal internacional.

He hecho entrevistas con personal de la FAO y especialistas en pesca de las organizaciones internacionales, entre los que este asunto es conocido. En España además existe otra situación muy denunciable: el fraude del atún, en el que también están inmersos Italia, Francia y Libia. En la economía pesquera ilegal, España, especialmente con el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, es el centro más importante de Europa. Desde Las Palmas, la pesca es distribuida al resto del continente, por lo que el problema no es sólo español, es de todos los países miembros de la UE. También afecta a África, China y Japón. Además de Las Palmas, el mismo problema también se da en el Báltico o frente a la costa inglesa. A estos puestos llegan las capturas y no se sabe si han sido pescadas ilegalmente o no. El gran problema es cómo controlar un mercado prácticamente incontrolable. Nadie controla los mares. Es necesaria una legislación más fuerte por parte de las organizaciones supranacionales y de los propios países.

«Me parece positiva la iniciativa de algunas instituciones europeas de formar a los imames»





Como experta en terrorismo, ¿considera que la inmigración musulmana en Occidente puede servir como quinta columna del terrorismo islámico?

No. La situación de estos inmigrantes en España es similar a la que hay en Inglaterra: hay algunas zonas donde estas personas viven concentradas y hay un nivel de integración bajo, especialmente entre los jóvenes. Es en estas bolsas de población entre los que se mueven los reclutadores, que hacen proselitismo y consiguen que algunos jóvenes ya radicalizados caigan en sus redes. Pero esto no quiere decir que la población inmigrante musulmana sea radical, al contrario, precisamente estas personas sufren especialmente este fenómeno. Hay que trabajar con los elementos moderados para ser capaz de prevenir la radicalización. En esta línea, me parece positiva la iniciativa de algunas instituciones europeas de formar a los imames.

¿Cómo están relacionados los productos falsos y la “economía canalla”?

La falsificación es un problema. Ya el hecho de poner una marca a un producto que no es de esa marca es una ilegalidad, pero lo más preocupante son los riesgos para la salud. Recordemos el reciente caso de las pastas de dientes falsas, por ejemplo. En el libro hablo de cómo la diferencia entre las falsificaciones y los originales es cada vez menor, por lo que llegará un momento en el que será imposible diferenciar entre uno y otro. El campo más peligroso de las falsificaciones son los medicamentos falsos: cada año 500.000 personas mueren por tomar este tipo de medicinas. La cifra se espera que llegue a duplicarse en los próximos años, afectando especialmente al Tercer Mundo. Ahora, Occidente sólo se preocupa por las falsificaciones que aparecen por Internet de productos como Viagra y otros por el estilo, aunque pronto deberá afrontar el riesgo de medicamentos falsos dedicados realmente a enfermedades, no sólo a mejorar la calidad de vida. Ya se han dado algunos casos en Estados Unidos o Inglaterra, y vendrán más.

¿Quién tiene la culpa de esta situación?

Es un fenómeno general del mercado, no se puede hablar sólo de la responsabilidad de los fabricantes chinos o de los empresarios europeos. Muchas veces, las falsificaciones llegan a los mercados sin que el importador ni siquiera lo sepa. En el libro cuento el caso de una partida de falsa glicerina que causó un gran número de muertos. Salió de China con certificados falsos y, debido a la falta de controles exhaustivos, fue distribuida por Centroamérica.

También son significativas las falsificaciones de productos de lujo y las consecuencias que provocan en los países de origen.

«En el momento en que la política pierde el control de la economía, ésta se convierte en canalla»

El principal problema es el oro ensangrentado de Congo. Se vende como si fuera oro de Uganda aunque este país no tiene apenas producción. Al comprar una joya fabricada con este oro, el consumidor se convierte también en culpable y, lo peor, es que no puede hacer nada para saber si ese producto proviene de la “economía canalla”. Desgraciadamente, parece no haber solución. Es un proceso que ya surgió en el pasado, con la caída del Imperio Romano o con la Revolución Industrial. En el momento en que la política pierde el control de la economía, ésta se convierte en canalla. En el proceso de desarrollo de la “economía canalla” llegará un momento en que los nuevos poderes, como China o las finanzas islámicas, impongan un nuevo modelo político. En ese punto, la economía volverá a una situación de equilibrio.

Entonces, ¿la “economía canalla” es el fracaso de la política?

En un cierto sentido sí, pero diría mejor que el fracaso de la política crea las condiciones ideales para que surja la “economía canalla”.

¿Existe una conexión entre “economía canalla” y terrorismo?

Sí, la financiación del terrorismo en una situación de “economía canalla” es más fácil, hay más oportunidades debido a la ilegalidad y a las zonas grises donde la economía no está regulada, donde no hay leyes. Sin embargo, no se puede decir que la “economía canalla” sea la causa del terrorismo.

«Las finanzas islámicas, que prohíben la especulación, pueden oponerse a la “economía canalla”»

¿Considera que la guerrilla colombiana de las FARC son un ejemplo de esta conexión?

Sí, porque se financian por medio del narcotráfico; sin esta fuente de ingresos no podrían haber sobrevivido. En los 80 sólo quedaba un par de centenares de guerrilleros y no tenían casi actividad. Sin el control de la droga no continuarían, aunque hay que tener claro que no ha sido el narcotráfico el responsable de la creación de las FARC.

¿Ha aumentado el número de mafias y su poder debido a esta situación de “economía canalla”?

Con este contexto económico se potencian las oportunidades para las organizaciones criminales, pueden ampliar sus negocios y enriquecerse aún más. Un ejemplo es la mafia rusa, que antes de la caída del Muro de Berlín ni siquiera existía. Se trata de un fenómeno reciente que deriva de la disolución del comunismo. En Rusia, en los años 70 existía el crimen organizado, por su puesto, pero no al nivel de hoy. La globalización es un elemento muy positivo para la “economía canalla”, nos hemos encontrado con un mundo nuevo, con contextos políticos diferentes derivados, entre otros aspectos, de la caída del comunismo.

¿El euro ha facilitado aún más estos “negocios canallas”?

Sí, la caída del Muro de Berlín creó las condiciones ideales, pero la introducción del euro ha sido clave. No obstante, no se trata de un fenómeno solo, también aparecen otros elementos que hay que tener en cuenta.

En su libro habla de la posibilidad de que la banca islámica, que sigue las leyes de la charia, pare los pies a la “economía canalla”.

Las finanzas islámicas, gracias a su código ético que prohíbe actividades particularmente canallas como la especulación o la inversión en juegos de azar o prostitución, puede oponerse a la “economía canalla”. Debido a este código ético, el inversor controla de modo muy atento dónde va su dinero. Esto no sucede en el sistema capitalista.

¿Hay algún país que se beneficie más de la “economía canalla”?

No, se trata de un fenómeno global. Hay países como China donde estos negocios les resultan positivos y otras zonas, como Occidente, donde el impacto es negativo. De esta manera, el centro del mundo girará hacia Oriente y Europa se quedará en cierta manera en la periferia.

¿Cómo funciona el lavado de “dinero negro” a gran escala, elemento de vital importancia para estos negocios ilícitos?

El centro de lavado de dinero es Europa. La cocaína, por ejemplo, parte de Colombia y llega a nuestro continente, donde se vende en euros. Este dinero es transportado de una parte a otra de Europa en líquido hasta que se invierte. Las principales beneficiadas son las grandes mafias europeas, como la ‘Ndrangheta o Cosa Nostra. Es interesante resaltar que hay una red de abogados y hombres de negocios que se dedican a realizar y tapar estas actividades.

«Llega un momento en que la población se cansa de morir y de matar. Iraq está en esa fase decreciente»

Su libro anterior fue sobre el terrorista Al Zarqawi. ¿Ha mejorado Iraq tras su muerte?

Ahora mismo la situación es mejor en Iraq, pero no por la muerte de Al Zarqawi sino por el aumento de tropas estadounidense del año pasado. Además, está pasando lo que ya sucedió en los Balcanes: llega un momento en que la población se cansa de violencia, de morir y de matar. Iraq está en esa fase decreciente. Sin embargo, el verdadero problema está en Afganistán, donde continúa la espiral de violencia.

¿Considera más peligrosa a Al Qaida o a su ideología, lo que usted llama el “alqaidismo”?

La ideología de Al Qaida se ha globalizado. El 11-M en Madrid, por ejemplo, no ha estado causado por problemas internos de España, sino por la presencia de tropas españolas en Iraq. En los próximos años, no creo que el “alqaidismo” se desarrolle más, llegó a su cenit en 2004 y 2005. A pesar de lo que digan los políticos, no me parece que ahora sea un fenómeno tan preocupante como entonces. Cuando la guerra de Iraq termine, quedará el problema de individuos radicalizados que vuelven a Europa. España debe estar muy interesada en este fenómeno, porque son muchos los inmigrantes musulmanes llegados a España que luego se trasladaron a Iraq para luchar como yihadistas.

«Muchos los inmigrantes musulmanes llegados a España se trasladaron a Iraq para luchar como yihadistas»

¿Cómo se puede combatir este fenómeno?

Se podrá resolver de manera fácil a través de una política de prevención. Será necesario controlar a estos individuos, sus movimientos y documentos. El mayor peligro era que el “alqaidismo” fuera capaz de movilizar a las masas de musulmanes inmigrados a Europa. Esto no ha sucedido, sólo un porcentaje muy pequeño de los inmigrantes musulmanes se radicaliza. Más peligrosos que estos individuos son las imágenes en las que se veía cómo las tropas occidentales maltrataban a los iraquíes. Esta humillación tenía un gran impacto entre la población inmigrante musulmana de Europa. Afortunadamente, la situación hoy no es tan dramática como en 2004 o 2005. Ni siquiera la condena a los autores del 11-S puede ser vista como una humillación a la población musulmana. Además, Iraq tiene más repercusión que Afganistán porque los iraquíes son árabes, los afganos no.

¿Cree que la banca islámica puede ser un elemento positivo para propiciar la integración de los inmigrantes musulmanes?

La banca islámica puede ser de ayuda, porque cuenta con el microcrédito, un elemento creado de las finanzas islámicas. De hecho, el primer ejemplo nos viene de Bangladesh, del premio Nobel Mohamed Yunus. Por tanto, puede dar a estos inmigrantes la oportunidad de empezar pequeños proyectos con los que mejorar su vida y, al mismo tiempo, integrarse en la sociedad.

¿Qué piensa de la reciente declaración del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en Alemania en la que afirmó que la integración de los inmigrantes era una aberración?

La integración no es algo negativo desde el punto de vista de la identidad. Yo vivo en Inglaterra, soy italiana, no me siento inglesa pero me siento integrada en la sociedad.

https://msur.es/actualidad/loretta-napoleoni


El fénix islamista

El fénix islamista
 
   
 
Desde su aparición a finales de los noventa como aspiración yihadista del líder terrorista Abu Musab al Zarqawi, el Estado Islámico se ha transformado en una imponente empresa que trastoca las fronteras de países de Oriente Próximo e impone su brutal marca de la sharía en una extensa superficie geográfica. En El fénix islamista Loretta Napoleoni, especialista en terrorismo de fama internacional, demuestra que a pesar de que los medios occidentales nos dan una imagen devaluada del Estado Islámico, casi como una banda de matones con una racha de victorias, el auténtico planteamiento de la organización es un nuevo modelo de nacionalismo.


Loretta Napoleoni  ECONOMIA CANALLA" : La nueva realidad del capitalismo



Título:  "Economía canalla",

Súbtitulo: La nueva realidad del capitalismo

Autora: Loretta Napoleoni

Fecha de publicación: 2008




Texto de la contraportada:

"¿Qué tienen en común el auge del comercio sexual en Europa, el escándalo de las hipotecas basura en Estados Unidos, los productos falsificados de la industria china y la filantropía de los personajes celebres en África?

Con los biopiratas que se introducen en la industria de la sangre, bandidos que expolian los mares profundos para alimentar sus viveros de pescado, la pornografía que se desarrolla virtualmente en Second Life y los juegos como World of Warcrafft que salen de talleres donde se explota a los trabajadores, ¿cómo consigue la economía canalla convertirse en imperios globales?

Con la precisión de una economista y la fluidez narrativa de una novelista, la periodista Loretta Napoleoni examina cómo las fuerzas económicas oscuras están dando una nueva forma al mundo, convirtiendo en víctimas a millones de personas normales cuyas vidas están atrapadas en el mundo de fantasía del consumismo. Napoleoni saca a la luz la arquitectura de nuestro mundo y, al hacerlo, ofrece una visión nueva sobre los muchos e irresolubles problemas de nuestra época".

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ÍNDICE

1. Durmiendo con el enemigo

2. Nadie controla la economía canalla

3. El fin de la política

4. La tierra de las oportunidades

5. ¡Cópialo!

6. El mercado mátrix

7. Alta tecnologia: ¿una bendición maldita?

8. Anarquía en el mar.

9. Los grandes ilusionistas del siglo XX

10. La mitología del Estado-mercado

11. La extravagante fuerza de la globalización

12. Tribalismo económico

Epílogo: el nuevo contrato social

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En el libro examina distintas conductas empresariales que anteponen el beneficio a la ética, un egoísmo que empobrece al resto de las personas.

El libro fue escrito antes de la debacle de la crisis de la Gran Recesión y tiene el mérito de haber avisado usando datos del 2006 con un año de antelación de que la clase media en Estados Unidos estaba sobreendeudada por los créditos baratos para comprar casas y que el país iba a quebrar (como así ocurrió). Analiza el sueño americano de los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial: trabajo estable, casa propia, mujer bonita y electrodomésticos. Eso fue hasta los años 70 pero ahora en EEUU dos sueldos no dan para mucho y hay que trabajar de noche para pagar la hipoteca. Es duro. El abaratamiento de los productos importados de Asia permitió un respiro pero luego las familias tuvieron que tirar del crédito al consumo para llegar a fin de mes hasta que se sobreendeudaron. Muchas familias estaban con el agua al cuello, cuenta la autora, porque ya no podían pagar sus deudas. La quiebra era inevitable.

Entre lo que ella llama economía canalla están las mafias rusas que explotan a mujeres del Este en la frontera de Chequia con Alemania, a lo largo de una autopista. También están los empresarios que primero especularon con el cambio del rublo y luego con las acciones de las empresas privatizadas en Rusia. Napoleoni señala que la transición al capitalismo de la URSS fue un fracaso porque no había ningún plan, solo la privatización. El desempleo se disparó. El Estado se quedó un tercio de las acciones de las industrias privatizadas, el pueblo otro tercio (con pagarés) y los empresarios el restante tercio. El pueblo perdió pronto sus pagarés porque hubo una crisis con Yeltsin y tuvieron que venderlos a bajo precio para comprar comida. El Estado pidió préstamos a los empresarios para pagar las pensiones [nota: ojo en España con la hucha de las pensiones, podríamos venos en otra como esa] poniendo como aval sus acciones, que luego perdió porque no pudo pagar. El hambre obligó a muchas mujeres a caer en las redes de la prostitución que las trasladaron a Alemania, Israel, Dubai y otros lugares. En general, las prostitutas del Este eran apreciadas por su alto grado de educación y cultura [nota: recuerdo haber visto a una "natasha" en Turquía leyendo un libro mientras esperaba a salir a actuar en un espectáculo de cabaret].

Napoleoni también estudia los diamantes y oro de sangre que se extrae en África con mano de obra esclava.

Otro de los asuntos que analiza es la pesca ilegal, sobre todo de especies amenazadas de extinción como el mero de Patagonia, el atún de aleta azul (para sushi), el bacalao del mar de Barents, el atún del Mediterráneo y el abalón de Sudáfrica. Según Loretta Napoleoni, la conexión internacional de la pesca ilegal se halla en Europa en Las Palmas de Gran Canaria, por donde entran 400.000 toneladas al año, Es caro y difícil de controlar.  En España, tienen que pescar el doble de lo permitido para poder afrontar gastos. Algunos tripulantes de flotas asiáticas, generalmente chinos, van esclavizados o con bajos salarios y los pescadores ilegales disponen de talleres ilegales en alta mar. Los pescadores son fácilmente prescindibles y acaban hundidos si no llega el relevo, dicen expertos de oenegés.
A ello se suma el tráfico de mercancía robada en asaltos a barcos y que tienen una cobertura legal. Las ventas de mercancía ilegal se hacen en puertos chinos, dice Napoleoni, porque allí hay un descontrol total por parte de las autoridades locales, alejadas de la capital.
Otro negocio es el transporte de residuos electrónicos en barcos-basurero. El barco es el vertedero más grande del mundo y estos residuos generan una gran polución.

Otro tema que podría interesar a los negocios ilegales es el cambio climático, que ha generado la llamada "fiebre del Polo Norte".

Loretta Napoleoni dice que los fuera de la ley han convertido el ciberespacio y los mares en territorios sin ley. Los empresarios canallas de internet y los piratas de la pesca están florenciendo a la sombre de gobiernos nacionales cada vez más débiles.
Napoleoni dice que la economía canalla podrá rediseñar literalmente nuestro mapa del mundo y conducirnos a una civilización nueva (por las transformaciones geográficas que generará el cambio climático). Pero antes, dice Napoleoni, el mundo debe pasar por el caos bíblico, la anarquía, las mareas y la hambruna, y derrotar la última ilusión: la política moderna.

La autora también analiza la ayuda externa a África y las campañas de rockeros y músicos pop para promover el bienestar en el continente pero que en realidad son presa fácil. Asegura que las subvenciones se han gastado, en gran medida, en armamento para sufragar las guerras civiles (Etiopía, Sudán) e incluso en financiar el terrorismo internacional. Muchos productos son confiscados por grupos armados. En realidad, dice Napoleoni, las ayudas han empobrecido a África por lo que desaconseja que se se les condone la deuda a los países ni que se invierta más dinero,
Además, Napoleoni sostiene que las ayudas enriquecen sobre todo al que las da como ocurrió con el Plan Marshall que abrió el mercado a los productos americanos. En el caso africano, la ayuda serviría para proteger la industria agrícola de semillas genéticas de bajo consumo de agua. África ha recibido cuatro veces la ayuda que Asia pero sigue hundida en la pobreza.

Loretta señala en su libro "Economía Canalla" (2008:235) que Adam Smith afirma que una mano invisible regula el mercado. Esta mano oculta dirige las fuerzas del mercado de acuerdo a la necesidad de los individuos de maximizar sus ganancias o beneficios. Este comportamiento, añade, resulta racional y en perfecta consonancia con la naturaleza humana. Aunque cada individuo busca exclusivamente su interés personal, la suma de estos comportamientos egoístas acaba enriqueciendo y beneficiando a la nación porque los escasos recursos del capital se dirigen siempre a inversiones que proporcionan el mayor beneficio con el menor riesgo. Al buscar el máximo beneficio y mínimizar las pérdidas, los individuos contribuyen a la riqueza de su nación, Esa sería la magia del mercado.

Napoleoni dice que "para los economistas del mercado, la mano invisible de Smith presenta un icono casi religioso que nadie en su sano juicio se atrevería a desafiar". Esto funciona en la economía global y las empresas americanas trasladan sus fábricas a China para abaratar costes. Sin embargo, en una economía internacional el propio interés racional puede enriquecer o empobrecer a amplios sectores de la población mundial muy alejados de las fronteras nacionales (lo que conlleva el cierre de fábricas en lugares alejados como México tras las fuertes inversiones en China). Según Napoleoni: "si la mano invisible de Smith guía la revolución de la globalización, podríamos sostener que a largo plazo el capitalismo occidental controlará la economía mundial y que las poblaciones y naciones se enriquecerán gracias a una mejor y más eficiente distribución de los recursos. Sin embargo, una atenta mirada al crecimiento de las finanzas islámicas parece contradecir ese argumento. Al facilitar el tribalismo transnacional, la globalización creó las condiciones ideales para la eclosión de las fuerzas islámicas, como ilustra la dinamización de la economía malaya. Esto representa un nuevo sistema económico regulado por principios ajenos a la economía de mercado y potencia rival del capitalismo occidental. Adam Smith estaría de acuerdo con que la notable inmesión de Malasia en las finanzas islámicas no ha sido guiada por su mano invisible del mercado sino más bien por factores religiosos como la solidarida tribal musulmana".

Señala que la economía de la sharia fue impulsada por las dos de las mayores crisis de la globalización; el hundimiento del mercado asiático y el 11/S. La retirada de capitales de la noche a la mañana de los mercados asiáticos por motivos irracionales golpeó como un tsunami las economías asiáticas. El FMI y el Banco Mundial intentaron frenar el colapso pero Malasia jugó una nueva carta: el gharar, la prohibición islámica de la especulación y atrajo la ayuda solidaria musulmana. La solidaridad es la fuerza de la economía musulmana, dice Napoleoni. Además, Malasia desarrolló una economía financiera basada en la sharia (el producto financiero requiere una "fatwa", un edicto religioso de un reconocido estudioso del Islam, que depura la inversión de todo propósito perverso). Según la autora, hay mayor grado de flexibilidad y ofrece a los inversores un grado de seguridad desconocido en occidente. Napoleoni cree que podría crearse un nuevo sistema monetario islámico que desafíe los fundamentos de la economía canalla al prohibir la especulación.

Otra idea es la pujanza del dinar-oro como moneda de reserva en los bancos centrales de los países árabes, que podría sustituir al dólar. Napoleoni advertía en el 2008 que la idea de Al-Qaeda era montar un califato dorado antes del 2016.

Finalmente, Napoleoni analiza la economía fascista surgida tras el crash de 1929. Todos los intentos por volver a la globalización del siglo XIX fracasaron tras el hundimiento del patrón oro, lo que avivó la hiperinflación seguida de una espiral deflacionaria tras el crash de 1929. En Italia, se estableció una economía de tribalismo estatal como expresión de una identidad colectiva. El Estado participó en la economía a través de masivas inversiones en empresas públicas. Pero en el fondo defendía los intereses de la élite sin contar con las masas. Bajo la bandera del sindicalismo, intervino en todos los sectores, buscaba la autosuficiencia y desmanteló el estado liberal.Tras el crash, Italia creó un gigantesco "holding" en el que el Estado asumió el control de la economía.
La autora dice que el tribalismo estatal ha sido copiado por modernas economías y cita a China, pero también a países de los años 30 y 40 como España, Argentina, Alemania o Hungría entre todos.

El libro termina con la necesidad de hacer un nuevo contrato social que termine con la anarquía de la globalización. Señala que el capitalismo generó crecimiento pero procedía de una economía "brutal y explotadora". Añade que los consumidores occidentales también son "bastantes ciegos ante las fuerzas oscuras que alimentan los actuales cambios económicos. La matriz del mercado y del teatro de ilusiones de los políticos modernos les impiden ver la anarquía económica que se extiende en nuestro planeta. Atrapados en una red de fantasías e ilusiones comerciales no perciben la envergadura de la economía canalla en la periferia de su mundo. Pero la presión de los bandidos, la generalización de la corrupción y la avaricia se han hecho evidentes. El Estado corre el riesgo de convertirse en un poderoso instrumento controlado por los bandidos de la globalización".

Añade que la clase media, los jóvenes y las mujeres y niños explotados tienen temor porque se dan cuenta de que el Estado no puede protegerlos. Sostiene que el "tribalismo moderno" parece ser la fórmula del éxito para afrontar las presiones económicas de la globalización y proporcionar la estructura socioeconómica para medrar en la anarquía de la economía canalla. Cita los casos de éxito de tribalismo del milagro económico de China y de las finanzas islámicas. "El nuevo contrato social se elaborará en China y Oriente Medio", dice. Augura que el nuevo contrato social postglobalización supondrá una clara separación entre individuo (tendrá libertad de comercio y economía) y Estado (tendrá el monopolio de política exterior y política monetaria).
Entre algunos cambios, Napoleoni augura que las patentes y marcas comerciales desaparecerán limitando los antiguos privilegios, habrá un código ético que prohiba el juego y la prostitución, se rechazará que el dinero cree dinero, los impuestos se recaudarán localmente, los medios verán disminuida su poder por la proliferación de información en Internet. El nuevo orden mundial estará gobernado por el eje de Beijing a Ciudad del Cabo. Europa y Estados Unidos saldrán perdiendo. África y Oriente Medio proporcionarán los recursos necesarios para el nuevo liderazgo económico global.

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