Sara Montiel

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Falleció Sara Montiel. Ayer, a los 85 años, en Madrid. Seguro que conoce la noticia. Se fue una de las grandes. “La más grande estrella que ha dado la cinematografía española”, “la más guapa”, “la más internacional de las actrices españolas”, “un mito”, “un icono”, leemos entre otros elogios –todos ellos ya expresados en vida de la actriz– en los innumerables artículos que se han publicado a raíz de conocerse la noticia. Sara, Sarítisima, María Antonia Abad, fue la primera gran estrella española por la que se interesó Hollywood.
“Nació en Campo de Criptana (Ciudad Real), un pueblo humilde que subsistía gracias a la agricultura y reconocido por sus molinos de viento, uno de los cuales lleva su nombre, y que algunos señalan como aquellos contra los que luchó Don Quijote de La Mancha. Al estallar la Guerra Civil, se fue con su familia a Orihuela (Alicante), y ahí la futura estrella comenzó a estudiar en un colegio de monjas, donde sor Leocadia le enseñó a cantar. María Antonia Abad Fernández (que era su verdadero nombre) tenía 16 años cuando en la Semana Santa de 1941 cantó una saeta que escuchó el periodista José Ángel Ezcurra, fundador de la revista Triunfo, y quiso conocerla”, escribe hoy [por ayer] en El País Víctor Nuñez Jaime.
“Ezcurra –prosigue– le puso una profesora de canto y la animó a presentarse a un concurso. Interpretó La morena de mi copla y ganó. Luego la llevaron a Barcelona para hacer unas pruebas de cine, y debutó, no sin ciertas reticencias, con Empezó en boda, al lado de Fernando Fernán-Gómez. Fue el primero que me besó. Yo tenía 16 años y no sabía. Y me explicó cómo se hacían las películas. Yo creía que se hacían como se ven: del principio al final. Pensó en Alejandra como nombre artístico. Pero al ilustrador Enrique Herreros no le gustó. Requería un “apellido contundente”, como Montiel. Por su parte, ella recordó que su bisabuela se llamaba Sara, un nombre que le agradaba. Así nació Sara Montiel. Y así la llamaron por primera vez en la revista Primer Plano”.
Intervino a partir de entonces en otras películas más, en papeles secundarios. En 1950 marchó a México, cuya industria cinematográfica vivía una época de esplendor. Allí protagonizó trece films –entre otros, con Pedro Infante– y el éxito fue fulgurante. Tanto que dio el salto a Hollywood, donde trabajó con conocidas estrellas del momento. Fue entonces que se ganó la fama de “mujer fatal” tras el supuesto romance que tuvo con Gary Cooper, con quien rodó el magnífico western Veracruz (1954, Robert Aldrich).
En total, Sara Montiel publicó como cantante una treintena de discos y participó en cerca de 60 películas, muchas de ellas internacionales junto a los galanes del momento: Burt Lancaster, Joan Fontaine, Mario Lanza, Vincent Price y Charles Bronson. Firmó contratos millonarios para Warner Bross y United Artists y trabajó con los directores más reputados; por ejemplo, Anthony Mann (quien acabó siendo su primer marido).
En 1957, ya en España, llegó El último cuplé, una película de bajo presupuesto que dirigió Juan de Orduña y se convirtió en todo un acontecimiento. A El Último Cuplé siguieron varias producciones de éxito como La Violetera (con Raf Vallone), Carmen la de RondaMi último tangoPecado de AmorLa bella LolaLa reina del ChanteclerNoches de CasablancaLa dama de BeirutLa mujer perdidaVarietés (dirigida por Juan Antonio Bardem) y Cinco almohadas para una noche. Tras esta última, estrenada en 1974, se retiró del cine. Continuó grabando discos y protagonizando espectáculos de variedades en teatros y televisión. Hasta hace nada. En 2011 aún intervino en la película Abrázame, interpretándose a sí misma, y en 2012 regresó a Estados Unidos para ofrecer una pequeña gira de conciertos y charlas. Todavía la recordaban. Más de lo que ella creía.
Genio y figura hasta la sepultura, por expreso deseo suyo el féretro permanecerá cerrado durante el velatorio y sobre él se ha dispuesto una foto de la cupletista acompañada por flores.
Y vamos ya en este improvisado homenaje con algunos de los números musicales más célebres de la artista de las temáticas que se ocupa nuestro blog. Comenzamos con la película El último cuplé, de la que vemos interpretar “El relicario” (pasodoble compuesto por José Padilla en 1914, con letra de Armando Oliveros y José María Castellví, un gran éxito de Raquel Meller), “Ven y ven” (Álvaro Retana y R. Gómez), “Fumando espero” (tango compuesto en 1922, con música de Juan Viladomat Masanas y letra de Félix Garzo) y “La Madelon” (1914, letra de Louis Bousquet y música de Camille Robert).

La Violetera, rodada al año siguiente, 1958, con dirección de Luis César Amadori, supuso otro gran éxito para la ya diva Sara Montiel. Vamos con algunas de sus inolvidables canciones: la que da título al film (“La violetera”) –polka-cuplé compuesta por José Padilla en 1914 que popularizó Raquel Meller–, “Mi hombre” (Mon Homme, 1916) y “El polichinela” (1908, música de Joaquín Valverde San Juan y letra de (José Juan Cadenas Muñoz).


“Maniquí parisién” (composición de Arcadio Roses y Manuel Aniesa) es una de las canciones que interpreta Sara en el film Mi último tango, dirigido por Luis César Amadori en 1960.
Y de la película de 1962 La Reina del Chantecler, la rumba “De la Habana para aquí me han mandao”, original de Álvaro Retana).
Podríamos seguir llenando páginas y páginas con la trayectoria profesional de la que, sin duda, ha sido la gran estrella española, la de mayor éxito internacional. Tal vez lo hagamos algún día. Hoy despedimos esta improvisada entrada con una de sus últimas actuaciones en directo, la que tuvo lugar durante las Fiestas del Pilar del año 2009 en la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza. Interpreta “Adiós, público, adiós”. El público, sin embargo, dice en estos momentos: ¡Hasta siempre! Descanse en paz.

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