Luigi Zoja Vivimos en la dimisión del padre

Luigi Zoja, autor de 'El gesto de Héctor'. JAVI MARTÍNEZ
LUIS ALEMANY
29 MAR. 2018

Varese (Italia), 1943. Psicoanalista. Su libro El gesto de Héctor, ahora reeditado (Taurus), es el gran estudio sobre la paternidad en la Historia.¿Un resumen? Los padres perdimos la autoridad y andamos melancólicos y sin rumbo

En su libro aparece la historia de la paternidad de los estadounidenses de raza negra y diría que esa historia ya lo resume casi todo.
Durante la esclavitud, no existía la figura legal del padre. No había matrimonio, ni registro de paternidad, al padre lo vendían y lo enviaban al otro lado del país... La figura del padre se perdió y aún hay que reconstruirla.Ahora, los afroamericanos de clase media se esfuerzan mucho por ser padres sólidos por oposición a esa tradición de padres ausentes.Pero otros muchos sufren de una guetificación familiar...

Obama entró en ese tema
Una de las misiones del presidente Obama fue deshacer ese problema, lo decía en sus primeros discursos: «Tenéis que reconquistar el orgullo de ser buenos padres». Todo esta historia nos cuenta es que la maternidad es un fenómeno que existe en todas las culturas, es el perfeccionamiento de un instinto.En cambio, la paternidad es una construcción cultural. Puede estar o puede no estar. O puede estar mal construido, como ocurre con los afroamericanos.

 Yo estoy ya en la edad en la que los padres se nos empiezan a morir y veo a hombres que han sido cariñosos y cercanos con sus hijos durante su vida, pero que, al final, se despiden con una sensación de incomprensión mutua.
Cada caso es distinto, pero puede que su error fuera el de querer ser el hermano mayor de sus hijos. Todos vivimos en un proceso histórico que es la dimisión del padre y todos tenemos que buscar nuestro rol ahí. El rol del buen hermano está bien, pero no llena el vacío que deja esa dimisión. En el imaginario colectivo nos falta el padre, falta desde el siglo XX.Por eso los fascismos. Hitler y Mussolini eran los machos alfa de la manada queriendo suplantar al padre pero fueron como un tapón mal puesto que no podía parar la fuga.

¿Donald Trump tiene éxito por nuestra nostalgia de un padre con autoridad?
Donald Trump es la radicalización del fenómeno del macho alfa. Es un hermano mayor malo. ¿Conocen a Polilla el amigo malo de Pinocho? Ese es Trump.Yo lo tengo muy presente porque me eduqué en un colegio católico, sin niñas, aburridísimo... El único aliciente eran los repetidores.En mi clase apareció un chaval así, un Polilla, y yo pasé de ser el segundo mejor estudiante de mi clase a ser el segundo peor. El peor era el repetidor, claro.

Supongo que se puede decir lo mismo de Berlusconi y sus aliados. ¿Y de Cinque Stelle?
Cinque Stelle representa al hermano díscolo que ataca la falta de autoridad paterna.

Entonces, el padre en crisis es la UE.
Puede ser.La paternidad es, sobre todo, una perspectiva del tiempo, una idea de continuidad. Transmite un orgullo por el pasado y un proyecto de futuro. Que conste que siempre ha habido muchos buenos padres, sólo por eso los humanos pudimos llegar aquí.

En su libro habla de los «padres vice madres». ¿Qué opina de ese papel?
En italiano uso la palabra mammo. Está bien ser mammo, crea una intimidad con el hijo y crea un sentido de la responsabilidad, pero no llena el vacío que ha quedado por la pérdida de la autoridad paterna.Yo mismo, fui mammo de mis primeros hijos. Su madre y yo nos dábamos relevos. De los del segundo matrimonio no lo fui, y después me lo reprocharon. Se referían a mí como «aquel señor».

¿Le ha ido mejor como padre o como hijo?
Me quedo con lo que decía Winnicott: he intentado ser un «good enough father», un padre suficientemente bueno. Los padres perfectos condenan a sus hijos al psicoanálisis.

LA ÚLTIMA PREGUNTA.Le leo y llego a la conclusión de que la prevalencia del apellido paterno es, más que un abuso machista, una manera de darnos ánimos a los hombres.
Es una manera de hipercompensar el hecho de que los hombres nunca tenemos la certeza que tienen las madres. Hasta las leyes romanas lo decían: Pater semper incertus.

https://www.elmundo.es/cultura/2018/03/28/5ab38381468aeb64208b4690.html

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