Introduciendo el Quijote



Después de Shakespeare, hemos pasado al Quijote . En la primera clase que le dedicamos, pregunté quién lo había leído en la versión original e íntegra. Nadie. La mayoría, y no todos, había leído adaptaciones y selecciones de la novela. Al igual que ocurre con el Tirant . Las adaptaciones de clásicos son muy útiles como primera aproximación, pero me parece que a menudo se quedan en eso: en una primera y última vez, y desde lejos.

No es cuestión tampoco de estirarse el pelo para mostrar una santa indignación académica. La experiencia de leer el Quijote vale la pena de verdad y no se debería perder nadie, pero el hecho es que hay muchos libros y los alumnos tienen mucho tiempo de lectura por delante. Seamos optimistas. Además, hay que reconocer que la lectura obligatoria de los clásicos puede tener, y tiene a menudo, efectos contraproducentes. Hay gente que tras su paso por el sistema escolar, ha quedado vacunada para toda la vida contra determinadas obras literarias.

Esta encuesta inicial nos sirvió para plantear un hecho que conviene destacar: el Quijote es un libro muy conocido, pero muy poco leído. Al menos, en España. Es una característica del Quijote que Nabokov remarcó en su Curso sobre el Quijote con estas palabras tajantes: "el Quijotees uno de esos libros que quizás sean más importantes para su difusión excéntrica que por su valor intrínseco ". Todo hay que decirlo: Nabokov no era un entusiasta precisamente de la novela de Cervantes, que consideraba "uno de los libros más amargos y bárbaros de todos los tiempos". Nabokov remarcaba que a lo largo de este libro hay una crueldad sostenida contra los locos, los animales y los disidentes. Y que esta crueldad ha hecho reír generaciones de lectores. En cuanto a la valoración estrictamente literaria, Nabokov afirma: "Se ha dicho del Quijoteque es la mejor novela de todos los tiempos. Naturalmente, esto es una tontería. El hecho es que ni siquiera es una de las mejores novelas del mundo, pero su protagonista, la personalidad es una invención genial de Cervantes, plana de tal manera sobre el horizonte de la literatura, coloso flaco sobre un rocín enclenque, que el libro vivo y vivirá por la auténtica vitalidad que Cervantes ha insuflado en el personaje central de una historia muy deshilachada y grosera, que sólo se mantiene en pie porque la maravillosa intuición artística de su creador hace entrar en acción don Quijote en los momentos oportunos del relato ".

No puedo entrar ahora a discutir la valoración crítica que hace Nabokov del Quijote . Pero su Curso sobre el Quijote es una de las lecturas de esta novela más atentos, más inteligentes y más libres de prejuicios que conozco. Algo que hay que agradecer siempre a Nabokov como crítico literario es que no le cae nunca la baba reverencial ante los clásicos. En España, estas babas suelen ser especialmente asquerosas y están en relación directamente proporcional al desconocimiento que se tiene de la obra de Cervantes.

La "difusión excéntrica" del Quijote es lo que hace que sea imprescindible hablar de este libro en un curso de literatura universal. En clase, repasamos brevemente algunas de las obras principales que se han inspirado, como el Pickwick de Dickens o El idiota de Dostoievski, o la pareja Sherlock Holmes - Watson de Conan Doyle. Y, sobre todo, una novela que los alumnos están leyendo ahora y que pronto comentaremos en clase: Madame BovaryFlaubert calca, inicialmente, su personaje femenino sobre el protagonista de la novela de Cervantes: como don Quijote, Madame Bovary es una víctima de la literatura. Quiere vivir en la vida real las aventuras y el tipo de vida que ha leído en los folletos románticos. La relación entre los libros y el mundo, la interferencia mutua de la vida y la literatura es uno de los temas fundamentales de estas dos novelas, sobre todo del Quijote . ¿Qué lugar ocupan los libros en la realidad humana? ¿Qué importancia tienen respeto a la vida? ¿Los libros son verdaderos absolutamente, o de manera relativa, y, si lo son, como podemos probar la verdad? Lector ejemplar, don Quijote la pondrá a prueba esta verdad y descubrirá la ambigüedad de las relaciones entre la literatura y la vida.

Mientras comentaba en clase esta influencia del Quijote sobre la novela de Flaubert, se me escapó de decir que al final Madame Bovary se suicida. Por poco los alumnos me matan. Me aseguraron, todos indignados, que los acababa de pifió la lectura de la novela, porque ahora que sabían el final ya no tenía interés. Intenté decirles que he leído Madame Bovary más de una vez y que el interés no me ha decaído por ello. En vano. Raquel cruzó los brazos y anunció solemnemente que no pensaba continuar con la lectura de Madame Bovary. Para qué?


Después de este accidente y de unos cuantos minutos de revuelo, comenté un poco el título del tema sobre Cervantes que aparece en la programación de literatura universal: "Cervantes y los orígenes de la novela moderna". Es un tópico de la historia de la literatura afirmar que Cervantes crea con el Quijote la novela moderna o que es el precedente más claro. Se alega que Cervantes establece con el Quijoteel modelo formal de la novela moderna: resume todos los géneros narrativos anteriores mediante la inserción de historias puestas en boca de diferentes personajes, el narrador de la novela se multiplica y adquiere diferentes puntos de vista, se mezcla la realidad y la ficción, introduce nuevas técnicas, como las diferentes perspectivas sobre un hecho o la narración simultánea de acciones que coinciden en el tiempo, incluye la literatura dentro de la literatura. Y, sobre todo, el Quijote inaugura la novela moderna por su realismo, por las referencias a la realidad cotidiana de su tiempo.

El concepto del realismo literario es muy ambiguo y equívoco. Pero si la entendemos en el sentido de imitación o reproducción de la experiencia individual situada en su medio espacial y temporal, el realismo del Quijote resulta muy limitado. Nabokov, como siempre, es tan contundente como sarcástico: "el cuadro que Cervantes pinta del país viene a ser tan representativo y típico de la España del siglo XVII como Santa Claus es representativo y típico del Polo Norte en el siglo XX. " Y añade que "el autor rehuye las descripciones que podrían ser verificadas. Es absolutamente imposible seguir estas idas y venidas por cuatro o seis provincias del centro de España, en el curso de las cuales, hasta llegar a Barcelona en el noreste, no se pasa por una sola ciudad conocida ni se cruza hacia río ".

En cuanto a la modernidad del Quijote como modelo formal, Nabokov remata el libro de Cervantes con esta estocada: "El Quijote se encuentra dentro de un tipo de novela muy temprano y muy primitivo. Está claro que en las aventuras de nuestro visionario caballero vemos mucho más que las tribulaciones de dos personajes grotescos, uno delgado y un grados; pero así y todo el libro se ajusta esencialmente a una forma primitiva, la del relato picaresco de episodios variados, colocados unos detrás de otros, apenas relacionados, tal como lo aceptaba y disfrutaba el lector sencillo. "

Afirmar, por tanto, que Cervantes crea con el Quijote la novela moderna es confuso, discutible y, en último término, falso. Tampoco se trata de plantear una especie de cuestión de honor de quien fue el primero o el más guapo. Pero el hecho es que la novela moderna surge como tal en Inglaterra en el siglo XVIII , con autores como Defoe, Richardson y Fielding y, un poco después, con Lawrence Sterne y Jane Austen. Y se consolida en el siglo XIX, En Francia sobre todo, cuando en este país se dan las mismas condiciones que se habían dado antes en Inglaterra. Stendhal y Balzac sólo aparecen después de que la Revolución Francesa situó la burguesía en una posición de poder social y literario, poder que las clases medias inglesas habían logrado en la revolución del 1689. Por otra parte, Stendhal y Balzac se beneficiaron de una serie de ventajas históricos: no sólo porque los cambios sociales que trataron en sus novelas encontraron en Francia una expresión más dramática que no en Inglaterra, sino porque en el aspecto literario se beneficiaron también de un clima crítico mucho más favorable al desarrollo del realismo novelístico. Defoe, Richardson y Fielding, en cambio, se tuvieron que abrir camino en medio del neoclasicismo dominante.

E basta . En las próximas clases dejaremos de lado las referencias al contexto literario, la situación del Quijote en la historia de la literatura y toda la parafernalia crítica y nos dedicaremos a leer unos cuantos capítulos de este libro ya comentarlos un poco. Sin seguir ningún método ni ningún esquema de comentario. No tenemos manías, nosotros.

PD. Las ilustraciones que acompañan esta entrada son todas de Salvador Dalí.

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