¿Cómo se relacionan las pinturas del artista William Blake con los escritos del psicoanalista Carl Jung? A través de este artículo, nos adentraremos en la relación entre el arte y la psicología.
Considerado una figura fundamental de la época romántica, William Blake (1757-1827) fue un escritor y artista londinense del siglo XIX. Sus escritos han influido en infinidad de escritores y artista de manera póstuma, pues durante los primeros años de su carrera, fue un artista incomprendido.
Como poeta y artista visionario que fue durante gran parte de su vida, William Blake encontraría admiradores al final de su vida, y a partir de su muerte en 1827, tuvo una gran influencia. Pero, ¿por qué? ¿Quién era realmente William Blake? ¿Cuáles eran sus intereses? ¿Cuál es su relación con el psiquiatra y psicoanalista Carl Jung?
La relación del arte y la psicología
Por un lado, podemos decir que el arte es uno de los medios más fértiles para desarrollar la creatividad y hacer fluir nuestra energía en forma de expresión artística. Además, tomando de referencia un informe del Journal of Life Science and Biomedicine sobre la relación entre el arte y la psicología, parece que si conseguimos canalizar toda la fuerza y energía de nuestro interior a través del arte, muchos problemas se resolverán. Curioso, ¿verdad? pues esto mismo es lo que intentaba hacer en vida William Blake.
Y es que, todo esto ya ha sido estudiado en el campo de psicología, la ciencia que estudia los comportamientos humanos; el miedo, la motivación, la depresión, los trastornos mentales etc., y el arte está ahí, para dar sentido y valor a esos conceptos psicológicos, porque además, a través del arte los humanos tocan, sienten y se expresan.
Tal y como explican en el estudio, el significado en el arte se puede observar a través de la creación de sus obras maestras, gracias a las cuales podríamos obtener información sobre la personalidad del individuo o artista en cuestión. Así, la misión del arte y la psicología es principalmente la explicación objetiva sobre el crecimiento del ser humano y la sociedad. Y este es el caso de William Blake.
La Biblia: principal fuente de inspiración de William Blake
Con 14 años, Blake fue aprendiz de grabador, y su maestro, miembro de la Sociedad de Anticuarios de Londres, le envió a la Abadía de Westminster para hacer dibujos de tumbas y monumentos, lugares en los que sembraría su amor por el arte gótico, un estilo que incorporó a sus propias obras.
La Biblia tuvo una influencia temprana y le caló de forma muy profunda en Blake, pues seguiría siendo una fuente de inspiración para toda su vida, la cual utilizaba a menudo en sus pinturas con una intensa espiritualidad, como, por ejemplo, en obras como La escalera de Jacob, El Infierno de Dante, El anciano de los Días o Elohim creando a Adam.
A los 21 años, Blake se convirtió en un copista grabador, y comenzó a trabajar en proyectos para distintas editoriales. En 1804, Blake comenzó a escribir e ilustrar Jerusalén (1804-20), su obra más ambiciosa hasta entonces, sin embargo, sus obras no tuvieron el éxito esperado ni la atención que él quería, así que se retiró; de 1809 a 1818 hizo muy pocos grabados, por lo que acabó en la más absoluta pobreza.
“La imaginación no es un estado: es la existencia humana en sí misma”.
-William Blake-
Los sueños de William Blake en los escritos de Jung
Ahora, algunos expertos, como el médico, Peter R Purrington, han descubierto similitudes entre los sueños de Willian Blake y el desarrollo de Jung en el Libro Rojo (1757-1827). Un ejemplar inacabado que muestra una época en crisis del propio Jung sobre sus alucinaciones, sueños y es considerado como la obra que dio lugar a la psicología analítica.
Al parecer, Jung conocía muy bien las obras de Blake, por lo que incluyó dos de ellas, una que representa una escena del Infierno de Dante y la otra de La escalera de Jacob, en su libro Psicología y Alquimia (Psychology and Alchemy, en 1944). Además, y según los escritos, el formato del Libro Rojo se asemeja mucho al trabajo de Blake, quien también registró sueños y visiones.
De esta forma, Jung escribió que el artista le atraía mucho como caso de estudio; consideraba que Blake recopiló una gran cantidad de conocimiento que no consiguió digerir en sus fantasías. No obstante, para Jung, al final, los dibujos de Blake no significaron más que una producción artística, en vez de una representación auténtica de los procesos inconscientes.
Así que, para Jung, William Blake era un perfecto caso de estudio. Sin duda, su arte supuso para él algo que le otorgó significado a su obra, una prueba más de que el arte es un paso hacia el subconsciente latente del ser humano en plena vigilia, tal y como explica la psicología del arte.
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