De HENRY MILLER: Primavera negra.

 “Los franceses casi siempre han elegido bien el sitio para sus urinarios. De repente recuerdo uno en Carcasona, donde, si elijo bien la hora, tendré una incomparable vista de la ciudadela; está tan bien situado que, a menos que uno esté agobiado y perturbado, debe hacer surgir otra vez el mismo orgullo ascendente, la misma curiosidad y temor reverente, la misma feroz felicidad ante esta escena, que sintieron el agotado caballero o el monje cuando, parándose al pie de la colina donde corre ahora el arroyo que arrastró la epidemia, levantó sus ojos para fijarlos en los siniestros torreones manchados por las batallas y erguidos contra un cielo arrastrado por el viento.”


HENRY MILLER: Primavera negra.

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