Ernest Hemingway. Material de lectura UNAM (Descargar)

Sirven de epígrafe a la novela » Fiesta» (1926) unas palabras atribuidas a Gertrude Stein (1874-1946): “Todos ustedes son una generación perdida.” Según, Ernest Hemingway, autor de esa novela, escuchó la cita en una conversación. Stein negó siempre la maternidad de esa idea. Como quiera que haya ocurrido, el término “generación perdida” echó buenas raíces y ha sido desde entonces rótulo del grupo de escritores con el aludido. Grupo, sin duda alguna, muy talentoso: baste asentar los nombres del propio Hemingway, de Francis Scott Fitzgerald (1896-1940), de John Dos Passos (1896- 1970), de Ezra Pound (1885-1972).

Selección, traducción y nota introductoria de Federico Patán

Algunos cuentos del autor de “París era una fiesta”

  • Nota introductoria
  • Los asesinos
  • Colinas como…
  • En el muelle de…
  • Un lugar limpio y bien…
  • All Pages

Distingue a esta generación el haber entrado en conflicto con los valores materialistas, clase media, de su país, los Estados Unidos. Buscaron en el exilio voluntario respuesta a sus inquietudes, y París fue entonces el centro de una vida bohemia, cuyo motor era librarse de la incertidumbre filosófica o existencial que los participantes en el grupo sentían. Recordemos que esto sucedió en la segunda década del XX, y una preocupación más bien estética que política movía a Ernest Hemingway y compañeros. Sin embargo, Europa terminó por negarles la respuesta buscada, y la repatriación comenzó poco a poco. Malcolm Cowley (1898- 1989) hizo la crónica de ese regreso en El retorno del exiliado (1934). Quien se interese por el periodo y la generación descritos aquí, lea Tierna es la noche (Fitzgerald, 1934) y París era una fiesta (Hemingway, 1964).

Miembro destacado de ese grupo, Ernest Hemingway nace en Oak Park (Illinois) en 1898. Amante decidido de la caza y la pesca, mostraba ya en tal inclinación su tendencia a encontrar en la acción física, y en el contacto con la naturaleza, una razón de vida. Herido de cierta gravedad en la primera Guerra Mundial —fue conductor de ambulancias en Italia—, la experiencia lo hace enfrentarse al significado de la muerte, y a partir de allí medita sobre el vacío nuclear de toda 4 vida y las posibilidades de llenarlo con algún, con cualquier medio. A lo largo de una serie de libros fue explorando los distintos ángulos del problema, y la crítica considera puntos destacados de esa narrativa novelas como la ya mencionada Fiesta, o bien Adiós a las armas (1929), Tener y no tener (1932), Por quién doblan las campanas (1940) o El viejo y el mar (1952), relato que basculó en favor de Hemingway la otorgación del Premio Nobel en 1954.

Fuente original del texto: http://www.materialdelectura.unam.mx/

Descargar: Ernest Hemingway. Material de lectura UNAM

La Movilidad Peatonal: El Futuro de las Ciudades Sostenibles

Pontevedra, la ciudad que mejoró su aire al pensar en sus peatones






Titina Penzini cuenta qué pasó en el tepuy de Canaima

 El reciente escándalo en redes sociales desatado en Venezuela a propósito de una celebración en el campamento Canaima, en el parque nacional del mismo nombre, tiene varias aristas por relatar. Este testimonio es solo una de ellas.


Una excursión “chic” de 30 personas vestidas de etiqueta, transportadas en helicóptero a la cima del tepuy Kasuri, en el parque Canaima, desató un escándalo en Venezuela. Una de las invitadas fue Titina Penzini, figura pública de medios tradicionales y digitales y sobre quien se concentró el odio en redes sociales.

Titina Penzini (su hermano Pedro también asistió) relata de primera mano los hechos ocurridos en el campamento Canaima, más allá de la histeria de las redes sociales y de las fotografías mezcladas de lugares distintos.

En la cima del tepuy Kasuri, en el parque nacional Canaima, está erigida desde hace años una antena de la telefónica CANTV y su filial Movilnet. También hay un refugio para la estación de telecomunicaciones y de hidrología y un helipuerto de concreto.

A ese lugar llegó el grupo de unas 30 personas, entre invitados y personal de apoyo, en una excursión a la que asistió Titina Penzini como amiga del anfitrión, el empresario Rafael Oliveros, quien desde hace seis años es operador privado del campamento Canaima, en sociedad con la empresa estatal operadora turística Venetur.

Ni tan chic

“No se trató de una fiesta como tal, fue una excursión. Lo que hice distinto fue estar en vestido de gala, que fue lo inusual en el lugar”, dice Titina.

El escándalo derramó millones de bits en las redes sociales cuando las primeras versiones no contrastadas afirmaron que se trató de una fiesta ecocida que se prolongó durante cuatro días en la cima de un tepuy del parque nacional Canaima.

Titina fue sometida a un juicio sumarial en redes sociales y en algunos medios digitales. Hasta ahora nadie había buscado su versión directa de los hechos.

La excursión era parte de una visita de cuatro días al campamento Canaima para celebrar el cumpleaños 50 de Oliveros, amigo personal de los invitados.

Canaima es uno de los seis campamentos operativos (hay otros tres inactivos) en el parque nacional del mismo nombre, un lugar único que tiene fama internacional y es el principal atractivo turístico de Venezuela.

De los campamentos operativos hay tres que brindan paquetes de visitas que ofrecen sobrevuelos en helicóptero a la cima de los tepuyes, esas montañas que son como islas aéreas, con sus paredes verticales y que tienen un valor espiritual para la etnia pemón, primeros habitantes de estos paisajes.

Los propios pemones manejan exclusivamente cuatro campamentos en Canaima, un poblado de 2.840 habitantes azotado por las penurias de la recesión económica y la pandemia que paralizó por completo el flujo de turistas durante largos meses.

Distintos campamentos ofrecen sobrevuelos y llegadas a varios atractivos de la zona. Foto: Instagram

Destino turístico tradicional

Los vuelos se reanudaron el 19 de diciembre de 2020. Por estos comienzos de 2022 unos 160 visitantes, principalmente turistas, llegan cada semana en vuelos desde Maiquetía, según datos de Asocanaima, la asociación de empresarios turísticos del lugar, consultados por El Estímulo.

También han ido ya unos 900 rusos llevados en vuelos charter desde Margarita y que visitan el país como parte de un reciente esquema de cooperación entre los gobiernos de Rusia y Venezuela.

Los amigos de Oliveros llegaron en uno de esos vuelos de la aerolínea estatal Conviasa desde el aeropuerto de Maiquetía, en medio de una estrategia oficial que quiere promover el regreso del turismo de alto nivel en Guayana.

“No hicimos nada que nos pareciera distinto a lo que hacen los demás turistas”, dice Titina Penzini, en la primera entrevista con un medio para contar su testimonio sobre el escándalo.

La celebración de Oliveros se llevó a cabo en el campamento Canaima, con un día de excursión a la cima del tepuy Kusari, donde el grupo pernoctó desde la tarde del sábado. A los visitantes les explicaron que el operador tenía los permisos correspondientes tanto de las autoridades como del cacique local para quedarse a dormir una noche en el Kusari.

Los invitados debieron pagarse de su bolsillo su transporte hasta Canaima así como el paquete de estadía (con descuento) en el campamento, aclaró otra de las fuentes.

La invitación, del 3 al 6 de febrero incluía la llegada en la tarde del día 3 al campamento y salida con entrega de maletas a las 10 de la mañana, con vuelo a Caracas a las 2:00 de la tarde del domingo 6 de febrero. La fiesta aniversario fue la noche del día 5 en el restaurant Jimmy Angel’s Bar, del campamento, no en la cima de un tepuy, agrega otra fuente.

Una parrillada en la playa de la laguna, tacos mexicanos, hamburguesas, bebidas ligeras completaban el menú durante la estadía en el campamento, de acuerdo a la programación organizada para los invitados.

Paquete turístico

La estadía en el campamento y hotel Canaima fue similar a la oferta pública que hacen las otras operadoras turísticas en la zona, donde según Asocanaima, hay unas 503 camas operativas de un total de 603 instaladas. Tras largos meses de parálisis por los efectos de la pandemia, la ocupación está hoy en torno al 20% o 17%,  según este gremio que busca rescatar el turismo como medio de vida y alternativa ante el auge de la minería ilegal en el territorio.

Canaima además tiene problemas verdaderamente graves: a solo 30 kilómetros están las minas ilegales de oro, donde se arrasa el paisaje y contaminan los ríos con mercurio y cianuro. La planta de tratamiento de aguas residuales (cloacas) del pueblo no funciona y no hay un medios adecuados de disponer de la basura de los hogares y campamentos.

Pero, dijo otra fuente, lo inusual fue quedarse a dormir una noche en el tepuy. No obstante, es frecuente que excursionistas duerman por ejemplo en el Auyan Tepuy, por cuyas faldas discurre el Salto Angel, o Churum Merú, por lo que no pareció nada imposible. También se quedan, mucho más lejos, en el Roraima, en los confines de la frontera de Venezuela con Brasil y Guyana.

Durante la estadía en el campamento y en el tepuy se siguieron las instrucciones, normas y recomendaciones para la mejor preservación del lugar, afirman a El Estímulo Titina Penzini y otros asistentes consultados. El campamento cuenta con un hotel de 43 habitaciones y en el lugar trabajan 100 empleados, todos de la etnia pemón, habitantes históricos de Canaima.

La versión de Titina Penzini, y la de otras cuatro fuentes que estuvieron esa noche en la cima del tepuy y fueron consultadas por este periódico, indica que no hubo tal “megarrumba”, ninguna “fiesta a todo lujo y por todo lo alto” en la cima de un tepuy, al contrario de lo que difundieron las redes y algunos medios.

Realidad paralela

Las fotos tomadas en las instalaciones del campamento y hotel Canaima las mezclaron en las redes sociales con las de la excursión a la cima del tepuy, a donde los operadores llevaron sillas de extensión para los invitados, coincidieron las fuentes consultadas.

Bodas en tepuy

Un destino promocionado

El grupo en excursión, explica Titina Penzini, llegó en la tarde del viernes, en lotes de cinco personas en cada vuelo de helicóptero.

Una sola nave hizo el recorrido de unos 10 minutos desde el campamento hasta la cima del tepuy. El veterano piloto lleva 25 años haciendo este tipo de vuelos (que por demás son costosos, a razón de unos $2.000 dólares, según otras fuentes documentales).

Las autoridades indígenas pemones de Canaima perciben una parte de este pasaje por cada helicóptero que despega y por cada pasajero a bordo.

En la zona es frecuente que novios y recién casados se hagan fotos con sus galas nupciales en los tepuyes, frente a los paisajes y saltos de agua a los que se llega solo en helicóptero, como se observa en las cuentas en Instagram de los campamentos activos que ofrecen este paquete.

Canaima y Gran sabana

Visitantes en la Gran Sabana, en fotos de otras empresas turísticas. No quedó claro de inmediato si hay diferentes reglamentos en los demás parques nacionales.

La noche del tepuy

En la excursión de Oliveros, a cada persona le asignaron su respectivo vaso, con su nombre, para que lo usara durante la estadía. No hubo ninguna instalación de grandes “carpas marroquíes”, ni se encendieron fogatas, ni hubo música de ambiente. Cada pareja fue ubicada en una tienda de campaña (carpas, en Venezuela) de un material capaz de aislarte del frío, explica Titina  y confirman otras fuentes presenciales. Osmel Sousa durmió solo.

Con lámparas eléctricas, armadas de forma vertical, de simuló una fogata porque es impensable encender fuego en el lugar aunque la vegetación es rasa y el suelo arenoso.

La comida fue una carne guisada tipo gulash, el intento de un fondue que no prosperó a causa del frío, y aperitivos como jamón serrano y queso. Un toldo movible, tipo playero, alojaba la logística del catering (servicios de alimentos y bebidas).

Esas comidas y bebidas, según Titina Penzini y otros asistentes, no tenían nada que ver con una supuesta fiesta por todo lo alto llena de lujos y excentricidades. Las bebidas eran típicas de esos paquetes turísticos de todo incluido. Por la mañana, antes de descender, hubo café y unos sanduchitos.

El desayuno propiamente fue en el campamento, nada diferente a lo disponible en un viaje turístico de este tipo, agregan.

Error de cálculo

La propuesta de Oliveros era que los invitados lo acompañaran en el tepuy bajo las estrellas a la media noche cuando llegara la fecha de su cumpleaños.

“Pero muchos no aguantaron el frio y se metieron en sus carpas. En la mañana a primera hora regresamos al campamento”, dice Penzini.

Y justamente, “Kusari bajo las estrellas” era hasta ahora una de las ofertas de su paquete turístico, a semejanza de experiencias nocturnas usuales en otros países, como en Islandia, para ver la aurora boreal.

“Fue un error haber ido en esos vestidos de gala, pero era el código de vestimenta propuesto por el anfitrión”, dice Titina Penzini.

Era una combinación que lució a algunos como fuera de lugar, combinar vestidos largos y smoking con zapatos deportivos (para no maltratar el piso con tacones), en un país como Venezuela, con tantos problemas apremiantes.

“No somos parte de ningún grupo enchufados”, dice Penzini. Alude al término usado en Venezuela para designar a los multimillonarios cuyas fortunas nacieron y crecen a la sombra de la llamada revolución bolivariana.

“Yo era una invitada más de mi amigo Rafael Oliveros, a quien conozco desde hace muchísimos años, conocía a su mamá, a su familia, desde Margarita”, es un empresario dedicado a la hostelería y la restauración, señala Titina.

Oliveros, agrega, no aceptó regalos por su cumpleaños y pidió que en su lugar los invitados donaran algo para dotar de una máquina de rayos equis al dispensario del pueblo de Canaima. El campamento también apoya el Coro Infantil y Juvenil de Canaima, de la Fundación para el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela (Fesnojiv).

La rabia de las redes

En los campamentos, que están dentro el casco del pueblo y se puede llegar hasta caminando desde el aeropuerto, es notoria la vigilancia de la Guardia Nacional, cuyos uniformados suelen hacer recorridos para la seguridad de los visitantes.

“El operador del campamento giró la invitación y maneja toda la logística. No fuimos a una fiesta de enchufados, fuimos recibidos por los operadores de ese campamento”, relata otro testigo.

Titina Penzini ha concentrado la mayoría de los ataques personales en redes sociales que destilan odio social, resentimiento, misoginia, desinformación, coincide otro testigo de la excursión.

Sobre ella y otra invitada, Aura Marina Hernández, han llovido los ataques más virulentos en una sociedad machista, pese a que entre los invitados había muchos hombres, señala Titina.

También han caído las críticas sobre el excéntrico “zar de la belleza” Osmel Sousa, amigo de los Penzini desde la gloriosa época del Miss Venezuela y hoy convertido en un personaje cuestionado públicamente por otras razones.

En las redes, en memes y comentarios han presentado a Titina como si hubieran acampado allá cuatro días y ella sola produjera material fecal para destruirlo todo con su sola presencia, dice otro de los invitados.

Un video de autoría de Titina, con imágenes en planos generales del paisaje y de un grupo de invitados posando en sus trajes de gala en el patio del campamento circuló en redes como parte de su supuesto trabajo de producción del evento.

Canaima

El tobito de pintura

Un balde plástico con cal, dispuesto como baño de emergencia, se convirtió en meme con Titina y todo. También sirvió para chistes como un símbolo de lo estrafalario del viaje y de una supuesta megarrumba de cuatro días que produjo enormes cantidades de desechos orgánicos.

Ese era un baño básico de camping, con un envase era para no tener que excavar el suelo del tepuy. Lo contradictorio hubiera sido instalar una poceta (inodoro) en el lugar. Como hubiera sido discordante un balde vacío de pinturas en una fiesta en la quinta la Esmeralda (famoso lugar de festejos de la diplomacia y la alta sociedad en Caracas), resume otra de las fuentes consultadas.

Titina Penzini destaca en esta entrevista que tenía cinco años sin venir a Venezuela, aunque nunca ha dejado de producir su programa de radio, ni su columna, incluyendo la que aparece cada semana en El Estímulo.

“Si a alguien no se le puede tachar de ecocida es a mi”, dice Penzini al enfrentar una de las peores acusaciones que le han llovido en las redes sociales.

Trayectoria en Provita

Desde 1998, señala, apoya a la ONG Provita, dedicada a la preservación de la flora y la fauna.

Uno de los proyectos estelares de Provita es la preservación del cardenalito, un ave seriamente amenazada de extinción debido al negocio internacional del tráfico ilegal de especies. Ella resalta que como artista ilustradora ha diseñado envoltorios de tabletas de chocolate que se venden en los 19 museos y en el zoológico del Instituto Smithsonian de Estados Unidos, para recaudar fondos destinados al cardenalito.

Atraída por la ilustración botánica, prepara una exposición y libro que será editado en Londres, en septiembre, con sus acuarelas. Tomó fotos de especies durante su viaje a Canaima con este propósito, explica.

“Nos han vilipendiado. Somos mujeres trabajadoras de trayectoria pública intachable, nos hemos dedicado a resaltar lo que se hace en el país siempre lo que hemos hecho es apoyar el talento venezolano”, dice en entrevista.

Persistir en Venezuela

Su trayectoria, destaca, incluye la gerencia cultural, con trabajos con los maestros Isaac Chocrón y José Ignacio Cabrujas; en la música, como DJ desde hace 20 años tocando en ciudades como París, Miami y Madrid, Nueva York, además de Caracas. Es graduada en Nueva York, en diseño e ilustración.

“Tengo una trayectoria intachable y por haber asistido a una celebración que se tornó un escándalo viral en las redes …”

Dice que regresó al país con “la ilusión de verlo todo de nuevo”, y de reseñar estas atracciones turísticas de Canaima para publicar en revistas extranjeras y “animar la llegada de más visitantes que buscan ese tipo de experiencias exóticas de turismo de aventura”.

La idea era que los invitados a la celebración de Oliveros dieran testimonio de estos atractivos.

El caso de la supuesta fiesta en el tepuy está bajo investigación de la Fiscalía, por lo que los organizadores del viaje prefirieron no pronunciarse al ser contactados por El Estímulo.


https://elestimulo.com/titina-penzini-cuenta-que-paso-en-el-tepuy-de-canaima/

Perec, Georges - La vida instrucciones de uso PDF

 

La vida, instrucciones de uso fue considerada desde su aparición como una obra maestra, y con los años su importancia no ha dejado de crecer.



La vida instrucciones de usoGeorges Perec. Traducción de Josep Escuer. EDITORIAL ANAGRAMA. BARCELONA. Page 2. Page 3. Título de la edición original:.
416 páginas



Prólogo a La vida, instrucciones de uso, de Georges Perec

08 Abr 2018
/  / 

La vida, instrucciones de uso fue considerada desde su aparición como una obra maestra, y con los años su importancia no ha dejado de crecer. Anagrama ha sacado una edición especial para celebrar el 40 aniversario del libro. Zenda ofrece el prólogo de esta nueva publicación firmado por Pablo Martín Sánchez.

PRÓLOGO: «LA VIDA INSTRUCCIONES DE USO»

INSTRUCCIONES DE USO

(UN EPÍLOGO POR ANTICIPACIÓN)

A la memoria de P. O.-L.

Una vez más, fui como un niño que juega al

escondite y que no sabe qué teme o desea más, si

permanecer escondido o ser descubierto.

Georges Perec,

W o el recuerdo de la infancia

Prologar el libro que me hizo escritor no es tarea fácil. Motivo de más para intentarlo. Pero ¿cómo escribir un prólogo que contente a la vez a los que aman a Perec (que son legión) y a los que no lo han leído nunca? Como entiendo que los primeros no comprarán esta edición (hace ya tiempo que tienen el libro en alguno de sus plúteos de honor, subrayado y anotado), será mejor que lo escriba para aquellos que –parafraseando a Borges cuando hablaba del Quijote– tienen la inmensa fortuna de no haberlo leído todavía. Aun así, espero que si algún perecófilo se anima a recorrer estas líneas encuentre al menos el placer de la reminiscencia, el grato sabor de la magdalena proustiana.

El 10 de septiembre de 2018 se cumplirán cuarenta años de la primera publicación en francés de La vida instrucciones de uso, de Georges Perec, un libro total, una obra-mundo, «el último verdadero acontecimiento en la historia de la novela», según dejó dicho Italo Calvino poco antes de morir. Hasta la fecha, el lector español se ha tenido que enfrentar a semejante monumento literario a bocajarro, sin propedéutica alguna (excepto los socios del Círculo de Lectores, que pudieron gozar del magnífico prólogo de Rafael Conte). Aunque tal vez sea esa la mejor manera de hacerlo. Por eso este prólogo es, en realidad, un epílogo por anticipación: porque las buenas novelas, como los buenos electrodomésticos, no necesitan libros de instrucciones para funcionar. Que el lector ávido de emociones fuertes se salte estas páginas preliminares y regrese después para seguir leyendo. Tal vez encuentre entonces algunas claves que lo animen a hacer lo que hay que hacer con los clásicos: releerlos.

Georges Perec (1936-1982) es, sin duda, uno de los autores franceses más interesantes del siglo xx, y uno de los más eclécticos que ha dado la literatura universal, quizá por su declarada pretensión de no repetirse nunca, a la que él mismo aludía: «Jamás escribí dos libros semejantes, jamás tuve deseos de repetir en un libro una fórmula, un sistema o una manera elaborada en un libro anterior.» De hecho, su obra es hasta tal punto poliédrica, que podríamos llegar a hablar de cuatro Perecs diferentes: el sociológico, el autobiográfico, el oulipiano y el novelesco (o novelero, en el mejor de los sentidos). El primero es el apasionado por escrutar lo cotidiano, lo común, lo infraordinario, aquello que ocurre cuando no ocurre nada (Las cosas, Especies de espacios o Tentativa de agotamiento de un lugar parisino serían buenos ejemplos de ello); el segundo es el Perec obsesionado por la memoria (de origen judío, su padre murió en combate durante la Segunda Guerra Mundial y su madre en el campo de concentración de Auschwitz), con libros como W o el recuerdo de la infancia, Me acuerdo o La cámara oscura; el tercero es el autor lúdico, amante de los juegos verbales y deudor de las investigaciones llevadas a cabo por el Ouvroir de Littérature Potentielle (el propio Perec se consideraba como un producto del Oulipo y reconocía que su existencia como escritor dependía al 97 % del hecho de haber entrado en el grupo en un momento clave de su carrera), con obras como El secuestro, Les Revenentes o Alphabets, estas dos últimas aún sin traducir a nuestro idioma, con la excepción de un pequeño fragmento de Les Revenentes traducido por el oulipiano Eduardo Berti; por último, el cuarto Perec es el escritor que disfruta con las historias y las peripecias, los libros de aventuras y los folletines a lo Dumas padre o a lo Julio Verne: el que pretende escribir libros que se devoren, según sus propias palabras, «de bruces sobre la cama». Buena muestra de ello sería La vida instrucciones de uso, si bien es cierto que la opera magna de Perec consigue la cuadratura del círculo: reunir en una misma obra al Perec socioló- gico, al autobiográfico, al oulipiano y al novelesco.

La vida instrucciones de uso es la historia de un inmueble, y Georges Perec no es solo su arquitecto, sino también su promotor, su constructor, su aparejador, su maquinista, su albañil, su electricista, su solador, su carpintero, su pintor y hasta su interiorista, mientras que al lector le está reservado un papel no menos importante para que una casa sea una casa (del mismo modo que un libro que no se lee es un libro que aún no existe, como decía Maurice Blanchot): el de inquilino. No en vano, el propio Perec declaraba poco después de la salida del libro que «los dos verdaderos personajes de la novela son el autor y el lector, y la novela es lo que sucede entre ellos».

El inmueble está situado en el número 11 de la imaginaria rue Simon-Crubellier de París y la acción se desarrolla poco antes de las ocho de la tarde del 23 de junio de 1975 (una fecha ligada, por cierto, a la biografía íntima de su autor). En dicho momento, la fachada del inmueble desaparece como por arte de birlibirloque y nos convertimos en voyeurs que contemplan de manera instantánea y simultá- nea la vida de los habitantes del edificio. El propio Perec reconoce haberse inspirado en El diablo cojuelo de Lesage, en una escena representada en el Genji monogatari emaki o, más particularmente, en el dibujo de Saul Steinberg The Art of Living, que muestra un edificio al que le han quitado una parte de su fachada. Pero tal vez para el lector español exista un referente más cercano: la famosa 13, Rue del Percebe de Francisco Ibáñez, que parece improbable que Perec conociera, a pesar del galicismo y de que el nombre de la calle empiece con un anagrama de su apellido… En cualquier caso, a partir de esa fecha concreta, la narración va retrocediendo en el tiempo para contarnos la vida de los habitantes del inmueble, de tal modo que la historia acaba abarcando más de un siglo.

La vida instrucciones de uso puede leerse así como una crónica de los años setenta o como un gran fresco de la sociedad francesa del siglo xx, pero es sobre todo una novela de novelas (de ahí que lleve en su versión original el subtítulo de «Romans», en plural), una novela de vidas cruzadas con más de cien personajes principales, aunque la trama central acabe girando en torno a dos de ellos: el millonario Bartlebooth (cuyo nombre es un acrónimo del Bartleby de Melville y del Barnabooth de Valery Larbaud) y un constructor de puzzles llamado Gaspard Winckler (un nombre que Perec ya había utilizado en novelas anteriores). Todo empieza cuando Bartlebooth decide dedicar su vida a un proyecto tan ambicioso como absurdo y arbitrario: viajar durante veinte años por el mundo entero con el objetivo de pintar una acuarela cada quince días, mandársela a Gaspard Winckler para que la convierta en puzzle y dedicarse luego otros veinte años a recomponer los rompecabezas, recuperando las acuarelas mediante un proceso de «retexturización» y devolviéndolas al lugar donde fueron pintadas para someterlas a una solución detergente que las deje de nuevo como un folio en blanco.

Pero más allá de la(s) historia(s) que nos cuenta Georges Perec, más allá de la escritura de una aventura, La vida instrucciones de uso es también la aventura de una escritura (por usar el afortunado quiasmo de Jean Ricardou), pues el autor oulipiano pone en funcionamiento todo un entramado de mecanismos y reglas de composición internas que convierten la novela en una máquina de generar historias, en una «pompe à imagination» (una bomba de imaginación), como a él mismo le gustaba decir. Estas reglas de juego que el escritor se impone libremente para potenciar su creatividad, y que pueden ser de orden lingüístico, pero también matemático o de otra índole, es lo que en la jerga oulipiana se conoce como contraintes, término que podría traducirse como traba, restricción, constreñimiento o constricción, y que constituye uno de los pilares de los trabajos del Oulipo. No es este el lugar adecuado para abundar en el concepto ni para analizar con detalle los procedimientos utilizados por Georges Perec en la construcción de su gran novela, pero bastará con mencionar dos de ellos para dar cuenta del grado de complejidad que pueden alcanzar: la poligrafía del caballo de orden 10 (que le sirve para ordenar los 99 capítulos del libro sin recurrir a la previsible linealidad –planta por planta y apartamento por apartamento, como había hecho ya un siglo antes Émile Zola en su novela Pot-Bouille–) y lo que el propio Perec denomina «bicuadrado latino ortogonal de orden 10» (una figura combinatoria cuya no existencia había sido conjeturada por el gran matemático Leonhard Euler y que el autor francés utiliza para distribuir un conjunto de cuatrocientos veinte elementos –citas, cuadros, muebles, bebidas, épocas, volúmenes, colores, sentimientos, músicas– a lo largo de los distintos capítulos). Pero que nadie se asuste, pues, como dejó dicho uno de los mayores especialistas en la obra perequiana, Bernard Magné, la gran paradoja de La vida instrucciones de uso es que la fábrica es bastante más complicada que la novela misma.

La confección del libro le llevó a Perec casi una década de trabajo, desde 1969 (cuando traza los primeros esquemas) hasta la primavera de 1978 (cuando entrega el manuscrito definitivo a su editor, Paul Otchakovsky-Laurens), aunque el grueso del texto, que acabará sobrepasando las seiscientas páginas, lo escribe en un año y medio, sobre todo tras la muerte de su amigo Raymond Queneau (fundador del Oulipo y a quien dedica la novela), acaecida en octubre de 1976. Tras la aparición del libro, el reconocimiento de crítica y público es inmediato, un doble éxito que Perec llevaba trece años sin conocer, desde que su primera novela editada, Las cosas, ganara el premio Renaudot en 1965. Con La vida instrucciones de uso a Perec se le escapa el Goncourt (que va a parar a manos de un joven Patrick Modiano, futuro premio Nobel, de quien Raymond Queneau había sido testigo de boda, para más inri), pero no el Médicis, para el que cuenta con el apoyo determinante de Alain Robbe-Grillet, padre del Nouveau Roman, cuya ideología «profundamente reaccionaria» había criticado Georges Perec en un texto de juventud. No deja de ser curioso que un autor con fama de difícil y experimental ganase dos de los tres premios literarios más prestigiosos de la literatura francesa. Como tampoco deja de ser curioso que el voto favorable de Alain Robbe-Grillet resultase determinante para la obtención del segundo, teniendo en cuenta que la apuesta de Perec de volver al folletín, a la novela de aventuras, a la literatura que se lee de bruces sobre la cama, suponía en cierto modo, y paradójicamente, una reacción a la tendencia formalista de las dos últimas décadas, como no dejó de señalar algún crítico (Françoise Xenakis llegó a considerar La vida instrucciones de uso como el golpe de gracia a un Nouveau Roman ya por entonces exangüe).

La novela termina donde empieza: en el número 11 de la rue Simon-Crubellier, poco antes de las ocho de la tarde de un 23 de junio de 1975, pero Georges Perec añade varios anexos (un índice onomástico de casi cuarenta páginas, un apartado con referencias cronológicas y una recopilación de las historias que se cuentan en el libro), ofreciendo al lector la posibilidad de reconstruir algunas de las tramas y haciendo de La vida instrucciones de uso una obra abierta (por usar la expresión de Umberto Eco), un libro de arena (por aludir a Borges), un texto potencialmente infinito e infinitamente potencial (por terminar citando al propio Perec): «Me gustaría que, tras haberlo terminado, el lector lo retome, juegue con él, invente a su vez. Por eso muchas de las historias están “reservadas”, no explicitadas, y subsisten algunos enigmas, como las piezas de un puzzle inacabado.»

La vida instrucciones de uso es, ciertamente, un puzzle fascinante que ofrece diversos niveles de lectura, una bomba de relojería donde la obsesión por el detalle, por la taxonomía, por la acumulación, por la saturación hacen de su lectura una empresa tan apasionante como agotadora, un artefacto narrativo con el que Georges Perec actualiza la figura del hombre de letras, bajando al escritor de su pedestal de mármol y reivindicando el estatuto de artesano de la lengua, de escribiente, de juntador de palabras. Georges Perec murió el 3 de marzo de 1982, cerca de las ocho de la tarde, cuando estaba a punto de cumplir cuarenta y seis años. Pocos meses después, un asteroide fue descubierto por el astrónomo Edward Bowell en el Lowell Observatory de Flagstaff, Estados Unidos. Al nuevo asteroide se le asignó el número 2817 (1982 UJ), pero en homenaje al autor de La vida instrucciones de uso le pusieron el nombre de Georges Perec.

Little is left to tell, como diría Samuel Beckett. Quizá tan solo pedirle al lector que, si no lo ha hecho ya, se eche de bruces y lea.

Pablo Martín Sánchez,

Barcelona, enero de 2018


https://www.zendalibros.com/prologo-a-la-vida-instrucciones-de-uso-de-georges-perec/

Divina comedia. Dante Alighieri

 EN 

Narrada en primera persona, la obra adopta la forma de un viaje escatológico (en torno a la muerte y el más allá). El relato comienza en una «selva oscura», símbolo de la vida pecaminosa en la Tierra. Dante intenta ascender a una montaña buscando el camino que le saque del bosque, pero se ve interceptado por unos animales salvajes (representación de los pecados). Desesperado, débil y necesitado de guía espiritual, se encuentra con el poeta latino Virgilio, quien ha sido enviado para guiarle por Beatriz, el amor perdido de su pasado. Para Dante, Virgilio representa el pensamiento clásico, la razón y la poesía. Virgilio le asegura que obtendrá la salvación…, pero solo después de haber atravesado el más allá. Así, ambos comienzan su viaje, que empieza con el descenso al Infierno.

No Cierres los ojos –  Grupo Akal

Político, filósofo y escritor, Durante degli Alighieri (conocido como Dante) nació en Florencia (Italia) en 1265, en una familia acaudalada largamente implicada en la política florentina. Fue prometido en matrimonio en 1277, pero por entonces ya estaba enamorado de Beatrice Portinari, que se convirtió en su musa y a la cual dedicó numerosos poemas amorosos.

Trágicamente, ella murió en 1290, y Dante, afligido por la pena, se volcó en la vida política, llegando a ser priore (alto funcionario) en 1300 y embajador ante el papa Bonifacio VIII durante el alzamiento de Florencia. Mientras estaba en Roma, la facción rival florentina se hizo con el poder y Dante fue exiliado de Florencia, adonde ya no regresaría. No se sabe exactamente cuándo empezó a trabajar en la Divina comedia, pero debió de ser hacia 1304. Falleció en 1321 en Rávena (Italia).

  • Enfoque: Epopeya posclásica

Antes:

  • 800 a.C. El poeta griego Homero compone la Odisea, epopeya de gran influencia en la literatura occidental.
  • 29–19 a.C. El poeta latino Virgilio escribe la Eneida, que será modelo para las epopeyas latinas del periodo medieval.

Después:

  • 1572 El poema épico Los Lusiadas, del portugués Luis de Camões, sigue la tradición de Dante, entretejiendo ficción, historia y política en un relato de los viajes de descubrimiento portugueses.
  • 1667 El último gran poema épico en inglés, El Paraíso perdido, de John Milton, refleja el papel emergente de Gran Bretaña como potencia mundial.

La epopeya

La epopeya fue la forma literaria elegida por algunos de los mayores poetas de la antigüedad. Concebidos para celebrar los logros de un héroe –a menudo semidivino o poseedor de un valor y una fuerza excepcionales–, los relatos épicos solían ser alegorías de hitos históricos, como el nacimiento de una nación o la victoria sobre un enemigo. La Ilíada de Homero, por ejemplo, es la historia del héroe Aquiles, pero también es, y sobre todo, la de la derrota de Troya frente a los poderosos ejércitos griegos. Estos poemas entretejen a menudo lo contemporáneo con lo mítico, y sus héroes desempeñan papeles clave en la construcción de la civilización.

Mucho después de la caída de las civilizaciones clásicas, el poema épico seguía siendo la forma literaria preferida para celebrar el poder nacional. Así, la epopeya del poeta inglés Edmund Spenser La reina de las hadas (1590) es un panegírico sobre la ascendencia de Isabel I y sobre su país, y el Orlando furioso (1516) del italiano Ludovico Ariosto rinde homenaje a la Casa de Este y a su creciente influencia.

Divina comedia, una epopeya divina

La Divina comedia de Dante encaja en la tradición épica posclásica: es larga, heroica, alegórica y con frecuencia nacionalista –reflejando el activo papel de Dante en la política florentina–. Sin embargo, también es original e innovadora en diversos aspectos. Así como en las epopeyas clásicas el narrador omnisciente permanecía fuera del relato, Dante introduce al narrador en el texto; utiliza audazmente el toscano en vez del tradicional latín; y fuerza el molde de la epopeya combinando el pensamiento clásico y los motivos mitológicos con la filosofía europea contemporánea y el simbolismo cristiano.

Dante lleva al lector en un viaje a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso –del pecado y la desesperación a la salvación final–, dibujando al detalle la geografía de cada esfera y evocando una realidad casi física. Su obra recuerda a muchas epopeyas clásicas que relatan viajes al inframundo y, como otras anteriores, es una alegoría: el viaje por el inframundo simboliza la búsqueda de sentido personal por parte de Dante.

Originalmente, Dante tituló su obra simplemente Commedia, término usado en su época para aquellas obras en las que las dificultades o los retos enfrentados por el protagonista se resolvían en un final generalmente feliz (a diferencia de las tragedias clásicas, centradas en la pérdida y el sufrimiento). El primero en llamar «Divina» a esa Commedia fue el poeta del siglo XIV Giovanni Boccaccio, aludiendo tanto a su contenido espiritual como a la extraordinaria belleza de su estilo.

Política y poesía

En el momento en que Dante empezó la Divina comedia –un trabajo que le llevaría doce años completar– ya era un poeta reconocido que practicaba el dolce stil novo (dulce estilo nuevo), caracterizado por la introspección y el uso frecuente de metáforas y símbolos. Los temas de su poesía eran la política y las pasiones personales, y la Italia de finales del siglo XIII le proporcionaba material abundante.

El propio Dante estuvo implicado en la vida política de su amada Florencia, la cual se hallaba envuelta, como el resto de Italia, en luchas de poder entre la Iglesia (el papa) y el Estado (el emperador del Sacro Imperio). En la Divina comedia aparecen retratadas figuras clave de la época, y la inclusión de esos personajes reales aportaba un grado de sensacionalismo que contribuyó al éxito del poema. Dante fue finalmente exiliado de Florencia por su filiación política y, aunque ello le causó gran dolor, su apartamiento de los asuntos públicos le ofreció la distancia necesaria para componer su célebre alegoría sobre la filosofía, la moral y las creencias de su mundo medieval.

La Divina comedia está estructurada en tríadas, lo que recuerda la importancia del número tres en la teología cristiana (donde simboliza la trinidad de Padre, Hijo y Espíritu Santo). El viaje comprende tres libros («Infierno», «Purgatorio» y «Paraíso»), cada uno con 33 cantos o capítulos, más uno introductorio, para completar el centenar. Está escrita en un estilo métrico desarrollado por Dante llamado terza rima, un esquema de tercetos encadenados.

Dante recorre las nueve esferas del Paraíso, cada una de ellas vinculada a un cuerpo celeste, de acuerdo con la idea geocéntrica medieval del universo, y a una jerarquía angélica. Más allá de las esferas está Dios en el Empíreo, un Cielo más allá del espacio y el tiempo.

Narrada en primera persona, la obra adopta la forma de un viaje escatológico (en torno a la muerte y el más allá). El relato comienza en una «selva oscura», símbolo de la vida pecaminosa en la Tierra. Dante intenta ascender a una montaña buscando el camino que le saque del bosque, pero se ve interceptado por unos animales salvajes (representación de los pecados). Desesperado, débil y necesitado de guía espiritual, se encuentra con el poeta latino Virgilio, quien ha sido enviado para guiarle por Beatriz, el amor perdido de su pasado. Para Dante, Virgilio representa el pensamiento clásico, la razón y la poesía. Virgilio le asegura que obtendrá la salvación…, pero solo después de haber atravesado el más allá. Así, ambos comienzan su viaje, que empieza con el descenso al Infierno.

Infierno de Dante

El primer libro describe los círculos del Infierno y la forma en que los castigos se ajustan a los pecados de los individuos. Las almas de los aduladores, por ejemplo, pasan la eternidad enterradas en excrementos como recordatorio de las palabras que profirieron. Los seductores son atormentados por diablos cornudos que descargan sobre ellos sus látigos hasta convertirlos en masas de carne tumefacta. Con sus viscerales descripciones de los castigos del Infierno, Dante invita al lector a reflexionar sobre sus propias faltas, a cambiar de rumbo y a vivir en armonía con los otros y con Dios

El Infierno de Dante se sitúa bajo la ciudad de Jerusalén, y forma un gigantesco embudo que conduce al mismo centro de la Tierra. Su entrada es un «vestíbulo» donde penan las almas de aquellos que, en vida, nunca hicieron nada bueno o malo. El Infierno en sí está formado por nueve círculos que acogen a las almas de los pecadores, desde los menos repudiables (los no bautizados) a los más perversos (los traidores). Una muralla custodiada por demonios separa el Infierno superior del inferior, donde son castigados los pecados de violencia y de malicia. En el fondo del Infierno, atrapado en hielo, se encuentra Lucifer.

El Monte Purgatorio y el Paraíso

El Purgatorio es una montaña de terrazas escalonadas donde las almas de los penitentes soportan distintos tipos de sufrimiento para purificarse de su pecado y entrar en el Paraíso

Una vez concluido su viaje hasta lo más profundo del Infierno, Dante y Virgilio inician el ascenso por las terrazas circulares del Monte Purgatorio, un lugar destinado a los pecadores que vivieron con egoísmo en la Tierra pero que mostraron un remordimiento suficiente como para que se les ofrezca la esperanza de la salvación. En el Purgatorio pueden purgar y prepararse para entrar en el Cielo. A medida que ascienden la montaña, atravesando los siete niveles que representan los pecados capitales, Dante y Virgilio se encuentran con individuos que trabajan penosamente para superar los defectos que dieron lugar a sus pecados. Las almas orgullosas, por ejemplo, cargan enormes piedras en la espalda para aprender la humildad.

Una vez fuera del Purgatorio, la guía de Dante será Beatriz, pues Virgilio vivió antes de Cristo y, por lo tanto, no puede entrar en el reino de los santos. Beatriz viene a representar la eterna guía femenina, el corazón y el alma de la humanidad. Ella es la que intercede por la salvación de Dante, y es a través de ella como Dante llega a entender el amor de Dios.

El legado de Dante 

Dante adaptó la forma de la epopeya clásica, con sus héroes aventureros y sus múltiples dioses, para expresar una profunda visión del destino cristiano, incorporando al relato sucesos tanto personales como históricos. Innumerables escritores y artistas han hallado inspiración en la Divina comedia, a la que el poeta estadounidense T. S. Eliot se refirió como «el punto más alto que la poesía ha alcanzado o tal vez pueda alcanzar nunca».

El texto y las imágenes de esta entrada son un fragmento de: “El libro de la literatura”

Fuente original del texto: http://www.nocierreslosojos.com/