Los amantes secretos de Jackie Kennedy

•  su venganza contra JFK con William Holden, su noche apasionada con Brando y sus amoríos prohibidos con Bobby - Y Teddy

• Un nuevo libro revela que Jacqueline Kennedy Onassis fue una mujer apasionada que tuvo muchos hombres, antes, durante y después de su matrimonio con JFK.
• Los autores dicen que se acostó con actores de Hollywood como Warren Beatty, Paul Newman, Gregory Peck y Frank Sinatra, entre otros.
• Brando confesó: 'Tomó el asunto en sus manos y le hizo la pregunta mágica: '¿Te gustaría pasar la noche?'
• Su resentimiento por su frustrante vida sexual con JFK condujo a una desagradable pelea; él la envió a una clínica en Massachusetts y la sometió a tres tratamientos bárbaros de electroshock para la depresión.
• Holden le dijo a un amigo después de su apasionado encuentro de una semana con Jackie: "Si ella regresa a Washington y hace su magia con Kennedy, me deberá una".
• Jackie y Ted estaban enamorados. Desnudos sobre una manta, se besaron apasionadamente. Los guardias que los protegían informaron a su prometido, Aristóteles Onassis, de lo que habían visto.

 La Jackie Kennedy pública era elegante, encantadora, grácil y distante. Pero bajo esa fría apariencia se escondía una mujer apasionada que necesitaba la cercanía de los hombres tanto como su mujeriego esposo, Jack Kennedy, necesitaba a otras mujeres, según revela una exitosa biografía.

Y aunque se informó ampliamente que Jackie tuvo un romance con Bobby Kennedy luego del asesinato de Jack en 1963, ahora se revela por primera vez que Teddy tuvo citas clandestinas con Jackie antes y después del asesinato de Bobby.

Los Kennedy lo mantenían todo en familia, según el impactante nuevo libro: Jacqueline Kennedy Onassis, A Life Beyond Her Wildest Dreams, de Darwin Porter y Danforth Prince, autores de 20 revelaciones sobre celebridades, que será publicado por Blood Moon Productions el 7 de junio.   

Oh, Jackie: Jackie Kennedy prefería mantener sus pasiones en privado, a diferencia de su esposo John F. Kennedy, quien era conocido por sus múltiples aventuras amorosas antes y durante su matrimonio. Pero Jackie también tuvo muchas amantes, según un nuevo libro impactante.

Candente: El romance de Jackie con su cuñado Ted Kennedy comenzó mientras aún salía con Bobby, según los autores. Compartieron muchos momentos íntimos en las décadas de 1960 y 1970 en Washington, Hyannis Port, Nueva York y Palm Beach.

'Teddy apoyó a Jackie en una crisis tras otra, convirtiéndose en el único hombre en el que podía confiar en su vida', escriben los autores.

«Siempre he estado enamorado de Jackie, desde el principio», declaró Teddy a David Powers, asistente especial de JFK. «Cuando Jack murió, supe que ella también salía con Bobby, pero eso no me detuvo. Bobby no podía estar siempre con ella».

Y Jackie, para no ser menos que su marido, tuvo sus propias seducciones con estrellas de cine, incluyendo a Warren Beatty, Peter Lawford, Paul Newman, Gregory Peck, Frank Sinatra y un apasionado romance con los apuestos actores William Holden y Marlon Brando.

En el primer borrador de la autobiografía de Marlon Brando de 1999, Songs My Mother Taught Me, el ícono del cine escribió que después de una noche de mucha bebida en el Jockey Club en Washington, DC en 1964, la prensa cayó sobre ellos, obligándolos a escapar por la puerta trasera y regresar a la casa de Jackie para una cena rápida de omelettes preparados por Brando.

Jackie apagó las luces y puso la versión de Wayne Newton de «Danke Schoen». Jackie bailó cerca de Marlon, «presionando sus muslos contra mí», escribió en sus memorias. Luego se sentó con Jackie en el sofá, donde se besaron apasionadamente.

Ella seguía esperando a que intentara llevarla a la cama. Al no lograrlo, tomó cartas en el asunto y me hizo la pregunta mágica: "¿Te gustaría pasar la noche?". Le dije: "Pensé que nunca me lo pedirías".

'A ella y a Jack les encantaba chismorrear y podían hablar sin parar sobre la vida sexual de los demás, pero siempre tuve la clara impresión de que ella estaba muy interesada en el sexo, del mismo modo que Jack estaba muy interesado en el sexo', reveló en sus memorias el amigo íntimo de Jackie, el escritor Gore Vidal.

"Para ellos era un juego y ambos lo jugaron".        

Rapiditos: Jackie le confesó a una amiga que Jack no era un gran amante. «Quería un rapidito y luego volvió al teléfono hablando con un político tonto. Cuando se acostaba conmigo, se daba la vuelta y se dormía enseguida».

Jackie salió ante la sociedad como "Debutante del año" en Newport, Rhode Island en 1947 y el evento inspiró a las hermanas Bouvier, Jackie y su hermana menor, Lee Bouvier, a salir a atraer pretendientes, pero sólo si eran ricos.

Jackie estaba deseando seguir los pasos de su hermana menor, que ya había perdido la virginidad.

El primer coche de Jackie, un Mercury descapotable negro de 1947, significó la libertad para la nueva debutante. «Planeo atraer a muchos pretendientes al asiento trasero de mi coche», le presumió a Gore Vidal, su pariente lejano por matrimonio.

Aburrida de estar en el Vassar College en el pequeño pueblo de Poughkeepsie en el valle del Hudson, al norte del estado de Nueva York, Jackie presionó a su padre para que le permitiera estudiar en el extranjero en la Sorbona en París durante su tercer año y fue aceptada en el programa Junior Year Abroad del Smith College.

Marcó el ingreso de Jackie a una arena internacional de príncipes europeos elegantes y sofisticados, millonarios decadentes, políticos ocasionales, escritores, artistas y bailarines: la crème de la sociedad internacional.

En París, Jackie disfrutaba de su cóctel diario habitual en el bar del Hotel Ritz, donde la princesa Diana pasó su última noche. Fumando sus característicos cigarrillos Gauloise, Jackie siempre estaba acompañada por un galán en constante cambio, muchos de ellos de la propia Sorbona.      

Bobby y yo: Después de que Jack fue asesinado, Jackie cayó en los brazos consoladores de Bobby.

Estaba loca por el célebre novelista y teórico del arte André Malraux, a quien encontraba tremendamente excitante y peligrosamente estimulante; pero por miedo a quedarse embarazada, no se acostaba con él. «Es el único francés que he conocido con el que realmente quería casarme», dijo.

En París, después de haber bebido demasiados Grasshoppers, su cóctel de verano favorito, compuesto en parte por crema de menta, crema de cacao, crema fresca y vodka, en una ahumada boite parisina llamada White Elephant, estaba deseando salir.

Su novio de día fue John P. Marquand, hijo del famoso novelista y biógrafo ganador del premio Pulitzer, John Marquand Sr., conocido por sus historias de éxito comercial sobre el detective japonés, "El Sr. Moto".

Tras beberse el cremoso Grasshopper, la pareja paseó por la Orilla Izquierda y regresó al piso de Marquand. Pero Jackie estaba deseando subir al apartamento y dejó que Marquand la sedujera en el chirriante ascensor francés.

Estaba en brazos de Marquand, con la falda arremangada por encima de las caderas y la parte posterior de los muslos presionada contra la reja decorativa. Cuando el ascensor se detuvo bruscamente, ya no era una «demi-virge», una virgen parcial, citan los autores al biógrafo Ed Klein. 

La pareja jugaba por Europa juntos durante sus vacaciones escolares y la aventura duró hasta que Jackie regresó a Estados Unidos. Janet Auchincloss, la madre de Jackie, desaprobaba a Marquand. «Los escritores siempre son pobres como ratones de iglesia». Insistía en que sus hijas se casaran con hombres ricos.

«Jackie quería deshacerse de la virginidad cuanto antes», dijo el amigo chismoso de Jackie, el escritor Truman Capote. «Si no me equivoco, se acostó con al menos cinco hombres antes de que Jack probara el honeypot».

De regreso a Estados Unidos tras su año de estudios y en París, Jackie se matriculó en la Universidad George Washington en Washington, D. C. para su último año. «Sus citas continuaron a un ritmo acelerado y les hacía promesas a jóvenes que no podía cumplir», escriben los autores.

En junio de 1951, las hermanas Bouvier, Lee, de 18 años, y Jacqueline, de 22, emprendieron su primer viaje juntas por Europa. «Será una ronda de hombres, hombres y más hombres», predijo Gore Vidal. A bordo del transatlántico, las hermanas bailaron y festejaron todas las noches.

Hicieron la ronda de fiestas de la sociedad en París, Madrid, Roma y Venecia antes de cruzar de nuevo el océano hacia América, donde se mudaron a una mansión en Merrywood, Virginia, a orillas del río Potomac, donde Janet Auchincloss ahora vivía con su segundo marido, Hughdie Auchincloss, corredor de bolsa y abogado.     

El toque de queda: Jackie, aquí posando con la estrella teatral Celeste Holm (derecha) en el "Bal De La Soie" de 1954 en el Waldorf Astoria de Nueva York, era una auténtica belleza en París unos años antes. Se codeaba con príncipes europeos, millonarios decadentes, escritores y artistas.

Fue en Merrywood donde Jackie conoció a Arthur Krock, jefe de la oficina de Washington del New York Times, quien también era amigo íntimo de Joseph P. Kennedy, así como a Frank Waldrop, editor del ya desaparecido periódico Washington-Herald. Waldrop contrató a Jackie como fotógrafa inquisitiva, cuyas tareas también incluían entrevistar a su modelo.

Jackie salió con muchos hombres antes de conocer a John Kennedy, un joven senador por aquel entonces. Uno de sus pretendientes fue John Husted, Jr., hijo de una familia de banqueros de Hartford, Connecticut. Él le puso un anillo de compromiso en el dedo, que ella le devolvió más tarde dejándolo disimuladamente en el bolsillo de su abrigo.         

«Descubrí por qué Jackie había cancelado la boda. Se había juntado con un político irlandés pelirrojo y prostituto de Boston», declaró Husted.        

Otro pretendiente de la época era Ormande de Kay, un joven estadounidense con quien había paseado por las orillas del Sena en París y con quien había accedido a casarse a su regreso de la Guerra de Corea. Le escribió una carta de "Querido John" en 1952, antes de que él regresara a casa.

Quiero que seas el primero en saber que encontré al amor de mi vida, el hombre con el que quiero casarme. Ahora estoy comprometida con John F. Kennedy.   

Extraños en la noche: Frank Sinatra siempre sintió algo por la bella Jackie, pero no se conocieron hasta 1975 en Nueva York, cuando fueron a su suite en el Hotel Waldorf Asotia. «No puedo creer lo que pasa entre Jackie y yo», dijo Frank.

El cortejo de Jack a Jackie tuvo lugar en el asiento trasero del coche de JFK, un Plymouth de dos puertas de 1950, según su amigo íntimo, Lem Billing.

Llevaba a Jackie de vuelta allí para besuquearse. Una noche, un policía llegó y salió de su patrulla, iluminando con su linterna el asiento trasero. Jack le había quitado el sostén a Jackie y estaba jugueteando con sus tetas. Cuando el policía reconoció a Jack, se disculpó y dijo: «Siga, senador».

La pareja se casó el 12 de septiembre de 1953, rodeada de tres hermanos Kennedy. «Llamémoslo amor fraternal. Tres apuestos hermanos irlandeses-estadounidenses estaban destinados a enamorarse de Jackie. De maneras muy distintas, ella los amaría a los tres», escriben Porter y Prince.

Pero Jackie no se conformó solo con los Kennedy. Saltaron chispas con William Holden cuando asistió a una cena en la casa del productor Charlie Feldman en Los Ángeles. Holden, casado, invitó a Jackie a montar a caballo al día siguiente e inició un romance de una semana con la futura Primera Dama.

Según el amigo íntimo de Jackie, el artista Bill Walton, la aventura "fue motivada principalmente por el deseo de Jackie de vengarse de Jack" por su engaño.

Holden, borracho, le contó más tarde a Feldman: «Tuve que enseñarle a Jackie a [tener sexo oral]. Me dijo que Jack nunca había insistido en eso. Al principio se mostró muy reticente, pero una vez que le cogió el ritmo, no se cansaba. Si vuelve a Washington y hace su magia con Kennedy, me debe una».

Jackie le diría más tarde a su hermana Lee: «Me he acostado con hombres que tenían problemas de higiene. Bill Holden no. Era un bañista compulsivo antes y después del sexo. Me dijo que se duchaba cuatro veces al día» durante su romance de una semana.

Impresionado por las estrellas: JFK tenía su cuota de estrellas de Hollywood y Jackie tenía protagonistas como Beatty y Brando.

La vida con Jack no fue fácil. Nunca abandonó sus largas salidas nocturnas ni sus constantes infidelidades. Sus constantes mujeres hirieron profundamente a Jackie. Marilyn Monroe, Betty Grable, Sophia Loren, Jean Simmons, Lee Remick, Pamela Turnure y Mary Pinchot Meyer fueron amantes, por nombrar solo algunas.

«Sabía que las mujeres no lo consideraban un buen amante», confesó Jackie. «Desde luego que no lo era. Quería un polvo rápido y luego volvía al teléfono hablando con un político imbécil. Cuando se acostaba conmigo, se daba la vuelta y se quedaba dormido enseguida. Ahí estaba yo, escuchándolo roncar y casi llorando por mi insatisfacción como mujer».

Su resentimiento se intensificó una noche de 1957, cuando Jack llegó tarde a su casa en la calle P, Georgetown, después de una noche de fiesta. Jackie estaba despierta esperando, en camisón y un poco borracha. Se armó una pelea y Jackie salió corriendo a la calle.

Jack fue tras ella, la trajo de vuelta a casa y enseguida llamó a una ambulancia para que la llevaran sedada a la Clínica Valleyhead en Carlisle, Massachusetts. La sometieron a tres brutales tratamientos de electroshock para la depresión antes de que le dieran de alta en una semana. Al regresar a casa, la encontró vacía, se sintió aún más deprimida y pensó en suicidarse.

Tras dos embarazos fallidos, no me sentía querida. Sentía que la vida no valía la pena. Incluso si Jack llegaba a la presidencia, imagínense el escándalo que se destaparía sobre su vida pasada, sobre mí. No pensé que podría sobrevivir a eso, dijo. Consideró cortarse las venas.

En noviembre de 1957, Jackie dio a luz a una niña, Caroline, y tres años después, a John. Sus hijos le cambiaron la vida y le trajeron una gran alegría. Aún necesitaba escapar de su marido y se dedicó a sus propias aventuras y amoríos, dejando a los niños con su niñera, Maude Smith.

Una noche de aventuras: Jackie llamó a Paul Newman y le pidió reunirse en el Hotel Carlyle para intentar convencerlo de que apoyara a Bobby en su candidatura a la nominación presidencial demócrata. Newman estaba convencido de sus encantos sexuales, pero no de sus ideas políticas.

En 1962, poco después de que Marilyn Monroe cantara su sexy versión de "Feliz cumpleaños, señor presidente" a JFK, la Primera Dama se tomó unas vacaciones prolongadas de la Casa Blanca y visitó al zar de Fiat, Gianni Agnelli, en la costa de Amalfi para una aventura en el sur de Italia.

Ese mismo año, tuvo una breve aventura en su casa rural de Virginia con André Malraux, el hombre de sus sueños, el ministro de Cultura francés. A Jack no le importó, ya que mantenía romances no tan privados con estrellas de cine.

En noviembre de 1963, el juego terminó. Jack había muerto a causa de un disparo de un asesino y Bobby se mudó para cuidar de la afligida viuda. Todas las noches estaban juntos en la casa de Jackie en Georgetown, en el 3017 de la calle N, mientras Ethel se quedaba sola con los niños en Hickory Hill.

"Jackie y Bobby definitivamente estaban teniendo un romance", confirmó su amiga íntima, Nancy Dickerson.

Se llevaban como tortolitos, incluso en público. Los hermanos Kennedy se pasaban mujeres. «Bobby se hizo cargo de la aventura con Marilyn Monroe después de que Jack la rompiera. Incluso su padre, Joseph Kennedy, les pasaba mujeres a sus hijos». 

Después del anuncio de la candidatura de Bobby a la presidencia, Jackie le dijo a Capote: "Estoy enamorada de dos hombres al mismo tiempo, de Bobby y de Teddy", habría confesado.

En medio de esas relaciones, Jackie tuvo una aventura clandestina de una noche con el actor Paul Newman en 1968 en el Hotel Carlyle de Nueva York. Organizó una reunión para instar al actor a cambiar su afiliación política al senador Robert Kennedy. Newman no cambió su afiliación.

Celos: Teddy intentó disuadir a Jackie de casarse con Aristóteles Onassis y se quedó atónito cuando ella lo anunció. Aun así, aceptó viajar a Atenas y ayudar a negociar el acuerdo prenupcial.

Truman Capote reveló que Jackie no era la viuda asediada esa noche sino "una mujer coqueta y atractiva con un brillo travieso en sus ojos".

Señaló a un hombre sentado a unas cuantas mesas de distancia, el agente del Servicio Secreto la custodiaba y le dijo a Newman: "Él también es mi amante".

Newman le dio a Jackie una rosa de porcelana y escuchó el discurso de Jackie para respaldar a Bobby después de confesar que pensaba que Jack hubiera vivido y no habría sido reelegido.

Según Capote, Jackie le dijo a Newman que nunca había podido satisfacer sexualmente a su marido.

«Fue increíble», le confesó más tarde a Capote. «Paul y Jack tienen el mismo pene. Fue como volver a ser seducida por mi marido. Fue escalofriante».

Por una noche, la ex Primera Dama pudo haber convencido al actor de cambiar de afiliación política, pero a la mañana siguiente, seguía del lado de McCarthy. Se convertiría en un punto discutible, ya que Bobby sería asesinado en Los Ángeles en junio de 1968.

Teddy intensificó su relación sexual con Jackie después de que Bobby fue asesinado.

Teddy y Jackie forjaron un vínculo que no se selló con sangre, sino con algo aún más personal... sexo», afirmó Gore Vidal. «Lo llamo el Pacto del Diablo. Implicó la promoción continua de la Leyenda de Camelot, no la realidad de la administración Kennedy». Y sexo continuo.

Pero Jackie también estaba siendo cortejada por el magnate naviero griego Aristóteles Onassis.

Teddy intentó disuadir a Jackie de casarse con Onassis y se sorprendió cuando ella hizo el anuncio, pero aceptó volar a Atenas y ayudar a negociar los detalles del acuerdo prenupcial con "el negociador más duro del mundo".

Gatita: Jackie rara vez bajaba la guardia en público, pero había destellos de su lado sexy. «Se acostó con al menos cinco hombres antes de que Jack probara el honeypot», dijo el escritor y amigo Truman Capote.

El segundo día del viaje, con el pretexto de discutir asuntos de Kennedy, Teddy y Jackie navegaron hacia una isla deshabitada en alta mar, donde encontraron un lugar en las blancas arenas de su cala más apartada.

Desnudos sobre una manta, se besaron apasionadamente. Los guardias que los protegían informaron a Onassis de lo que habían visto, quien sabía que ella tenía una aventura con Bobby, pero esta era la primera vez que se enteraba de su romance con Teddy.

«Siempre he estado enamorado de Jackie», le confesó Teddy a Dave Powers. «De hecho, me dijo que se casó con Joan porque tenía algunas de las cualidades de Jackie».

Una noche en Hickory Hill, «Ethel y Bobby estaban dentro de la casa, mientras Jackie y Teddy estaban drogados con daiquiris. Con la banda tocando, se la vio bailando cerca de Teddy, apretando su entrepierna contra la de él», cita Chuck Spalding, amigo banquero de inversiones de JFK.    

Teddy quedó prendado cuando JFK trajo a Jackie a Hyannis Port a principios de los años cincuenta. Estaba en Harvard y tenía dificultades para estudiar. Jackie se ofreció a escribirle un trabajo sobre historia del arte.

En 1961, anotó en un diario su pasión por Jackie y su intención de seducirla algún día. Esos diarios se hicieron públicos en 2010, cuando el FBI publicó archivos previamente confidenciales.

Venganza: Jackie tuvo una apasionada cita con el apuesto actor William Holden en Los Ángeles para vengarse de su infiel marido, el entonces senador.

Teddy estaba dispuesto a esperar el momento oportuno. En 1965, mientras celebraba su 36.º cumpleaños en Hyannis Port, la llevó en coche hasta Provincetown, en el extremo exterior de Cape Cod. Pararon ocho horas en la casa de Bunny Mellon en el cabo, en Osterville, un pueblo más allá.

Gore Vidal pensó que era la primera vez que Jackie se acostaba con Teddy y que era una venganza contra Bobby por haberse acostado con otra estrella de cine. Pero Jackie también se sentía atraída por Teddy, y Bobby pronto puso fin a su relación ilícita por temor a que perjudicara sus aspiraciones a la presidencia.

El personal de la casa de Hyannis Port fue el primero en difundir rumores sobre que Teddy salía de la casa de Jackie en Cape a primeras horas de la mañana.

La dolce vita: La Primera Dama pasó unas románticas vacaciones de dos

semanas con el fabricante de automóviles italiano Gianno Agnelli en

la costa amalfitana. Caroline, de cuatro años, estaba con su madre y, cuando

 el presidente se enteró de la relación, se puso furioso.

La pareja pasó desapercibida para la prensa durante esos primeros años, pero cuando Jackie lo llamó cada vez más, los rumores cobraron fuerza.

Compartieron muchos momentos íntimos juntos en las décadas de 1960 y 1970 en Washington, Hyannis Port, Nueva York, en una isla griega o en Palm Beach.

Jackie se dio cuenta de que Teddy era un mujeriego y comenzó a salir en secreto con Aristóteles Onassis mientras seguía viendo a Teddy.

Jackie se casó con el magnate naviero griego, Aristóteles Onassis, en 1968 y mantuvieron un matrimonio abierto hasta su muerte en 1975.

Detrás de las gafas de sol: Los autores Porter y Prince no hacen ninguna broma con sus revelaciones explosivas sobre la sexy Jackie O en su nuevo libro.

En los años inmediatamente posteriores a la muerte de Onassis, el nombre de Jackie se relacionó, como era habitual, con varios hombres: algunos amantes, otros solo amigos. Incluso con alguna que otra aventura de una noche. Jackie se adaptó a los nuevos tiempos, haciendo lo que quería en cuestiones sexuales, afirmó la historiadora británica Sarah Bradford.

A lo largo de los años, Jackie sedujo o fue seducida por Charles Addams, el caricaturista estadounidense; el Dr. Christian Barnard, el primer cirujano en realizar un trasplante de corazón; el brillante comediante, actor y satírico inglés Peter Cook; y Roswell Gilpatric, subdirector de Defensa de la administración Kennedy, quien desempeñó un papel crucial en la Crisis de los Misiles de Cuba. En su divorcio, Jackie fue mencionada como «la otra mujer».

También salió con el periodista y novelista estadounidense Pete Hamill, que era novio de Shirley MacLaine; con Lord Harlech; con el poeta Robert Lowell y FDR Jr., por nombrar sólo algunos.

Fue una vida más allá de sus sueños más locos

Un nuevo libro revela que Jacqueline Kennedy Onassis fue una mujer apasionada que tuvo muchos hombres, antes, durante y después de su matrimonio con JFK.

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