Slavoj Žižek Acontecimiento (Vídeos)

Para toda esa amplia audiencia que algún día estudió filosofía, o que tuvo quizá un trato tangencial con la asignatura en sus años de formación obligatoria, puede que la primero que se venga a la cabeza al nombrar a Slavoj Žižek sea ese hombre airado que explica en YouTube cosas complicadas con palabras simples. No es que el filósofo, psicoanalista, escritor y sociólogo haga mucho más por acercarse a un nicho de público potencialmente enorme, pero supera ampliamente lo que sus colegas de profesión llegan a plantearse. Žižek parece tener claro, a diferencia de ellos, que en el año 2014, los intelectuales deben aprovechar los muchos canales populares a su disposición para hacer llegar su mensaje, o su discurso no rebasará la reducida esfera académica. 

             

Esa exposición a los medios, que también se extiende a la concesión de entrevistas y a la participación en cualquier debate al que se le cite, tiene mucho que ver con su discurso. Por él desfilan el cine de Lars Von Trier o la literatura de Chesterton, y sus ejemplos abarcan tanto a personajes culturalmente trascendentes y representativos del pasado siglo XX, como Malcom X, hasta fenómenos recientes como el contagioso baile del Gangnam Style. 

              

Acontecimiento gira en torno al concepto del fenómeno inesperado y a las consecuencias que éste provoca. La lupa de Žižek está en cómo articulamos pasado y futuro para encajar en ese trayecto algo sobre lo que no hemos tenido, ni de hecho ejercemos, control alguno. ¿Puede la política local enfrentarse a un mundo global, en perpetua euforia y presa de una cadena irrefrenable de acontecimientos que dejan a los ciudadanos en una estupefacción constante? 

              

Žižek explora la propagación del acontecimiento simbólico y la noción de fantasía, aunque la entiende como un acompañante de la misma realidad percibida como ‘lo real’. Aplica su visión lacaniana para avisar de que solo el trauma permite el nuevo florecimiento, la reconstrucción. Abre las puertas a un nuevo psicoanálisis. Mención aparte, por lo acertado y lo divertido del capítulo que le dedica, merece la opinión del pensador sobre el budismo tal y como lo entendemos en Occidente. Para él, nuestra versión es un salvavidas construido para resguardarnos de un mundo fuera de control, que ya no podemos entender. 

               

Inmerso en esa literatura-río que ha convertido en marca de la casa, el pensador cabalga a lomos de una hipnótica exposición de ideas, todas ellas atractivas, a las que a veces es difícil seguir el imponente ritmo, pero que a cambio alumbra lugares especialmente sombríos. Por suerte, la de Žižek es una obra en plena construcción, que desde hace un tiempo parece inagotable.

José Angel Sanz