Por Manu Argüelles
Una casa aislada junto al mar preferiblemente, pero en todo caso debe ser una vivienda apartada. No hará falta en muchas ocasiones ni que veamos el exterior para que sepamos que el lugar funciona como un encierro asocial (involuntario o no) y lejos de las normas que rigen el exterior. Un personaje que actúa como un anacoreta contemporáneo, sea su penitencia voluntaria o forzada. Un cierto orden fijado por unas reglas que devienen codificadas, al derivarse de prácticas repetitivas que conforman la cotidianeidad. Dicho sistema acaba roto por la llegada de un extraño, que actúa como una presencia misteriosa y ambivalente. La proximidad lanzará las redes de un influjo hechicero de aquel que llega. Primero el residente se mostrará reacio y enojado, obligado a salir de sí mismo. Después acabará fuertemente atraído por la fuerza de lo oscuro y de lo ambiguo. Se reconfigurarán los roles prefijados y se producirá un proceso de vampirización, que en ocasiones traerá consecuencias negativas. Porque la supresión de la distancia que trae consigo la intersubjetividad puede servir para destapar las represiones (sexuales) y deseos inconfesables, pero no necesariamente debe ser algo positivo. Si bien, hablamos de una relación que parte asimétrica, la cual va borrando las diferencias para crear un espacio moral turbio, que en muchos casos lleva al desequilibrio. Ese sería el sustento explícito para su mediometraje Regarde la mer y para dos de sus mejores films, Swimming pool y Mi refugio, desde un perfil más oblicuo en la primera y desde una óptica más positiva en la segunda. Lo mismo podríamos argüir que sucede a través de un plano mental en Bajo la arena.
No obstante, lo expuesto hasta aquí sería el patrón de toda la filmografía de François Ozon con sus lógicas variaciones y su constante reinvención para camuflar las huellas de una autoría que se niega a ser previsible, en cuanto sus películas abordan una gran variedad de registros, géneros y tonalidades emocionales. Pero todo ello forma un espacio diegético consistente que no se mantiene fijo y estanco, sino que va aderezándose por motivaciones que van evolucionando a medida que Ozon va sumando films. El desenmascaramiento de la hipocresía burguesa va apareciendo, de forma intermitente pero siempre constante, de la misma manera que la transgresión de los tabús y la desarticulación de la moral heterónoma y conservadora -normalmente vehiculada a través de personajes gays o de chicas jóvenes sensuales-, va filtrándose a lo largo de toda su trayectoria.
Espacios únicos que sirven como pauta ambiental para conformar las relaciones de aquellos que (con)viven bajo ese techo están presentes desde la casa cerca de la playa donde vive Sasha (Sasha Hails) en Regarde la mer, el caserón de la familia burguesa de Sitcom, la celda mugrienta donde acaban apresados los jóvenes de Amantes criminales, el apartamento de Léopold (Bernard Giraudeau) en Gotas de agua sobre piedras calientes, la casa de veraneo de Marie Drillon (Charlotte Rampling) en Bajo la arena, la mansión aislada por la nieve de 8 mujeres, la casona en el sur de Francia donde quiere escribir su última novela la escritora de Swimming pool, el palacio Paradise donde vive su etéreo sueño de hadas la protagonista de Angel, el apartamento de Katie en Ricky, y qué duda cabe, la casita en el País Vasco francés de Mi refugio, y por supuesto, la vivienda de los Pujol en Potiche.
En un momento de Sitcom se comenta que la juventud debe sembrar sus semillas salvajes. Algo que podría aplicarse perfectamente a las primeras películas de Ozon, especialmente hasta Bajo la arena, film de madurez, con una depuración minimalista que hace virar su estilismo hacia dos bifurcaciones principales que se van alternando, previamente ensayadas en sus tres primeras películas. Por un lado, tomando el patrón de Regarde la mer, Ozon trabaja una puesta en escena austera que trata de reducir al mínimo los elementos compositivos, para dar primacía a los símbolos visuales por encima de la información que se pueden extraer de las conversaciones, limitadas en unas narraciones con notorias elipsis, mínimas y concentradas. Bajo esta línea se conciben Bajo la arena, Swimming pool, 5x2, El tiempo que queda, Mi refugio y Ricky. Por otro lado, el gusto por el artificio, los colores limpios y saturados, la formalización exacerbada, el artefacto socarrón, metalingüístico y posmoderno potenciado a partir de Gotas de agua sobre piedras calientes, mismo año de realización de Bajo la arena, y seguido por 8 mujeres, Angel y Potiche. Unas obras que demuestran el gusto de Ozon por lo teatralizado, que en su traslación cinematográfica encuentra una estilización que potencia el semblante de disfraz antinaturalista. Unos trabajos que vienen pautados por una óptica decididamente camp que ridiculiza y convierte en caricaturas a los personajes que van saltando a escena. Todas ellas traen consigo un sustrato irreverente, enfatizado en sus primeras películas, en las que barrena de forma estentórea los prejuicios sociales y acentúa el gusto por lo enfermizo, mostrando su querencia por las tensiones psicológicas y las atmósferas enrarecidas (Regarde la mer es una génesis de todo ello). El gusto por lo grotesco y lo pronunciado se plasma en Sitcom y Los amantes criminales, recordando en ocasiones a Buñuel, para poco a poco ir liberándose de esos lastres epatantes, y un tanto diletantes, para establecer un juego constante en el tratamiento de los géneros. La utilización de diversos marcos (el thriller, la comedia musical, el whodunit, el drama social, el melodrama, etc.), siempre filtrándolos bajo una visión poco convencional, le atribuye un cariz de heterogeneidad a su carrera. Por ejemplo, su deconstrucción del thriller y el cine negro en Regarde la mer, Amantes criminales y Swiming pool desnuda de clichés y zonas comunes al contexto que enmarca su film, en su peculiar manera de manejar el suspense y la tensión psicológica, para realizar un cierto quebrantamiento de los referentes y establecer una atmósfera húmeda y enfermiza. De esta manera, inserta los números musicales en Gotas de agua sobre piedras calientes y en 8 mujeres, estableciendo una violación que denota el artificio, saltándose las directrices convencionales (las pantallas croma para los exteriores de Angel tienen la misma finalidad).
Las relaciones de dominación, la descendencia, la familia, la muerte, el erotismo, son temas que en Ozon nunca encuentran un tratamiento solemne. Su dispersión lúdica y su voluntad indagadora sobre las convenciones sociales son filtradas por una homosexualidad de la que no hace bandera, sino que rige la óptica para el manejo de los materiales, además de ser un vehículo para caracterizar de forma naturalista, plenamente insertada en el modus vivendi cotidiano, a personajes libertinos (reemplazados en ocasiones por chicas pícaras) que cuestionan el orden y los roles asignados. Es un cine de las afueras, que sirviéndose de un manierismo que utiliza con frecuencia en sus filmes, el personaje frente a un cristal para verse o mirar más allá, nos permite mirar a través del espejo y devolvernos un reflejo dual, como muchos de sus finales, en ocasiones milimétrico y en otras estridentes, pero siempre apegado a los trasiegos vitales en las interacciones humanas.
FILMOGRAFÍA FRANÇOIS OZON
Potiche, mujeres al poder (Potiche) Francia, 2010 Dirección: François Ozon Producción: Eric Altmeyer, Nicolas Altmeyer Guión: François Ozon (Obra: Pierre Barillet, Jean-Pierre Grédy) Fotografía: Yorick Le Saux Interpretación:Catherine Deneuve, Fabrice Luchini, Gérard Depardieu, Jérémie Renier, Judith Godrèche Comedia burbujeante sobre la lucha de clases, de sexos y de posturas políticas enfrentadas. Una mujer florero decide tomar las riendas de su vida y para ello se hará cargo de su empresa de paraguas que ha entrado en un grave conflicto ante el motín de sus trabajadores. También publicamos su crítica a la que podéis acceder pinchando aquí. | |
Mi refugio (Le refuge) Francia, 2009 Dirección: François Ozon Producción: Chris Bolzli, Claudie Ossard Guión: François Ozon, Mathieu Hippeau Fotografía: Mathias Raaflaub Interpretación: Isabelle Carré, Louis-Ronan Choisy, Pierre Louis-Calixte, Melvil Poupaud Una de las mejores películas del realizador francés. Una mujer heroinómana se queda embarazada, tras fallecer su novio de una sobredosis. La familia de él, de alta alcurnia, le pide que no lo tenga. Pero ella se niega a abortar. Para que nadie le moleste se refugiará en una casa cerca del mar en el País Vasco francés. En su aislamiento recibirá la visita inesperada del hermano de su novio, que viene a pasar unos días con ella.También publicamos su crítica a la que podéis acceder pinchando aquí. | |
Ricky Francia, 2009 Dirección: François Ozon Producción: Chris Bolzli, Claudie Ossard, Vieri Razzini Guión: François Ozon, Emmanuèle Bernheim (Obra: Rose Tremain) Fotografía: Jeanne Lapoirie Interpretación: Alexandra Lamy, Sergi López, Mélusine Mayance, Arthur Peyret, André Wilms, Jean-Claude Bolle-Reddat, Julien Haurant, Eric Forterre Drama social con ribetes fantásticos, donde una abnegada trabajadora de una fábrica y con una hija, mantiene un affaire con un español. El resultado es un hijo, Ricky, un tanto especial. ¿Ozon ha visto Tobi (1978) de Antonio Mercero? | |
Angel Francia, 2007 Dirección: François Ozon Producción:Olivier Delbosc, Marc Missonnier Guión: François Ozon, Martin Crimp (Novela: Elizabeth Taylor) Fotografía: Denis Lenoir Interpretación: Romola Garai, Sam Neill, Charlotte Rampling, Lucy Russell, Michael Fassbender, Jacqueline Tong, Janine Duvitski, Christopher Benjamin, Jemma Powell, Simon Woods, Alison Pargeter, Seymour Matthews, Tom Georgeson, Una Stubbs, Rosanna Lavelle, Geoffrey Streatfield, Roger Morlidge, Teresa Churcher Su Lo que el viento se llevó (Gone with the wind, 1939) particular. Una jovencita soñadora consigue hacerse escritora y ver cumplidos sus sueños, aunque eso suponga aislarse del mundo, sin darse cuenta que vivir su ilusión de joven rica y triunfadora es un velo que le impide ver cómo el amor de su vida no es trigo limpio. Melodrama decimonónico ambientado en un fastuoso palacio con una mujer de armas tomar, que en muchos aspectos recuerda a la inmortal Scarlett O'Hara. | |
El tiempo que queda (Le temps qui reste) Francia, 2005 Dirección: François Ozon Producción: Olivier Delbosc, Marc Missonnier Guión: François Ozon Fotografía: Jeanne Lapoirie Interpretación: Melvil Poupaud, Jeanne Moreau, Valeria Bruni Tedeschi, Daniel Duval, Marie Rivière, Christian Sengewald, Louise-Anne Hippeau, Henri de Lorme A un joven apuesto fotógrafo le diagnostican un cáncer terminal. Pero él opta por no desvelar su trágico destino, excepto a su abuela. En la línea de Mi vida sin mí (2003) pero con resultados muy diferentes. | |
5 x 2 (Cinq fois deux) Francia, 2004 Dirección: François Ozon Producción: Olivier Delbosc, Marc Missonnier Guión: François Ozon Fotografía: Yorick Le Saux Interpretación: Valeria Bruni Tedeschi, Stéphane Freiss, Françoise Fabian, Michael Lonsdale, Géraldine Pailhas Cinco situaciones claves de la relación de una pareja desde su divorcio, donde arranca el film, hasta el momento en que se conocen. Esta historia de la desintegración del amor, narrada en sentido inverso, está aderezada con canciones italianas populares que van dando el timbre emotivo a cada fragmento. | |
Swimming Pool Francia, 2003 Dirección: François Ozon Producción: Olivier Delbosc, Marc Missonnier Guión: François Ozon & Emmanuèle Bernheim Fotografía: Yorick Le Saux Interpretación: Charlotte Rampling, Ludivine Sagnier, Charles Dance, Marc Fayolle, Jean-Marie Lamour, Mireille Mossé, Michel Fau, Jean-Claude Lecas, Emilie Gavois-Kahn, Erarde Forestali, Lauren Farrow, Sebastian Harcombe Una escritora británica de novelas detectivescas, gracias a su editor que se la cede, se retira a una casa alejada en la campiña francesa para escribir su nuevo libro. Lo que no se espera, es que al mismo tiempo, también llega la hija de su editor, una jovencita un tanto ninfómana. | |
8 mujeres (8 femmes) Francia, 2002 Dirección: François Ozon Producción: Olivier Delbosc, Marc Missonnier Guión: François Ozon & Marina de Van (Obra: Robert Thomas) Fotografía:Jeanne Lapoirie Interpretación: Catherine Deneuve, Emmanuelle Béart, Isabelle Huppert, Fanny Ardant, Virginie Ledoyen, Danielle Darrieux, Ludivine Sagnier, Firmine Richard Ozon consiguió seducir a las primeras damas del cine francés para hacerlas converger en esta comedia coral en la que las ocho mujeres del título quedan atrapadas en una casa donde se ha cometido un asesinato. El relato a lo Agatha Christie es una delirante comedia camp con divertidos números musicales, donde las actrices demuestran un saludable sentido del humor y una falta de miedo al ridículo. Impagable ver a la Deneuve y a la Ardant pelearse y revolcarse por el suelo. Imprescindible la Huppert como la tía solterona. | |
Bajo la arena (Sous le sable) Francia, 2000 Dirección: François Ozon Producción: Olivier Delbosc, Marc Missonnier Guión: Emmanuèle Bernheim, Marina de Van, François Ozon, Marcia Romano Fotografía: Jeanne Lapoirie & Antoine Heberlé Interpretación: Charlotte Rampling, Bruno Cremer, Jacques Nolot, Alexandra Stewart, Pierre Vernier, Andrée Tainsy Una mujer madura va a pasar sus vacaciones a una casa frente al mar, junto con su marido. Un buen día, éste desaparece. Pero ella se resistirá a darlo por muerto, a pesar de que pasa el tiempo y no aparece. Uno de los mejores films de Ozon que establece una curiosa aproximación al duelo, en clave minimalista. | |
Gotas de agua sobre piedras calientes (Gouttes d'eau sur pierres brûlantes) Francia, 2000 Dirección: François Ozon Producción: Olivier Delbosc, Christine Gozlan, Kenzô Horikoshi, Marc Missonnier, Alain Sarde Guión: François Ozon (Obra: Rainer Werner Fassbinder) Fotografía: Jeanne Lapoirie Interpretación: Bernard Giraudeau, Ludivine Sagnier, Malik Zidi, Anna Thomson Ozon adapta una obra de Fassbinder para hacerle un sentido homenaje y hablarnos de las perversas relaciones de dominación y de dependencia que se dan en torno a un maduro que seduce a un joven y a su novia. Cerrará el cuarteto una transexual que sigue todavía enamorada de él. Ozon filma una brillante comedia para traernos el recuerdo del genio alemán. | |
Amantes criminales (Les amants criminels) Francia, 1999 Dirección: François Ozon Producción:Olivier Delbosc, Marc Missonnier Guión: François Ozon Fotografía:Pierre Stoeber Interpretación:Natacha Régnier, Jérémie Renier, Miki Manojlovic, Salim Kechiouche, Yasmine Belmadi Un Hansel y Gretel perverso en el que un joven acaba manchándose las manos de sangre inducido por su maquiavélica novia. En su huida acabarán encerrados en una cabaña por un ogro caníbal que los tendrá secuestrados. | |
Sitcom Francia, 1998 Dirección:François Ozon Producción: Olivier Delbosc, Marc Missonnier Guión: François Ozon Fotografía: Yorick Le Saux Interpretación: Évelyne Dandry, François Marthouret, Lucía Sánchez, Marina de Van, Adrien de Van, Stéphane Rideau, Jules-Emmanuel Eyoum Déido, Jean Douchet La burguesía puesta patas arriba. Un ratoncito hace emerger en cada uno de los integrantes de la familia sus más secretas inclinaciones: el sadomasoquismo, la homosexualidad, el incesto, etcétera. Ozon se divierte desmontando las convenciones de una prototípica familia burguesa. | |
Regarde la mer Francia, 1997 Dirección: François Ozon Guión: François Ozon Fotografía: Yorick Le Saux Interpretación: Sasha Hails, Marina de Van, Paul Raoux Mediometraje con el que Ozon abre su puesta en largo en la ficción. Una joven, acompañada de su bebé, vive en una casa cerca de la playa. La aparición de una misteriosa mujer, que le pide acampar en el patio de su casa por unos días, establecerá la base de una relación tumultuosa entre las dos. | |
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