JUNG Y EL DESTINO ANTOLOGIA

 

A continuación les transcribo unos extractos del pensamiento de Jung acerca del destino. Esta noción del destino será la que utilizaremos en los próximos artículos. Estos extractos están tomados del texto de Jung, ¨Realidad del Alma¨. Losada. Buenos Aires. Enero 2003.

Afirma Jung sobre el destino:
¿Qué es lo que, al fin de cuentas, determina a un hombre a elegir su camino propio y a elevarse por encima de la inconsciente uniformidad de la masa, como sobre una capa de niebla? No puede ser la necesidad, pues ésta hace presa en muchos, y todos ellos se refugian en la conveniencia. No puede ser tampoco la decisión moral, pues de ordinario, la gente prefiere la conveniencia. ¿Qué es, pues, lo que inclina inexorablemente a favor de lo extraordinario?Es lo que se llama el destino. Un factor irracional que impele fatalmente a la emancipación del rebaño y a abandonar los derroteros gastados. La auténtica personalidad siempre tiene un destino, cree en él, lo venera como a un Dios, a pesar de que se trata, según diría el hombre vulgar, de un sentimiento de determinación individual. Pero este destino obra como una ley divina, de la cual es imposible apartarse. El hecho de que muchos perezcan en su propio camino nada significa para aquel que tiene un destino. Debe obedecer a su ley propia como si fuera un daimon que sugiere nuevos senderos. El que tiene un destino oye la voz de su interior que se lo marca. He aquí por qué la tradición cree que ese hombre tiene un daimon familiar que le aconseja y cuyas órdenes está obligado a cumplir. Un ejemplo famoso es el de Fausto, en tanto que daimon de Sócrates constituye un caso histórico. Los primitivos curanderos tenían espíritu de serpiente, y aun Esculapio, el patrón protector de los médicos, es representado por la serpiente epidáurica. Además tenía como daimon familiar al Cabir Telesforo, quien, según se dice, le leyó o sugirió las recetas.

Tener un destino significa, en el sentido primitivo, ser llamado por una voz. Los más hermosos ejemplos se encuentran en las confesiones de los profetas del Antiguo Testamente. No es una anticuada manera de hablar, según lo comprueban las confesiones de personalidades históricas como Goethe y Napoleón, para citar dos ejemplos patentes que no ocultan la sensación de su destino.El destino, o la sensación del destino, no es por cierto prerrogativa de las grandes personalidades, ya que también las tienen las pequeñas y hasta mediocres. Pero se torna tanto más inconsciente y velada cuanto más se disminuye esa grandeza. Es como si la voz del daimon interior se alejara más y más y hablara a mayores intervalos y cada vez menos claramente. Cuanto más pequeña sea la personalidad, tanto más indefinida e inconsciente se torna, hasta confundirse con la sociedad, perdiendo su propio carácter, que se disuelve dentro de la totalidad del grupo. La voz interior es reemplazada entonces por la voz de la sociedad y de sus conveniencias y el destino es sustituido por las necesidades colectivas. Pero no son pocos los que incluso en ese estado social inconsciente son llamados por la voz individual, con lo cual se distinguen inmediatamente de los otros, sintiéndose dirigidos hacia un problema que los demás ignoran. Generalmente es imposible explicar al prójimo lo que ha sucedido ya que los arraigados prejuicios levantan una muralla que impide la comprensión de ese fenómeno. “Todos son iguales”, “No existe eso”, y cuando efectivamente existe, claro está que es “enfermizo”, aparte de ser sumamente inconveniente y constituir “una enorme petulancia creer que semejante cosa pueda tener importancia”, puesto que “no más que psicología”. Esta última objeción precisamente goza de gran predicamento. Es el producto de una extraña depreciación de lo psíquico, que al parecer, se considera como algo arbitrario y por lo tanto muy banal, cosa, en verdad, paradójica si se piensa en el actual entusiasmo psicológico. Lo inconsciente no es “más que fantasía”. Cada uno se siente mago, capaz de conjurar lo psíquico a su albedrío y deformarlo de acuerdo con su capricho, se niega a lo incómodo y se sublima lo indeseado, se disimula mediante explicaciones lo que inspira temor, se rectifican errores y, al fin, se cree que se ha arreglado todo perfectamente. Y, sin embargo, se olvida lo principal, es decir, lo psíquico, sólo puede identificarse en su parte mínima con la conciencia y las artimañas. En su mayor parte es un fenómeno inconsciente que duro y pesado como el granito yace inmóvil e inaccesible, y que en cualquier momento, cuando plazca a las leyes desconocidas, puede precipitarse sobre nosotros”. (p.170-172)

“La voz interior es la voz de una vida completa, de una conciencia más amplia, de mayor alcance. Por eso, el nacimiento del héroe o el renacimiento simbólico, coinciden según el sentido mitológico, con la salida del sol, porque la formación de la personalidad equivale a un aumento del estado consciente. Por esta misma razón la mayoría de los héroes son caracterizados por atributos solares y la hora del nacimiento de su gran personalidad se llama “iluminación”. (p. 181).

“En la voz interior aparecen mezclados del modo más incomprensible, lo más bajo y lo más elevado, lo mejor y lo más infame, lo más verdadero y lo más mendaz, abriendo un abismo de confusión, engaño y desesperación”. (p. 183)“El problema de la voz interior está lleno de ocultas celdas y abrojos. Es materia peligrosísima y resbaladiza, tan expuesta y desviada como la vida misma, cuando renuncia a ciertos medios de seguridad. Pero el que no puede perder su vida tampoco es capaz de ganarla. El nacimiento y la vida del héroe están siempre amenazados. Son ejemplos típicos de ello: las serpientes de Hera, que amenazan al lactante Heracles, el pitón que quiere malograr el nacimiento del dios de la luz. Apolo y la matanza de los niños de Belén. La formación de la personalidad es un riesgo, siendo verdaderamente trágico que precisamente el daimon de la voz interior significa a la vez un máximo peligro y una ayuda imprescindible. Es trágico, pero es lógico. En vista de ello, ¿puede reprocharse a la humanidad, a todos los bien intencionados pastores del rebaño y a los preocupados padres, cuando levantan el muro de protección, erigen imágenes eficaces y recomiendan caminos viables que sortean los abismos?”. (p. 183-184).

“Al fin y al cabo, quien descubre un nuevo camino hacia una mayor seguridad también es un héroe, conductor y salvador. Se podría dejar todo tal cual está, si ese nuevo camino no exigiera perentoriamente que se le descubra y no se castigara a la humanidad con todas las plagas de Egipto hasta que no se haya encontrado una nueva senda. El camino no descubierto es, en nuestra opinión, algo psíquicamente vital, aquello que la filosofía clásica china llama Tao y compara con una corriente de agua que se dirige inexorablemente a la meta. Estar en Tao significa perfección, integridad, destino cumplido, comienzo y fin y total realización del sentido de la existencia de las cosas. La personalidad es Tao”. (p. 184).

http://misionatenea.blogspot.com/2005/07/jung-y-el-destino.html

Cuando la inconsciencia se hace consciente...


"Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tú le llamarás destino."
- Carl Jung -


La frase ha dado mucho de si en Facebook y gracias a mi amiga Isabel Subirana, he decidido dar mi opinión, como vengo haciendo en estas páginas, e intentar "aclarar" lo que me parece una genial frase de este filósofo que anduvo entre el camino medio con total éxito.

Parece que las cosas pertenecientes a la religiosidad, por alguna extraña razón, vienen de tres en tres, como la Trimurti, la santísima trinidad y hasta el trío calavera. Y en ésta ocasión no hay religiosidad de por medio, debemos decir que Jung nombra tres clasificaciones mentales bien definidas.

Primero tenemos al consciente, esa fuerza mental clasificadora que "enfoca" nuestra vida diaria, con la que escribimos, leemos, creamos e intentamos explicar las cosas de la vida.
El consciente soy "yo", ese pequeño punto en medio de nuestros ojos que insiste a diario en mantener estatus personal y social, que nos ayuda cual "herramienta eficaz" en esta sociedad en la que hemos decidido vivir, por que a pesar de todo, es una decisión queramos o no verlo así.

En segundo lugar, aparece el subconsciente, ese espasmo en nuestro cerebro del que habla Freud y otros psicoanalistas y que te quiere jugar "una mala pasada", pues al tomar como punto de control el tiempo, realiza una especie de "cirugía" con la que  lobotomizar nuestra imagen de nosotros mismos, deformando la realidad y alimentando los conceptos de "pasado" y "futuro", dejándonos indefensos ante la aplastante realidad del "ahora".
Así pues, el subconsciente agranda nuestra imagen o la empequeñece, nos dice que "somos" en relación a los que hicimos y lo que haremos y así, aparece como una sombra encima de nuestras cabezas, el destino.

La recreación de un destino, es la enajenación mental más común en nuestra sociedad y es precisamente a eso a lo que se refiere Jung. La toma de control de nuestro subconsciente, hace que la suma del pasado y nuestra percepción de un futuro, conduzca a nuestro consciente a lugares "ilusorios", y más allá, todos acabamos en "la caja". El destino llevado al cubo nos depara lo irremediable, lo que nos aterra... "la caja". Y con esa idea, llega la frustración...

La palabra que mejor define "frustración" es Dukkha, aunque muchos practicantes la traducen ( de modo incorrecto, según mi opinión) como sufrimiento. Dukkha aparece entre otras causas ante la presencia irreal ( y digo irreal por que lo pensamos en un tiempo anterior al irremediable suceso) del destino definitivo, el último tren, la última imagen, el final del destino que nos depara la vida... La muerte.
Y bajo esta perspectiva, el subconsciente campa a sus anchas induciendo al consciente a consumir depravadamente, a clasificar de forma compulsiva, y en definitiva a separarnos de nuestra verdadera naturaleza.

La última de las tres palabras que desgrano hoy, es inconsciente.
Cuando vas conduciendo en el coche, hablando con el copiloto y de repente te das cuenta que sin pensarlo has acabado en casa, es el inconsciente el que dio las órdenes. Cuando tus pulmones se hinchan para dejar que el aire entre en tu cuerpo, alimentando así tu vida, es el inconsciente el que da la orden. Y tu corazón golpea y golpea, bombeando la sangre para que el organismo "sea" y es el inconsciente el que está detrás de todo eso.
Y el único problema del inconsciente es que es totalmente transparente a nuestro entendimiento, por que como su palabra indica, es "no-consciente", y nos quedamos igual que si queremos mordernos nuestros propios dientes, por que jamás sabremos nada sobre ello. Pero aunque no sepamos nada sobre nuestro inconsciente, podemos elucubrar diciendo que si manda la orden a nuestros pulmones para recibir el aire, bien podría ser que ese aire que es generado por químicas naturales, vegetales y la luz del sol formen parte orgánica de mis pulmones y así el inconsciente no solo mandase información desconocida por mi consciencia a mi cerebro sino que pudiera ser que la información la mandara también a toda esa maquinaria natural que se extendería, por ende, a todo el universo para que el círculo vicioso pueda cerrarse definitivamente. Es posible, y digo que sólo es una elucubración, que todo el sistema inconsciente fuera el recurso natural que tiene el universo para que yo, el sujeto consciente pueda "yoificarlo". Quizás el universo crea todo esa fluidez entre aire, luz, plantas, pulmones que alimentan seres conscientes para hacer consciente el universo mismo.

Y Jung nos apunta justo ahí, como una aguja de acupuntura... ahí, donde más duele. Por que el incosciente nunca podrá ser consciente, es nuestra consciencia actual la que nos debe dirigir hacia nuestra inconsciencia. por eso nos sentamos, o prestamos atención al "ahora" en cualquier situación, para "experimentar" el estado de inconsciencia y así poder descubrir que todos los estados mentales, todas las capas de entendimiento, son necesarias.

http://elmanuscritozen.blogspot.com/2013/05/cuando-la-inconsciencia-se-hace_9.html

20 extraordinarias frases de Jung, padre del término “inconsciente colectivo”

Publicado en Gente y Mundo

carl-gustav-jung

Carl Gustav Jung (1875 -1961) fue un médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo que estudió medicina en Basilea, e inició su actividad a principios del siglo XX en la clínica de psiquiatría de la Universidad de Zúrich, de la cual fue luego médico director. En 1907 conoce a Sigmund Freud, con quien inició una fecunda colaboración.

Es una figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis; después fundó la escuela de psicología analítica, también llamada psicología profunda de la que fue pionero.

Escribió sobre la estructura de la psique y su conexión con las manifestaciones culturales. Esto le impulsó a incorporar en su metodología nociones procedentes de la antropología, la alquimia, la interpretación de los sueños, el arte, la mitología la religión y la filosofía.

Inconsciente colectivo” es un término acuñado por él quien postuló la existencia de un sustrato común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por símbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psique que está más allá de la razón.




Frases de Jung

1- “Hasta que no hagas consciente a tu inconsciente, va a dirigir tu vida y lo llamarás destino.”

 

2- “El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman”

 

3- “La soledad no llega por no tener personas a tu alrededor, sino por no poder comunicar las cosas que te parecen importantes a ti, o por mantener ciertos puntos de vista que otros consideran inadmisibles”

 

4- “Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca.”

 

 

 

5- “No retengas a quien se aleja de ti. Porque así no llegará quien desea acercarse.”

 

6- “Las personas hacen lo que sea, no importa lo absurdo, para evitar enfrentarse con su propia alma.”

 

7- “Todo lo que nos irrita de otros nos lleva a un entendimiento de nosotros mismos.”

 

8- “Tendemos hacia el pasado, hacia nuestros padres y hacia delante, hacia nuestros hijos, un futuro que nunca veremos, pero que queremos cuidar.”

 

9- “Yo no soy lo que me sucedió, yo soy lo que elegí ser.”

 

10- “Si eres una persona con talento, no significa que ya hayas recibido algo. Quiere decir que puedes dar algo.”

 

11- “Aquello a lo que te resistes, persiste.”

 

12- “Podemos llegar a pensar que nos controlamos por completo. Sin embargo, un amigo puede fácilmente contarnos de nosotros algo de lo que no teníamos ni la menor idea.”

 

13- “La depresión es como una señora de negro. Si llega, no la expulses, más bien invítala como una comensal en la mesa, y escucha lo que te tiene que decir.”

 

14- “«Mágico» es simplemente otra palabra para definir el alma.”

 

15- “Nada tiene una influencia psicológica más fuerte en su ambiente y especialmente en sus hijos que la vida no vivida de un padre.”

 

16- “A menudo, las manos resolverán un misterio con el que el intelecto ha luchado en vano.”

 

17- “De una manera u otra somos partes de una sola mente que todo lo abarca, un único gran hombre (…)”

 

18- “Tu visión se hará más clara solamente cuando mires dentro de tu corazón… Aquel que mira afuera, sueña. Quien mira en su interior, despierta.”

 

19- “El sueño es una pequeña puerta oculta abriéndose a la noche cósmica que era el alma mucho antes de la aparición de la consciencia.”

 

20- “Uno no se ilumina imaginando figuras de luz sino haciendo consciente la oscuridad.”

 

https://www.tunuevainformacion.com/gente-y-mundo/723-20-extraordinarias-frases-de-jung-padre-del-termino-inconsciente-colectivo.html

Banales frases de película sobre el destino


10 CIT. 
Una historia contada habla sobre algo que ha sido, algo que será; pero casi siempre este algo ya está escrito. De hecho, es difícil volver a escribir un destino. De todos modos, que se logre hacer o no, es evidente la importancia que tiene en cada uno de nosotros. Por eso en las películas a menudo encontramos frases, incluso memorables, que hablan sobre el destino de un individuo, aunque quieran hablar sobre el destino de todos.

De la película: INTERSTELLAR

“La ley de Murphy no significa que vaya a pasar algo malo, sino que si algo puede pasar, pasará.”

MATTHEW MCCONAUGHEY - Cooper

De la película: PERSIGUIENDO MAVERICKS

“¿Alguna vez has visto algo y has pensado que es por eso que estás aquí?”

JONNY WESTON - Jay Moriarity

De la película: HERMOSAS CRIATURAS

“No creo que haya un destino sin elección, todos elegimos nuestras vidas.”

ALDEN EHRENREICH - Ethan Wate

De la película: MÁS ALLÁ DEL AMOR

“A veces uno se encuentra con la persona con la que está destinado a pasar la vida, aunque esa vida esté empezando.”

ALEX PETTYFER - David Elliot

De la serie de televisión: SMALLVILLE

“Nuestro destino no esta escrito en ningún libro del futuro.”

KRISTIN KREUK - Lana Lang

De la película: UN ASUNTO REAL

“Algunas personas se hayan tan atrapadas por su destino que se esconden en el interior de su mente.”

MADS MIKKELSEN - Johann Friedrich Struensee

Del dibujo animado: ICE AGE: EL GRAN CATACLISMO

“Los dinosaurios cambiaron su destino. Nosotros podemos cambiar el nuestro.”

SIMON PEGG - Buck

De la película: RENOIR

“No fuerces al destino.”

MICHEL BOUQUET - Pierre-Auguste Renoir

De la película: JAPPELOUP. DE PADRE A HIJO

“Me gusta la idea de que somos dueños de nuestras vidas, de que podemos cambiarlas a voluntad.”

De la película: AL FILO DEL MAÑANA

“La preparación y la disciplina nos hacen ser dueños de nuestro destino.”

BILL PAXTON


https://www.mundifrases.com/blog/2016/10/23/el-cine-y-el-destino/



Dos vidas en un instante

 TRÁILER

 Dos vidas en un instante
Dirigida por Peter Howitt
Título original Sliding Doors




Dos vidas en un instante

Título original
Sliding Doors aka 
Año
Duración
99 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Peter Howitt
Música
David Hirschfelder
Fotografía
Remi Adefarasin
Reparto
Productora
Paramount Pictures, Miramax, Intermedia Films, Mirage Entertainment
Género
ComediaRomance | Comedia romántica
Sinopsis
El mismo día que pierde su trabajo, una joven (Paltrow) descubre la infidelidad de su novio. La posibilidad de que una circunstancia nimia - perder el metro- le depare un destino completamente diferente origina esta curiosa historia sobre el azar y la fuerza del destino. (FILMAFFINITY)
Premios
1998: Nominada Premios BAFTA: Mejor film británico
1998: Premios del Cine Europeo: Mejor guión

Puertas corredizas: Serie Cine y Metro. Por Jordi Izquierdo Berbel

  septiembre 7, 2020 

La semana pasada, llegó a los cines la película de Christopher Nolan “TENET”, que nos habla (o al menos lo intenta) de las vidas paralelas, de si está en nuestras manos cambiar nuestro futuro dependiendo de las decisiones que tomamos.

En 1998, Peter Howitt ya planteaba algo parecido en una historia mucho más sencilla, sin alardes y con el día a día de coger un metro, para cambiar nuestras vidas. Me refiero a la película “DOS VIDAS EN UN INSTANTE” protagonizada por Gwyneth Paltrow, John Hannah, Jeanne Tripplehorn y John Lynch.

Se han preguntado alguna vez, ¿Qué nos encontraríamos al llegar a nuestra casa, si al salir de la oficina, logramos entrar en ese metro que se nos ha escapado por poco? Pues eso precisamente es de lo que va esta película. La vida de Helen cambia cuando la despiden del trabajo y llega a casa antes de tiempo, encontrando a su novio Gerry (John Lynch) en su cama con la que fue su exnovia (Jeanne Tripplehorn).

Pero la historia va más allá, ya que su director nos plantea dos vidas paralelas, una la de Helen cogiendo ese metro (en la estación de Waterloo del metro londinense) que le hace llegar antes a casa y otra en la que no llega a tiempo. Su vida se desdobla y mientras en la del descubrimiento, Helen  rehace su vida con otro hombre (John Hannah) que trabaja en el mismo edificio de oficinas de donde la han despedido, la Helen que no llega a tiempo a ese tren, encadena infortunio tras infortunio en su vida, debido a la relación tóxica que tiene con Gerry.

El título original de la película “Sliding Doors”, significa “Puertas Corredizas”, las puertas de cualquier convoy de tren.

Jordi Izquierdo Berbel

INCONSCIENTE Y DESTINO

 

destino e inconsciente

CG Jung escribió: "Haz consciente el inconsciente, de lo contrario el inconsciente guiará tu vida y lo llamarás destino ". Frase que provocó en mí una profunda reflexión, tema de indudable interés en diversos campos, místico, religioso, filosófico y psicológico, así como fuente de inspiración para diversas películas, entre ellas “Puertas correderas”.
De repente me "obligaron" a darme un chapuzón dentro de mí. Siempre he creído que es el inconsciente el que más influye en nuestras elecciones, respuestas, emociones, nuestra vida en resumen. Freud llega al descubrimiento del inconsciente cuando se da cuenta de que los actos conscientes tienen lagunas, por lo que llega a afirmar que "lo psíquico es en sí mismo inconsciente"., la verdad parece distorsionada, indescifrable y manipulada desde fuera. Si bien una persona se considera racional, capaz de gobernar pasiones y comprender la realidad de los hechos, lo cierto es que sucesos inesperados en los que solemos identificar los signos del destino pueden irrumpir en su vida.
¡Sí, destino! ¿Qué es esto? ¿Existe? ¡Es muy difícil saberlo!
Puede entenderse como una concatenación de eventos que inevitablemente nos suceden, a veces parece originarse precisamente desde el " ultramondo del inconsciente ", está más allá del ego, pero al mismo tiempo lo empuja a compartir, a través del conocimiento, predilecciones y actitudes responsables.
El ego es una parte muy pequeña del individuo, y lo que la realidad mental en su totalidad quiere lograr no siempre corresponde a sus propensiones.
Es un momento de reflexión que nos sigue en todo momento, cuando nos encontramos recorriendo un "camino", tejido también por hechos sobre los que no tenemos control, y me pregunto: "qué realidad existencial nos da el destino y cuánto por la capacidad de saber cómo hacerlo? " El hombre probablemente tiene la obligación de participar en la concretización de los hechos de la vida real, identificados tanto en el inconsciente como en el consciente.
Es imposible dominar completamente el propio destino, y tal vez sea a través de la libertad del ego que el hombre traza el compartir dinámico hasta su propia existencia y se siente el artífice de su propio destino, aunque sea parcialmente.
Tomando en consideración el aspecto psicológico, el concepto de destino podría atribuirse a pensamientos ilógicos, a individuos que lo consideran una explicación de todo. Al no comprender la realidad, les resulta funcional incluir un presunto orden preestablecido en el universo. O podría servir para trasladar la "culpa" de los hechos de nuestra vida hacia causas extrañas ilusorias.
Cuántas veces nos hemos repetido (a nosotros mismos y / oa los demás) que "no hay nada que hacer, todo está escrito". Esta es una perspectiva algo limitante, tanto en términos de ideas como en términos de la conducta necesaria para crear el futuro de uno, paso a paso.
Con autoconciencia de quiénes somos, qué potencialidades tenemos y qué recursos podemos poner en acción.
Por otro lado, la vida está llena de sorpresas, involucran la mente y el alma, pueden cambiar nuestra forma de hacer. Casi parece que el hombre ha tenido, desde sus orígenes, la necesidad de prever el futuro, prepararse para gestionar lo inesperado. Y cuando no lo hacemos, nos encontramos débiles, indefensos, indefensos.
Como si nuestra mente y nuestro cuerpo tuvieran que estar "preparados", siempre y en todo caso, para afrontar situaciones desconocidas, que dan lugar al miedo a no poder implementar estrategias conductuales y cognitivas adecuadas a nuevos contextos y circunstancias. Y así evitamos nuevas experiencias, las diversas oportunidades de "renovación" que nos permitirían entrar en relación con nuestros diferentes puntos de vista.
Somos nosotros los que damos una connotación positiva o negativa a lo inesperado, dependiendo de las experiencias previas, queramos o no "conocerlos / combatirlos".
Ciertamente hay personas más predispuestas que otras a lo "nuevo", se muestran resistentes.
La “ resiliencia“Indica la fuerza humana para reaccionar ante eventos traumáticos, resiliente es quien sabe soportar el dolor, quien sabe soportar las dificultades sin desesperación, quien tiene el coraje de tomar un camino que sabe ser tortuoso. La resiliencia defiende contra la autocompasión, nos recuerda que estamos expuestos al peligro como mortales y al mismo tiempo nos hace enfrentar lo que se interpone en nuestro camino con sabia audacia. Nos hace comprender el significado del dicho aristotélico “ quien no conoce sus límites, teme al destino” , es lidiar con su propia impotencia o vencer el miedo al mañana. Es determinación, perseverancia y paciencia.
Para aceptar las propias limitaciones se necesita una fuerza generadora de recursos, virtud que lleva a perseverar, a perseverar en las dificultades, a mostrar valentía en la vida cotidiana.
Es la capacidad de aceptar las heridas en la lucha por la realización del devenir uno mismo, lo que requiere discernimiento, no confundir con irresponsabilidad e imprudencia. Puede ser considerado el "antídoto" de cualquier tentación de abandono resignado al destino, a lo trágico oa la fatalidad de la superioridad de los hechos sobre la persona.
La tarea de los terapeutas es precisamente ayudar a los pacientes que sufren, que se conciben como débiles y desesperados, a cultivar esta pasión, la resiliencia, para que sean proactivos y cambien su destino.
Existe una conexión profunda entre el inconsciente y el destino que no puede ser entendida por la racionalidad humana, sino que sólo se vislumbra.
El inconsciente es el destino. CG Jung escribió "por mucho que queramos designar lo que hay en el fondo de la psique, es cierto que estas energías forjan nuestro destino ”.
¿Podría ser verdad?

Créditos de las fotos: writing.wikinut.com


INCONSCIO E DESTINO

destino e inconscio

C.G. Jung ha scritto: “Rendi cosciente l’inconscio, altrimenti sarà l’inconscio a guidare la tua vita e tu lo chiamerai destino”. Frase che ha sollecitato in me una profonda riflessione, tema di indubbio interesse in vari campi, mistico, religioso, filosofico e psicologico, nonché fonte di ispirazione per vari film, tra i quali proprio “Sliding doors”.
Ad un tratto sono stata “costretta” ad effettuare un tuffo dentro di me. Ho sempre creduto che sia l’inconscio ad influenzare in maggior misura le nostre scelte, le risposte, le emozioni, la nostra vita insomma. Freud arriva alla scoperta dell’inconscio nel momento in cui si rende conto che gli atti coscienti presentano delle lacune, per cui giunge ad affermare  che “lo psichico è in sè inconscio”, la verità appare falsata, indecifrabile e manovrata dall’esterno. Per quanto una persona si consideri razionale, capace di governare le passioni e di comprendere la realtà dei fatti, è certo che possano  fare irruzione nella sua vita degli eventi inattesi in cui solitamente identifichiamo i segni del destino.
Già, il destino! Cos’è? Esiste? È veramente difficile saperlo!
Si può intendere una concatenazione di avvenimenti che immancabilmente ci accadono, talvolta sembra originata proprio dagli “ultramondi dell’inconscio”, è oltre l’Io, ma nel contempo lo spinge alla compartecipazione, attraverso  la conoscenza, le predilezioni e  gli atteggiamenti responsabili.
L’Io è una parte piccolissima dell’individuo, e non sempre ciò che la realtà mentale nella sua interezza vuole raggiungere, corrisponde alle sue propensioni.
È un momento di riflessione che ci segue in ogni istante, quando ci troviamo a percorrere un “cammino”, tessuto anche da eventi sui quali non abbiamo controllo, e mi domando: “la realtà esistenziale quanto è data dal destino e quanto dalla capacità di saperla realizzare?” L’uomo probabilmente ha l’obbligo di partecipare alla concretizzazione delle vicende della vita reale,  individuata sia nell’ inconscio che nel conscio.
È impossibile essere completamente padroni del proprio destino, e forse è attraverso la libertà dell’Io che l’uomo traccia la condivisione dinamica alla propria esistenza e si sente  artefice del proprio destino, anche se in modo parziale.
Prendendo in considerazione l’aspetto psicologico, il concetto di destino potrebbe essere attribuito a pensieri illogici, a individui che lo considerano una spiegazione di tutto. Non comprendendo la realtà trovano funzionale includere un presunto ordine prestabilito nell’universo. Oppure potrebbe servire a spostare verso cause estranee illusorie la “colpevolezza” dei fatti della nostra vita.
Quante volte avremo ripetuto (a noi stessi e/o agli altri) che “non c’è nulla da fare, tutto è stato scritto”. Si tratta di una prospettiva alquanto limitante, sia per quanto riguarda le idee, sia per quanto riguarda le condotte indispensabili a creare il proprio futuro, passo dopo passo.
Con autoconsapevolezza su chi siamo, quali potenziali abbiamo e quali risorse possiamo porre in atto.
D’altronde la vita è piena di sorprese, coinvolgono la mente e l’anima, possono mutare i nostri modi di fare. Sembra quasi che l’uomo abbia avuto sin dalle sue origini la necessità di prevedere il futuro, prepararsi a gestire gli imprevisti. E quando non riusciamo a farlo ci scopriamo deboli, indifesi, impotenti.
Come se la nostra mente e il nostro corpo debbano essere “pronti”, sempre e comunque, ad affrontare situazioni sconosciute, che originano il timore di non essere in grado di mettere in atto strategie comportamentali e cognitive adeguati a contesti e circostanze nuove. E così evitiamo le nuove esperienze, le varie occasioni di “rinnovamento” che ci permetterebbero di entrare in relazione con i nostri diversi punti di vista.
Siamo noi a dare una connotazione positiva o negativa agli imprevisti, a seconda delle esperienze precedenti, della volontà o meno di “incontrarli/combatterli”.
Di certo ci sono persone più predisposte di altre al “nuovo”, si dimostrano resilienti.
La “resilienza” indica la forza umana di reagire ad eventi traumatici, resiliente è chi sa sopportare i dolori, chi sa reggere le difficoltà senza disperarsi, chi ha il coraggio di intraprendere una via che sa essere tortuosa. La resilienza difende dalla auto-commiserazione, ricorda che siamo esposti al pericolo in quanto mortali e nel contempo fa affrontare ciò che ci ostacola con saggia audacia. Fa comprendere il significato del detto aristotelico “chi non conosce i propri limiti, tema il destino”, è fare i conti con la propria impotenza o vincere la paura del domani. È determinazione, perseveranza e pazienza.
Per accettare i propri limiti c’è bisogno di una forza generativa di risorse, di una virtù che porta a perseverare, a persistere nelle difficoltà, a manifestare coraggio nella vita di tutti i giorni.
È la capacità di accettare le ferite nella lotta per la realizzazione del diventare se stessi, che richiede discernimento, per non essere confusa con irresponsabilità e incoscienza. Può essere considerato “l’antidoto” a qualsiasi tentazione di rassegnato abbandono al destino, alla tragicità o alla fatalità della superiorità degli eventi sulla persona.
Il compito di noi terapeuti è proprio quello di aiutare i pazienti che soffrono, che si concepiscono deboli e disperati, a coltivare questa passione, la resilienza, per diventare proattivi e cambiare il loro destino.
C’è un nesso profondo tra inconscio e destino che non può essere compreso dalla razionalità umana, ma solo intravisto.
L’inconscio è il destino.  C.G. Jung ha scritto “comunque si voglia designare ciò che sta in fondo alla psiche, certo è che queste energie forgiano il nostro destino”.
Sarà vero?

Photo credits: writing.wikinut.com