El cineasta, junto al guionista Tonino Guerra, durante una charla en Sevilla en 2006.
El director de cine italiano Francesco Rosi, uno de los más aclamados del país, sobre todo por sus películas sobre el crimen organizado, ha muerto este sábado a los 92 años de edad en su domicilio de la capital italiana.
Los medios de comunicación locales han informado de que su muerte se produjo durante la noche de este sábado mientras dormía. Asimismo han señalado que en las últimas semanas se había visto obligado a guardar reposo aquejado de una bronquitis.
Rosi nació en Nápoles el 15 de noviembre de 1922 y fue allí donde comenzó a estudiar Derecho, si bien pronto abandonó la universidad para dedicarse al dibujo.
A los 22 años se trasladó a Roma para iniciarse en el teatro, desde donde pasaría al mundo del cine para trabajar en un principio como ayudante de cineastas como Michelangelo Antonioni en su película 'I vinti' (1953) o Lucchino Visconti y su 'La terra trema' (1948) o 'Parigi é sempre parigi' (1951), entre otras.
Su primer trabajo como director llegó en 1958, cuando presenta 'El desafío' con el que recibe el premio a la Mejor Ópera Prima en la Mostra de Venecia.
Cinco años después, con 'Manos sobre la ciudad', consigue el León de Oro del festival veneciano.
En 1965 dirige en España un filme sobre el toreo titulado "El momento de la verdad", con guión de Pere Portabella, en el que narra la vida de Manuel, un joven que recurre al toreo como único modo para salir de la miseria.
Rosi, uno de los directores más aclamados de la cinematografía italiana, es recordado como un cineasta muy interesado en los problemas sociales, sobre todo los que tienen que ver con el crimen organizado o la mafia.
Así, dirigió una cinta titulada 'Salvatore Giuliano" (1961) sobre la vida de este bandolero siciliano relacionado tradicionalmente con la mafia.
Con 'El caso Mattei' (1972), Palma de Oro en Cannes, abordó uno de los mayores misterios italianos, la muerte del que fuera presidente de la petrolera ENI, Enrico Mattei, que falleció cuando explotó en el aire el avión en el que viajaba en 1962.
Otros títulos de la nómina de Rosi fueron 'Lucky Luciano' (1973), 'Cadaveri eccellenti' (1975), 'Cristo si è fermado a Eboli' (1978) y 'Tre fratelli' (1981).
En 1984, rodó una versión cinematográfica de la opera 'Carmen', interpretada por Placido Domingo y con coreografía de Antonio Gades.
En 1987 dirigió 'Crónica de una muerte anunciada', película basada en el relato homónimo de Gabriel García Márquez.
“Para ser
eficaces, las preguntas que las películas plantean deben continuar viviendo en
el espectador incluso después que la película termina. Pienso que las películas
no deben terminar sino que deben continuar creciendo dentro de nosotros” (Francesco Rosi).
INTRODUCCION:
Director de cine italiano, destacado por sus dramas políticos, honestidad y compromiso con la izquierda. Realizó algunas de las películas políticas más valerosas, social e innovadoras del cine italiano. En una Italia dividida por el siempre conflicto político y social y sombreada por innumerables misterios sin resolver, Rosi manejó la cámara como un instrumento moral en la búsqueda de la verdad., la práctica de Rosi de un cine cívico inteligente y confiado hizo mucho para restaurar la dignidad humana a los italianos que todavía vivían bajo sistema del encanto político.
BIOGRAFÍA:
Nació el 15 de noviembre de 1922, en Campania (Nápoles-Italia), en una familia de clase acomodada. Desde muy joven soñaba en poder estudiar en el “Centro experimental de cinematografía” en Roma, pero por consejo de su padre estudió leyes en la Universidad de Nápoles antes de incorporarse al ejército en 1942.
Abandonó los estudios de derecho, para acercarse al mundo del celuloide colaborando en los guiones de las películas “Bellísima” de L. Visconti y “Processo alla cittá” de Luigi Zampa, trabajando como ayudante de dirección en películas como “Terra trema: Episodio del mare”(1948) de A. Pietrangeli, “Domenica d’agosto”(1950), “Parigi é sempre Parigi”(1951) y “Bígamo”(1965) de L. Emmer, “Bellíssima”(1951) y “Senso”(1954)de Visconti, “I Vinti”(1953) de M. Antonioni, y “Proibito”(1954) de M. Monicelli.
Las ventajas del aprendizaje de Rosi en la industria son claramente evidentes en la dirección muy controlada de su primera película “La sfida”(El desafío)(1957) que cuenta una historia de Vito Polara, donde se narra la lucha entre bandas de la camorra napolitana: la película obtuvo un premio especial a la dirección en Venecia. Como en otros directores de su generación, el neorrealismo italiano ha dejado una profunda huella en él, y ha seguido utilizando el medio cinematográfico para dar una visión izquierdista de los problemas sociales y políticos de Italia.
“I magliari”
Su obra siguiente, “I magliari” (1959), transcurría en el ambiente de los emigrantes y confirmó la talla de su autor. La película, de hecho, se sitúa enteramente en Alemania en donde un grupo de inmigrantes italianos intenta hacer su fortuna enganchando en una serie de grupos organizados que aparecen girar alrededor de la venta de los textiles de la mala calidad y con los precios inflados.
INTRODUCCION:
Director de cine italiano, destacado por sus dramas políticos, honestidad y compromiso con la izquierda. Realizó algunas de las películas políticas más valerosas, social e innovadoras del cine italiano. En una Italia dividida por el siempre conflicto político y social y sombreada por innumerables misterios sin resolver, Rosi manejó la cámara como un instrumento moral en la búsqueda de la verdad., la práctica de Rosi de un cine cívico inteligente y confiado hizo mucho para restaurar la dignidad humana a los italianos que todavía vivían bajo sistema del encanto político.
BIOGRAFÍA:
Nació el 15 de noviembre de 1922, en Campania (Nápoles-Italia), en una familia de clase acomodada. Desde muy joven soñaba en poder estudiar en el “Centro experimental de cinematografía” en Roma, pero por consejo de su padre estudió leyes en la Universidad de Nápoles antes de incorporarse al ejército en 1942.
Abandonó los estudios de derecho, para acercarse al mundo del celuloide colaborando en los guiones de las películas “Bellísima” de L. Visconti y “Processo alla cittá” de Luigi Zampa, trabajando como ayudante de dirección en películas como “Terra trema: Episodio del mare”(1948) de A. Pietrangeli, “Domenica d’agosto”(1950), “Parigi é sempre Parigi”(1951) y “Bígamo”(1965) de L. Emmer, “Bellíssima”(1951) y “Senso”(1954)de Visconti, “I Vinti”(1953) de M. Antonioni, y “Proibito”(1954) de M. Monicelli.
Las ventajas del aprendizaje de Rosi en la industria son claramente evidentes en la dirección muy controlada de su primera película “La sfida”(El desafío)(1957) que cuenta una historia de Vito Polara, donde se narra la lucha entre bandas de la camorra napolitana: la película obtuvo un premio especial a la dirección en Venecia. Como en otros directores de su generación, el neorrealismo italiano ha dejado una profunda huella en él, y ha seguido utilizando el medio cinematográfico para dar una visión izquierdista de los problemas sociales y políticos de Italia.
“I magliari”
Su obra siguiente, “I magliari” (1959), transcurría en el ambiente de los emigrantes y confirmó la talla de su autor. La película, de hecho, se sitúa enteramente en Alemania en donde un grupo de inmigrantes italianos intenta hacer su fortuna enganchando en una serie de grupos organizados que aparecen girar alrededor de la venta de los textiles de la mala calidad y con los precios inflados.
Sin embargo
F. Rosi alcanzó su madurez artística con “Salvatore Giuliano” (1961), la genial
reconstrucción de la historia del bandido siciliano basada en una mezcla de
documentos y ficción. Basada en hechos reales, es la historia del famoso
bandido siciliano asesinado en 1950. El trabajo de Rosi obtuvo numerosos
reconocimientos, alcanzando fama internacional y convirtiéndole en una especie
de modelo a seguir para el cine de investigación.
Le mani sulla città
Cine de ficción. (Italia, Francia, 1963)
Dirección: Francesco Rosi
En un degradado barrio de Nápoles, un edificio se derrumba a causa de unas cercanas obras de demolición, causando muertos y heridos. El responsable del desastre, el empresario inmobiliario Edoardo Nottola es investigado, pero sale indemne...
Premiada con
el León de Oro en Venecia, su película siguiente “Manos sobre la ciudad (Le
mani sulla città)" (1963) trataba de la especulación inmobiliaria en
Nápoles y suscitó fuertes polémicas en su estreno en las salas de cine. El
derrumbamiento de un edificio en una callejuela de Nápoles, con muertos y
heridos, provoca la denuncia del constructor Eduardo Nottola, consejero
municipal de un partido de derechas. Se abre una investigación contra él, pero
no se llega a ninguna conclusión. De todas formas, sale irremediablemente
comprometido ante los ojos de la opinión pública, hasta el punto que sus mismo
compañeros de partido le piden que retire su candidatura en las inminentes
elecciones municipales. Pero Nottola es un hombre que conoce el ambiente en que
se mueve y sabe muy bien que, una vez perdido el poder, un hombre como él ya no
cuenta nada, quedará siempre a la merced de los que mandan.
Tras el
paréntesis de “El momento de la verdad” (Il momento della verità) (1965), un
melodrama de ambientes taurinos, que se aparta de los tópicos para mostrarse
crítico y comprometido. Bien dirigida, con interpretaciones creíbles y un guión
sumamente trabajado y “Siempre hay una mujer” (C’era una volta) (1967), comedia
romántica de encargo producida por Carlo Ponti para lucimiento de su mujer
Sophia Loren.
Rosi volvió
al trabajo con “Hombres contra la guerra” (Uomini contro) (1970) - una vibrante
versión para la pantalla de la novela de Emilio Lussu “Un anno sull’altopiano”
, excelente alegato antimilitarista e ideológicamente comprometida.
“El caso
Mattei” (Il caso Mattei) (1972), retrato de este carismático personaje hasta su
misteriosa muerte. Era el 27 de octubre de 1962. Y para un anónimo campesino de
Pavia, cerca de Milán escuchó el característico rugir de un avión. Elevó la
vista y lo vio. Entonces la nave estalló. Y cayó en llamas en un campo
sembrado, a pocos metros de un arroyo. Hizo un pozo de donde sólo sobresalía la
cola. En su interior había un cadáver. Nadie supo en un primer momento que el
muerto era Enrico Mattei, el influyente presidente del Ente Nacional de
Hidrocarburos (ENI).El campesino contó su versión a las autoridades. Con su
relato afirmaba la incómoda posibilidad de un atentado y descartaba la
hipótesis de un accidente. Fue silenciado con dádivas. Casi 35 años después, el
fiscal de Pavia, Vincenzo Calia, asegura que se conocerá la verdad sobre la
misteriosa muerte de Mattei. Calia reabrió el caso el 22 de mayo de 1995 y
ordenó exhumar los restos de Mattei. Veinte años antes, la Justicia había
cerrado la causa por falta de elementos capaces de demostrar, después de 12
años de investigaciones, la existencia de responsabilidades de terceros en el
desastre. Es el caso Mattei, interpretado por Gian María Volonté. Ante la
versión de un atentado contra la vida de Mattei, se mencionó a la mafia
siciliana. No hubo pruebas. También se señaló a las siete hermanas, las grandes
compañías petroleras estadounidenses, que miraban con poca gracia el empuje de
Mattei en el desarrollo de iniciativas de interés nacional en hidrocarburos.
Las sospechas alcanzaron también a la Organización del Ejército Secreto (OAS),
creada por colonos franceses en Argelia.
“Il caso
Mattei”
Entre sus
adaptaciones literarias destacan Cristo se paró en Éboli (1979), sobre un
relato autobiográfico de Carlo Levi: "Un exiliado, durante el fascismo
italiano, debe vivir en el sur de Italia. Allí descubrirá la incultura, paro,
emigración, caciquismo y arbitrariedad de sus autoridades". Magnífico
film.
Cadaveri eccellenti
Cine de ficción. (Italia, 1975)
Dirección: Francesco Rosi
En una región del Sur de Italia, un misterioso asesino mata sucesivamente a unos altos magistrados. Se encarga del caso el inspector Rogas, un profesional intachable y decidido, discreto en su vida privada así como en el trabajo...
“Excelentísimos
cadáveres” (1975), basada en Il Contesto (1971), un relatode Leonardo Sciascia
sobre la Mafia
Y Crónica de
una muerte anunciada (1987), a partir de la novela de Gabriel García Márquez
maltratada por la crítica y con el siguiente comentario de autor de la novela
“Francesco Rossi hizo una Crónica para una muerte anunciada. De acuerdo con el
contrato, yo tenía que ver el guión y aprobarlo. Fue algo que mi agente impuso.
Cuando Francesco terminó su guión que trabajó con Tonino Guerra, Guerra me
llamó y me dijo: "Queremos que veas el guión". Le contesté: "Si
tú quieres hacer realmente la película no permitas que yo lea el guión, porque
vamos a fajarnos en una discusión infinita y no va a haber película porque voy
a apelar hasta el fin a la facultad que tengo para impedir que se haga mientras
no esté conforme. Y como yo quiero que se haga la película, mejor no lo
leo". Me han dicho que la cinta es bastante fiel y estoy ansioso por
verla, pues estoy seguro de que es una gran película porque Rossi es un gran
director”.
Merece una
mención especial su adaptación de la ópera Carmen (1985) de Georges Bizet, se
considera la mejor versión nunca realizada sobre una ópera.
“Carmen”
A pesar de
las barbaries que la sociedad actual lleva contempladas en Vietnam, Camboya,
Bosnia, Pakistán, Irán, Irak, junto a la permanente tragedia africana, se nos
hace todavía imposible olvidar el holocausto en los campos de exterminio nazis.
Porque el holocausto fue provocado en nombre de la raza aria, implementado por
personas exquisitas y consumado en el corazón de la civilización Europea.
Francesco Rosi nos lo recuerda con “La tregua”, sobre un impresionante relato
de Primo Levi, quien en su obra no hace sino narrarnos un concreto tiempo de su
experiencia. Solamente con realidades rememoradas como ésta, más allá de toda
retórica, se hace posible superar la agobiante frivolidad de los tiempos
actuales. Enfermos de un cruel pragmatismo donde todo vale. Con un número de
momentos de gran alcance, la película sin embargo no pudo alcanzar el nivel de
las grandes películas de Rosi.
“La tregua”
En 1997
recibe el premio Akira Kurosawa en el festival internacional de San Francisco y
en 1998 premio especial del Festival de Estambul a toda su carrera.
Por
desgracia parece ser que Rosi no volverá a ponerse detrás de una cámara.
Para
finalizar esta biografía, un extracto de una de las últimas entrevistas
realizadas al maestro y que nos dice algunas cosas muy interesantes:
P. Hace 11
años que no se pone detrás de una cámara y ha vuelto a dirigir teatro, ¿ha
dejado definitivamente el cine?
R. Cuando pienso
en todas las películas que he hecho me doy cuenta de que he dicho todo lo que
quería decir sobre criminalidad organizada, mafia, camorra, corrupción
política, escasez de trabajo, crímenes de guerra, holocausto... Yo comencé mi
carrera como director de teatro y hace tres años la retomé con Nápoles
millonario y Las voces de dentro, ambas de Eduardo de Filippo. Hago en el
teatro lo mismo que hacía en el cine: reflejar la realidad. Las voces de dentro
es una comedia de 1948 tremendamente actual porque trata el tema de la
violencia en el microcosmos que es la familia.
P. A su
trabajo siempre le han colocado la etiqueta de cine político, ¿está de acuerdo?
R. A mí me
gusta más llamarle cine de la realidad. Me considero un hijo del neorrealismo y
soy un testigo de la realidad en la que vivo, lo cual no impide que la fantasía
tenga un hueco en mi cine. Esa realidad lo comprende todo: problemas,
esperanzas, conflictos; pero también el deseo de vivir en una dimensión poética
donde tienen su lugar la fantasía, la poesía y el sentimiento.
P. Usted
comenzó su carrera como ayudante de dirección de dos grandes del neorrealismo
Visconti y Antonioni. ¿Qué ha quedado de esa época en el cine actual?
R. Siempre,
antes y ahora, se puede llamar la atención a través de una película para
recuperar los valores humanos. Todavía creo en la fuerza del cine y por eso
siempre habrá un cine de la realidad. El neorrealismo no fue sólo un movimiento
estético, sino una postura ética ante la vida. Surgió en 1945, en ese año
todavía había guerra en el norte de Italia, pero en Nápoles ya habían entrado
los soldados americanos. En ese contexto surgieron voces de intelectuales,
directores y actores del cine como Rossellini, Vittorio de Sica o Visconti;
pero también del teatro como Eduardo de Filippo que escribió entonces Nápoles
millonaria, una obra completamente neorrealista. El neorrealismo nació porque
una serie de personas querían participar en el renacimiento moral y material de
un país que salía de una dictadura de 20 años y de la destrucción de la guerra.
P. ¿Y cuál
era esa ética del neorrealismo?
R. Se
trataba de superar el sufrimiento de la guerra, las matanzas, el hambre, la
pérdida de la moral, y recuperar los valores humanos, la solidaridad, la
belleza... Creo que el mundo está atravesando actualmente otro momento como el
de esos años y, de vez en cuando, se hace una película que te devuelve la fe en
la fuerza del arte para transmitir los valores humanos. Es como una llamada a
la ética.
P. ¿A qué
valores se refiere?
R. La
libertad, la igualdad, la justicia y la belleza que, ciertamente, es un gran
valor. El cine tiene la facultad de poder exprimir estos valores y acercarlos a
los más jóvenes. El cine debería enseñarse en las escuelas porque es una buena
forma de transmitir la ética que tanta falta les hace a los jóvenes.
http://www.rebeldemule.org/foro/monograf/tema2195.html
Cine de ficción. (Italia, 1962)
Dirección: Francesco Rosi
En julio de 1950, en el pueblo siciliano de Montelepre, es hallado el cadáver del más famoso bandido de la region: Salvatore Giuliano. Cuando se abre el proceso sobre su caso empiezan a aparecer todo tipo de implicaciones que nunca se aclararon....
Cine de ficción. (Italia, 1973)
Dirección: Francesco Rosi
Rosi se centra en el análisis socio-político y hace una firme denuncia a la reexportación de la mafia italiana, una vez organizada en los EEUU, a la Italia posbélica, cuando los norteamericanos emplazaban a capos mafiosos como alcaldes de las ciudades y...
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