Charlton Heston, Janet Leigh, Orson Welles, Marlene
Dietrich, Joseph Calleia, Akim Tamiroff, Dennis Weaver, Ray Collins, Mercedes
McCambridge, Joseph Cotten, Zsa Zsa Gabor.
Género: Cine
negro.
Sinopsis:
Un agente de
la policía de narcóticos (Heston) llega a la frontera mexicana con su esposa
justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de
la investigación contando con la colaboración de Quinlan (Welles), el jefe de
la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco
ortodoxos. Una lucha feroz se desata entre los dos hombres, pues cada uno de
ellos tiene pruebas contra el otro.
COMENTARIOS:
En otoño de
1956, la Universal le ofrece a Orson Welles un papel en Man in the Shadow, que
aquí se tituló Sangre en el rancho, dirigida por Jack Arnold, el de clásicos de
la ciencia ficción como La mujer y el monstruo (1954) o El increíble hombre
menguante (1957). No se trata de una película memorable, pero el productor
Alfred Zugsmith queda satisfecho con el trabajo de Welles y quiere contratarle
para interpretar a un policía corrupto en una película barata y rutinaria que
iba a protagonizar Charlton Heston, un actor que está a punto de convertirse en
una gran estrellas después de su Moisés en Los diez mandamientos de Cecil B.
DeMille que se estrena ese mismo año.
¿Por qué iba
a rodar Charlton Heston una película menor si ya tenía en cartera Horizontes de
grandeza o Ben-Hur? Pues porque le debe una película -por contrato- a la
Universal. Pero ¿por qué ésa de serie B? Pues porque Heston, enterado de que
Welles interpretará un papel, les hace saber a la Universal que estaría
dispuesto a rodar cualquier película que el cineasta dirigiera. Y la productora
transige. Que Welles la dirija es un riesgo controlado tratándose de una
película barata. En fin, uno sigue pensando que los dioses lares del cine
metieron baza en el asunto, por más que Charlton Heston siempre se distinguió
por su deseo de trabajar con directores -con una mirada personal- y, llegado el
caso, defenderlos y respaldarlos. Lo hará también con Nicholas Ray (55 días en
Pekín) y con Sam Peckinpah (Mayor Dundee). En el fondo, Welles suspiraba por
una nueva oportunidad en Hollywood. ¿Recordáis lo que decíamos a propósito de
La dama de Shanghai? En el cine de Welles, un hombre es siempre un hombre
atrapado. Hasta el punto de que acepta reescribir el guión y dirigir la
película por el mismo salario que iba a cobrar como actor. Lo contratan a
primeros de enero de 1957 y un mes después, con fecha 5 de febrero, entrega el
guión de una película que se titulará Touch of Evil cuando llegue el momento de
su estreno.
La novela
-Badge of Evil de Whit Masterson (seudónimo de Robert Wade y William Miller)-
se había publicado en 1956, la Universal lo compró y le encargó la adaptación a
Paul Monash, un guionista de series policíacas de televisión. El guión de
Monash fechado el 21 de julio de 1956 servirá de base a la reescritura de
Welles. Entre los cambios más significativos que se le deben al cineasta
señalaremos el cambio de escenario, que se traslada a un villorrio de la
frontera mejicana llamado Los Robles, y la inversión de la nacionalidad de los
personajes principales, Miguel Vargas (Charlton Heston) será un investigador
federal mejicano, su mujer -Susan (Janet Leigh)- será una joven de Filadelfia y
Hank Quinlan (Orson Welles), un policía corrupto americano. Vale la pena leer
la descripción que hace Welles de su personaje en la relación de personajes que
encabeza el guión: Si el éxito de un policía se midiera por el número de
condenas que haya conseguido, Quinlan estaría cerca de ser un gran hombre. Pero
también es un matón y un intolerante. Se ve a sí mismo como un servidor
público, pero también como un instrumento de la justicia inspirado por la
divinidad. Representa los valores opuestos a los que encarna Vargas, y su
dedicación personal es tan completa como la suya. Cuando la historia termine se
habrá convertido no sólo en un criminal sino en un asesino, pero esto no será
debido a ningún compromiso ni a ninguna desviación de sus principios, sino que
derivará lógicamente de la extensión de los mismos. ¿Hace falta decirlo? Una
vez más, el hombre atrapado, esta vez por sus propios principios.
Otro de los
giros que introduce Welles en el guión de Monash convierte a la familia Grandi
(encabezada por el gran Akim Tamiroff) en una amenaza para Susan, más que para
Vargas, y una turbia sexualidad se infiltra entonces en la trama oscura y
asfixiante de la película a través de la pesadilla que experimentará Janet
Leigh, en paralelo a la trama de corrupción policial que constituye la espina
dorsal de Touch of Evil. En el último momento, Welles incluye dos personajes:
Tanya (Marlene Dietrich), la amiga del pasado de Quinlan, y el empleado del
motel, encarnado por Dennis Weaver, en el que Susan sufrirá el acoso y los
abusos de los Grandi.
Imprescindible
para todos aquellos amantes del cine de género negro. En lo personal “Sed de
mal”, después de “Citizen Kane” (1941) es la mejor obra del mítico director
Orson Welles. Al comienzo de la cinta el propio Welles ruega de ante mano a los
productores, que respeten los cambios y modificaciones hechas al filme después
de muchas horas de duro trabajo por parte del director de “El cuarto
mandamiento” (1942) ya que al parecer la cinta original sufrió varios cortes y
permaneció durante muchos años mutilada, lo que mermó en la esencia del filme.
De todas
formas la obra de Welles puso un broche de oro a las películas de cine negro
norteamericano, donde nos encontramos con un filme donde su director derrocha
técnica cinematográfica por donde se le mire, con planos secuencia de larga
duración, planos de sombras, primeros planos y contrapicados imposibles de
realizar; donde la figura del corrupto policía Hank Quinlan (Orson Welles)
parece un gigante traído directamente desde cuentos de terror. En este aspecto
la presencia de Welles es impresionante y fundamental en el desarrollo de la
historia, y no sólo por los kilos acumulados por el director a través de los
años, sino por su caracterización y su desplante tanto delante como detrás de
las cámaras.
El largo
plano secuencia por excelencia de 3 minutos con el que inicia la película tardó
15 días en llevarse a cabo y se transformó en un plano mítico dentro de la
historia del cine. Este tipo de plano secuencia es un prodigio dentro de la
historia del séptimo arte, ya que fue muy efectivo como inicio del filme desde
aquel plano especifico de la bomba, hasta cuando la cámara se abre hasta
mostrar a los protagonistas y el límite fronterizo entre los dos países donde
se desarrolla la trama, en definitiva el plano secuencia nos muestra un resumen
de lo que será la cinta, algo sino me equivoco nunca antes visto, aunque Alfred
Hitchcock ya utilizara esta técnica en "Under Capricorn" (1949) con
resultados no muy positivos.
En cuanto a
la historia de la mutilación del filme, después de terminado el rodaje los
productores de Universal vieron el material y se extrañaron del camino tomado
por Welles. Consideraron que la película era demasiado confusa, por lo que la
reeditaron e incluso rodaron escenas adicionales (con otro director) a espaldas
de Orson que para ese momento se encontraba en España tratando de cumplir su
sueño de rodar una adaptación de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
Éste primer corte de los productores fue estrenado en el año 1958 y significó
un enorme fracaso comercial y de crítica.
A su regreso
a Los Ángeles, Welles lamentó la decisión de los productores e insistió en que,
para que la obra pudiese considerarse suya, se debían seguir una serie de
indicaciones para realizar un nuevo corte del filme. Las indicaciones para la
nueva edición fueron plasmadas por Welles en un extenso documento de 58 páginas
que dirigió a la Universal, compañía productora de la película. Éste documento
(que se creía perdido y del que por fortuna Charlton Heston guardaba una
copia), sirvió de base para realizar en 1997 una nueva versión restaurada de
Touch of Evil, misma que fue estrenada en cines en 1998 y en DVD en el año
2000, 15 años después de la muerte Welles.
Si en
'Ciudadano Kane' ya era así creando un estilo y revolucionando la técnica
cinematográfica, en 'Sed de mal' Orson Welles nos deja el manual, la
confirmación, el 'por qué' de todo.
Sin duda,
una de las grandes películas de la historia, de una de las más importantes
aportaciones al cine jamás vista: el gran director, Orson Welles.
"Sobresaliente filme (...) la magnífica dirección de Orson Welles eleva a la categoría de clásico esta intriga policiaca (...) ejercicio de estilo inigualable"
Fernando Morales: Diario El País
Obra maestra de Welles de deslumbrante reparto y compleja historia sobre el poder y la corrupción. Atención a su espectacular plano secuencia de apertura, un prodigio de dominio de la técnica y puesta en escena, y sin duda uno de los mejores comienzos de la historia del cine.
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