BAJO EL VOLCÁN [UNDER THE VOLCANO] (1984) DE JOHN HUSTON Pelicula y libro PDF


De todos los directores que se iniciaron en el Hollywood clásico durante los años 30 y principios de los 40, John Huston es probablemente el que tuvo un final de carrera más digno y reseñable. En plenos años 70 Huston no solo realizó una magnífica película de aventuras de aroma clásico como El Hombre que Pudo Reinar (1975) sino que además sorprendió con un drama como Fat City (1972) que por estilo sintonizaba más con una forma de hacer cine alejada del clasicismo donde él se había situado. Llegando aún más lejos, en el antepenúltimo film de su carrera Huston se atrevió con una adaptación de la novela Bajo el Volcán de Malcolm Lowry. Este film puede vincularse con la anterior Sangre Sabia (1979) al ser dos de las obras más llamativas de su carrera por desafiar frontalmente las estructuras narrativas clásicas y centrarse en un estudio de sus excéntricos protagonistas sin crear para ello un conflicto claro, de forma que son films que dan la sensación de que navegan sin rumbo.
El protagonista es Geoffrey Firmin, un excónsul británico asentado en México que malvive solo y alcoholizado tras haber sido engañado por su mujer Yvonne con su propio hermano Hugh. Sin embargo Yvonne realiza una inesperada visita para intentar reconciliarse con Geoffrey y rescatarle de esa mala vida. Pese a que Geoffrey parece seguir queriéndola, sus intenciones no parecen muy claras pese al esfuerzo de Yvonne y de Hugh por salvarle.
 

Huston a esas alturas de su carrera ya era un especialista en filmar películas protagonizadas por perdedores, pero en el caso de Bajo el Volcán se sirvió de la novela de Malcolm Lowry para mostrarnos a un perdedor que ha escogido esa forma de vida y que no parece interesado en resucitar. Ese es el motivo por el que a algunos espectadores les puede resultar algo desconcertante el visionado del film, puesto que muestra a un protagonista en una situación patética que, aún así, parece querer aferrarse a su propio infierno personal. En una de las últimas frases que pronuncia a Hugh e Yvonne, Geoffrey dice directamente “prefiero el infierno, el infierno es mi lugar preferido” y por ello echa por tierra cualquier intento de su exmujer y su hermano de reformarse. No hay conflicto pues en el hecho de no verse correspondido por Yvonne o en no poder superar su situación, sino que su comportamiento está determinado por su instinto autodestructivo (por ejemplo, cuando él e Yvonne planean momentáneamente volver a empezar juntos en una región del norte, Geoffrey explica todo el idealizado plan a su hermano hasta que repentinamente vuelve a emerger la bestia y acaba echando en cara a Yvonne su infidelidad).

 
El personaje de Geoffrey funciona igualmente gracias a la soberbia interpretación de ese gran e infravalorado actor que es Albert Finney, quien se apodera golosamente del film eclipsando al resto del reparto con un personaje que sabe aprovechar hasta el más mínimo detalle. Los papeles de alcohólicos son muy agradecidos para cualquier actor carismático, pero más allá de eso, Finney le da vida a Geoffrey, haciendo que sea un personaje totalmente creíble pese a su incomprensible y lastimoso comportamiento.
En ese contexto, su hermano Hugh representa por contra el idealismo desencantado de un joven aventurero que quiso formar parte de la Guerra Civil Española para luchar por el bando republicano y que acabó abandonando demasiado pronto. Lo único que le queda son los recuerdos de un amigo comunista que conoció al cual rememora nostálgicamente con pequeños detalles como su afición a la lectura o su perro llamado Harpo. Eso y su irrupción en una corrida de toros, momento que le proporciona ese instante de gloria que tanto anhela con el que pueda demostrar su valentía.

 
El tramo final de la película tiene lugar en un bar de mala muerte, al que Geoffrey se deja conducir para hundirse en su propia perdición tras haber rechazado la oferta de Yvonne de huir juntos de ese país. La eficaz dirección de Huston le da a ese entorno una imagen asfixiante y maléfica, es el último paso del protagonista en su descenso a los infiernos, sus últimos pasos hacia su autodestrucción total prefiriendo a una prostituta antes que volver a brazos de su mujer y enfrentándose a los delincuentes que frecuentan el bar.

Lejos de ser una historia de redención, Bajo el Volcán es un descenso sin frenos hacia las entrañas y los rincones más oscuros de su protagonista.

https://elgabinetedeldoctormabuse.com/2011/10/18/bajo-el-volcan-under-the-volcano-1984-de-john-huston/









Bajo El Volcán
por Sara E Rodríguez

  Jorge Semprún dijo en el prólogo al libro “El Volcán, El Mezcal Y Los Comisarios” que la lección moral que podemos aprender de Malcolm Lowry (Gran Bretaña, 1909-1957) es que su vida y su obra nos ayuden a destruir la funesta concepción de la literatura como vocación de servicio: que nos ayuden a comprender que un escritor no debe tomarse en serio […] que lo único que hay que tomarse en serio es la literatura misma.

Lowry ya lo advirtió a su editor, Jonathan Cape: si El volcán parece tedioso al principio o no, dependerá del estado de ánimo del lector, y de su preparación para comprender el libro y la verdadera intención del autor. Lowry se atrevió, incluso, a decir que el libro es mucho mejor de lo que pueda pensar el lector y que él no tiene la culpa de que éste no capte algunos de sus niveles más profundos.

Esta novela se fragmenta en doce capítulos, los cuales constituyen en sí mismos una unidad, pero al mismo tiempo están conectados e interrelacionados; siendo el capítulo VI el corazón del libro. La novela gira sobre su propio eje y fue escrita de tal modo que puede leerse un indefinido número de veces sin agotar todos sus sentidos.

Parafraseando a Edmon Wilson (cuando habla de Gogol) Malcon Lowry dijo que esta novela se refiere a ciertas fuerzas existentes en el interior del hombre que le producen terror de sí mismo. También se refiere a la culpa del hombre, al remordimiento, a su ascenso incesante hacia la luz bajo el peso del pasado, y a su destino último.

Esta obra, escrita durante la década de los treinta se desarrolla en Cuernavaca (México) a donde Lowry viajó en 1935 y donde se inspiró para escribir su obra maestra, la cual está considerada como una de las mejores novelas del siglo XX. A pesar de ello, y como suele ocurrir con las obras universales, “Bajo El Volcán” no consiguió el reconocimiento de crítica y público hasta después del fallecimiento del autor.

“Bajo El Volcán” es el relato del último día de la vida del cónsul inglés Geoffrey Firmin. El cónsul (trasunto de Lowry) está ebrio durante toda la novela, consiguiendo que su borrachera y su locura sea la del lector, quien no encuentra un momento de cordura y serenidad a lo largo de las páginas. Pero el escritor quiere ir más allá con la ebriedad del cónsul: no ha de tomarse como un estado permanente del autor y del protagonista, pues simboliza la ebriedad universal de la humanidad durante la guerra o el período precedente. Malcolm Lowry estaba convencido de que “Bajo El Volcán” amplía nuestro conocimiento del infierno. No hay paz que deje de pagar pleno tributo al infierno.

Una advertencia: éste no es un libro fácil de leer. A veces da la sensación de encontrarse el lector un poco ebrio, por lo que es difícil encontrar la cordura y el sentido. Una novela compleja, pero brillante.

Bajo el Volcán - Ignacio Darnaude

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de M Lowry - ‎Citado por 21 - ‎Artículos relacionados
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