HERMOSA PELÍCULA COMPLETA Vivir Su Vida / Vivre Sa Vie (1962) [Jean-Luc Godard] Subtitulado al Esp...



Sinopsis
Nana (Anna Karina) es una joven veinteañera de provincias que abandona a su marido y a su hijo para intentar iniciar una carrera como actriz en París. Sin dinero, para financiar su nueva vida comienza a trabajar en una tienda de discos en la que no gana mucho dinero. Al no poder pagar el alquiler, su casera la echa de casa, motivo por el que Nana decide ejercer la prostitución. (FILMAFFINITY)
Premios
1962: Festival de Venecia: Premio Especial del Jurado, Premio de la crítica Pasinetti
Críticas
  • "Un cine radicalmente opuesto a lo acostumbrado (...) Aventura intelectual (...) Godard huye de la narración lineal y de los planteamientos expositivos habituales."
  • "Una maravilla"


Vivre sa vie: Film en douze tableaux
Año
Duración
83 min.
País
 Francia
Director
Guión
Jean-Luc Godard
Música
Michel Legrand
Fotografía
Raoul Coutard (B&W)
Reparto
Película de culto












VIVIR SU VIDA (1962)


Película estructurada en doce episodios que está centrada en la figura femenina
de Nana (Anna Karina), una mujer que tiene que dedicarse a la prostitución para
eludir su precaria situación económica.
Con la “nouvelle vague” como vanguardia, irrumpiendo enérgicamente en el
cine de los sesenta, Jean Luc Godard, uno de sus principales exponentes,
y mito del movimiento con su película “A bout de souffle”, continúa su
evolución más madura y profunda con “Vivir su vida”, en la que, con Ana
Karina, su mujer, como eje del film, desarrolla uno de los ejercicios de
libertad formal más acertados de su carrera.
Con una fotografía directa, espontánea, heredera de los Doisneau o
Cartier-Bressons trasladados al cine, Godard cuenta un fragmento en la
vida y la evolución de una joven que acaba en la prostitución, de una
forma natural, sin ningún dramatismo, simplemente impulsada por el
estilo de vida impuesto en la sociedad del dinero.
Sin excusas, sin sensiblerías, evitando subrayados, expone el relato sin
darle ninguna importancia, dando un total efecto de normalidad a una
situación, en realidad, normal socialmente, aunque trascendental para su
protagonista.
La sensación de cotidianeidad, se ve perfectamente reforzada con el
lenguaje visual, esta vez más maduro y libre. Los encuadres informales,
la iluminación natural, los escenarios reales, por no decir del montaje,
rompen con cualquier escuela formalista, para dar al espectador una
presencia física dentro del film.
Lo que en la mayoría de los planteamientos tradicionales, hubiera sido
un melodrama o un film de denuncia, en Godard, la espontaneidad
aparente, moviéndose entre la ficción y el reportaje, logra un
acercamiento a los personajes tan natural como sencillo.
Un planteamiento que contribuirá a la consolidación de la semántica que
caracterizará las mejores obras del movimiento revolucionario del cine
por excelencia, en la década de las revoluciones.







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