Los católicos son aún mayoría, el 51%, a pesar de estar en franco retroceso desde hace décadas, según un trabajo de Funcas. Quienes se piensan indiferentes, agnósticos o ateos son hoy el 42%.
Raúl Bocanegra
02/06/2025
Los católicos son aún mayoría en España, a pesar de estar en un proceso de franco retroceso desde hace décadas, según revela un estudio de la Fundación Funcas, de las cajas de ahorro, elaborado a partir de la Encuesta Social Europea y hecho público este martes.
El 51% de los españoles mayores de edad se identifica hoy aún como católico, una cifra que, aunque, en efecto, dista considerablemente del 90% equivalente registrado en la segunda mitad de los años setenta, revela la fortaleza del férreo poso nacionalcatólico que impuso durante décadas la dictadura franquista.
El informe de Funcas destaca "que la práctica religiosa también se sitúa en niveles históricamente bajos, según los datos de la Encuesta Social Europea". En 2024 solo un 17% de los residentes adultos en España asistía a oficios religiosos católicos con una frecuencia al menos mensual, cifra que en 2002 era del 28%.
"Un porcentaje muy bajo sigue la moral y los dogmas. Pero es muy grande la influencia de la Iglesia Católica en tradiciones, fiestas, otros aspectos sociales", considera José Antonio Naz, presidente de Europa Laica, a la vista de los datos.
Sin embargo, hay un dato, el de la religiosidad entre los jóvenes, que lleva a pensar que el paso del tiempo puede provocar un cambio sociológico relevante: el sorpasso de quienes se piensan indiferentes, agnósticos o ateos, que hoy suponen el 42%, nueve puntos menos que católicos.
Si en en 2002, el 60% de la población de 18 a 29 años se identificaba como católico, en 2024 solo lo hacía un tercio, el 31,5%, lo que "supone una caída cercana al 50%", según el estudio de Funcas.
"Aunque cabe atribuir en gran medida el avance de la secularización al reemplazo generacional, no es este el único factor que explica la caída de la identificación católica de la población. De hecho, los datos apuntan a que, junto con la incorporación de generaciones menos religiosas, también se ha dado una pérdida de religiosidad a lo largo del ciclo vital", se puede leer en el trabajo.
Por ejemplo, analiza Funcas, "el 83% de los nacidos entre 1943 y 1952 se identificaban como católicos en 2002, cuando tenían entre 50 y 59 años, pero en 2024, ya con edades entre los 70 y 79 años, esa cifra había caído al 73%. Esta evolución es aún más marcada en las generaciones más jóvenes: entre 2002 y 2024, la proporción de católicos entre quienes nacieron entre 1973 y 1984 pasó del 59,5% al 42%".
"El espacio del catolicismo apenas ha sido ocupado por otras religiones —agrega el trabajo—, como podría esperarse, en parte, de la incorporación de población de origen extranjero a la sociedad española, sino que en su mayoría se corresponde con quienes se declaran indiferentes, agnósticos o ateos, es decir, por quienes no tienen una adscripción religiosa".
En paralelo, la propia Iglesia católica está en un proceso, hasta ahora imparable, de pérdida de miembros, de fuelle en su arquitectura institucional, según se extrae del análisis de los datos que recoge la Conferencia Episcopal en las memorias que hace públicas cada año: ha perdido en España 4.000 sacerdotes y 3.000 monjas de clausura en diez años.
Los expertos de Funcas reflexionan, a modo de conclusión: "A la vista de la evolución de la religiosidad [...] no es fácilmente imaginable una recuperación de la religiosidad. [...] Sin embargo, no hay un único punto de llegada o un único equilibrio (temporal) respecto del lugar social (y privado) de la religión, y, justamente por eso, el futuro a medio plazo no es tan obvio, aunque todos los indicadores parezcan apuntar en la misma dirección".
Europa, matrimonios y escuela
Aunque han ganado cierto protagonismo otras confesiones, "tanto cristianas como no cristianas, su peso sigue siendo reducido", analiza Funcas. "En 2002, el 0,5% de la población adulta se identificaba con confesiones cristianas distintas del catolicismo, porcentaje que asciende al 3% en 2024. Las religiones no cristianas —principalmente el islam— también han crecido, pasando del 1% al 3% en el mismo periodo. Sin embargo, el cambio más relevante cuantitativamente es el del incremento de quienes no se identifican con ninguna religión: del 22% en 2002 al 42% en 2024, lo que representa un cambio sustancial en el panorama religioso del país", recoge el trabajo.
Los técnicos de Funcas hacen la siguiente reflexión: "La progresiva secularización de las sociedades contemporáneas, sobre todo las más desarrolladas, es un fenómeno bastante extendido [y…] debe entenderse como el resultado de cómo se han ido resolviendo las controversias culturales y políticas a lo largo de los dos últimos siglos, lo cual ha tenido como consecuencia una pérdida de posición preeminente de las iglesias".
El trabajo analiza también el contexto europeo: "La falta de adscripción religiosa es común en Europa, aunque no puede considerarse un rasgo generalizado en todos los países del continente". De hecho, en conjunto, la identificación con confesiones cristianas (catolicismo, protestantismo, Iglesia ortodoxa…) sigue siendo mayoritaria en quince países, con cifras que van desde el 55% de España al 93% de Grecia.
En once países europeos, según la Encuesta Social Europea, sí son mayoría quienes viven ajenos a la influencia de las religiones. Entre ellos destacan varios de la antigua Europa del este (Chequia, 83%; Estonia, 74%; Letonia, 61%), de la Europa central (Países Bajos, 72%; Bélgica, 60%) y del norte (Suecia, 68%; Noruega, 62%). En Suiza y Alemania, la cuestión está pareja.
El poder del catolicismo y de la Iglesia, en sus múltiples vertientes, en España aún se puede ver en las escuelas, donde aún es mayoritario, salvo en cuatro Comunidades, y, en paralelo, su pérdida progresiva de influencia se puede comprobar en la proporción de matrimonios religiosos.
"Los matrimonios católicos han acabado por convertirse en una clarísima minoría", expone Funcas. "En 2023, solo el 18% [de los que se dieron] entre personas de distinto sexo se celebró por el rito católico". En 1976, "prácticamente la totalidad de los matrimonios eran religiosos y, en el año 2000, aún representaban el 76 % del total". Esta tendencia, consideran los expertos de las cajas, "refleja, sobre todo, la secularización general de la sociedad española".
En la escuela, empero, los datos muestran el poderío que aún mantiene la Iglesia, en un ámbito en que sigue presente la asignatura confesional de religión y en que proliferan los colegios concertados —financiados con fondos públicos—, de ideario mayoritariamente católico, y privados, en menor medida.
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