La ultima vez que vi a Erica (Innundacion Florencia1966)

Esa noche, se desbordo el rio Arno . Nunca imagine que fuese a provocar el daño que causo. Estaba tenso, quería verlo todo, ignoraba el peligro. Erica le extraño verme así tan infantil; no lo oculto. Escuchaba las noticias en la radio del carro. Fiebre de curiosidad. Había llovido todo el día; el rio Arno estaba aumentando. Cerca del hotel salí del carro; quería correr bajo la lluvia. Trato de impedirlo; luego que baje acelero el auto fuertemente. Llegue empapado al hotel. Había caras largas. Estaba sucediendo algo. La noche en que el Arno se desbordo Erica no regreso al hotel. ¿Me había abandonado;lo esperaba. Al amanecer había mucho movimiento; el agua estaba llegando al Hotel; en la calle había una altura de casi medio metro cuándo me fui hacia un convoy militar que estaba cerca.
Llegue a Castel San Pietro luego de pasar por Bologna donde vivían unas amigas. Hacia Florencia se dirigían voluntarios;muchas cientos, acudían para ayudar a los florentinos a salvar el patrimonio de libros de la Biblioteca Nacional. La ayuda de estos ángeles del barro,como fueron llamados fue determinante.. También en ese sitio la lluvia era muy fuerte. Hice amagos de regresar a Florencia, pero la crecida del rió que debíamos pasar me asusto; roncaba fuerte. Pocos vehículos se atrevían pasar el puente. Regrese a Urbino. Era el 6 o 7 de noviembre de 1966.



Antes o después 


Llegamos a Florencia; viaje muchas veces pospuesto. Nos hospedamos en un hotel situado cerca de los principales sitios de interés turístico. Había terminado de leer el libro de Colin Wilson “Ritual en la oscuridad”, interpretándolo, a mi manera. captar, con un brillo incandescente y la intensidad del foco, la realidad del mundo, incluyendo la realidad de otros tiempos y lugares.” Quería comprar una cámara fotográfica desechable; negándose comento que lo mejor era guardar dentro de nosotros todo lo que sentíamos, sin la molestia de tener de intermediario una cámara que interrumpieses los instantes.
Guardaras en tu subconsciente todo, hasta los mínimo detalles, ruidos, colores, olores.
Dijo abrazándome con ternura.

Ante nosotros Ponte Vecchio; “tenemos que mirar como turistas a Florencia me lo prometes?” Le recordé que habíamos venido a buscar a Stendhal. No hay nada más cruel que un joven engreído sobre todo en los momentos que creía que podía captar lo sucedido en tiempos atrás en esa ciudad que la sentía enigmática. Caminando a zancadas como una muchacha a sus 35 años exclamo:”Encontré lo que buscaba Stendhal cuando dijo:” El hombre que no ha amado apasionadamente ignora la mitad más hermosa de la vida. “continuo “igual vale para las mujeres”. Una semana después el 4 de noviembre de 1966 nos atraparia la tragedia de Florencia.

Antes o después ?





El 23 de diciembre de 1966 entro al Café la catira, amiga de Erica seguida un hombre cuya cara era familiar, me abrazo afectuosamente invitándonos a sentarnos en una mesa. 
Habían encontrado el carro de Erica cerca del río Arno en Florencia; no había regresado al Hotel y había cancelado tres días más. estaba nevando fuertemente. 
La catira me dijo:”Es el hermano de Erica”; el mismo que me había mentado la madre en el Refugio de Bocca Trebaria dos años antes. Su hermana se lo había pedido. Me extendió un libro diciéndome Erica hubiese querido que conservases este libro, lo leyó varias veces, me había dicho hace tiempo que te lo enviara: el Luciano Leuwen de Stendhal.


Hablaban en pasado. Tomando valor y sobrenetendiendo que Erica se había suicidado:“Ustedes están seguros”. La catira “Si no hubiese dejado pago el hotel y un dinero para ti con el gerente hubiésemos pensado que fue un accidente. Ha debido sacarlo del banco antes, días antes” 
Anonadado. Incrédulo pensaba que la vería entrar por la puerta del Café en cualquier momento. 
La catira: "Dos días antes me llamo diciéndome que me encargara de ti mientras estuvieses en Italia". Estas bromeando y me respondió “Encárgate de él hasta de tu sabes que”. Siempre le decía bromeando prestamelo , creí que habían terminado y te estaba regalando. 
Una lagrima corrió por el rostro del hombre. 
Se marcharon , afuera nevaba copiosamente.  Al rato cuando salia del Café e iba a mi casa los vi en un carro estacionado en la plaza.
Él estaba en el volante; al verme  ella se bajo, caía la nieve,abrasándome y besándome dulcemente al despegarse me dijo:”Ella no trabajaba de puta, eso también fue un embuste”. "¿Quien era?" pregunte
No obtuve respuesta. 
Han pasado 44 años no he podido leer aún el Luciano Leuwen de Stendhal. 
Un día de esto tendré que hacerlo.

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